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ALIMENTARIAS
CURSO:
DOCENTE:
PRESENTADO POR:
AREQUIPA – PERÚ
2021
PRESENTACIÓN
Deseando que la estructura descrita mediante este documento sea lo aplicado en el curso de
tecnología de las fermentaciones y procesamiento de licores
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DEDICATORIA
El presente trabajo está dedicado a Dios, ya que gracias a él nos ha mantenido con vida y
hemos logrado estar en este momento del desarrollo de nuestra carrera profesional. Nos
brinda fuerzas necesarias para cumplir con cada una de nuestras metas durante este tiempo.
A todos los docentes de la universidad que durante toda esta fecha de mi preparación
universitaria nos han estado brindando la información requerida para mi desarrollo
profesional y que de una u otra manera han contribuido para el logro de nuestros objetivos.
A nuestros amigos más cercanos, por motivarnos a darnos el valor de seguir adelante con el
desarrollo de este trabajo.
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AGRADECIMIENTO
En primer lugar, a Dios todopoderoso por estar presente cada día de nuestra vida
brindándonos salud en estos tiempos difíciles de pandemia y los talentos para el desarrollo
de nuestras actividades.
Gracias a la universidad Nacional de San Agustín por habernos permitido ser parte de la
comunidad Agustina.
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INDICE
PRESENTACIÓN .............................................................................................................................. I
DEDICATORIA ............................................................................................................................... II
AGRADECIMIENTO ......................................................................................................................III
I. OBJETIVOS ..............................................................................................................................1
V. CONCLUSIONES ...................................................................................................................13
I. OBJETIVOS
Realizar una revisión bibliográfica de los estudios que describen la asociación del
consumo de diferentes tipos de bebidas alcohólicas fermentadas y destiladas con diversos
indicadores de salud.
II. INTRODUCCIÓN
Las bebidas fermentadas son las procedentes de frutas o de cereales que, por acción de
levaduras, el azúcar que contienen se transforma en alcohol. Las más comunes son el vino, la
cerveza y la sidra, por otro lado, las bebidas destiladas (coñac, brandy, whisky, ron, ginebra,
vodka, etc.) son el resultado de la eliminación mediante calor, a través de la destilación, de
parte del agua contenida en las bebidas fermentadas (Monereo et al., 2016).
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III. EDAD Y GÉNERO
El uso de alcohol representa un riesgo significativo para el desarrollo mental y físico de los
adolescentes. Según Cabanillas (2020), describe la evolución del consumo de alcohol en
escolares hombres y mujeres de nivel secundario del Perú durante el periodo 2007-2017,
haciendo énfasis en los hallazgos sobre la reducción de las diferencias en las magnitudes de
uso entre ambos géneros y la información reciente sobre mayor prevalencia en la población
femenina adolescente.
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Tabla 1. Prevalencia anual del consumo de alcohol en mujeres y hombres según variables
sociodemográficas
En esta Tabla 1 nos menciona que el grupo femenino obtiene mayores prevalencias anuales
de consumo de alcohol, excepto en las estudiantes de 17 a 20 años de edad y quinto año de
secundaria. Tanto mujeres como hombres presentan un patrón incremental de consumo de
alcohol a medida que se avanza en los grados de estudio. Se advierte también que ambos
sexos comparten prevalencias anuales significativas de consumo de alcohol en el grupo de
edad de 11 a 13 años y primer año de secundaria; por consiguiente, se identifica uso precoz
de alcohol en mujeres y hombres.
La ingesta moderada de las bebidas alcohólicas en adulto según Zamora (2010) podría tener
efectos antiinflamatorios, podría aumentar de forma significativa los niveles de colesterol
HDL y participar en la protección del organismo frente a enfermedades cardiovasculares.
La cerveza contiene silicio -un mineral que promueve la densidad ósea y evita la pérdida de
hueso- y fitoestrógenos naturales, que podrían estar asociados a la mejora de los síntomas de
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la menopausia y la prevención de la osteoporosis, también tiene una relación de potasio a
sodio es de 15.7, lo que le confiere un fuerte poder diurético.
