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funlib

Centro de Documentación Virtual en Recreación, Tiempo Libre y Ocio


Servicio de la Fundación Colombiana de Tiempo Libre y Recreación
Fundación Latinoamericana de Tiempo Libre y Recreación - FUNLIBRE Costa Rica

POLITICAS PUBLICAS DE RECREACION


FUNLIBRE
Módulo 4
Formación de líderes comunitarios en Recreación
Programa Realizado por FUNLIBRE para el IDRD.

 
Contenido:
| 1. OBJETIVOS | 2. METODOLOGÍA | 3. MARCO NORMATIVO | 4. POLÍTICAS PÚBLICAS DE RECREACIÓN |

“La recreación, el ocio y el uso adecuado del tiempo libre se reconocen como factores del desarrollo
humano y social; en tal sentido, se reafirman como una necesidad fundamental en todas las
comunidades y culturas del mundo. Estos asuntos se han instaurado en el concepto de desarrollo,
porque pueden favorecer y justificar los avances tecnológicos, científicos y económicos de un país, dado
que el ser humano por naturaleza aspira permanentemente a alcanzar niveles de bienestar”.
Plan de Desarrollo Departamental de Antioquia (2003 - 2013)

INTRODUCCIÓN

Reiteradamente se ha señalado que el proceso de transformación en la concepción del Estado y, por


consiguiente de la gestión de lo público, ha impuesto nuevos desafíos al ejercicio del gobierno, en la
medida que ha suscitado una reformulación en el quehacer habitual de los gobernantes, trayendo consigo
el establecimiento de una relación diferente entre las aspiraciones y las demandas sociales con la acción
del Estado, la cual, ante la velocidad y contundencia con la que se han suscitado estos cambios, se ha visto
resquebrajada en sus principios y parámetros tradicionales, requiriendo nuevos conceptos, formas,
destrezas y recursos para hacer más eficiente y eficaz la respuesta al gobernar, teniendo en cuenta que
cada uno de estos componentes ha estado ligado en la práctica a la concepción, formulación,
implementación, seguimiento y evaluación de Políticas Públicas Sociales.

En este orden de ideas, es claro que una Política Pública, particularmente una Política Pública de
Recreación1[1], más allá de expresar una respuesta estatal de carácter asistencialista que busque una
compensación a las carencias y desigualdades sociales, debe trascender este ámbito; es decir, la
Recreación debe ser entendida como una necesidad fundamental del ser humano que estimula su
capacidad de crecimiento, posibilitando el encontrar otras estrategias pedagógicas, sociales y culturales,
para la convivencia del individuo dentro de un marco de valores y que, en respuesta a ello, permite
garantizar unas condiciones mínimas que tengan como propósito fundamental y como fin último, alcanzar
el desarrollo humano2[2].

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Y es que la Recreación, entendida como una necesidad y como un derecho fundamental, le permite al ser
humano en su condición de ser integral, desarrollar todas las dimensiones físicas, psíquicas, espirituales, y
satisfacer todas las necesidades ético-axiológicas, con el objeto de visualizar y asumir, en su calidad de
Homo Ludens, singular, autónomo, libre y trascendente, un proyecto de vida que le permita elevar la
calidad de la misma.

En consonancia con lo anterior, Esperanza Osorio, haciendo referencia al concepto de Recreación sostiene:
“El concepto moderno de la recreación lo define con un sentido más social, en la medida que tiene impacto
no únicamente sobre el desarrollo de la personalidad individual sino que busca que este desarrollo
trascienda al ámbito local y propicie dinámicas de mejoramiento y autodependencia de las comunidades, a
partir de unos indicadores y beneficios que deben ser garantizados en la calidad de la vivencia, la cual
debe respetar su dimensión humana esencial: la lúdica, las actitudes y la libertad de elección por parte de
quien se re-crea”3[3].

En el desarrollo de este Módulo, existe claridad frente al hecho de que la deliberación y debate en torno a
las Políticas Públicas de Recreación no puede desestimar en ningún momento el análisis del marco
normativo y legislativo, más aún cuando en un medio como el colombiano, la Recreación en muchos
aspectos sigue siendo un “patito feo”, en razón a que no ha alcanzado un nivel adecuado de
posicionamiento que le permita erigirse como un asunto prioritario en la agenda de los gobiernos (Planes
de Desarrollo, Programas Institucionales, etc), dificultando así, su posicionamiento como una Política
Pública de carácter eminentemente Social.

