CUADRO PARALELO

“MAL DE ESCUELA” DE DANIEL PENNAC

DARLING JUNIXLEY CAMACHO BALLESTEROS

CÓDIGO: 085151832021

Docente:
BANCA LIGIA QUINTERO HERNÁNDEZ

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA- IDEAD

LICENCIATURA EN LITERATURA Y LENGUA CASTELLANA
PRÁCTICA DE OBSERVACIÓN I: CONTEXTUALIZACIÓN
CREAD KENNEDY - BOGOTÁ
NOVIEMBRE 2021
 LA ESCUELA LA ESCUELA SEGÚN MI
SEGÚN DANIEL PENNAC EXPERIENCIA PERSONAL

El autor nos acerca a su experiencia

personal en la escuela. La forma en la
que ya siendo un adulto puede hablar
de los daños que de una u otra manera
dejó pasar inadvertidos porque solo
quería un poco de tranquilidad.
Pennac, muestra el lado que
generalmente nos negamos a enfocar;
la opinión del “zoquete” “lento” o
“quedado” de la clase. Este capítulo se
convierte en una especie de recorrido
emocional del autor, y es evidente el
sentimiento de ira, impotencia y hasta
de tristeza que empieza a aparecer en
la narración.
Se empieza a desenmarañar la razón
por la cual Pennac quiere hacer un libro
sobre la escuela, pero que tenga como
protagonista al estudiante “zoquete”.
Pennac hace énfasis en repetidas
ocasiones sobre lo imposible que le
resultaba recordar palabras, y la manera
tan hiriente en que (incluso su familia)
se refería a él.
El papel de la escuela en momento, es
más de un ente regulador, de vigilancia;
los profesores enseñan y los niños
memorizan. En esta escuela, el fallar,
(para el autor) era comprobar que jamás
sería alguien en la vida. Todo mundo se
encargaba de repetirlo, pero de distintas
formas.
Mi escuela fue el lugar de bastantes
alegrías, coincido al igual que el autor,
que esta debe responder a las
necesidades del estudiante y de manera
paralela a las académicas.
Si bien en mi paso por las aulas fui
encontrando docentes que me
apoyaron, también sentí frustración e ira
porque estaba acostumbra a exigirme
demasiado, era una alumna aplicada,
más por compromiso que por gusto.
Solo fue hasta grado tercero, y con
ayuda de una gran maestra, que mi
percepción sobre la escuela y la labor
docente cambió.
Mis familia y círculo cercano fueron
parte importante en mi construcción
académica, puesto que siempre tuve la
“libertad” de elegir y a mi gusto, razón
por la cual la presión por esa parte era
nula.

