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Historia de la Fisioterapia en México

Lucette Ugarte Sierra(*) Dr. José Gaspar Rodolfo Cortés Riveroll(**)


(*) Escuela de Fisioterapia, Facultad de Medicina, BUAP. (**)Facultad de Medicina, BUAP

Resumen.
La Historia de la Fisioterapia en México y en el mundo es muy corta,
aunque sus procedimientos se puedan seguir en el devenir de la medicina
desde la época hipocrática, pero como disciplina científica y con un
quehacer específico, es hasta principios del siglo XX, cuando se empieza a
conformar. Su crecimiento es México es lento y el Estado le otorga poca
importancia; sin embargo, una epidemia de poliomielitis, será el detonante
para su despegue. Nuestra Facultad de Medicina, con una larga tradición de
formación médica, es innovadora al abrir la primera licenciatura
universitaria en fisioterapia, colocándose al frente de esta nueva forma de
enfrentar la enseñanza de esta disciplina del área de la salud.

Introducción.

En nuestro país los profesionales de la rehabilitación física son escasos, en términos generales
existe un “terapeuta físico” por cada 100,000 habitantes y un “terapeuta ocupacional” por
cada 200,000; los médicos especialistas en Medicina de Rehabilitación no llegan a 1,500 y el
número de éstos, que ha cursado el postgrado en Rehabilitación Pediátrica no supera los 200.
La terapia física es una rama de la medicina que no había logrado un progreso científico pleno
hasta los años cuarentas, así lo expresó el médico Nicandro Chávez en su libro Terapia física,
escrito en 1948 en México. Por algún tiempo, la terapia física estuvo olvidada de la profesión
médica y se le consideraba como conocimiento puramente empírico. No obstante, en esta
época se realizaron varias investigaciones que sacaron a al terapia física del aludido
empirismo, de entre estos investigadores destacan Coulter, Kruser, Hanson y Kovacs. Al
respecto, el mismo Chávez comentó “se conocen mejor sus indicaciones”, pues se habían
precisado las técnicas de aplicación y se observó, lo que hacían los diferentes agentes físicos
en el cuerpo humano. [2]
En el año de 1957, Alfonso Tohen Zamudio escribió un libro sobre Medicina Física y
Rehabilitación, en donde recopiló los conocimientos adquiridos sobre su experiencia, en el
área de fisioterapia en el Hospital Infantil de México, y que sirvió principalmente para los
cursos que se realizaron en este hospital. En su libro mencionaba, que a los médicos
dedicados al área de la terapia física se les nombraba “fisiatras” y que el libro era la respuesta
a la necesidad de contar con literatura sobre este tema en nuestro idioma, pues presentaba los
conceptos principales y la aceptación que tenía la disciplina en aquella época. [6] Es preciso
señalar, que en el devenir histórico de la fisioterapia hubo un gran vacío, que fue ocupado por
médicos dedicados a la rehabilitación, lo que al mismo tiempo impidió el crecimiento del
área.

1
A partir del año 2001, se inició formalmente en nuestra Universidad, la Licenciatura en
Fisioterapia en el seno de la Facultad de Medicina. Con este programa y de forma inédita, se
dio inicio a la enseñanza profesional de este segmento del conocimiento del área de la salud,
descuidado en casi todo el siglo XX. Las dos primeras generaciones de egresados, han
confirmado lo que se sospechaba, una gran necesidad de profesionales –más no sólo técnicos-
que se incorporen de inmediato a las instituciones de rehabilitación, que claman y exigen
egresados con este perfil, no solo de asistencia, sino de trabajo científico, dándole un giro al
ámbito de ejercicio de la fisioterapia abarcando la asistencia, docencia e investigación. Pero
no todo ha cambiado, en México aún existe una gran escasez de libros de texto especializados
y destinados específicamente a la formación integral de estos profesionistas. Debido a esto
hay una gran necesidad de documentos históricos donde se puedan registrar los avances y
logros del conocimiento fisioterapéutico para las nuevas generaciones; la materia de Historia
y Filosofía de la Medicina, cae en este ámbito y es por ellos que nos dimos a la tarea de iniciar
–parcialmente y con limitantes-, el relato de nuestra propia historia con respecto a la
Fisioterapia. El trabajo fue difícil y desilusionante en muchos casos, puesto que si había un
vació en la historia, mucho menos existen documentos de ello, y por lógica, no se puede
escribir “historia” sin documentos; no obstante, pudimos allegarnos –no sin dificultades-
algunos materiales, dispersos, algunos muy generales y otros muy puntuales, e incluso
algunos, carentes de rigor científico. No obstante, con algunas entrevistas, hemos podido
redactar –en la medida de lo posible-, una versión propia del desarrollo de la Fisioterapia en
México, durante la segunda mitad del siglo XX.

