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19, 1989-1990
(Chile),
Es cosa sabida la importancia que tuvo el do cia cultural de la etnia aónikenk, sobre la que
minio y empleo del caballo entre los indígenas nos hemos ocupado precedentemente (Martinic y
del meridión continental de América, en especial Prieto, 1985-86; Martinic, 1987 a y b; Martinic y
entrelos aónikenk, tanto que generó una verda Prieto, 1988).
dera cultura particular que definimos como el Para el efecto, las fuentes informativas son,
Este comprendía variados aspec por una parte, las noticias etnohistóricas y los
'
uso ecuestre .
tos referidos a la crianza o captura, doma, adies testimonios gráficos (dibujos o croquis, grabados
tramiento, trato y manejo de los equinos, como y fotografías) y, por otra, los elementos museoló-
también a los elementos propios del cabalgar gicos.
(jaeces y arreos, monturas, riendas, cinchas,
maneas, bozales, lazos, etc.); al uso alimentario El caballo tehuelche
de la carne de les animales, al sacrificio de los
mismos con fines rituales y a la posesión de ca Antes de abordar la materia, es conveniente
ballos como expresión patrimonial. entregar alguna información sobre las cabalga
Siendo de importancia unos y otros, creemos duras empleadas por los indígenas. Los equinos
que puede ser de interés abordar en
particular el arribaron a la Patagonia austral en época inde
aspecto referido a la forma de montar de los te terminada durante los primeros años del siglo
huelches meridionales australes. De hecho, XVIII. Procedían, según se conoce, de los caba
ningún autor se ha ocupado
hasta el presente de llos traídos al río de la Plata por los españoles en
esta materia,
por lo que estimamos que esta co 1536. Fracasada la fundación del adelantado
municación podrá resultar novedosa como Pedro de Mendoza, los animales quedaron en
información referida a los hábitos de los libertad y luego de aclimatarse se multiplicaron
indígenas durante el período final de la secuen- asombrosamente en las pastosas llanuras bona
erenses, expandiendo sin cesar su territorio en
Area de Historia. Instituto de la Patagonia, Univer
especial hacia el oeste y el sur. Dos siglos
sidad deMagallanes. Casilla 113-D, Punta Arenas,
Antoine de Bougainville, quien en diciembre de las faldillas del mismo sillón,en una postura muy
dos, estribos de madera recubiertos con una lá que interesa. El capitán norteamericano
mina de cobre y una brida de cuero trenzado; en Benjamín Morrell, quien vio a los indios en la
fin, todo un arnés español" (1946: 134). zona de bahía Oazy, afirmó rotundamente que
Pocos años después, en 1780, el comisionado ambos sexos cabalgaban igual. A su turno, el
español Antonio de Viedma, conoció y trató lar hidrógrafo británico Philip Parker King conoció
en la bahía de San Julián a una par
gamente una parcialidad aónikenk en la bahía de San
cialidad tehuelche meridional del norte del río Gregorio, con la que estableció una mistosa rela
Santa Cruz, cuyas costumbres, en la materia que ción, circunstancia que le permitió observar a
interesa, parecidas, sino idénticas,
eran a las
gusto a los naturales y enterarse de sus
propias de los naturales del sur de dicho curso costumbres. Respecto a su hábito ecuestre, escri
fluvial, constatando que "El aparejo de montar biría: "A caballo ambos sexos montan a horca
es á manera dé un albardón, sin cantidad de
pretal ni grupa, jadas, pero las mujeres sobre una
pues la silla descrita se caracterizaba por poseer bre de 1833 y enero de 1834, dejaron constancia
una perilla saliente y un arzón trasero alto, y era de la forma de montar de los indios, precisando
utilizada por los vaqueros; procedía de Anda el matiz diferencial entre los sexos: "Después de
lucía, región tradicionalmente abundante en poner algunos cueros sobre uno de estos
llón, donde se asientan con la cara á la cabeza personales y domésticos. Este distinto uso fun
del caballo, recogiendo las piernas arriba sobre cional tanto exigía animales briosos en el primer
32 MATEO MARTINIC Y DANIEL QUIRÓZ
afirmar al jinete, que tal vez correspondía al "si tar del tercio final del siglo: "Las monturas se
forma graficada por Le Bretón (Fig. 2 primer pedazo de madera y por medio de una azuela
plano). La otra de diseño más sencillo, puede pequeña se le da el tamaño y grosor necesarios
verse en el
jinete situado en la figura 3, primer para que forme los costados o aletas, diestramente
plano a la derecha, y que es diferente a la mon adaptados a la forma del lomo del caballo; se
tura femenina, especialmente en cuanto se refie abren agujeros en cada extremo de las aletas, y a
los fustes cabezales. ellas después de reducirlos al
re a o Esta se ajusta cabal se atan con cuero
mente a la que usara mucho después, en abril de tamaño requerido, los fustes formados
con
angu
1857, el naturalista inglés Robert O. lares de árbol, los codos que se usan en la
como
Cunningham en San Gregorio, durante una construcción de botes. Sobre esto se cose con
partida de caza de guanacos en la que participó tendones un cuero fresco de guanaco,
desprovis
invitado por los patagones, quien la describió to de su vellón y cuidadosamente cortado en la
así: "Las sillas patagónicas consisten en arma debida forma, cuero
que al secarse sirve para
zones de madera, provistas con arzones
pronun ligar fuertemente unas con otras las diferentes
ciados delante y detrás, y sobre los jinetes ponen piezas del armazón" (1964: 244, 245). En los
una pila de pieles, sobre las que se sientan" fustes se ataban dos tiras largas de cuero
que
(1871:206). remataban en los estribos.
