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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental “Simón Rodríguez”
Educación Mención Inicial
Curso: Facilitación de los Aprendizajes en Familia y Comunidad.

CONSTRUCCIÓN DEL AUTOESTIMA

Profesora: Participante:
-Dexy Guerrero. –Yolvelis Reyes.
C.I.N° 27.543.154

Santa Ana De Coro; Diciembre 2021


CONSTRUCCIÓN DEL AUTOESTIMA
La autoestima es la conciencia de una persona de su propio valor, el punto más alto
de lo que somos y de nuestras responsabilidades, con determinados aspectos
buenos y otros mejorables, y la sensación gratificante de querernos y aceptarnos
como somos por nosotros mismos y hacia nuestras relaciones. Y por supuesto, todo
esto hace que seamos más felices y podamos relacionarnos con la gente de nuestro
alrededor de una forma más agradable y asertiva.
En el presente informe voy a explicar cómo se va construyendo y desarrollando la
autoestima en los niños. Si hubiera que explicarlo de una forma muy sintética habría
que decir que el autoconcepto y autoestima se van construyendo progresivamente
por la imagen que transmiten las personas más cercanas al niño (sus padres
principalmente) hasta construcción más interna y personal.
En los primeros años de la vida del niño, hasta los 3 o 4 años, el autoconcepto y la
autoestima se van conformando por la imagen que de sí mismo van proyectando
las personas más significativas para el niño o la niña: su padre y su madre. El niño
es "lo que sus padres dicen de él", de ahí la importancia de las "etiquetas" que se
empleen con ellos, tanto positivas como negativas: "un trasto", "inquieto",
"tranquilo", "tímido", "comilón", "mal comedor", "bruto", "bueno", "malo"... Pero no
solo lo que dicen, las muestras de afecto son clave: un niño construirá su autoestima
(se querrá a sí mismo) si se siente querido por sus padres.
Una vez que inicia su escolaridad, hacia los 3 años la mayoría de los niños,
intervienen otras personas significativas en el desarrollo de su autoestima: sus
profesores. Ellos también envían mensajes definitorios: lento, distraído, trabajador,
tranquilo, trabaja muy bien... y muestran en alguna medida aprecio y preocupación.
Desde los ocho años en adelante y especialmente en la adolescencia, otras
personas decisivas entran en juego: los iguales, compañeros y amigos. Ellos
también etiquetan, pero sobre todo transmiten afecto, aceptación o rechazo al niño
o a la niña.
La autoestima se va desarrollando y construyecto por la imagen, la aceptación y el
afecto que transmiten las personas más cercanas y significativas para el niño o la
niña. Inicialmente son sus padres, pero poco a poco se suman sus profesores y más
tarde sus compañeros e iguales. No será hasta más adelante, cuando el chico
elabora su propio concepto y autoestima.
ELEMENTOS PARA CONSTRUIR LA AUTOESTIMA EN LOS NIÑOS Y NIÑAS
La autoestima se va desarrollando a lo largo de toda nuestra vida a través de las
experiencias por las que pasamos. Si estamos con personas que no nos aceptan,
que nos ponen condiciones para querernos disminuye la autoestima. Si nos valoran
por nuestros logros, nuestra belleza, nuestra simpatía, nuestras posesiones
seguramente no saldremos muy bien parados; aprenderemos a desvalorizarnos.
Además de los juicios de los demás, sobre nuestra autoestima influye la forma en
que en nuestro diálogo interno interpretamos esas experiencias positivas y
negativas que vivimos. La baja autoestima está relacionada con una forma
inadecuada de pensar acerca de nosotros mismos. Existen formas distorsionadas
de pensar. Son pensamientos de autodevaluación que deterioran nuestra
autoestima.
Algunos ejemplos de estas distorsiones de pensamiento son los siguientes:
1.- Sobregeneralización: A partir de un hecho aislado se crea una regla universal,
general, para cualquier situación y momento. Un pequeño error puede ser
interpretado como «todo me sale mal». Un gesto de desaprobación de otra persona
puede ser interpretado como «todo el mundo me rechaza»
2.- Valoración global: Se utilizan términos peyorativos para describirse a uno mismo
como persona global. No tener habilidad para un determinado tipo de tareas puede
ser interpretado como «soy muy torpe» o «soy un fracasado» en lugar de decir «no
se me da bien…»
3.- Filtrado negativo: Nos fijamos sólo en lo negativo de una situación y no nos
damos cuenta de lo que puede tener de positivo.
4.- Autoacusación: Uno se encuentra culpable de todo. Tengo yo la culpa, ¡Tendría
que haberme dado cuenta!
