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OBERA.

Oherá, una respuesta profética contra la opresíón colonial l/


UNA RESPUESTA PROFETICA CONTRA LA OPRESION COLONIAL*

fiesta, si una vieJa o un indio, el más malaventurado entn~


ellos, se levanta y dice que es Dios, o dice que no es bauti/:a-
do si él no los bautiza, luego la tierra se despuebla toda para
Los movimientos de resistencia activa contra la invasión y la domi- ir a él a se tornar a bautizar, o a oir su palabra como Die is.
nación española por parte de los indios Guaraní fueron mucho más nume- Y así ha acontecido, pocos días ha, que fue menester justicia
rosos que lo que deja entender la historiografía tradicional, que habla so- en algunos de ellos, y luego la cosa cesa ... " (CI 1877: 625-2fi)
bre todo de "alianza hispano-guaraní" y de mestizaje. Entre 1537 y 1616
los documentos históricos registran nada menos que veinticinco rebeliones El clérico Martín González, enemistado con el obispo de la Torre
de los Guaraní contra la colonización española (Necker 1979: 249-54). desde la llegada misma de éste a Asunción, atribuye el levantamiento indí-
Y lo curioso es que la mayoría de estos movimientos y rebeliones presen- gena a que el obispo "echó a los indios de la doctrina". Pero tanto en la
tan una tí pica estructura profética. carta de Martín González como en la de Domingo Martínez, el levanta-
miento surge en el contexto de una opresión que los indios consideran
El mismo año en que fue implantado formalmente en el Paraguay intolerable y a la que intentan responder ya sea con la resistencia pasiva al
el sistema de la encomienda, en 1556, surge el primer movimiento mesiá- trabajo, ya con la huida al monte, a su libertad y a sus tradiciones.
nico de que se tiene noticia documental; un movimiento que apela al revi-
valismo de la tradición religiosa guaraní. El encomendero Martínez, por ejemplo, se desesperaba al ver que
no conseguía que las indias trabajen tanto y como él quisiera. Despechado,
"Tenemos nueva que entre los indios se ha levantado uno achaca a las indias que "su gloria no es sino echar a perder a los cristianos,
con un niño que dice ser Dios o hijo de Dios, y que torna~ y destruj.r cuanto hay, sin más cuenta y razón, de que si les preguntan por
con esta invención a sus cantares pasados, a que son inclina- ello, y dicen ellas erua (= herungua), que es como quien dice no y
dos de su naturaleza: por los cuales cantares tenemos noticia sacarlas de allí, aunque lo sepan, después que dicen no, aunque las desue-
que en tiempos pasados muchas veces se perdieron, porque llen, es por demás" (CI 1877: 626).
entretanto que dura, ni siembran ni paran en sus casas sino
como locos, de noche y de día, en otra cosa no enti~nden: "Viendo estos naturales sus trabajos no haber fin,. antes ahora
sino en cantar y bailar, hasta que mueren de cansancio, sin doblarse, este verano sé que se quieren ir de aquí, y estoy
que quede hombre ni mujer, niño ni viejo, y así perden los cierto que se irán más de dos mil...", escribía Martín Gonzá-
tristes la vida y el ánima" (CI 1877: 632). lez (CI 1877: 667).

Se refiere probablemente al mismo movimiento el conquistador Los fenómenos lioertarios se dieron seguramente entre los Guaraní
Domingo Martínez, candidato a clérigo, en su carta del 2 de julio del mis- " ya antes de la confrontación con el mundo colonial, siendo manifestación
mo año de 1556. de la especial estructura del profetismo de los chamanes guaraní. Pero la
dimensión contestataria sin duda se acentúa cuando los trabajos impuestos
"Son tan crédulos entre ellos que, con haber tanto tiempo por el régimen colonial se hacen más c9ntinuos e insoportables; y muy
que algunos de ellos son bautizados y vienen aquí cada día de concretamente a partir de la encomienda que es un sistema que pretende
some ter no sólo a los individuos (mujeres y esclavos), sino a las comuni-
1

dades con sus caciques y familias. La teoría y la práctica de la encomienda


se basa en un dominio político en vistas a la explotación económica.

