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El documento describe dos tipos de canto gregoriano: el antifonal, en el que dos coros de monjes se alternaban cantando, y se usaba para antífonas; y el responsorial, en el que un solista y coro se alternaban, y se usaba para responsorios con versos y respuestas variables según la ocasión litúrgica.
El documento describe dos tipos de canto gregoriano: el antifonal, en el que dos coros de monjes se alternaban cantando, y se usaba para antífonas; y el responsorial, en el que un solista y coro se alternaban, y se usaba para responsorios con versos y respuestas variables según la ocasión litúrgica.
El documento describe dos tipos de canto gregoriano: el antifonal, en el que dos coros de monjes se alternaban cantando, y se usaba para antífonas; y el responsorial, en el que un solista y coro se alternaban, y se usaba para responsorios con versos y respuestas variables según la ocasión litúrgica.
Entre los tipos de canto gregoriano podemos distinguir el antifonal y el responsorial,
los cuales vienen determinados por las formaciones de los cantores.
El canto antifonal se caracterizaba por que dos coros de monjes se alternaban en el
canto. Tiene este nombre porque este tipo de canto era utilizado para interpretar las antífonas, piezas cortas, de estilo silábico, que se utilizaban como estribillo antes y después de los versículos de un cántico, himno o salmo, normalmente en latín.
El canto responsorial, sin embargo, es aquel en el que solista y coro se alternan
cantando. Este tipo de canto solía usarse en los responsorios, versos y respuestas (de la Sagrada Escritura) que varían según la fiesta o temporada.