5.- Lectura del pensamiento: supones que no le interesas a los demás, que no les
gustas, crees que piensan mal de ti…sin evidencia real de ello. Son suposiciones
que se fundamentan en cosas peregrinas y no comprobables.
El proceso de formación de la autoestima se inicia desde nuestras edades más
tempranas y se continúa a lo largo de la edad adulta. En la formación de la
autoestima influye el entorno familiar próximo y el contexto cultural en el que nos
desarrollamos.
Los modelos familiares se transmiten influyendo en su configuración no sólo la
vinculación afectiva con el mundo adulto, sobre todo con el padre y la madre, sino
también el mayor o menor aprecio que se hace de nuestro comportamiento y lo que
se espera de nosotros por el hecho de ser mujeres u hombres.
Desde pequeños, por el hecho de ser niñas o niños, interiorizamos una serie de
creencias acerca de lo que se espera de nosotros, que se van asumiendo y, al llegar
a la edad adulta tendemos a reafirmar porque es lo que, por el hecho de ser mujer
u hombre, se ha asumido como modelo cultural.
Tanto los modelos familiares como los culturales conforman nuestra autoestima por
eso es importante observarlos y revisarlos para tener conciencia de los modelos
negativos que hemos interiorizado y así poder cambiarlos.
Gloria Marsellach Umbert en su artículo “La autoestima en niños y
adolescentes”afirma que la autoestima puede desarrollarse convenientemente
cuando los adolescentes experimentan positivamente cuatro aspectos o
condiciones bien definidas:
 Vinculación: resultado de la satisfacción que obtienen el adolescente al
establecer vínculos que son importantes para él y que los demás también
reconocen como importantes.
 Singularidad: resultado del conocimiento y respeto que el adolescente siente
por aquellas cualidades que le hacen especial o diferente, apoyado por el
respeto y la aprobación que recibe de los demás por esas cualidades.
 Poder: consecuencia de la disponibilidad de medios, de oportunidades y de
capacidad en el adolescente para modificar las circunstancias de su vida de
manera significativa.
 Modelos o pautas: puntos de referencia que dotan al adolescente de los
ejemplos adecuados, humanos, filosóficos y prácticos, que le sirven para
establecer su escala de valores, sus objetivos, ideales y modales propio.
Aunque se pueden enumerar otros elementos como la autoimagen, la
autovaloración o la autoconfianza, entre otros, se nombran aquellos principales que
los contienen:
1. Autoconocimiento:
«Cuando aprendemos a conocernos en verdad vivimos» (Schüller).
El auto conocimiento es conocer las partes que componen al «yo». Cuáles son sus
manifestaciones, necesidades y habilidades; los papeles que vive el individuo y a
través de los cuales es; conocer por qué y cómo actúa y siente. Es imposible amar
algo que no conozco. No puedo amarme y respetarme si no conozco los aspectos
que me integran.
2. Autoconcepto o Sentido de Identidad:
Es el concepto que tenemos de nosotros mismos. ¿De qué depende? En nuestro
auto concepto intervienen varios componentes que están interrelacionados entre sí:
la variación de uno, afecta a los otros (por ejemplo, si pienso que soy torpe, me
siento mal, por tanto hago actividades negativas y no soluciono el problema).
-Nivel cognitivo-intelectual: constituyen las ideas, opiniones, creencias,
percepciones y el procesamiento de la información exterior.
-Nivel emocional afectivo: es un juicio de valor sobre nuestras cualidades
personales.
-Nivel conductual: es la decisión de actuar, de llevar a la práctica un comportamiento
consecuente.
3. Autoevaluación
«El sentirse devaluado e indeseable es en la mayoría de los casos la base de los
problemas humanos» (C. Rogers).
Es la capacidad de evaluar como positivo o negativo aquello que sea positivo o
negativo para mí, reflexionando al mismo tiempo sobre normas y valores de la
sociedad. Poco a poco vamos a encontrar los puntos que van a guiar nuestra
conducta, desarrollaremos nuestro propio juicio y aprenderemos a confiar en él, en
lugar de basarnos solamente en lo que piensan las demás personas. Y es así,
porque confío en mi propio juicio. La autoevaluación requiere estar consciente de sí
mismo.
4. Autoaceptación o Sentido de Pertenencia:
«La actitud del individuo hacia sí mismo y el aprecio por su propio valer juega un
papel de primer orden en el proceso creador» (M. Rodríguez).
La autoaceptación es admitir y reconocer todas las partes de sí mismo como un
hecho, como la forma de ser y sentir, ya que sólo a través de la aceptación se puede
transformar lo que es susceptible de ello. Sin auto aceptación la autoestima es
imposible. Nos podemos quedar bloqueados en un hábito de conducta de
autorechazo, el crecimiento personal se ve reprimido y no podemos ser felices.