* Texto de una conferencia pronunciada en el Instituto Superior del Profesorado Durante décadas los Guaraní cantarán la epopeya de su libertad
"Antonio Ruiz de Montoya", de Posadas (RA) (16 set. 1980). amenazada en sus danzas de liberación; y la represión colonial será despia-
dada.
! 1

32 Bartomeu Me/id S.J. <>lwní, 1111a rcc;pues tu f'J"o/c"tica contra la opresión colonial II

"El antiguo Paraguay habitado por los indios Guaraní fue


durante dos siglos la tierra de elección de mesías y profetas Un año despuós aparecía nueva rebelión que se dice instigada por
los "payés" y "hechiceros", quienes "con palabras heréticas infaman el
indígenas. Ninguna otra región cuenta con tantos movimien-
tos de liberación mística... Su multiplicación en el momento ;1anto bautismo y fe católica" (Aguirre 1949-51, II: 199).
en que conquistadores y jesuitas establecen su dominación y
se esfuerzan por destruir la antigua civilización, se explicaría Los indios de Acahay, Tebicuary y Yvyturusú se rebelaban otra vez
por la desesperación que se apoderó de los Tupinambá y de 1·u 1589.
los Guaraní. Esta desesperación los habría animado a escu-
char a los profetas que se levantaban entre ellos y que les "Por causa de ciertos cantores que con sus cantos los hacen
ofrecían como solución la huida hacia la tierra-sin-mal o la cometer algunas ceremonias y ritos con que se apartan del
venida próxima de una edad de oro" (Métraux 1967: 23). servicio de Dios y no vienen a servir a sus encomenderos"
(Aguirre 1949-51, II: 210).
Rebeliones guaraní contra la opresión colonial
En 1591 y 1592 se tuvo que acudir a la pacificación de los indios
Y a se ha hablado del levantamiento de 1556, el primero de carácter del Paraná (Aguirre 1949-51, II: 212). No querer trabajar para los españo-
mesiánico del qµe se tiene noticia; había habido otros alzamie~tos, en IPH y al mismo tiempo reafirmar sus tradiciones religiosas amenazadas, son

1539 y en 1543, pero en ellos este aspecto no está documentado (Necker las dos principales características de las rebeliones indígenas, de las que se
1979: 249-50). ' 1ian enumerado aquí sólo algunas más significativas.

En 1559, con el lema de ''iibertad y guerra sangrienta contra los es- l•:t resplandor de un prof~ta: Oberá
pañoles" se produce nueva rebelión en la comarca de Acahay o Acaraiba
(Díaz de Guzmán 1943: Lib. III, Cap. VIII). En 1561 surge otra en el El levantamiento de Oberá en la región de Guarambaré, por el año
Guairá, acaudillada por "caciques poderosos de la provincia encomenda- de 1579, teniendo en cuenta cómo se procesaba la historia de la conquista
dos en la Asunción" (Díaz de Guzmán 1943: Lib. III, Cap. IX). (•spañola en tierras de los Guaraní, no es un caso aislado de resistencia
contra la colonia. Más aun, puede considerarse como un paradigma de lo
En 1568, "era grande la rebelión de la tierra,, (Aguirre 1949-51, II: que fueron muchos de los movimientos de liberación guaraní.
169-70).
La historia de Oberá es conocida fundamentalmente a través de los
En 1569, durante el gobierno de Felipe de Cáceres, se tuvo que malos versos del arcediano Martín Barco de Centenera, quien dice haber
enviar nuevamente una expedición punitiva contra los rebelados de la zona actuado personalmente en la acción punitiva contra el principal seguidor
de Acahay, y en 1570 otra al Guairá. Quienes promovían estas rebeliones " de Oberá, Guayracá (Barco de Centenera 1602: Canto XX).
eran precisamente indios yanaconas· y de repartimiento que se habían
enviado a los yerbales (Aguirre 1949-51, II: 177). El Padre Pedro Lozano, años más tarde, al historiar la conquista del
Paraguay no hace sino retomar, en prosa, los datos del poema de Centene-
ra (Lozano 1873-75, III: 210-32).
1
"Mandó Cáceres que no se envíen los indios Yanaconas ni de
¡1 respartimiento a la yerb~ porque estando bautizados hablan
herejías y rebelan los demás indios .. (Provisión del 30 de Oberá aparece como indio bautizado que en uno de los pueblos de
Diciembre de 1569) (lbid. ). indios encomendados a los españoles habría escuchado las enseñanzas reli-
1~iosas impartidas por el sacerdote Martín González. Intérprete de la opre-
Los indios de la comarca de Y eruquisaba (que significa precisamen- sión en que vivían los Guaraní, Oberá, con su rara elocuencia, verdadero
te: lugar del canto y de la danza) y de la de Tanimbú. en la cuenca del señor de la palabra, ofrecía a su gente que "los libertaría de la sujeción
Jejui, "estaban encomendados a los vecinos de la ciudad y volvían a sus de los españoles" (Ibid.: 211).
idolatrías, profanando el santo bautismo que habían recibido ... Era el año
de 1577(Aguirre1949-51, II: 195-96).
'34 Bartomeu Me/id S.J.