1. OBJETIVOS

 General

El Objetivo General del Módulo de Políticas Públicas de Recreación es formar a los participantes en
asuntos de carácter público, de manera que dispongan de elementos conceptuales y guías de acción
para la formulación, organización, ejecución, seguimiento y evaluación de Políticas Públicas de
Recreación, lo cual implica cualificar las capacidades y habilidades de los participantes, mediante la
formación de personas comprometidas con el contexto local en el que se desenvuelven y conscientes de
que en materia de Recreación, el logro de los objetivos colectivos depende de la calidad del diseño,
implementación y ejecución de las Políticas Públicas.

 Específicos

 Brindar a los participantes un marco conceptual que les permita comprender la Recreación, bajo el
enfoque teórico que se aborda hoy, es decir, entendida en su condición de Derecho Fundamental.

 Desarrollar habilidades y destrezas que les permitan a los participantes hacer parte en el diseño,
formulación y ejecución de una Política Pública que potencie la Recreación como una estrategia que
permite materializar el desarrollo humano y la construcción de la identidad en el ámbito local.

2. METODOLOGÍA

El desarrollo temático del módulo de Políticas Públicas de Recreación se realizará con base en tres
momentos metodológicos: en un primer momento, se llevará a cabo una sesión de trabajo práctico, en la
cual los participantes harán un acercamiento que tiene por objeto diagnosticar las situaciones y realidades

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presentes en el contexto local; en un segundo momento se realizará una sesión de carácter magistral, en
la cual se desarrollarán los contenidos temáticos del módulo, teniendo como soporte la información que los
participantes recopilan como producto del acercamiento al contexto local; finalmente, se llevará a cabo una
sesión de asesoría que tiene por objeto acompañar el diseño, elaboración e implementación del proyecto
individual, de manera que propicie en los participantes un mayor nivel de empoderamiento de los núcleos
temáticos.

Es de anotar que el óptimo desarrollo del módulo de Políticas Públicas de Recreación, dependerá en gran
medida del grado de compromiso y seriedad con el cual los participantes asuman el acercamiento al
escenario local, ya que éste constituye una guía y herramienta para la reflexión, que debe ser contrastada
con la experiencia práctica y el debate en los diferentes grupos de trabajo, enriqueciendo de esta manera
los aportes de los participantes y permitiendo desarrollar los temas como herramientas para la cualificación
del trabajo desarrollado en la sesión.

3. MARCO NORMATIVO

EL RECONOCIMIENTO Y ANÁLISIS DEL MARCO NORMATIVO DEL SECTOR, da cuenta de que el


derecho a la recreación es entendido y dimensionado como un factor cuya valoración y trascendencia
posibilita el desarrollo humano y social, razón por la cual, después de la nutrición, la salud, la educación, la
vivienda, el trabajo y la seguridad social, es catalogado como una necesidad fundamental que se encuentra
debidamente sustentada en la normatividad vigente y en la aceptación de diferentes expresiones de
carácter formal. En este orden de ideas, es importante saber que la recreación, en su calidad de derecho,
para efectos del tema, cuenta fundamentalmente con tres referentes de carácter normativo a saber: la
Constitución Política de Colombia, el Derecho Internacional y la Legislación Nacional.

3.1. LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA

La Constitución Política de Colombia en el Título ll: De los Derechos, las Garantías y los Deberes;
Capítulo II: De los Derechos Sociales, Económicos y Culturales, prevé diferentes artículos que
garantizan el debido cumplimiento de la Recreación en su calidad de derecho y servicio público:

 DERECHO FUNDAMENTAL DE LOS NIÑOS

Artículo 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la
seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser
separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su
opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso
sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos
consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia. La
familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su
desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la
autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores. Los derechos de los niños
prevalecen sobre los derechos de los demás.

 DERECHO FUNDAMENTAL DE LAS PERSONAS

Artículo 52. Se reconoce el derecho de todas las personas a la recreación, a la práctica del deporte y al
aprovechamiento del tiempo libre. El Estado fomentará estas actividades e inspeccionará las
organizaciones deportivas cuya estructura y propiedad deberán ser democráticas.

 DERECHO DE LOS CAMPESINOS Y TRABAJADORES AGRARIOS

Artículo 64. Es deber del Estado promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra de los
trabajadores agrarios, en forma individual o asociativa, y a los servicios de educación, salud, vivienda,
seguridad social, recreación, crédito, comunicaciones, comercialización de los productos, asistencia
técnica y empresarial, con el fin de mejorar el ingreso y calidad de vida de los campesinos.

