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La Poética de Aristóteles

La poética aristotélica representa el esfuerzo de un pensador capaz de crear una filosofía de


la literatura, a partir de la retórica y la poética como ejes fundamentales para comprender
las diversas funciones y sentidos, tales como la estructura gramatical o sintáctica: nombre,
verbo, la frase, y todavía más aún, nos ofrece una clasificación pormenorizada de aspectos
particulares como nombres simples y compuestos, ordinarios, metáforas, analogías y
metonimia además de abarcar aspectos más generales como son los géneros literarios:
drama, epopeya, comedia y tragedia.
Juan David García Bacca en su magnífica “Introducción a la Poética” (1996, p. 11)
considera que “Aristóteles no se planteó ni por un momento estas cuestiones acerca de los
límites de su método filosófico sobre materia tan sutil como la literaria”.
De tal modo podemos decir que La Poética es un estudio filosófico sobre lo poético, es
decir, ¿cuál es la esencia de lo poético?, ¿qué cualidades contiene? La poética es ontología,
estudio del ser de las obras literarias. Asimismo, lo afirma Bacca (1996, p. 11) al referir que
“la Poética es, por tanto, una como ontología regional que investiga el ser de lo poético y
de sus obras, naturalmente bajo la hipótesis de que lo poético tiene ser, y que descubrir su
ser, su qué es, es poner de manifiesto lo más fundamental, primario y nuclear de su
realidad”.
La Poética aristotélica esta vertebrada por una concepción ontológica en la cual se
pretende estudiar el fenómeno poético a partir de sus funciones, causas, especies, géneros,
esto es, pasar de la sustancia a los accidentes de los entes poéticos.
El método de la Poética está en correspondencia con el hilozoísmo o animismo, ya que
su plan es orgánico, no por nada se basa en la metáfora de la obra literaria vista como un
animal viviente, es decir, que detrás de toda obra de arte se halla un esqueleto, un cuerpo,
unos órganos, esto es, un complejo estructural que va de las partes al todo y del todo a las
partes. Desde esta analogía se afirma que la obra literaria tiene una intención, trama, intriga
o argumento que está compuesto de partes extra partes que le dan su unidad. Los brazos se
componen de episodios, y estos a su vez, de frases, de palabras, que son sonidos y letras.
Toda obra literaria mantiene cierta unidad en la totalidad. La estructura de la obra literaria
se compone de unidades de sentido que se van tejiendo entre sí formando un corpus.
En el capítulo sobre “La Poética como arte y técnica” se destacan los elementos
constitutivos de la poética como poiesis y teckné, el primero tiene como finalidad la
creación poética, mientras que el segundo señala la técnica como instrumento, es decir, los
materiales que componen la creación poética, además de señalar la forma y la materia.
La Poética es metafísica, ya que pretende pasar del conocimiento sensible que va de la
experiencia ascendiendo por la técnica hasta alcanzar la sabiduría. Los distintos grados del
conocimiento señalan los límites de la experiencia que va de los sentidos hasta llegar a la
creencia, el juicio, la imaginación y la razón. La poética no se trata solamente de preceptos,
reglas o recetas para la composición de la obra de arte literaria. Lo poético es la cualidad de
la poesía, es decir, aquello que llamamos lo estético de un poema, no solamente su
contenido filosófico, científico, sino lo artístico, lo bello y lo bueno.
La Poética señala los tipos de conocimientos que atañen a los sentidos y a la
experiencia, mediante reglas o preceptos que logran perfeccionar la técnica ya sea mediante
principios, causas y elementos propios de la estética con la finalidad de alcanzar una
sabiduría vista como filosofía del arte poético. Para Aristóteles la técnica y el arte están
emparentados entre sí por la palabra griega: . El ideal griego de la
señala precisamente la unión de la belleza y la bondad. Asimismo, la
poética está ligada a la  como imitación de lo bueno y lo bello, en lo moral,
estético y filosófico. De esta manera, como lo asegura García Bacca: “no es posible, por
tanto, una arte poética sin una arte moral, una técnica poética independiente de una técnica
moral” (1996, p. 19). Podemos decir que no hay separación entre valores éticos y estéticos
en Aristóteles. Por eso mismo, tanto la técnica como el arte son vistos como modos de
realización, de producción o creación.
La Poética aristotélica tiende a explicar racionalmente el fenómeno poético. Desde esta
perspectiva “el plan de la Poética es un plan ontológico, en el sentido de que no solamente
estudia el ser de lo poético, sino en el más concreto de que el logos o tipo de explicación
que de él da se hace por ideas, no por valores o fines” (García Bacca, 1996, p. 20).
El arte es la manera de ser, hacer y crear, y para ello se requieren ciertas técnicas. La
técnica es la preparación o estudio que nos permite acercarnos a una obra de arte,
asimismo, la técnica estilística, la técnica pictórica, la técnica musical o la técnica del cine.
Hay que comprender que la técnica es el dominio que tiene un artista capaz de
perfeccionarse paso a paso. La técnica y el arte son las manera o estilos de toda
aproximación estética.
El arte requiere preparación, es decir, sensibilidad para cultivarse, más allá de lo técnico o
instrumental, ya que la estética comprende una serie de valores y valoraciones: “podemos
definir la técnica diciendo: técnica es el sistema de actos –fórmulas, recetas, reglas… –
para preparar el material propio de un arte” (García Bacca, 1996, p. 21). Estas fórmulas no
son derivadas de las matemáticas, sino de leyes estéticas fundamentales.

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