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Despojado y purificado
Hace más de quinientos años, un español llamado San Juan de la Cruz escribió un
librito llamado La noche oscura del alma. Este corto libro, en realidad un poema largo con
comentario, tuvo un tremendo impacto en los cristianos durante siglos. San Juan de la Cruz
realmente describe la «noche oscura» (Plan B) como un regalo de Dios. Y él dice que
conlleva un proceso de purificación y de permitir que Dios revele y nos despoje de nuestras
imperfecciones espirituales.
Juan de la Cruz hace una lista de seis de ellas: el orgullo, la avaricia, la ostentación,
la ira, la glotonería espiritual, la envidia espiritual y la pereza. Son palabras chapadas a la
antigua, pero que resumen bastante bien los defectos espirituales que nos limitan. No
crecemos ni somos transformados porque somos orgullosos y arrogantes, porque somos
codiciosos y queremos cosas lindas más de lo que queremos a Dios, porque nos aferramos a
nuestra ira y envidia, y porque somos perezosos y nos permitimos excesos.
¿Es una crisis espiritual la única manera en la que Dios nos despoja de estas cosas?
Absolutamente no. Sin embargo, por lo que hemos visto, es la manera principal que usa para
hacer esta obra de transformación en nosotros y a través de nosotros.
Justin comenzó a entender que si existía alguna esperanza para un futuro con su
familia, tendría que edificar un fundamento cimentado en el carácter de Cristo y permitir que
los talentos de él fluyeran de allí. Fue en su «noche oscura» que Dios comenzó a darle la
forma del hombre que él había imaginado cuando pensó y creó a Justin.
Justin experimentó justo eso cuando estaba luchando con su humillante Plan B. Dios
no sólo lo estaba despojando de su arrogancia y su autodependencia, sino que también se
estaba revelando a sí mismo de una forma totalmente nueva. Justin recuerda: «Estaba
desesperado. Había arruinado mi matrimonio. Había arruinado mi iglesia. No tenía a nadie a
quien recurrir excepto a Dios. Me sentía totalmente solo. Pero en el momento cuando más
gracia necesitaba, Dios estuvo allí para dármela».
Con la ayuda de mucha consejería, Esta pareja logró salvar su matrimonio. Han
trabajado juntos en las adicciones de Justin, y juntos han buscado nuevos canales de
ministerio. Sin embargo, lo más importante: el Dios con el que interactuaron durante su
«noche oscura», transformó su manera de vivir la vida. Transformó la forma en la que ellos
aman y sirven a los demás.
Trisha comenta: «Al principio oraba: “Dios, no tienes idea de lo que estoy pasando”.
Pero mientras más oraba, más comencé a pensar en la vida de Jesús. Él sabe lo que es sentirse
traicionado por los amigos. Él sabe lo que es sentirse despojado de una posición y ser
humillado. Comencé a darme cuenta que Jesús si experimentó cada uno de mis dolores y
mucho más. Mi perspectiva de Jesús cambió. Él puede y él es parte de cada dolor que
atravesamos. No existe nada tan devastador que él no pueda redimir».
¡Qué hermosa verdad! No existe un Plan B tan devastador que nuestro Señor no pueda
redimir. No existe ningún dolor que podamos experimentar que él no pueda comprender. Él
entiende la traición y la pérdida que sientes. Él entiende el dolor y la humillación. Él
comprende la desilusión y el desaliento. Él simplemente.... entiende. Después de todo, él ha
pasado por todo eso antes que nosotros. (¿Crees que exista un ejemplo más contundente de
transformación a través de la tragedia que la cruz?) Y él está ahí por nosotros en las más
devastadoras «noches oscuras» de nuestros Plan B.
Ya se trate de que tu Plan B sea auto infligido o algo que te ha ocurrido, es posible
que sientas que es tu pequeño infierno personal. Imagina entonces... aún allí, Dios está
complemente presente ofreciéndote su presencia. Y esa es una poderosa promesa para
cualquiera que esté atravesando una «noche oscura del alma». Es un poderoso recordatorio
para cualquiera caminando con gran esfuerzo a través de un Plan B. Y es la clave para la
transformación en la tragedia: podemos permanecer en él porque él permanece con nosotros.
¿Sabes cuál es la promesa que Dios afirma con más frecuencia en las Escrituras? Dios nos
promete una y otra vez: «Estoy contigo».
Dios sabe cuán difícil puede ser vivir en Plan B. (Debe de saberlo. En la persona de
Jesucristo, él lo experimentó.) Él sabe cuán confundidos, cuán frustrados, cuán solos y
aislados podemos sentirnos. Así que simplemente sigue susurrando a nuestras almas
lastimadas este dulce recordatorio: Tal vez no me sientes ni me percibes, pero, anímate
porque realmente estoy aquí. Él nos está invitando a entregarle nuestras preocupaciones, a
desbordar nuestros corazones ante él y a pedirle que se nos revele. Nos está pidiendo que le
permitamos usar las tragedias de nuestros Plan B para transformarnos... tal como Trisha y
Justin Davis permitieron ser transformados.
Si recuerdas las etapas de las que hablamos antes, la familia Davis está ahora
fluctuando entre las etapas cinco y seis. Casi cuatro años después que la bomba estallase en
sus vidas, Dios ha comenzado a usarlos para contar su historia por todo el país, ayudando a
otras parejas atrapadas en telarañas de mentiras. Miles de parejas están dando un paso al
frente y encontrando ayuda y esperanza debido a la valiente decisión de Justin y Trisha de
compartir lo que Dios les enseñó a lo largo de la pesadilla de su Plan B.
Al igual que Justin y Trisha Davis, al igual que Juan de la Cruz, ellos están viviendo
la realidad transformadora descrita por Ronald Rolheiser:
1. ¿Cuál dice este capítulo que es la clave para ser transformado en una situación Plan B?
2. ¿Qué piensas que Dios puede estar queriendo decirte en medio de tu Plan B en este
momento?
3. ¿Alguna vez te ha cruzado por la mente que quizás, sólo quizás, Dios está usando tu dolor
de hoy día para formar algo hermoso dentro de ti?
4. ¿Alguna vez te ha cruzado por la mente que tal vez este Plan B que ahora mismo te tiene
luchando podría ser una invitación a descansar en niveles más profundos de su presencia
transformadora?
5. ¿Es posible que Dios quiera usar tu Plan B como un megáfono que haga rechinar tu cueva
y evite que te conformes con una vida mediocre y sin examinar?
“Simplemente podrías descubrir que el cambio que Dios tiene en mente merece el
dolor de la noche oscura de tu alma. Ese cambio puede ser lo que redima tu Plan B.
Y eso es transformación a través de la tragedia.”