 DERECHO FUNDAMENTAL EN LA EDUCACIÓN

Artículo 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene una función social;
con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica y a los demás bienes y valores de la
cultura. La educación formará al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la
democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico,
tecnológico y para la protección del ambiente (…).

3.2. EL DERECHO INTERNACIONAL

El reconocimiento de la Recreación en el marco de la legislación internacional ha tenido varios momentos


significativos que subyacen a su valoración como Derecho Fundamental:

Las primeras acciones importantes en favor del reconocimiento del tema de la recreación como un asunto
público importante, se remontan a 1948, año en el cual la Asamblea General de Naciones Unidas
aprueba la Declaración Universal de los Derechos Humanos 4[4], como una idea común de todos los
pueblos y naciones, de esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones, promuevan, mediante
la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades y aseguren, mediante medidas
progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos,
tanto en los pueblos de los estados miembros como entre los territorios colocados bajo su jurisdicción. En
este sentido, el artículo 24 de dicha Declaración, sostiene que: “Toda persona tiene derecho al descanso, al
disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas
pagadas”.

En ese mismo año, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su artículo
15, incluye como factor irrenunciable de derechos individuales, que: “Toda persona tiene derecho a
descanso, a honesta recreación y a la oportunidad de emplear útilmente el tiempo libre, en beneficio de su
mejoramiento espiritual, cultural y físico”5[5].

En 1976, en desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos,


Hábitat y Medio Ambiente llevada a cabo en la ciudad de Vancouver (Canadá), los países asistentes
declararon por unanimidad “...que la recreación es necesidad fundamental del hombre contemporáneo ...”.

En 1980, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró que, para el hombre, “después de la
nutrición, salud, educación, vivienda, trabajo y seguridad social, la recreación debe considerarse como una
necesidad básica, fundamental para su desarrollo”.

Finalmente, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1989 aprueba la


Convención Sobre los Derechos del Niño, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el
20 de noviembre de 1989, en atención al establecimiento de mecanismos de control y protección de los
derechos de los niños del mundo, ratificó en su preámbulo que los Estados partes en la Convención, “ ...
reconociendo que el niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno
de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión (...) han convenido lo siguiente: (...)
Artículo 31. 1). Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego
y a las actividades recreativas apropiadas para su edad y a participar libremente en la vida cultural y en
las artes. 2) Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la
vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar
en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento...”.

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3.3 LA LEGISLACIÓN COLOMBIANA

Si bien es cierto que el reconocimiento de la recreación como un asunto público importante, contemplado
en la legislación colombiana, ha estado presente en el devenir jurídico desde la época de la Colonia, es
igualmente cierto, que los mayores desarrollos normativos se han registrado durante los últimos años.
Para efectos de este apartado, resulta ser de capital importancia mencionar algunos artículos de la Ley 181
de 1995, también conocida como la Ley del Deporte, por medio de la cual se crea el Sistema Nacional
del Deporte.

El artículo 4º, haciendo referencia al reconocimiento de un Derecho Social, sostiene lo siguiente: El


deporte, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre, son elementos fundamentales de la
educación y factor básico en la formación integral de la persona. Su fomento, desarrollo y práctica son
parte integrante del servicio público educativo y constituyen gasto público social (...)”.

El artículo 5º, reconoce la Recreación como “un proceso de acción participativa y dinámica, que facilita
entender la vida como una vivencia de disfrute, creación y libertad, en el pleno desarrollo de las
potencialidades del ser humano para su realización y mejoramiento de la calidad de vida individual y
social, mediante la práctica de actividades físicas o intelectuales de esparcimiento”. Así mismo, define el
aprovechamiento del tiempo libre como “el uso constructivo que el ser humano hace de él, en beneficio de
su enriquecimiento personal y del disfrute de la vida, en forma individual o colectiva. Tiene como funciones
básicas el descanso, la diversión, el complemento de la formación, la socialización, la creatividad, el
desarrollo personal, la liberación en el trabajo y la recuperación sicobiológica”.