Según OMS, la cerveza contiene entre el 2-5% de alcohol puro, los vinos 10,5 - 18,9%, los
licores 24,3 - 90% y la sidra 1,1 - 17%. Las recomendaciones de consumo moderado de
alcohol sugieren no superar el consumo de unas 20-24 g de alcohol al día en hombres y 10-
12 g de alcohol al día en mujeres. Es aceptable el consumo de hasta 0.7 g de alcohol por kg
de peso/día. No se aconseja sobrepasar los tres consumos diarios, siendo lo normal que un
consumo contenga de 12 a 14 gramos de etanol. Los niños, embarazadas y enfermos, no
deben ingerir bebida que contenga cantidad alguna de alcohol (Muñoz, 2010).
Aunque son bien conocidos los efectos nocivos que el alcohol provoca en nuestro organismo
(cirrosis, hepatitis, pancreatitis, cardiopatía, alteraciones conductuales…), se ha comprobado
que el consumo ligero-moderado de bebidas de baja graduación alcohólica es un factor
protector de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, algunos tumores,
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deterioro cognitivo, desarrollo de diabetes y osteoporosis, así como de mortalidad global
(Monereo et al, 2016).
Actualmente con la existencia de varias hipótesis sobre la acción específica del alcohol sobre
el funcionamiento cerebral, no cabe dudas del impacto negativo de esta sustancia sobre el
sistema nervioso central (SNC) (Cristóvao, J.; Boche, Y & Rodríguez,L. 2015).
Es un hecho bastante estudiado que el consumo excesivo de alcohol causa una disfunción
aguda y crónica del cerebro, produciendo trastornos en el sistema nervioso central. Tanto la
forma aguda como la crónica provocan alteraciones en la memoria y en las funciones
intelectuales complejas (cálculo, comprensión y aprendizaje), además de alteraciones del
juicio y la afectividad.
o Degeneración cerebelosa alcohólica. Esta es una de las formas más comunes de ataxia
cerebelosa o pérdida de masa tisular en el cerebro, siendo el principal síntoma la pérdida
de la capacidad de caminar durante un periodo que pueden ser meses o años. La afección
también afecta los movimientos oculares, produce alteraciones en la marcha y, en algunas
ocasiones menos frecuentes, la pérdida de coordinación muscular en la parte superior del
cuerpo.
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o vitamina B12, que con mayor frecuencia es ocasionada por problemas con el alcohol.
Se sabe que la tiamina (vitamina B1), es una vitamina hidrosoluble y termolábil que no
es sintetizada en el hígado y que se almacena sólo en pequeñas cantidades en el
organismo; la deficiencia de la vitamina B1 afecta al metabolismo oxidativo, pues
desempeña un papel importante como coenzima en el metabolismo de los carbohidratos
y el ciclo del ac. cítrico.
Para el término psicosis de Korsakoff (sk), este se refiere a un síndrome amnésico, que
suele cursar junto con la EW.
Visión doble
Párpado caído
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4.2. Efectos en el sistema gastrointestinal
El esófago presenta una alteración en su motilidad en individuos a los que se les administra
alcohol ya sea bebiéndolo o por vía intravenosa. Esto, sumado a una peor acción de los esfínteres
esofágicos superior e inferior, contribuye al reflujo y al vómito de cualquier cosa que ingiramos.
Esta motilidad se ve permanente afectada en bebedores crónicos, si bien en sujetos sanos se
revierte pasadas unas cuantas horas. Por otro lado, el alcohol elimina la capa mucosa, dejando
tejido no resistente a la acidez al descubierto y provocando gastritis aguda, úlceras o hemorragia
(efectos que parecen potenciarse si previamente se han tomado ácido acetilsalicílico o
antiinflamatorios entre otros). De nuevo este efecto revierte al cabo de unos días en sujetos sanos
y es más grave en bebedores habituales. Así mismo, la velocidad de vaciado gástrico disminuye
con altas cantidades de alcohol, las bebidas con más de 40°, al quedar más tiempo retenidas en el
estómago, son menos absorbidas que las de 20-30° (Noriega, 2012).
