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Tras analizar las influencias, y siguiendo con el proceso de análisis de la vivienda que Kenzo
Tange hizo para sí mismo desde diferentes puntos: metodología, lenguaje, construcción,
soleamiento y escala, si nos da tiempo.
Nos detenemos ahora en el lenguaje: qué tenemos que buscar, qué nos tenemos que preguntar
para poder realizar un análisis minucioso del lenguaje que Kenzo Tange empleó en la construcción
de su casa particular. Empezaremos un estudio desde algo tan cotidiano y tradicional en Japón
como es el tatami: un elemento sencillo y de proporciones geométricas fijas. Pero que sirve como
unidad de medida para dimensionar toda la vivienda.
Para empezar, nos centramos en la importancia que la cultura japonesa juega en la arquitectura de
Kenzo Tange. Para ello nos centramos en los tatamis (elemento tradicional muy característico de
las casas japonesas. Tradicionalmente se hacían con tejido de paja, y se embalaban con ese
mismo material) y más concretamente en su disposición, que de forma muy sutil proporcionan
todos y cada uno de los elementos de la Casa Propia, desde las ventanas hasta la propia fachada.
A continuación debemos atender a las influencias que tuvo el arquitecto durante toda su vida
(motivo por el cual empleamos información extraída de los análisis hechos anteriormente), el país,
es decir, la cultura en la que se educó, y las corrientes artísticas por las que se vio atraído, para
finalmente poder extraer las características propias de su arquitectura, a través de las cuales no
hace otra que conformar un lenguaje propio que se convierte en sello de identidad del arquitecto
japonés.
Curiosamente las medidas del tatami, aunque muy parecidas, varían en función de la zona de
Japón en la que nos encontremos. En cualquier caso la dimensión aproximada es de 180x90cm,
que se acerca mucho a la dimensión que ocuparía un adulto de pie, de puntillas, con un brazo
estirado y el otro pegado al cuerpo.
El Tatami es un elemento esencial de revestimiento del piso de toda casa de estilo japonés
tradicional. Algo más de 1200 años acompañando y siendo testigo de la vida de los japoneses,
su confortabilidad sumada a una serie de virtudes a favor de la salud y el bienestar, explican el
fuerte apego de los japoneses al Tatami. La historia del Tatami no solo explora el pasado del
Tatami, sino de la vida de los japoneses, permitiendo sondear desde otro ángulo los
acontecimientos del Japón.
El Tatami es un elemento esencial de la arquitectura
japonesa tradicional. Es un material de revestimiento del piso de una habitación tradicional de estilo
japonés (Washitsu), constituyendo junto alTokonoma, el Fusuma y el Shôji, los componentes esenciales
de un Washitsu.
Los Tatami son esterillas en forma de placas rígidas, usualmente rectangulares, cuyos lados tienen
típicamente una relación de 2:1 y un espesor de unos5 cm. Si bien sus medidas difieren de una región a
otra del Japón debido a patrones propios de cada una de ellas, presentan una medida promedio de 91
cm x 182 cm x 5,5 cm.
En la cultura japonesa encontramos numerosos aspectos que han sido heredadas de la cultura China,
no obstante, el Tatami es un producto autóctono, propio del Japón, que se desarrolló a partir de una
concepción original primitiva (alfombras de diferentes materiales) hasta adquirir, innovaciones mediante,
las características del Tatami que conocemos en la actualidad muy acorde a su particular clima.
Su historia, muy extensa por cierto, nos relata no solo de la evolución conceptual del mismo, sino de los
hábitos de las personas del pasado, de las características sociales, económicas y políticas, de los
cambios socio-económicos, etc., a través de algo más de 1200 años de su existencia.
Presentaremos su historia en dos partes. En esta primera parte, nos extenderemos desde el período
Nara hasta la finalización del Japón feudal.
El Tatami más antiguo que se conserva hasta el día de hoy corresponde al período Nara (años 710
a 784), una pertenencia del Emperador Shômu (45º Emperador del Japón). Se trata del «Goshô no
Tatami», un Tatami dispuesto sobre una plataforma de madera y empleada como cama. El Tatami,
consistía en 5 a 6 esterillas de Zizania (Z. latifolia o arroz silvestre de Manchuria) superpuestas,
revestidas a su vez de una cobertura de esterilla de junco (Juncus effusus var. decipiens cv. Utilis),
terminado con un ribeteado con brocado en el borde.
FOTO
Vestigio del «Goshô no Tatami» [Foto A] perteneciente al Emperador Shômu. El mismo se apoyaba
sobre una firme plataforma de madera (especie de ciprés japonés) [Fotos B y C] conformando una
especie de cama de nuestros tiempos.