El artículo 6º, en relación con las Instituciones sostiene que: “Es función obligatoria de todas las
instituciones públicas y privadas de carácter social, patrocinar, promover, ejecutar, dirigir y controlar
actividades de recreación, para lo cual elaborarán programas de desarrollo y estímulo de esta actividad, de
conformidad con el Plan Nacional de Recreación. La mayor responsabilidad en el campo de la recreación le
corresponde al Estado y a las Cajas de Compensación Familiar. Igualmente, con el apoyo de Coldeportes
impulsarán y desarrollarán la recreación, las organizaciones populares de recreación y las corporaciones de
recreación popular”.

Finalmente, el articulo 7º, establece que: “Los entes deportivos departamentales y municipales
coordinarán y promoverán la ejecución de programas recreativos para la comunidad, en asocio con
entidades públicas o privadas que adelanten esta clase de programas en su respectiva jurisdicción”.

Adicionalmente a lo estipulado en la Ley 181 de 1995, existen otras normas que hacen referencia directa al
tema de la Recreación, entre las cuales vale la pena mencionar: Ley 715 de 2001, Ley 100 de 1993, Ley
617 de 2000, Ley 11 de 1996, Ley 152 de 1994, Ley 131 de 1994, Ley 489 de 1998, Ley 229 de 1995, Ley
65 de 1993 y Ley 29 de 1990, entre otras.

4. POLÍTICAS PÚBLICAS DE RECREACIÓN

Antes de entrar propiamente en el análisis de las Políticas Públicas de Recreación, resulta conveniente
establecer unos acuerdos mínimos sobre el concepto central de Política Pública, teniendo en cuenta que
ello no tiene una pretensión diferente a la de establecer unos criterios de entendimiento común, aún a
sabiendas que, al ser un tema tan extremadamente complejo, es fácil encontrar opiniones bastante
disímiles que resultan ser el producto de construcciones culturales diferentes, en las cuales cada persona
edifica el concepto a partir del sentido que le da al mismo.

Para efectos del presente módulo, las Políticas Públicas, en el sentido más laxo del concepto, aluden a “ la
respuesta que ofrece el Estado a las aspiraciones y demandas sociales, en la medida que interpretan y
procesan de manera explícita y participativa las demandas tácitas y manifiestas de la sociedad,
incorporándolas en la esfera estatal y en la dinámica de la política, racionalizando así la acción social del
Estado. Dichas políticas constituyen por excelencia instrumentos de aplicación de los enunciados jurídicos y
político-institucionales pactados por la sociedad”.

Al respecto, Carlos Salazar (2002) señala que una Política Pública es “el conjunto de sucesivas respuestas
del Estado frente a situaciones consideradas socialmente como problemáticas”6[6] (Figura Nº 1), es decir,
hace referencia al conjunto de decisiones y acciones destinadas a la resolución de los problemas políticos,
que envuelven la actividad política, entendiendo por esta “un conjunto de procedimientos formales e
informales que expresan relaciones de poder y se destinan a la resolución pacífica de conflictos en cuanto a
bienes públicos”7[7].

En este orden de ideas, es claro que una Política Pública, desde cierto punto de vista, constituye en sí
misma una actividad por medio de la cual la sociedad reflexiona y cuestiona la validez de sus instituciones,
y por ende también de sus normas y comportamientos; siendo obvio que esta reflexión crítica surge del
empoderamiento que tengan los diferentes actores sociales, de manera que a través del diseño y
formulación de una Política Pública se puedan apropiar de la capacidad para cambiar aquellas “situaciones
consideradas socialmente como problemáticas”.

En nuestro medio, habrán de tener efecto teniendo en cuenta que las Políticas Públicas de Recreación se
han configurado a partir del diseño y formulación de un Plan (llámese Plan Nacional o Plan Distrital).

FIGURA Nº 1
EL ORIGEN DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS

Tomado de Carlos Salazar Vargas

RESEÑA HISTÓRICA DE LA EXPRESION NORMATIVA DE LA RECREACIÓN EN COLOMBIA


Por Carlos Alberto Rico A.

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En Colombia, la recreación es una actividad tan importante para el Estado como elemento esencial del
desarrollo de su recurso humano tanto individual como colectivo, que tiene un espacio propio en
instrumentos normativos e institucionales internos y externos desde la época de la colonia hasta nuestros
días.

Pero, lo que realmente vale la pena resaltar en la siguiente reseña histórica, no es, el probar que este
tema ha estado inmerso en nuestro ordenamiento jurídico, sino más bien, la de mostrar la evolución de la
recreación como una actividad cada día más importante para el desarrollo nacional.