Los efectos sobre el sistema circulatorio a largo plazo como la arritmia y la hipertensión,
predisponen a quien los padece a sufrir una insuficiencia cardíaca que puede finalizar en un
infarto. Estos efectos también se dan en intoxicaciones etílicas agudas, si bien se vuelve a la
normalidad bastante deprisa (Noriega, 2012).
Entre 10 y 30 mg/dL genera apenas una alteración funcional perceptible, excepto si se recurre
a procesos y tareas más sofisticados de laboratorio como por ejemplo las tareas de atención
dividida.
Entre 60 y 100 mg /dL la euforia llega a producir desinhibición y una serie de alteraciones
del autocontrol y de la capacidad valorativa del sujeto.
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Entre 100 y 150 mg /dL, se produce disminución de la ejecución psicomotora y se ve
parcialmente comprometida la articulación del habla, llegando a no poder formular bien las
palabras.
Entre 150 y 200 mg /dL producen una confusión mental significativa que se traduce hasta en
dificultades relativas para mantener el equilibrio postural, por lo cual la persona pierde el
equilibrio.
Por otra parte, hay investigaciones sobre los beneficios de un consumo moderado de alcohol sobre
el sistema cardiovascular, la American Heart Association concluyó que los bebedores moderados
tienen un 40-50% menos de riesgo de padecer un infarto de miocardio, esto es debido al efecto
vasodilatador y “antiadherente” sobre el endotelio de los vasos coronarios (los que irrigan el
músculo cardíaco) (Noriega, 2012).
4.4.2. En el embarazo
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o parto prematuro. La ingesta intensa también puede comprometer la capacidad de
concepción de la mujer.
Retraso en el crecimiento del bebé tanto durante la gestación como después de que
ha nacido.
Alteraciones faciales como microcefalia, caída del párpado superior, labio superior
fino, nariz corta, entre otras.
Durante los primeros 6 meses se recomienda que el bebé sólo consuma leche materna y
que a partir de esa edad empiece a complementar la alimentación con otros sólidos o
líquidos. Sin embargo, si la mamá toma bebidas alcohólicas y lo amamanta, puede pasar
el alcohol al bebé a través de su leche. El hígado de un bebé de días de nacido todavía no
está listo para procesar y eliminar el alcohol de su cuerpo rápidamente. Alimentar a un
bebé con leche materna que contiene alcohol podría ocasionar que el bebé tenga bajo
peso y retrasar su crecimiento y desarrollo (Ministerio de Sanidad y Consumo, 2007).
Las investigaciones disponibles indican que el efecto del alcohol sobre el peso corporal depende
de la cantidad ingerida. Un consumo leve - moderado de alcohol no se asocia con aumento de
peso ni de obesidad abdominal, e incluso puede tener un efecto protector, mientras que un
consumo elevado sí se asocia a aumento de peso y adiposidad abdominal, posiblemente
relacionado con el efecto del metabolismo del alcohol en la oxidación de las grasas. Cuando se
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realiza un consumo moderado de alcohol, este se metaboliza por la vía del alcohol deshidrogenasa
(ADH) y solo una pequeña parte mediante la vía de la catalasa y el sistema microsomal de
oxidación del etanol (MEOS). Sin embargo, si el consumo es alto, la mayor parte del alcohol se
oxida por la vía MEOS, reduciendo la eficiencia del uso de la energía proveniente del mismo. Al
no tener el organismo capacidad para almacenar alcohol, lo metaboliza (oxida) lo más rápido
posible, posponiendo la oxidación de otros macronutrientes, entre ellos la grasa. Por tanto, a
mayor ingesta alcohólica, mayor metabolización del alcohol en detrimento de la oxidación grasa,
resultando un balance positivo de acúmulo de la misma (Monereo et al, 2016).