Hubo, además, otra montura más sencilla, ca Como otros arneses y arreos, la silla solía ser
eran muy rebajados. Tenemos así definida la bronce, o con tachones y trozos de este último
transición desde las formas hispano-bonaerenses metal o de cobre, artesanía en la los
que
más elaboradas hasta los modelos más simples aónikenk eran especialmente hábiles, o también
EL USO ECUESTRE ENTRE LOS AÓNIKENK
33
cos. La montura se
completaba con un mandil o rencias etnohistóricas transcritas, debió ser de
trozode poncho colocado directamente sobre el uso restringido. Quizás en caso de cabalgatas
lomo del caballo y con un trozo cuadrado de piel breves, sin impedimenta. Puede que entonces
(puma, guanaco u oveja, ésta en el caso de los las indias hubiesen usado el tipo de montura des
indios de la Patagonia norte) sobre la silla. Todo crito, de altos fustes (el "sillón"). Cuando se
te sus monturas, tanto como sus caballos, sin que las mujeres montaban un caballo cargado
embargo de lo cual solían apostarlas en sus con los efectos de uso personal, tales como man
juegos. Los perdedores, si carecían de otra tas, ponchos y pieles, y a veces sobrecargado con
montura, solían montar en pelo, lo que, a juicio otros útiles y enseres domésticos, como se mues
de Musters, no les incomodaba en absoluto. Las tra en la figura 6. En estos casos, una variante
indígenas (las "chinas"), éste admitía variantes: a variable altura, según el espesor de la carga, pa
horcajadas, a semi-horcajadas y sentadas. sando o no las piernas por los lados del pescuezo
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Fig. 4. Jinete Aónikenk según Musters.
Fig. 5. Campamento Aónikenk según Beerbohm. Obsérvese la forma de montar del jinete de la iza i A
EL USO ECUESTRE ENTRE LOS AÓNIKENK 35
Así como los varones parecían poner todo su Arreos de montar patagones existentes en el
interés en adornar sus sillas, las mujeres Museo de Historia Natural, Santiago de Chile-.
aónikenk hicieron de sus lazadas y cojinillos ob
mente de guanaco. Como la estructura de largo, 300 mm de ancho y una altura de 260
madera está cubierta, no
podemos determinar mm.
en forma
precisa el modo de ensamble de las pie La aleta derecha mide 420
El
mm de largo; el
zas. trozo de cuero
que cubre el fuste está uni ancho desde 125
va mm en su
parte media hasta
do por medio de cuatro costuras con puntada 140 mm en su parte anterior y 155 mm en su
tipo zigzag, dos que recorren completamente la parte posterior; el espesor varía entre 25 mm al
pared interior de cada uno de los arzones y las centro, 40 parte
mm en su trasera y 45 mm en su
otras dos que se ubican lo largo del parte delantera.
a sector
supe La aleta izquierda mide 422
rior de la parte interior de cada de las ale
una mm de
largo; el ancho va desde 120 mm en su
tas.
parte media hasta 150 mm en su
parte anterior y
En la
parte superior del arzón anterior se 170 mm en su
parte posterior; el espesor varía
observan dos orificios por donde se amarra una entre 25 mm al centro
y 40 mm en su
parte
cuerda corta, la que se anuda a la correa de los trasera y 45 mm en su
parte delantera.
estribos. En el arzón posterior existen otros dos La base del arzón anterior mide 295 mm
y su
agujeros, ahoraparte inferior, de donde
en su alturaes de 240 mm; su ancho máximo es de 70
salen dos cuerdas dobles cortas. mm yespesor máximo de 27 mm. La base del
su
arzón posterior
mide 300 mm y su altura es de
Dimensiones 190 mm; su ancho máximo es de 68 mm
y su es
Si medimos la pieza completa, considerada en
pesor máximo de 30 mm.
equilibrio sobre su base, nos da 422 mm de
Fig. 9. Silla de montar de hombre. Colección Jorge Schythe. Museo Nacional de Historia Natural, N° I. 5749
(563).