Uno de los primeros instrumentos normativos fue el acuerdo del 29 de julio de 1555, “sobre los juegos”,
emanado de la Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada, el cual buscaba la integración de los súbditos
del nuevo mundo, como símbolo de unidad.

La Ley 11 de marzo de 1825, sobre “Organización y Régimen Político y Económico de los Departamentos y
Provincias”, establece algunos criterios referentes a “diversiones públicas”, como actividades de
entretenimiento dentro de criterios morales socialmente aceptados.

En esa misma línea y con un criterio mas especializado, la Ley 39 de 1903, establece que “La recreación es
favorable para el desarrollo de la salud de los niños”; resalta la importancia de la recreación como factor
terapéutico preventivo.

En el comienzo del siglo XX, el pensamiento social del general Uribe Uribe, plasma en una publicación del
Ministerio del Trabajo, un escrito elaborado en 1904, que lo coloca entre uno de los precursores
colombianos del derecho a la recreación, como estrategia preventiva del abuso del derecho, direccionando
esta actividad hacia la educación moral y estética de los obreros, tal como consta en el siguiente aparte:
“Para alejar de la taberna a los obreros, el Estado debe procurarles distracciones encaminadas a la
educación moral y estética, como teatros populares a bajo precio, museos, bibliotecas, escuelas
dominicales y nocturnas, gimnasios públicos, retretas de las bandas oficiales y sobre todo, cafés baratos
donde a tiempo que se busquen mercados inferiores para el consumo del grano, se tenga en mira producir
la excitación de las facultades ideativas, propia del café, en vez de espolear los instintos innobles que el
alcohol despierta o en lugar de permitir el embrutecimiento por la chicha.”

Posteriormente el Decreto 491 de 1904, reglamentario de la ley 39/1893, da importancia a la destinación


de tiempo para la recreación de los niños. Mas tarde, en 1910, el general Uribe Uribe, precisó en lo que
denominó “el problema de la alegría”, explicando que “...crear alegría, alegría sana, madre de la
benevolencia, es el mejor servicio que puede prestarse a los colombianos”, como una manera de llamar la
atención hacia formas prácticas de evitar excesos. En 1925, la Ley 11, sobre “Organización y Régimen
político y económico de los departamentos y las provincias”, establece criterios sobre las “diversiones
públicas”, procurando lo que en la época se denominó “el bien de los ciudadanos.”

La primera reglamentación sobre masificación y planificación de infraestructura y práctica recreativa, en


nuestro parecer, fue adoptada por la Ley 80 del 13 de Noviembre de 1925, cuyo artículo 12, estableció: “..
Las asambleas departamentales votarán año por año la partida que fuere necesaria para la fundación de
plazas de deportes en la respectiva capital y en las poblaciones mayores de 10.000 habitantes. Parágrafo.-
En las ciudades de más de 20.000 habitantes habrá una plaza de deportes por cada 20.000 habitantes.
También determina las funciones de las plazas de deportes o fines principales a saber: a).- Fomento de la
salud. b).- Recreación física. c).- Mejoramiento de la energía mental. d).- Educación del carácter 10. Como
complemento integrador, el Decreto 710 de 1928, incluye juegos y paseos en el pénsum académico. En
1934, el Congreso de la República, expide la Ley 12 y crea la Dirección Nacional de Educación Física y le da
funciones de “manejo del deporte, la educación física y la recreación”, como expresión autentica, de la
necesidad de integrar sectores afines como elementos indispensables en el desarrollo ya no solo de los
educandos, sino de sectores poblacionales distintos.

En 1942, mediante el decreto 738, se estatuyó que el 19 de julio fuera el día de fiesta para la juventud, el
cual se destinaría para actividades recreativas y de aprovechamiento del tiempo libre de este sector
poblacional, como una manifestación formal del Estado. A partir de 1951, la recreación formó parte de los
diversos planes de desarrollo, de los temas de investigación de instituciones académicas públicas y
privadas, generando necesidades de coordinación interinstitucional cada vez más complejas y es así como,
en 1957, mediante decreto 118, se establecen la Cajas de Compensación Familiar, a las cuales
responsabilizó, entre otras cosas del área social de la recreación, resultado de la importancia creciente de
este sector en el desarrollo social.

Con dependencia del ejecutivo, se crea en 1959, el primer “Comité Nacional de Recreación de la
Presidencia de la República”. Más adelante se crea la Asociación Colombiana de Recreación, como indicador
de la importancia que había adquirido en esa época el sector.