Según Romeo et al., (2007), se observó un aumento significativo en el pliegue bicipital (mm) en
el grupo de los hombres tras el consumo moderado de cerveza al compararlo con el mes de
abstinencia. Y en mujeres no se observó cambios en los parámetros antropométricos estudiados
a lo largo del estudio, ni en el grupo de las mujeres ni en el de los hombres.
Aproximadamente el 90% del alcohol que pasa a la sangre es eliminado por oxidación en el
hígado, por lo que hace un gran esfuerzo para eliminar esta sustancia tóxica. Un consumo
excesivo produce en este órgano la famosa cirrosis, caracterizada por una acumulación de
colágeno en el hígado (“cicatrices” producidas por el alcohol) que destruye su arquitectura normal
hasta producir un fallo hepático (Noriega, 2012).
El sistema respiratorio es fundamental para el equilibrio bioquímico y físico del organismo por
lo que es necesario que el oxígeno entre y active el mecanismo respiratorio conformado por los
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órganos que hacen la transformación de este y otros gases que son inhalados. Uno de los
principales motores para el buen funcionamiento del sistema respiratorio son los pulmones ya
que se dedica a realizar la ventilación pulmonar, es decir inhalar y exhalar el aire que se encuentra
en el medio ambiente. Cuando no se puede cumplir esta función y ya el sistema no está en
equilibrio entonces estamos en presencia de una enfermedad respiratoria la cual se determina por
la ineficiencia de absorber el oxígeno (Musayón, 2009).
Hoy en día existe alcohol inhalado que trata de evaporar el alcohol mediante la ayuda del oxígeno
puro suministrado por un tubo de oxígeno sanitario, pequeñas botellas de aire comprimido o
máquinas personales. Luego se lo almacena en tubos de ensayo y se hacen cócteles de diversos
colores y sabores en base a vodka, whisky, etc., que los clientes inhalan con boquillas. Estos
cócteles se conocen en España como oxy shots o chupitos de alcohol inhalado, y en Estados
Unidos e Inglaterra como AWOL (Alcohol without liquid, alcohol sin líquido) (FAT, s.f).
Las personas que beben alcohol antes de dormir suelen tener trastornos del sueño,
ronquidos y apnea del sueño. Esto es consecuencia de los efectos del alcohol sobre los
centros respiratorios del sistema nervioso central y de la relajación de los músculos de la
garganta que obstruyen el paso del aire. Cuando se administra por vía inhalatoria, al
obviar el metabolismo hepático el alcohol se asimila entre 10 y 15 veces más rápido que
por la vía oral. Esta rápida llegada al cerebro propicia un estado de ebriedad casi
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instantáneo que aumenta el riesgo de depresión neurológica con coma etílico y aspiración
del vómito con neumopatía aspirativa (FAT, s.f).
Según Piñol (2018), nos dice que casi todo el alcohol exhalado proviene de los bronquios.
Cuando bebemos, se modifica el sistema mucociliar, que está formado por moco y unos
pelillos (cilios) que se encargan de retener la suciedad del aire y de los microorganismos,
afectando a nuestras vías aéreas superiores (nariz y garganta). El aparato mucociliar es la
primera línea de defensa de nuestros pulmones y cualquier fallo en su funcionamiento
puede provocar:
Bronquitis recurrente
Neumonía
Bronquiectasias
Vías superiores: En ellos se encuentran los cilios, y el consumo de alcohol hace que
estos dejen de realizar su función, permitiendo el paso de sustancias peligrosas a los
pulmones.
Cuando una persona padece de tuberculosis y está en tratamiento para esta enfermedad
y aunado a esto es dependiente del alcohol puede producir disminución de las defensas
antimicobacterianas. Altera la respuesta de los macrófagos y los niveles de alteración de
las proteínas que actúan como mediadores intercelulares (citoquinas), además se produce
un desequilibrio entre la inmunidad celular y humoral, como también disminuye la
activación de las células T (Villanueva García, 2011; citado en Musayón, 2009).Como
consecuencia aumenta la susceptibilidad a la neumonía bacteriana y a la tuberculosis, por
lo el sistema inmunitario como el funcionamiento hepático se ven deteriorados por el
consumo de alcohol(Musayón Oblitas, 2009; citado en Musayón, 2009).