“Soy una nulidad” esta afirmación surge

a partir de la obligación que siente el
niño a ser el típico estudiante modelo. Recuerdo a mi compañero Andrés
Existe el supuesto de tener todo sufriendo en grado octavo por perder
planeado y perfectamente organizado educación física. El alumno modelo está
para “ser alguien en la vida”, Pennac
enfatiza en la manera en la que la
familia condiciona tanto al niño/niña que
este, muchas veces se limita a explorar
sus propios intereses con tal de ver
tranquilidad en el rostro de sus padres.
De allí que la presión por ser lo “que sus
padres esperan que sean”, pone sobre
los hombros de los niños una carga
pesadísima de llevar y que
generalmente ahondará en sus miedos
e inseguridades más profundas. Como
si no fuera suficiente tener que
responder por su propia vida, también
están condicionados a los sueños y
anhelos de sus padres, a cumplir con
sus expectativas. Los niños viven más
pendientes del futuro que de su propia
realidad, justamente por ello no son
conscientes de lo que sucede a su
alrededor.
Culpa de esto es también la falta de
motivación por parte del docente, ya
que muchos omiten el carácter humano
que conlleva la labor que desempeñan y
lo que hacen es poner una barrera entre
su enseñanza y los saberes para la
vida.
Pennac resalta la labor de ciertos
docentes en específico, porque “lo
rescatan” de la tortuosa que fue la A menos de un año de dichos sucesos,
primaria. Andrés se convirtió en un temido
asaltante del sector. El más veloz.
Para el autor, y desde su experiencia, la
forma más fácil de eliminar los miedos
frente a la escuela, es justamente
enseñando esos “temas” de terror.
Cuenta la manera en que su profesor de
matemáticas se acerca a él mediante su
lenguaje matemático (y acota que el
maestro debería interactuar con sus
alumnos así, desde su propia disciplina)
y le ayuda con su dificultad numérica.
llorando en frente de todo un salón
solamente porque sus padres se
enterarán que no cumplió a cabalidad
con la única cosa que debía hacer:
“estudiar”
El profesor Guillermo no le presta
atención, hace un gesto de desdén con
su mano y se aleja del salón mientras se
pone sus gafas de sol.
Andrés aterrorizado y a punto de entrar
en un mar de lágrimas, agarra su
maleta, y sale corriendo por los pasillos
del colegio. Con tan “buena suerte” que
la puerta se encontraba abierta y Andrés
huyó del colegio.
Andrés duró 15 días extraviado. El día
16, llegó con su mamá al colegio, había
huido porque no soportaba llevarle
malas notas a su madre, que vivía
repitiéndole a diario que lo único que le
pedía era la excelencia. ¡A un niño de 12
años!
Andrés no soportó los días en el colegio,
poco después se retiró y decidió que
estudiar no era lo suyo.
Uno de los recuerdos que más me
marcó frente a este apartado, fue la
actitud de mi maestra Maribel, en grado
séptimo. Tuvimos que crear un cuento
sobre algunas imágenes que nos fueron
proporcionadas por otros compañeros.
Cuando terminamos de redactar,
A partir de aquí el autor nos
contextualiza con una escuela en la que
los niños, aunque aplicados en sus
labores escolares, presentan otro tipo
de conflictos también. Resalta la
importancia de socavar en esos
quiebres y propiciar al niño un espacio
de seguridad donde pueda estar
cómodo y expresar sus
inconformidades.
Una expresión que cabe la pena resaltar
en este apartado, es “soy el guarda del
museo, guio mecánicamente una visita
obligatoria” Pennac nos transmite la
impotencia que sentía cada vez que sus
clases eran magistrales. La manera en
la que interactuaba normalmente no se
encontraba en medio del aula cuando él
pretendía poseer el conocimiento
absoluto, se sentía desgastado porque
su tiempo había sido lanzado a la
basura, (probablemente el de sus
alumnos también) se hace una crítica a
las clases memorísticas y de pseudo
conocimientos, si la mente y el corazón
del maestro no se encuentra en el aula,
simplemente no existe canal
comunicativo.
Pennac nos desmonta la oración “lo
hiciste adrede”, a través de la
estructura, el significado de cada
palabra y la carga semántica que estas
llevan nos enseña la cara de la
frustración del alumno.
De tantas veces que ha escuchado en
su diario vivir en la escuela, el
estudiante se convence de ser el
culpable de un sistema que inhibe por
completo su desarrollo personal y lo
lleva a la isla del auto sabotaje.
Los discursos de reproches por parte de
padres, maestros o directivos, hacen
que los niños crezcan con el
convencimiento de merecer su vida de
entregábamos el cuento y la docente lo
evaluó.
Luego de halagar a toda la clase por su
capacidad de redacción y la imaginación
que poseían, a mí me mencionó de
última. Su expresión al entregar mi
cuento y mencionar que era “demasiado
absurdo y carente de sentido” me
desmoronó.
Debido a esto, dejé de escribir durante 4
años de mi vida, dejé el periódico
escolar que tanto me había aportado y
decidí que en su clase no participaría
jamás.
Años más tarde, ese cuento ganaría el
concurso de cuento a nivel local.
Cuando mi madre se enteró que quería
ser docente, justo antes de salir del
colegio, lloró incesantemente.
Pude ver en su rostro como caían las
lágrimas de frustración e incluso, como
de boca salían reproches a la buena
educación que había recibido.
Mi madre, angustiada por la ola de
violencia que desde siempre ha tenido
como blanco a los docentes, se negaba
a aceptar que su hija menor quisiera
serlo.
Si hubiera hecho caso a sus palabras,
probablemente estaría trabajando en
una gran oficina, con un sueldo
zoquete o niño problema.
Pennac afirma que muchos de los
estudiantes “zoquetes” se sienten
excluidos por los demás, y que es ahí
donde en vez de buscar culpables, se
debe identificar el problema y hacerle
frente desde el aula de clase.
El autor plantea el término “zoquete
contemporáneo”, mejor nombrado a lo
largo del capítulo como Maximilien, un
adolescente rebelde que viste a la moda
para llamar la atención y encerrarse en
su aspecto visual para omitir los vacíos
generados por crecer en medio de
familias disfuncionales, consumistas y
dependientes de las modas.
Por su parte, se auto critica como
docente, puesto que señala que a veces
se disfruta con el sufrimiento del
alumno, tal vez porque la “superioridad”
con la que el alumno debe verlo no
corresponde con el nivel de respeto que
este le tenga, sin embargo, también es
consciente que dichas actitudes, son las
que replican y aumentan las dificultades
en el aula de clase.
Señala también que debe guiarse al
estudiante a enfrentarse con esos
miedos, y a desencasillarse de lo que se
pretende este sea, pues este solamente
responderá de manera positiva al
estímulo si este es de su agrado.
aceptable, pero con un vacío en el alma.
Hoy, después de un largo proceso, de
aprendizajes y errores, veo como el
rostro de mi madre se alegra al ver que
he ido construyendo mi sueño, y no
escuché esas palabras que en medio de
su euforia me dijo.
Al leer este apartado, me remití a los
recuerdos en mi postura de docente.
De cómo a veces intentando ser la
maestra ejemplo, solo me convertía en
una repetidora de información y sin
sentido, porque dejé muchas veces que
primara la imagen que pudiese llevarse
un coordinador u otro maestro.
El caer en ese círculo vicioso de “hacer
lo correcto” o “hacer lo que me
corresponde” me llevó muchas veces a
pasar sobre mis alumnos, que, en su
mayoría, solamente fueron víctimas de
una maestra desorientada.
El eje central en esta parte, es ver cómo
el papel del docente es fundamental En este punto, pude comprender el
para el buen desarrollo escolar del motivo por el que amé a mis profesores,
alumno. Se critica de manera tal la siempre estuvieron dispuestos a
forma en que el docente se desinteresa escuchar y a mediar entre el
de las afecciones que sufre su alumno, conocimiento y lo personal.
que lo lleva a convertirse en un mero
reproductor de teorías y disciplinas que, Nutrieron mi vida con su amor y
en los problemas reales de los supieron ser cómplices en mi
estudiantes no tendrán relevancia aprendizaje.
alguna.

Por otra parte, se da una mirada real al

papel del “zoquete” en el aula de clase,
ya que este será el motivo de la auto
exigencia del maestro. Este hará que
salga de su zona de confort y le obligue
a innovar.