Con esas crecientes necesidades de atención a la creciente demanda recreativa, en 1968 por medio del
Decreto 2743, el ejecutivo crea “el Instituto colombiano de la juventud y el deporte, Coldeportes”, como
ente rector del sector y dentro de sus funciones establece las de implementar “Planes de estímulo y
fomento de edufísica, deporte y recreación.”; En 1978 mediante el Decreto 1191, se crean los “festivales
escolares recreativos”, como un mecanismo de integración poblacional y coincidente con ese año se crea
en Santiago de Cali, la Corporación de Recreación Popular, iniciándose los primeros programas de Parques
Recreativos.

En 1980, se realiza el primer Congreso Nacional de Recreación y como apéndice de este, se realizan
congresos regionales en varias capitales del país.

Mediante la Ley 21 de 1982, del subsidio familiar, se estatuye en el artículo 62, como prioridad las
actividades y programas sociales, dentro de las cuales se encuentra la recreación, como materia
integradora del bienestar de la familia.

Más adelante, en 1983, mediante la Ley 149, se crean las “Juntas Administradoras Secciónales de
Deporte”, en un intento de descentralización y masificación de la actividad deportiva y recreativa. En ese
mismo año, en esa misma tendencia, es complementada por el Decreto 239 de 1983: ordena las” jornadas
recreativas y culturales en los establecimientos educativos.”.

Esta dinámica histórica, obliga a sectorizar las actividades recreativas y es así que, por medio de la Ley 50
de 1983, se otorga al Presidente de la República facultades para orientar, reglamentar, estimular y
supervisar el deporte, la educación física y la recreación. En cumplimiento de estas facultades
reglamentarias, el Presidente de la República expide el Decreto 2845 de 1984; dispuso que “el deporte, la
educación física y la recreación, son derechos de la comunidad... esenciales en el proceso educativo de los
colombianos”. Igualmente, como instrumento de gestión nace a la vida jurídica la Comisión Nacional de
Recreación. Así mismo, tanto la práctica del deporte como la recreación, son considerados de interés
social. Ese mismo año de 1984, se elabora el primer Plan Nacional de Recreación.

En 1985, COLDEPORTES crea la División Nacional de Recreación y Juventud, como dependencias


especializadas en estos temas sectoriales.

El decreto 1333 de 1986, “del Régimen Municipal”, Prevé que en los municipios se planifique la
infraestructura municipal, teniendo en cuenta las necesidades recreativas de sus habitantes. Esto mismo
queda consagrado unos años después mediante la Ley 9 de 1989, “ de Reforma Urbana”, pero con unas
herramientas adicionales que permiten la adquisición de predios privados, declarados como de beneficio
general, entre otras cosas para la construcción de infraestructura deportiva o recreativa, legislando sobre
áreas comunes de esparcimiento y recreación en viviendas multifamiliares, entre otras cosas.

Estas tendencias de expansión sectorial, poblacional, escolar y generacional, provocaron la necesidad de


regionalizar y vincular a sectores privados y es en 1988 y 1989, cuando se realizan 24 Congresos
Departamentales de Recreación.

En 1990, la Ley 50, “Por la cual se introducen reformas al Código Sustantivo del Trabajo...”, en el artículo
21, adiciona: “la dedicación exclusiva en determinadas actividades”; en empresas de más de 50
trabajadores, el derecho de éstos a 2 horas dedicadas a actividades recreativas y culturales, por cuenta del
empleador. Como una expresión de autentica necesidad recreativa, en el sector productivo del país.
Sin duda, los antecedentes reseñados fueron tenidos en cuenta por las mesas de trabajo de la Asamblea
Nacional Constituyente, y es en 1991, cuando se proclama que la recreación y el uso adecuado del tiempo
libre son derechos fundamentales de los niños, de todas las personas, de los trabajadores agrarios y
comunidades campesinas y un servicio público esencial, coadyuvante de la educación, con fines formativos,
educativos, de investigación científica, de desarrollo de la personalidad y para la adecuada preservación del
medio ambiente, entre otros.