Oberá, como digo, se llamaba,


que suena resplandor en castellano:
en el Paraná grande éste habitaba,
el bautismo tenía de cristiano:
mas la fe prometida no guardaba,
que con bestial designio a Dios, tirano,
su hijo dice ser, y concebido
de virgen, y que virgen lo ha parido.

La mano está temblando de escribillo,


mas cuento con verdad lo que decía
con loca'. presunción aquel diablillo,
que más que diablo en todo parecía.
Los indios comenzaron a seguillo
por todas las comarcas do venía,
atrajo mucha gente así de guerra,
con que daños hacía por la tierra.

Dejando, pues, su tierra y propio asiento,


la tierra adentro vino predicando:
no queda de indio algún repartimiento,
que no siga su voz y crudo mando.
Con este impío pregón y mal descuento
la tierra se va toda levantando,
no acude ya al servicio que solía,
que libertad a todos prometía.

Mandóles que cantasen y bailasen,


de suerte que otra cosa no hacían,
y como los pobretes ya dejasen
de sembrar y coger como solían,
y sólo en los cantares se ocupasen,
en los bailes de hambre se morían,
cantándoles loores y alabanzas
del Oberá maldito y sus pujanzas. (*)

Entre otros cantares que les hacía cantar, el más celebrado y ordinario, se- 4. Cantor y profeta -opora(va-, tradición viva entre los Avá-katú-eté (o Chiripá)
gún alcancé a saber, era este: Obera, obera, obera, paytupa, yandebe, hiye, hiye, del Mbaracayu y Alto Paraná. "Por causa de ciertos cantores que con sus cantos
hiye, que quiere decir: "Resplandorl resplandor del padre, también Dios a los hacen cometer algunas ceremonias y ritos .. y no vienen a sel'Vir a sus enco-
nosotros, holguémonos, holguémonos, holguémonos": y yo les hice entrome-
tiesen entre aquellas dos palabras paytupa, y la otra yandebe, que quiere decir menderos'' ( Aguirre 1949-50, 11. 21 O).
"también"el dulce nombre de Jesús: por manera que de allí adelante cantaban, Foto Chase-Sardi
así: Obera, obera, paytupa Jesús, yandebe, hiye, hiye, hiye.
I!