Vista superior. Foto. F. Quiróz.
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SILLA DE MONTAR DE
MUJER. 5749 (567). tiene dos pequeños orificios opuestos en
su parte
Silla de mujer, 2 piezas forradas en cuero,
pinta inferior por donde se pasa el hilo que permite
das, las cabezas con 3 hileras de bucles de latón. unirla al trozo de arpillera.
Patagonia. por anillo variable
La cantidad de cupulitas es
La silla se compone de dos cojinetes rígidos de ant.: 25-20-16; pos.: 25-20-16. El diámetro pro
cuero, que se colocan uno a cada costado del ca medio de las cupulitas es de 18 mm.
ballo, sujetándolo al lomo con una tira de cuero Con el fin de averiguar si existía pintura en las
ancha y flexible. La forma de cada pieza es se- cabezas o bases de los cojinetes, procedimos a re
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w
m
Fig. 11. Silla de Montar de Mujer. Colección Jorge Schythe, Museo Nacional de Historia Natural, N° I.
Fig. 12. Silla de Montar de Mujer. Colección Jorge Schythe, Museo Nacional de Historia Na
tural, N° I. 5749 (5677. Vista Anterior. Foto D. Quiróz.
40 MATEO MARTINIC Y DANIEL
QUIROZ
Fig. 13. Cabeza anterior descubierta, silla de montar de mujer. Colección Jorge Schythe, Museo Nacional
de Historia Natural, N° I. 5749 (567) B. Foto. D. Quiróz.
ADORNO DE MONTURA DE MUJER. 5750 cupulitas (15.4 por fila; faltan 2 en la sexta fila);
(568). Dos pedazos de cuero con chapas el diámetro de la mayor es de 32 mm y el de la
Patagonia.
Descripción
Se de dos
trata trozos semi rectangulares de
cuero, de 5 mm de espesor, adornadas con
apli
caciones metálicas semiesféricas. Cada pequeña
cúpula tiene dos orificios base, por los que
en su
se
pasa un fino hilo hecho de fibras animales,
grandes.
Dimensiones
El trozo A mide aproximadamente 400 mm de
largo máximo por 180 mm de ancho máximo.
La cantidad total de cupulitas es de 103 (14.7
por fila; faltan 2 en la quinta fila y una en la
séptima). La mayor de las cupulitas tiene un diá
metro de 38 mm
y la menor de 17 mm.
Fig. 15. Adorno para el pecho del caballo. N° I. 5750 (568). Colección J. Schythe, Museo Nacional de Historia Na
tural. Foto. O. León V.
ADORNO PARA EL PECHO DEL CABALLO. rizontal es el más largo: mide 700 mm de largo
5751 (569). Pechera de cuero con bucles de latón por 80 mm de ancho y lleva seis cúpulas metáli
para caballo. Patagonia. cas. Los tres trozos verticales son más cortos y
miden 370 mm de largo por 80 mm de ancho,
360 mm de largo
por 85 mm de ancho y 360 mm
Descripción de largo por 90 mm de ancho respectivamente,
Esta pieza está compuesta por cuatro trozos llevando cada uno cuatro cúpulas metálicas. La
rectangulares de cuero de guanaco, de 1 mm de cúpula mayor mide 78 mm de diámetro y tiene
espesor. El más largo ocupa una posición hori una altura de 41 mm; la menor tiene un
zontal y cosidos a su borde inferior, con fibras diámetro de 74 mm
y una altura de 31 mm.
tado en
diagonal, existen rastros de que estuvo vista de la Biblioteca Nacional, tomo III,
cosido a otra pieza mediante 18 puntadas. N° 9, primer semestre, Buenos Aires.
La pieza lleva en toda su extensión aplicacio BEERBOHM, JULIUS. 1879. Wanderings in
nes metálicas cupuliformes. Cada cúpula tiene Patagonia. Chatto and Windus, Londres.
dos orificios en su base por donde pasa una
se BENIGNUS, SIEGFRIED. 1912 In Chile, Pata-
cuerda hecha en cuero de guanaco, de unos 8 gonien und auf Feuerland. Dietrich Rei-
mm de ancho, para unirlas a los trozos de cuero. mer (Ernst Vohsen), Berlín.
BERTRAND, ALEJANDRO. 1885. "Memoria
Dimensiones de la Rejión Central de las Tierras Maga-
El trozo de cuero que ocupa una
posición ho llánicas". Anuario Hidrográfico de la
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QUIRÓZ
Marina de Chile, tomo V: 203-343. Val del Instituto de la Patagonia", vol 18: 99-
paraíso. 105, Punta Arenas.
BOUGAINVILLE, LOUIS ANTOINE DE. MORREL, BENJAMÍN. 1832. A narrative of
1946 Viaje alrededor del mundo. Espasa -