En desarrollo de la Carta Política, en 1993, se expide la Ley 100 “ de Seguridad Social”, previendo en el
sistema general de seguridad social, la asistencia y desarrollo de programas de recreación para las
personas de la tercera edad, discapacitados y personas de condiciones sociales y económicas precarias.
Más adelante mediante la Ley 65 de 1993, “ del Régimen Penitenciario y Carcelario”, dentro de los
principios rectores de esta norma, el legislador preestableció que la finalidad del tratamiento penitenciario,
es conseguir la re-socialización del infractor a la ley penal, mediante "... el examen de su personalidad y a
través de la... cultura, el deporte y la recreación, bajo un espíritu humano y solidario". Igualmente
establece medios mínimos para su práctica y ordena que el reglamento interno de los establecimientos de
reclusión, contendrán los principios rectores de este código dentro de las normas aplicables en materia de
"...recreación de reclusos..."; ordenando al INPEC, hacerse cargo de la provisión de "...la dotación de
elementos y equipos de... recreación... para los condenados..." .

La Ley 115 de 1994, sobre educación, incluyó dentro del Plan Nacional de Educación la práctica recreativa
y la adecuada utilización del tiempo libre, como uno de los objetivos específicos de la educación, tanto
formal como extra escolar, en todos sus ciclos y modalidades.

Aparece mediante la Ley 223 de 1995, un incentivo tributario para las personas de derecho privado que
contribuyen con el desarrollo del sector; es así como el inciso 3º, adicionado (Ley 181/95, art. 76), se
pronuncia de la siguiente forma: “Los contribuyentes que hagan donaciones a organismos deportivos y
recreativos o culturales debidamente reconocidos que sean personas jurídicas sin ánimo de lucro, tienen
derecho a deducir de su renta, el 125% del valor de las donaciones efectuadas durante el año o período
gravable”. Materializando los postulados de financiación necesarios para un verdadero desarrollo sectorial
con aportes del sector privado.

La Ley 181 de 1995, conocida como “Ley del Deporte”, crea el “Sistema Nacional del Deporte”, y
materializa el instrumento de patrocinio, fomento, masificación, divulgación, asesoramiento de la práctica
del deporte, la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre y su promoción en los sectores escolar y
extraescolar. Ese mismo año, la Ley 188 determina el Plan de Desarrollo Social, planteando orientaciones
precisas, tendientes a garantizar la financiación de proyectos deportivos y recreativos, con la cofinanciación
del FIS y FINDETER.

En 1995 el Documento CONPES 2759/95, MINISTERIO DE EDUCACION - COLDEPORTES - DNP: UDS, por
primera vez traza unos verdaderos lineamientos de política nacional en recreación. Con el soporte
constitucional y por tanto, partiendo del mandato imperativo de fomento de actividades de recreación,
práctica del deporte y aprovechamiento del tiempo libre, validan el desarrollo de la carta política a través
de la ley del deporte, siendo el elemento esencial de este documento. Dentro de este contexto el
documento CONPES, en comento, hace una serie de análisis, consideraciones y recomendaciones que
reseñaremos a continuación:

Diagnóstico: "El diagnóstico actual del sub-sector revela baja cobertura de las prácticas deportivas de la
población en general..." haciendo referencia a una preocupación constante, por parte de este organismo,
hacia los constantes fallos de mercado que se presentan en la inversión social. Acto seguido define
claramente el fallo de mercado, así: "... una orientación de la inversión hacia programas que privilegian a
la elite de alta competición y un marco institucional que no ha favorecido la integración efectiva de la
población a actividades deportivas y recreativas." Plantea igualmente una diferencia de aplicación de
políticas recreativas, entre COLDEPORTES y MIN-EDUCACION, lo cual perjudica notablemente a las
poblaciones escolares de menores recursos económicos. Califica la insuficiencia de programas participativos
y califica los programas de atención a poblaciones específicas CPNR, hogares comunitarios, a reclusos y a
menores infractores, campamentos juveniles, festividades recreativas y asociaciones juveniles, como
limitados. Además puntualiza que "... no ha sido prioritaria la planificación urbana y la insuficiencia de
espacios libres para la recreación y el deporte es particularmente crítica en los barrios más pobres" "... en
el país el déficit se estima en cerca de 9.10 m2 / hab..." refiriéndose a los espacios recreativos
estandarizados internacionalmente en común denominador; del diagnóstico se puede resumir en pocas
palabras una orientación política y económica hacia esferas o subsectores de formación competitiva y una
subvaloración de la importancia de la recreación como actividad necesaria para el desarrollo integral de los
colombianos.

Como objetivos prioritarios del "Plan" se propone "fomentar una amplia participación de la población en
actividades deportivas y recreativas" e instrumenta su desarrollo mediante programas de fomento a la
"recreación y el deporte comunitario...", con un desarrollo paralelo de la estructura institucional del sector.