36 Bartomeu Melüi S.J. <>hcrd, una respuesta profética contra la opresión colonial 37
·11

111 ivcdades la gente de Oberá llegó a hacer "sacrificio de una ternera. qu~ ...
111
Un hijo que éste tiene, se llamaba :1 I >rasaron en obsequio de Oberá, hasta que reducida a cenizas las esparc1e-
por nombre Guiraró, que es palo amargo. rn11 al viento, queriendo significar con esta supersticiosa ceremonia, que
1 'll Del nombre Papa aqueste se jactaba. ~·omo la ceniza se disipaba por el aire, así habían de acabar ellos a todos
Con éste el padre, dice, "yo descargo los cristianos" (Lozano 1873-75, III: 223).
la gran obligación que a mí tocaba,
con darle de pontífice el encargo". El movimiento fue dominado por el general Juan de Garay, no sin
Este es el que viene bautízando, la colaboración de algunos caciques partídarios de los españoles. Interesan-
y los nombres a todos trasmutando.
tP es, sin embargo, que incluso cuatro mestizos, uno de ellos hijo de portu-
guÍ$, estaban enteramente del lado de Oberá y durante un tie!11Pº intenta-
No quiero más decir de sus errores ron mantener sus reivindicaciones mesiánicas (Ibid.: 228; Metraux 1967:
de que andaba la tierra alborotada :~() ).
en todo el Paraná, y sus rededores;
y así se fue tras él de mano armada. Lozano da por concluida la rebelión cuando Oberá logra huir sin
Mas como éste tenía corrndores, dt'jar rastros y los indios "se fueron poco a poc~ rindiendo, desamparar~n
y gente puesta siempre en gran celada, d<'l todo a Oberá y se fueron reduciendo a servir a sus encomenderos, sm
viendo la pujanza conocída haber apenas quien rehusase admitir el yugo de la sujeción" (Lozano
del enemigo, pónese en huida.
1873-75, III: 229).
Esta fue la causa que estuvíese Mesianismo y religión guaraní
la tierra levantada, como estaba,
y que a servir al pueblo no viniese. En las rebeliones de los Guaraní, aparecen una serie de elementos de
la religión guaraní, que nuevos datos históricos y estudios más modernos
(Barco de Centenera 1602: Canto XX).
V(~ndrán a confirmar como fundamentales.

Esto demostraría que la respuesta profética contra los abusos colo-


Oberá se presenta incluso con ciertos caracteres mesiánicos, divino niales no es una simple rebelión contra la opresión y una liberación de
por su origen y salvador de su pueblo por su misión. Se decía hijo verda- <'sclavitud sino más bien una afirmación de la identidad y una voluntad
dero de Dios, nacido de una virgen, encarnado para la liberación de su (le autenticidad, permaneciendo en el modo de ser tradicional, específica-
pueblo. Un cometa que había aparecido en el cielo por aquel tiempo, él mente religioso.
decía tenerlo escondido bajo su poder, para que, oportunamente, abrasara "
con su fuego a los españoles. Su hijo Guyraró era su pontífice, "con cargo La religión guaraní en este caso no es instrumentalizada en vistas a
de que fuese borrando los nombres que a toda su nación habían impues:o la liberación, sino que es la forma que da sentido al movimiento. Más que
los cristianos, y confiriéndoles con nuevo bautismo, nuevos nombres segun una reacción es una búsqueda. De ahí la gratuidad de la danza ritual
sus antiguos ritos" (Lozano 1873-73, Ill: 212). ('omo expresión sin más de un modo de ser irreductible frente a la cultura
del nuevo dominador.
El movimiento se propagó tanto hacia el sur de Asunción~ por el
Paraná, como por el norte, hacia la cuenca del Ypané, donde estaban los y esto a pesar de los elementos de sincretismo que se advierten en
Guarambarenses. Los Guaraní de Oberá cantaban y danzaban ininterrum- tas manifestaciones de Oberá. El profetismo guaraní no depende de facto-
pidam:en te duran te días. n$ externos aunque éstos pueden contribuir a formar las condiciones de
su aparición: El profetismo guaraní se enraíza en la r~ligión guaraní, e~ ..la
Pero no solamente era la danza ritual guaraní la que hacían revivir que encuentra sus fundamentos míticos y las categonas para su expr~s1on
para oponerse a la dominación cultural española que había llegado con concreta e histórica. Por esta razón, en circunstancias y en tiempos y s1tua-
otra religión. Para marcar su reacción contra el modo de ser colonial y sus
Bartomeu Melta S.J. Oberd, una respuesta profética contra la opresión culonial
38