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA AUTOESTIMA?
Los niños que se sienten bien con ellos mismos tienen la confianza necesaria para
probar cosas nuevas. Es más probable que hagan su mayor esfuerzo. Se sienten
orgullosos de lo que son capaces de hacer. La autoestima ayuda a los niños a
aceptar los errores. Los ayuda a volver a intentar, incluso si fracasan la primera vez.
Como resultado de esto, la autoestima ayuda a los niños a tener un mejor
desempeño en la escuela, en el hogar y con los amigos.
Los niños con baja autoestima se sienten inseguros de sí mismos. Si creen que
otros no los aceptan, es probable que no se integren. Tal vez, permitan que otras
personas los traten mal. Quizás les cueste mucho defenderse. Probablemente, se
rindan con facilidad o ni siquiera intenten. Los niños con baja autoestima tienen
dificultad para aceptar cuando cometen un error, pierden o fracasan. Como
resultado, tal vez no se desempeñen tan bien como podrían hacerlo.
¿CÓMO SE DESARROLLA LA AUTOESTIMA?
La autoestima comienza cuando los niños son bebés. Se desarrolla lentamente a lo
largo del tiempo. Puede comenzar simplemente porque el niño se siente seguro,
amado y aceptado. Puede comenzar cuando un bebé recibe atención positiva y
cuidado amoroso.
A medida que los bebés crecen y se convierten en niños, son capaces de hacer
algunas cosas sin ayuda. Cuando pueden usar sus nuevas habilidades, se sienten
bien con ellos mismos. Su autoestima crece cuando los padres les prestan atención,
los dejan probar cosas, les sonríen y les demuestran su orgullo.
A medida que los niños crecen, su autoestima también puede crecer. Cada vez que
los niños prueban cosas, hacen cosas y aprenden cosas, puede convertirse en una
oportunidad para aumentar la autoestima. Esto puede ocurrir cuando los niños
hacen lo siguiente:
 avanzan hacia un objetivo
 aprenden cosas en la escuela
 hacen amigos y se llevan bien
 aprenden habilidades: música, deportes, arte, cocina y habilidades técnicas
 practican sus actividades favoritas
 ayudan, dan o son amables
 reciben elogios por sus buenas conductas
 se esfuerzan por hacer algo
 hacen las cosas en las que son buenos y disfrutan
 son incluidos por otros
 se sienten comprendidos y aceptados
 reciben un premio o una buena nota que saben que se han ganado
Cuando los niños tienen una buena autoestima, se sienten seguros, capaces y
aceptados por lo que son.
¿CÓMO PUEDEN FOMENTAR LA AUTOESTIMA LOS PADRES?
Todos los niños son diferentes. Algunos niños tienen más facilidad que otros para
hacer crecer su autoestima. Y algunos niños se enfrentan con cosas que pueden
reducir su autoestima. Pero incluso si un niño tiene una baja autoestima, es posible
elevarla.
Estas son las cosas que los padres pueden hacer para ayudar a los niños a sentirse
bien con ellos mismos:
 Ayude a su hijo a aprender a hacer cosas. A cualquier edad, hay cosas
nuevas que un niño puede aprender. Incluso durante su primera infancia,
aprender a sostener una taza o dar los primeros pasos provocan una
sensación de dominio y placer. Cuando su hijo crece, cosas como aprender
a vestirse, leer o andar en bicicleta son oportunidades para hacer crecer la
autoestima.
 Cuando les enseñe a los niños cómo hacer las cosas, muéstreles y ayúdelos
al principio. Después, deje que ellos hagan lo que puedan, incluso si cometen
errores. Asegúrese de que su hijo tenga la posibilidad de aprender, intentar
y sentirse orgulloso. No haga que los nuevos desafíos sean muy fáciles ni
muy difíciles.
 Elogie a su hijo, pero hágalo prudentemente. Por supuesto, es bueno elogiar
a los niños. Su elogio es una forma de mostrarle que está orgulloso. Pero
algunas maneras de elogiar a los niños pueden ser contraproducentes.
Esta es la manera de hacerlo bien:
 No lo elogie excesivamente. Cuando un elogio no se siente ganado, no
suena convincente. Por ejemplo: decirle a un niño que ha jugado un gran
juego cuando él sabe que no lo ha hecho, se siente vacío y falso. Es mejor
decir: "Sé que no fue tu mejor partido, pero todos tenemos días malos.
Estoy orgulloso de que no te hayas rendido". Súmele un voto de confianza:
"Mañana seguramente lo harás mejor".