[Resguardado en Shôsôin del Templo Tôdai-ji de Nara, uno de los monumentos históricos de la antigua
Nara y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO]
En diversas fuentes bibliográficas como el Kojiki (libro de historia más antiguo del Japón, año
712),Nihon Shoki (2º libro más antiguo sobre historia del Japón, año 720), Manyôshû ("Antología de la
Miríada de Hojas", compilado de poesía japonesa más antigua y de mayor relevancia histórica, año 759),
etc., aparece el término «Tatami» señalando genéricamente a los objetos «apilables» o los «plegables»,
tales como las alfombras de algodón, seda o de pieles, esterillas de cárex, etc.
Período Heian
Ise Monogatari y Genji Monogatari dan testimonio del uso del Tatami. En esta época, el uso
delTatami era prohibitivo para las otras clases que no fuera la aristocrática, y su espesor, dimensión y tipo
de ribete (Tatami-beri), dependían de la clase y jerarquía de su propietario, convirtiéndose en símbolo de
poder. Aún más, el Tatami no revestía la totalidad de la superficie de una habitación, sino, se trataba de
un «Tatami portátil» que los nobles trasladaban de un lugar a otro disponiéndolo en el lugar según la
necesidad.
«Suzumushi» de Genji Monogatari Emaki (versión «Takayoshi Genji», Tesoro Nacional del Japón).
[Museo de Bellas Artes Gotô. Tokio], Genji Monogatari
«Asagao» del álbum de obras conocidas como «Genji Monogatari Gajô» de Mitsuoki Tosa. [Burke
Collection]
Notas:
Lo dominante en esta época todavía es la cobertura parcial del piso de madera, revistiendo por ejemplo
el perímetro de las habitaciones dejando al descubierto la superficie central. De todas maneras, podemos
constatar en algunas de las pinturas de la época que se insinúa una tendencia a la cobertura total de la
superficie del piso de las habitaciones (Observe la pintura inferior del Kasuga Gongen Rei Genki Emaki).
En este último período, se estipulan las directrices de los ceremoniales y los atuendos, por medio del
«Amanomokuzu»(1420). Además, se establecen las normas sobre el uso de ribetes en el Tatami en
función de la jerarquía y la clase.
Este cambio en la arquitectura, en conjunción con la etiqueta de la Ceremonia del Té que fuera
incorporada por la familia del Shôgun, obligó a revisar los modales en un espacio de estas características
y promovió la costumbre de sentarse en «Seiza» (arrodillados) en los Tatami.
De esta manera, el Shoinzukuri se transforma en el impulsor de una nueva concepción del piso
deTatami y en el disparador de su difusión.
Al parecer, una habitación de 4,5 Tatami en el templo Ginkakuji, construido por Yoshimasa Ashikaga,
fue la primera en ostentar un piso cubierto en su totalidad con Tatami.
Período Sengoku
Las dos grandes productoras de esterillas de cobertura «Tatami omote» de nuestro tiempos son las
prefecturas de Kumamoto y Hiroshima, con una producción anual superior al 90 % de la producción
nacional. Estas dos prefecturas, precisamente, iniciaron la producción de estos «Tatami omote» allá por
el período Sengoku, en los años 1503 y 1532 respectivamente.
En esta época nace en Osaka una ciudad compuesta por fabricantes de Tatami conocida
comoTatamiyachô.
El período Azuchi Momoyama (años 1573 a 1600 aproximadamente) se caracteriza por la aparición del
estilo arquitectónico Sukiyazukuri, estilo propio de la construcción de las casas de té, bajo el influjo de
maestros de la talla de Sen Rikyû y otros, estableciéndose la superficie básica de un Sala de Té en
4,5 Tatami. La disposición del «Ro» (especie de fogón cuadrado hundido en el piso) da lugar a una
diversidad de variaciones en la forma de colocar los Tatami.
Período Edo
En esta época, la mayoría de los ciudadanos comunes de clase media para abajo habitaban en
viviendas colectivas conocidas como «Nagaya». En éstos, los inquilinos debían llevar sus Tatami, ya que
los propietarios no tenían la obligación de proveérselos. Esto determinó que los ciudadanos comunes
aguzaran el ingenio y desarrollaran la metodología de cuidado de este preciado elemento, para preservar
su integridad y su longevidad. Asimismo nos da cuenta de la uniformidad del estándar de las
construcciones y de las dimensiones del Tatami.
Hechos como, la intensificación de los intercambios entre los sindicatos de compañeros de Tatami-
omote en las grandes ciudades como Edo y Osaka, la creación del sindicato del Tatami, el fomento del
cultivo del junco en Hiroshima, Okayama, etc., el establecimiento del régimen de control de clase y la
creación de 6 rangos entre los involucrados en la manufactura del Tatami dentro del marco del
feudalismo, entre otros, atestiguan la importancia que llegó a adquirir el Tatami en todos los órdenes de la
vida de esta época.
No obstante, en esta época todavía persiste una evidente y marcada diferenciación social, propia del
Japón feudal, que se expresan en las restricciones de los materiales que pueden emplearse para la
confección del Tatami en función de la clase social.