En el campo del turismo, la Ley 330 de 1996, Ley del Turismo, menciona una vez más, el compromiso del
Estado de garantizar los derechos fundamentales a la recreación y el aprovechamiento del tiempo libre,
inmersos en la Constitución Política.

La Ley 361 de 1996, “de Discapacitados”, determina el apoyo que debe dar Coldeportes a la organización y
financiación de eventos deportivos y recreativos a nivel nacional para estos segmentos poblacionales hasta
ese momento “desprotegidos” en este campo.

Por último la Ley 375 de 1997, conocida como la Ley de la Juventud, reitera una vez más, que la
recreación y el uso adecuado del tiempo libre son factores y derechos fundamentales de desarrollo integral
de la juventud.

En 1998, se lleva a cabo en Manizales, el V Congreso Nacional de Recreación, cuyas conclusiones


generaron estrategias de gestión, formación, investigación y vivencias, segmentadas por áreas de
intervención determinadas en sectores por ámbito de aplicación, zonificación geográfica, y segmentación
poblacional, teniendo en cuenta condiciones de sexo, edad, condiciones físicas, sicológicas, espaciales y
étnicas, las cuales son la base del presente Plan Nacional de Recreación.

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[1] La Recreación es definida como: “todas las cosas que una persona decide hacer para hacer de su tiempo de ocio más interesante,
más agradable y personalmente más satisfactorio”. La Recreación incluye deportes, recreación física, actividades artísticas,
creativas, culturales, sociales e intelectuales; es una necesidad humana fundamental para los ciudadanos de todas de las ciudades y
esencial para el bienestar psicológico, social y físico del hombre. La recreación es un servicio social y, de la misma manera que la
salud y la educación, su propósito es “asistir al desarrollo de los individuos y de la comunidad; para mejorar la calidad de vida y el
funcionamiento social”. CANADIAN PARKS / RECREATION ASSOCIATION. The Benefits Catalogue. Bonanza Printing
& Copyng Centre Inc. Canadá, 1997. Citado por Esperanza Osorio. En: Recreación desde y para los jóvenes. Programa de
Servicio Social Unicef - Funlibre. Bogotá, 2003.
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[2] La definición clásica de Desarrollo Humano Sostenible advierte que se trata de: “un desarrollo que no solamente genera
crecimiento económico, sino que distribuye sus beneficios equitativamente: que regenera el ambiente en lugar de destruirlo; que
potencia a las personas en lugar de marginarlas. El desarrollo humano otorga prioridad a los pobres, ampliando sus opciones y
oportunidades y crea condiciones para su participación en las decisiones que les afectan. Es un desarrollo en pro del pobre, en pro
de la naturaleza, en pro del trabajo, de las mujeres y de los niños". Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo
-PNUD-, 1997.

[3] OSORIO, Esperanza. Beneficios de la Recreación. Fundación Colombiana de Tiempo Libre y Recreación -Funlibre-. Programa
Coldeportes - Funlibre. Bogotá, 2002.
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[4] “En el ámbito específico de los Derechos Humanos, proclamados por algunas asociaciones internacionales el 1 de junio de
1970, en la ciudad de Ginebra, se establece que el hombre tiene derecho a conocer y participar en todo tipo de recreación durante
su tiempo libre y lo materializa, así: Artículo 4º: Todo hombre tiene el derecho de conocer y participar en todo tipo de recreación
durante su tiempo libre, tales como: deportes, juegos, vida al aire libre, viajes, teatro, baile, arte visual, música, ciencia y
manualidades, sin distinción de edad, sexo o nivel de educación”. RICO ALVAREZ, Carlos Alberto. Plan Nacional de Recreación
(1999 - 2002)

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[5] Novena Conferencia Internacional Americana. Bogotá, Colombia. 1948.
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[6] SALAZAR VARGAS, Carlos. Las Políticas Públicas. Segunda Edición. Colección Profesores Nº 19. Universidad Pontificia
Javeriana. Facultad de Ciencias Jurídicas - Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas - Facultad de Administración de
Empresas. Bogotá, 1999.
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[7] RUA, Maria Das Graças. As políticas públicas e a juventude dos anos 90. En CNPD: Jovens acontecendo na trilha das
políticas públicas. Vol. 2. Comissão Nacional de População e Desenvolvimento. Brasilia, 1998. Pág. 731. (Traducción en Internet).

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