 Elogie los esfuerzos. Evite enfocar el elogio en los resultados (como
obtener una excelente calificación) o en cualidades específicas (como ser
inteligente o deportista). Por el contrario, la mayoría de sus elogios deben
ser por el esfuerzo, el progreso y la actitud. Por ejemplo: "Estas trabajando
arduamente en aquel proyecto", "Estás mejorando más y más en estos
exámenes de ortografía", "Estoy orgulloso de ti por practicar piano;
realmente has sido muy perseverante." Con este tipo de elogios, los niños
se esfuerzan por las cosas, trabajan por los objetivos y lo intentan. Cuando
un niño hace esto, es más probable que triunfe.
 Sea un buen modelo de conducta. Cuando usted se esfuerza en las tareas
cotidianas (como rastrillar las hojas, hacer una comida, lavar los platos o
lavar el auto), está dando un buen ejemplo. Su hijo aprende a esforzarse
en hacer las tareas del hogar, ordenar sus juguetes o hacer la cama.
 Demostrar una actitud adecuada, también es importante. Cuando realiza
las tareas alegremente (o al menos sin refunfuñar o quejarse), usted le
está enseñando a su hijo a hacer lo mismo. Cuando evita hacer las tareas
a las apuradas y se siente orgulloso por un trabajo bien hecho, le enseña
a su hijo a hacer también lo mismo.
 Prohíba la crítica cruel. Lo que los niños escuchan acerca de sí mismos en
boca de otros se convierte fácilmente en lo que ellos sienten de sí mismos.
Las palabras crueles ("¡Eres tan vago!") son dañinas y nada motivadoras.
Cuando los niños escuchan mensajes negativos acerca de sí mismos, su
autoestima resulta dañada. Corrija a los niños con paciencia. Concéntrese
en lo que quiere que hagan la próxima vez. Cuando sea necesario,
demuéstreles cómo hacerlo.
 Enfóquese en las fortalezas. Preste atención a lo que su hijo hace bien y
disfruta. Asegúrese de que su hijo tenga oportunidades de desarrollar
estas fortalezas. Concéntrese más en las fortalezas que en las debilidades
si desea ayudar a los niños a sentirse bien con ellos mismos. Esto también
mejora su comportamiento.
 Permita que los niños ayuden y den. La autoestima crece cuando los niños
logran ver que lo que hacen es importante para otros. Los niños pueden
ayudar en la casa, hacer un proyecto de servicio en la escuela o hacerle
un favor a un hermano. Los actos amables y la ayuda pueden fomentar la
autoestima y otros sentimientos positivos.
-MANTENGA EXPECTATIVAS POSITIVAS SOBRE LAS HABILIDADES Y
LOGROS DIARIOS DE SUS HIJOS E HIJAS:
Lo recomendable es destacar de manera plena los logros y avances del niño en
cuanto a sus capacidades en el desarrollo de sus actividades diarias.
-ADECUÉ LOS OBJETIVOS A LOGRAR A LA EDAD Y CARACTERÍSTICAS
INDIVIDUALES DE LOS NIÑOS Y NIÑAS:
Es importante que enfoquemos los objetivos a ser alcanzados por los niños y niñas
de acuerdo a su edad, desarrollo y características propias, a fin de ir a la par con su
crecimiento y desarrollo de sus capacidades.
-EVITE A TODA COSTA COMPARACIONES Y/O COMPETENCIAS ENTRE
HERMANOS U OTROS NIÑOS Y NIÑAS:
Se deben evitar este tipo de comparaciones que pueden marcar negativamente al
niño, así como también competencias cuyo objetivo sea medir la superioridad de un
niño sobre el otro, ya que todo esto puede generar baja autoestima.
-SEA CONCIENTE DE LAS NORMAS DE CRIANZA:
Los padres deben dominar las buenas normas de crianza con la finalidad de cuidar,
educar y formar a sus hijos de la manera correcta.
-ACEPTE A LOS NIÑOS Y NIÑAS POR LO QUE SON Y NO POR LO QUE USTED
DESEA QUE SEAN:
Los padres deben aceptar a sus hijos tal cual como son y contribuir a su crecimiento
y desarrollo, jamás trasladar deseos propios a la vida de sus hijos.
-IGNORE LOS CHISMES:
Ignorar cualquier comentario negativo sobre el niño o la niña, siempre y cuando este
atente contra la moral u ofenda de alguna manera.
-RESALTE LOS ASPECTOS POSITIVOS ASÍ COMO LOS LOGROS Y
PROGRESOS:
Los padres deben siempre hacer énfasis en los logros obtenidos por sus hijos así
como los avances y progresos que alcancen en alguna actividad que estos
desarrollen.
-EVITE “ETIQUETAR” A SUS HIJOS O QUE OTROS LOS ETIQUETEN:
Jamás otorgarle nombre ni categorías a sus hijos y mucho menos permitir que otros
lo hagan.

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