Cronología de los Servicios de Fisioterapia en México.

El Hospital Infantil de México, surge con la idea de atender a niños enfermos de bajos
recursos económicos, y se inaugura oficialmente el 30 de abril de 1943. Nace así, el servicio
de Rehabilitación Pediátrica, único en su género en toda la República Mexicana. Gracias a
esto, apenas una década después la Rehabilitación pediátrica tuvo un incremento muy
considerable a causa de un brote epidémico de poliomielitis, y hasta 1952, se habían formado
80 terapeutas técnicos que pudieron satisfacer las demandas de esta epidemia; pero a partir de
1953, la formación en rehabilitación tuvo grandes cambios, pues de la fisioterapia
parcializada que se había venido practicando, cambió hacia una rehabilitación con mayor
integración.
El 4 de junio de 1964 el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF),
inaugura el Centro “Gaby Brimmer”, el primero de los cuatro Centros de Rehabilitación en el
Distrito Federal y cuyo objetivo principal, fue el de dar respuesta a la atención educativa de
los niños con discapacidad motora secundaria a la poliomielitis.
El 15 de julio de 1968 se constituyó además, el Instituto Mexicano de Asistencia de la Niñez
(IMAN), que ayudó a resolver los problemas originados por abandono y explotación de
menores, respaldado legalmente en 1974, con la creación de la Procuraduría de la Defensa del
Menor, que asesora y otorga servicio jurídico y social a la población, y destinada a proteger a
los niños y sus familias. Hoy día, este Instituto dirige sus funciones para colaborar en la

2
consecución del bienestar de la infancia, a través del fortalecimiento del núcleo familiar y
ampliando los sistemas de protección.
En 1976 cambia su denominación por Instituto Mexicano para la Infancia y la Familia, para
apoyar la integración familiar y fomentar el sano crecimiento mental y físico de los niños. En
1977 se crea el DIF, que busca promover el bienestar social en el Estado. En diciembre de
1982 el Sistema DIF se integró como organismo descentralizado al Sector Salud, y se le
encomendaron los programas de asistencia social; desde ese momento sus objetivos son
participación familiar y comunitaria, mejoramiento de la comunidad, prestación de servicios
de asistencia social y asistencia alimentaria, entre otros.
Por otro lado y en relación con el carácter cada vez más científico de la disciplina, en el año
de 1964 se realizó el primer Congreso Latinoamericano de Rehabilitación, y durante el
período de 1967 a 1973, la Dirección General de Educación Especial comisionó a una unidad
de detección de invalidez, formada por un equipo multidisciplinario que realizó un censo, en
el que se evidenciaron los problemas en los niños desvalidos y la necesidad apremiante de su
atención. Surge entonces, la primera Escuela de Educación Especial, dirigida por Odalmira
Mayagoitia, y tras solicitar la asesoría necesaria de la Dirección General de Rehabilitación, de
la Secretaría de Salubridad y Asistencia se logra -con la suma de esfuerzos-, la construcción
del primer Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), en la ciudad de
Campeche, que fue inaugurado el 12 de agosto de 1974; paralelamente empezaron a funcionar
las Unidades Básicas de Rehabilitación, en pequeñas poblaciones y municipios de todo el
país. En el marco legal también hubo avances, se promulgó un Reglamento de “Prevención,
Invalidez y Rehabilitación de Inválidos” en 1976, y en la Ley General de Salud, se
incorporaron acciones para la prevención y rehabilitación de los discapacitados.
Posteriormente se cambió el concepto de “minusválidos”, utilizado hasta la década de los
ochenta, por el término “discapacitados”.
Surge entonces el programa de empleo para discapacitados, quedando como responsables de
su aplicación: la Asistencia Social y la Dirección General de Rehabilitación de la Secretaría
de Salud que después se dividió en el Instituto de Comunicación Humana, el Centro de
Rehabilitación para débiles visuales, el Instituto de niños Ciegos, y la Escuela Nacional de
Ciegos.
Durante el sexenio del Presidente Luis Echeverría, se transformó el Centro de Rehabilitación
del Sistema Músculo Esquelético, en el Instituto Nacional de Medicina de Rehabilitación.
Iniciando funciones con cuatro institutos: el de Rehabilitación, el de Niños, el de Ortopedia y
el de Comunicación humana. [1]
En 1982 se estableció un convenio para que se le entregaran al DIF Nacional, todos los
servicios de Rehabilitación no hospitalarios, por parte de la dirección General de
Rehabilitación; y así en 1984, pasaron a depender del DIF todos los CREE, las unidades
básicas de Rehabilitación, el Instituto de niños ciegos, la fabrica de escobas de ciegos y la
Escuela Nacional de Ciegos. A partir de que los CREE son controlados por el DIF han
crecido en gran medida y en la actualidad existe un número mayor y con mejor cobertura a la
población de todo el país. De manera similar, se constituyó el Centro Nacional de
Rehabilitación, con la fusión de tres institutos: el de Comunicación humana, el de
Rehabilitación y el de Ortopedia.