Tanto Barco de Centenera como el padre Lozano atribuyen la


ciones diversos la estructura del profetismo guaraní presenta las mismas
rebelión de Oberá a que éste habría reinterpretado en términos "subversi-
analogías fundamentales. vos" los sermones mal entendidos del padre Martín González "clérigo
idiota", según ellos (Barco de Centenera 1602: Canto XX; Loz~o 1873-
Ya en 1545 el sacerdote Francisco de Andrada, uno de los primeros
75, III: 210-211). Pero cuando se ve la rebelión de Oberá en un contexto
en hablar específicamente de la religión de los Guaraní, había captado
histórico .más amplio, aparecen otras raíces más profundas que explican
que "no adoraban cosa ninguna", que eran supersticiosos y agoreros, y
,su profetismo y la fuerza de su movimiento .. Es en la tradición guaraní
"todos ellos creían en los sueños" (DHG II: 415-16; cf. Bruno 1966, I:
en sus formas mitológicas_ y rituales, donde se estructura y de dond;
160-61). n~c~ el movimie~to profético como tal, y no en la tradición propiamente
b1bhca, aunque sm duda se pueden establecer analogías entre el profetis-
En 1594, el padrP Alonso Barzana ofrecerá una de las primeras sín-
mo guaraní y el bíblico. El remedo de ceremonias católicas en la acción de
tesis de religión guaraní, entre cuyas manifestaciones se perciben todavía
Oberá .y de otros profetas guaraní son circunstanciales, pero no determi-
los ecos de las rebeliones recientes. nantes.
"Es toda esta nación muy inclinada a religión verdadera o
La rebelión, aunque autóctona, es sin duda una respuesta concreta
falsa ... l~st.a propensión suya a obedecer a título de religión,
a una forma bien determinada de dominación colonial, sobre todo la que
ha causado que no sólo muchos indios infieles se hayan fingi-
se daba a través del trabajo exigido por la encomienda. Pero también es, y
do {~ntre Pilos hijos de Dios y maestros, pero indios criados
tal vez ante todo, un rechazo contra la forma de vida del dominador. Así
entre los <•spañoles, se hayan huido entre los de guerra, y
co'!-11~ la.?ominación se había valido, para afirmarse, del bautismo y de la
unos llamúndose Papas, otros llamándose Jesucristo, han
as1milac1on de formas de vida hispano-cristiana, la reacción anticolonial
hecho. para sus torpezas monasterios de monjas quibus abu-
se manifestaría en la práctica de una especie de contrabautismo y en la
tuntur; y, hasta hoy, los que sirven y los que no sirven tienen
vue~ta a l~s tradicion~s tribales las rp.ás características d~ la identidad y de
sembrados mil agüeros y supersticiones y ritos de estos maes-
la smgular1dad guaram como eran las religiosas.
tros, cuya principal doctrina es enseñarles a que bailen, de día
y de noclw. por lo cual vienen a morir de hambre, olvidadas
De ahí que en varios de los lev~tamientos citados, la rebelión con-
sus sement.PrtuL. Bailes tienen tantos y tan porfiados, funda-
tra la servidu~bre y la encomienda vaya unida con la aposta.sía, que de
dos en su rt>ligión, que algunos mueren en ellos. La mayor
hecho no es smo rechazar el nombre español que se les había impuesto
parte de t·st.a gente unos se han muerto de pestilencia, malos
para .:01n~ de nuevo un nombre guaraní. Aun hoy, entre los Guaraní, e~
tratamientos y guerras y otra gran suma donde hay muchos
func1on de los chamanes de más prestigio el poner nombre a la persona: y
millares, ha treinta años que está alzada contra esta ciudad y
es que entre los Guaraní la persona no se llama de este u otro modo sino
obedecen a sus hechiceros y no admiten Padres" (Barzana,
que es su nombre. En los motnentos de rebeldía anticolonial, el Gu'araní
en Furlong l ~>08: 93-94).
~oma?a conciencia de que su nombre español le había hecho perder su
identidad, y por esto la insistencia de los cha.manes por rebautizar a fin
La religión guarant aparece sacramentalizada en el canto y en la
de reencontrar para cada uno su nombre y su ser verdadero.
danza, bajo la inspiraciim chamánica. La "búsq11eda de la tierra-sin-mal"
habría dominado, hasta tiPmpos modernos, muchos movimientos migra-
Es significativo que en 1616 el indio Paytara, en una rebelión diri~i­
torios de los Guaraní y ('S un tema mítico que tal vez estaba ya presente
da por él, "consiguió que dejasen los nombres españoles y mataran los
en los Guaraní del prinwr tiempo colonial; los chamanes, los "payés" y
perros, vacas y animales habidos de España. y que lo siguiesen a los hos
"hechiceros" según el vocabulario de la época, eran quienes, interpretan- ques, abandonando el pueblo .. (cit. por Susnik 1965: 222-24).
do justamente la servidumbre colonial como el mayor mal concreto, orga-
nizaban la reacción y la n•hPlión contra dicho régimen, y esto a partir de Ceremonias de des-bautismo aparecerán todavía con eierta fn•cw·n
la propia mitología y mPdiante la revitalización de los ritos tradicionales. cia en los comienzos de las misiones jesuíticas, con lo qut> los "'fwdw···
ros" querían significar su oposición al régimen de las n•duccimw\ q1w .,,,
iban implantando (Montoya 1892: 234; 271 ).
40 Uar/omeu Melid S.J.
LOS GUARAN! DEL TAPE EN LA ETNOGRAFIA MISIONERA
DEL SIGLO XVII *
El ocaso guaraní

