Está en la página 1de 2

Cristina Peri Rossi siempre

Cristina Peri Rossi, heterodoxa y rebelde (Luis Antonio de Villena)

Por su resistencia y por su coraje, Cristina merece por partida triple


el premio", asegura Luis Antonio de Villena en este afectuoso artículo

Cristina Peri Rossi es una luchadora, lo es ahora y lo ha sido siempre.


Y también una mujer heterodoxa y rebelde. Huyó de Uruguay en 1972
(donde ya había publicado algún libro, como Viviendo en 1963 y Los
museos abandonados, en 1969) por el choque brutal que comporta toda
dictadura militar y llegó a París, donde sedujo al alto Julio Cortázar, que
la llamaba "morocha" (a ella no le gusta este recuerdo, pero me lo
permito, pues me lo contó).

Pero terminó en Barcelona. Es una antinacionalista y el clima de la


ciudad —húmedo— sienta mal a sus bronquios, a su asma, pero ha
resistido contra el catalanismo (casi ni puede publicar en la prensa),
contra el clima, y contra los biempensantes, porque nunca ocultó su
lesbianismo ni en los poemas ni en las novelas ni en los relatos (Véase
Playstation, Premio Loewe en 2009). Le dije una vez que si volvía ahora
a Montevideo seria absolutamente la reina. Pero me respondió que no
(yo quiero mucho a Cristina y regañamos mucho, los amores queridos
son los amores reñidos), porque la reina era Ida Vitale y porque una

-1-
Cristina Peri Rossi siempre

mujer heterosexual —agregó— siempre tiene más bendiciones del


poder que una lésbica.

Cristina Peri Rossi —el Cervantes y los 80 años le llegan casi a la par,
me parece que los cumple el 12 de noviembre—, es una escritora nata
y pulsional. Escribe porque la escritura le brota y porque sabe que la
literatura mejor rescata y subraya siempre la vida. Su estilo es esa llana
y honda dicción del clásico del que mucho ha leído y sabe, y por ello
respira cultura. Como quería nuestro Juan de Valdés, escribe como
habla (entiéndase bien) y a ello llamamos "la difícil facilidad". Y ese
sello de lo cercano bien hecho, del coloquialismo hondo, le vale a
Cristina en verso y en prosa, cada cual en sus especificidades.

Cristina me dijo una vez que le costó años perder la nostalgia de


Montevideo y que ahora , pese a que no sea la de antes) le costaría años
perder la nostalgia de Barcelona. Supongo que esto es un "no" a
Montevideo y un "sí" a quedarse entre nosotros. A Cristina el Premio
Cervantes viene a hacerle justicia doble. De un lado, porque lo merece
como poeta y como prosista de una obra abundante y seductora. Y de
otro, porque como tantos notables escritores en España y en estos
tiempos (pero acaso ella más aún) ha pasado por no pocas dificultades
económicas. A Cervantes lo rescataron del Turco, y Cervantes rescata
ahora a Peri Rossi de la pobreza.

Por todo ello, por su resistencia y por su coraje, empecé diciendo que
Cristina es una rebelde, una heterodoxa y una gran luchadora. Merece
por partida triple el premio. Un beso, querida, y que no decaiga.

(El Cultural, El Mundo, 11/11/21)

-2-

También podría gustarte