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Lamentablemente existe una relación entre la dependencia alcohólica y la tuberculosis
ya que puede producir la disminución de las defensas debido a la malnutrición asociada
a las personas que sufren de alcoholismo, así como también altera la respuesta de
macrófagos y las citoquinas, aunado a esto aumenta el problema en el sistema hepático
por lo que es necesario aplicar control de rutina de la función hepática y renal con los de
tuberculosis, y finalmente alterar el funcionamiento de los medicamentos
antituberculosos (Musayón, 2009)
V. CONCLUSIONES
El consumo excesivo de alcohol causa patologías, pero un consumo moderado no causa daño
al organismo (0.7 g de alcohol por kg de peso/día), siendo en ocasiones un factor protector
del desarrollo de diversas patologías, sin embargo, se debe tener cuidado con el coma etílico,
ya que puede causar la muerte del individuo por depresión del sistema cardiorrespiratorio o
por asfixiarse con su propio vómito.
VI. RECOMENDACIONES
Para reducir los riesgos para la salud de beber alcohol por un consumo moderado, las
recomendaciones del Ministerio de Sanidad, para un consumo de bajo riesgo son ≤ 4
UBEs/día en hombres y 2-2,5 UBEs en mujeres, o ≤ 28 UBE/semana (5 días a la semana)
en hombres y 17 UBE/semana en mujeres.
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Comer antes y durante la bebida ayuda al estómago a disminuir la absorción del alcohol,
sin embargo, no va a cambiar la cantidad total de alcohol que se absorbe o evitar los
efectos de beber en exceso.
Beber agua o bebidas no alcohólicas como un espaciador entre las bebidas alcohólicas.
Beber incluso una pequeña cantidad de alcohol puede disminuir su tiempo de reacción y
perjudicar su juicio. Es por eso que beber y conducir puede poner en peligro a usted, a
sus pasajeros y a otros conductores y peatones. El límite legal de alcohol se basa en la
cantidad de alcohol en su sangre, llamada Concentración de Alcohol en la Sangre, son de
0,25 mg/l en aire espirado y 0,5 g/l en sangre para todos los conductores.
Los hábitos de vida saludables incluyen la práctica de ejercicio físico, una dieta
equilibrada y dormir las horas adecuadas. Una gran red social, actividades y pasatiempos
son ideales para aliviar el estrés. Si decide beber, hágalo de manera moderada y
responsable.
Cristóvao, J., Broche, Y.; & Rodríguez, L. (2015). Efectos nocivos del consumo prolongado
de alcohol sobre el sistema nervioso central. Artículo de revisión vol. 20. Recuperado
de: https://www.medigraphic.com/pdfs/arcneu/ane-2015/ane151i.pdf
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Martínes, A., Rábano, A. (2002). Efectos del alcohol etílico sobre el sistema nervioso. REV
ESP PATOL 2002; Vol 35, n.º 1: 63-76. Obtenido de:
http://www.patologia.es/volumen35/vol35-num1/pdf%20patologia%2035-1/35-1-
06.pdf
Monereo et al. (2016). Papel de las bebidas fermentadas en el mantenimiento del peso
perdido. Nutrición Hospitalaria, vol. 33, núm. 4, 2016, pp. 37-40. Obtenido de
https://www.redalyc.org/pdf/3092/309246965009.pdf
Piñol, G. (2018). ¿Cómo afecta el consumo de alcohol a nuestra visión? Fundación Lovexair.
https://www.consumer.es/salud/como-afecta-el-consumo-de-alcohol-a-nuestros-
pulmones.html
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Romeo, J., González, M., Wärnberg, J., Díaz, L., & Marcos, A. (2007). ¿Influye la cerveza
en el aumento de peso? Efectos de un consumo moderado de cerveza sobre la
composición corporal. Obtenido de Nutr Hosp;22(2):223-8. ISSN 0212-1611
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