Toda la acción de Oberá puede ser considerada como un caso típico


de profetismo guaraní que encuentra en la religión guaraní n~vitalizada
la fuerza para su rebelión anticolonial.
La entrada, el contacto y la relación de los jesuitas con los Guaraní,
Hay que reconocer que a fines del siglo XVI la ro11quista de los produjeron documentos donde están registrados importantes datos etno-
Guaraní por las armas estaba en un impase. Los Guar:1n1 s<' rebelaban gráficos. Ahora bien, esta etnografía, aun expresada en elementos disper-
cada vez con más fuerza contra la dominación coloníal. l ,os profetas sos y aparentemente insignificantes, implica una cierta sistematización,
surgían por doquier para levantarse contra la servidumhré' d•• la enco- que podemos caracterizar como misionera y jesuítica. Se trata de hecho de
mienda, que aunque se decía cristiana, buscaba, no tanto ;dmas, cuanto una antropología aplicada a la "reducción".
brazos de trabajo.
La relación etnográfica se da dentro de un proceso histórico deter-
Sólo mudó el panorama cuando a fines del siglo X V l t'on los fran- minado; es un encuentro histórico de dos sistemas que se juzgan mutua-
ciscanos y a principios del siglo XVII con los jesuitas, la ('vangelización mente.
de los Guaraní se intensificó y se sistematizó bajo la forma d.- reduccio-
nes. De este encuentro sólo conocemos la versión histórica, la escrita,
la jesuítica de hecho, pero aun en ella se puede establecer una hermenéuti-
Desde entonces hubo cada vez menos espacio para la manifesta- ca que facilite su re-lectura.
cmn chamánica y para los movimientos de liberación, ya qw· la religión
guaraní fue atacada en su misma esencia. Metodológicamente procederemos de la siguiente manera:

Todavía surgiría algún nuevo Oberá, pero el "resplandor" guaraní l. Levantamiento de fuentes documentales.
estaba entrando en su ocaso hasta desaparecer casi por compldo. Sólo 2. Relectura sistematizada de los datos etnográficos contenidos
es posible percibir algunos de sus destellos entre las nubes del atardecer en las fuentes.
colonial.
3. V al oración etnológica de la etnografía misionera.

Dado el cúmulo de información existente, el análisis se limitará


esencialmente a la etnografía misionera de los Guaraní del Tape.

l. Levantamiento de fuentes documentales

1.1. Historiografía jesuítica


(Sucesión cronológica)

1605-1607 Rodrigues, P. Jerónimo.


"A missao dos Carijos - 1605 1607", en Leite, S.: Novas car-
tas jesuíticas. Sao Paulo 1940, pp. 196-246.
* Publicado en Anais do II Simpósio Nacional de Estudos Missioneiros. (Santa Rosa,
18-22 outubro 1977). pp. 113-17.
Se trata de notas de trabajo que simplemente anuncian temas de investigación.

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