3
El Centro Nacional de Rehabilitación para el Trabajo de Metepec –en la ciudad de Atlixco,
Puebla-, abrió sus puertas el 2 de abril de 1982, como Centro de Concentración Nacional que
trataba lesiones discapacitantes severas. En este centro se otorgó una rehabilitación integral y
se constituyó en el Centro Nacional de Rehabilitación para el Trabajo, perteneciente al
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Contaba con 23 hectáreas de extensión y fue
considerado entre uno de los diez mejores a nivel mundial, y el más grande de América
Latina. Disponía de 520 camas para hombres y 160 para mujeres. Cuando llegaba el paciente
por primera vez, se hacía una valoración por el equipo multidisciplinario y se fijaban metas y
tiempos de recuperación. En este centro se inició la valoración fisioterapéutica, que se
integraba al expediente clínico, conformándose el modelo de atención en Fisioterapia por
primera vez en México.
En Centro contaba con servicios de: consulta médica; prótesis y órtesis, diseñado y montado
por veteranos de Nueva York; terapia ocupacional con área de tratamiento y actividades de la
vida diaria; terapia física con tres gimnasios; electroterapia e hidroterapia, para ésta última se
disponía de tanque terapéutico, seis tinas de remolino y tres tinas de Hubbard; rehabilitación
cardiaca, que incluía telemetría inalámbrica; talleres de adiestramiento múltiple; talleres de
mecánica, imprenta, costura, carpintería, metalurgia, fotografía, reparación electrodomésticos.
Además se inicio la administración del tiempo libre y se contaba con profesores de educación
física, a los que se les preparó como “terapeutas recreativos” y participaban en estas
actividades con los pacientes, trabajando en gimnasios de duela para básquetbol y voleibol, y
en canchas externas de tenis, básquetbol, voleibol, fútbol y una pista circular para deporte en
silla de ruedas. Por si fuera poco, también había un cine, un teatro, un audiorama, y un área
especial para juegos de mesa. Por motivos políticos, este centro cerró sus puertas cuatro años
después de su inauguración y se perdió un gran recurso para la rehabilitación de la
discapacidad severa y con ello, un retraso en la atención asistencial en fisioterapia en nuestro
país.1

Historia de la enseñanza en Fisioterapia en México.

La fisioterapia como disciplina científica que se enseña, es una rama nueva en el área de la
medicina en México. Tiene sus inicios en los años cincuenta, a consecuencia de la epidemia
de poliomielitis que dejó un gran número de inválidos y con ello, una gran necesidad de
personal entrenado encargado de toda la rehabilitación de aquellos que quedaron con secuelas
invalidantes. [3] Como respuesta a esta necesidad se inició –sin metodología-, la capacitación
de profesores de educación física y enfermeras, para cubrir de forma rápida la mencionada
necesidad. Ante la demanda de este personal capacitado, se empezaron a implementar las
escuelas de fisioterapia en México; destaca entre las primeras, la que se abrió en el Hospital
Federico Gómez, aunque con pocos egresados. Más tarde, también se abre la Escuela del
Instituto Mexicano de Rehabilitación, cuyos alumnos, además de prepararse para la atención
de individuos con secuelas de poliomielitis, son capaces de dar atención a muchas otras
1
Entrevista al FtTO. Jaime Rebollo Vázquez. Jefe del Servicio de Terapia Física en el Centro Nacional de Rehabilitación
para el Trabajo Metepec.

4
secuelas invalidantes. Posteriormente, dieron inicio las escuelas de la Secretaría de Salubridad
y Asistencia, la del DIF, la del Hospital Inglés, la del IMSS, y la del ISSSTE.
En el Hospital Federico Gómez de la ciudad de México, en 1943 se inició el primer curso de
“terapia física”, que tenía una duración de entre tres y seis meses, y dirigido a un grupo de
enfermeras; es así como surgió la primera escuela de Terapeutas Físicos en México. En el
mismo hospital, pero entre 1954 y 1965, el programa de estudios de la carrera se amplió a un
año. De este periodo egresaron 101 terapeutas físicos, los que para ingresar debieron tener
estudios previos en enfermería.
El primer curso de “terapia ocupacional” se impartió en 1958, del que egresaron veinticinco
Terapeutas ocupacionales. Ese mismo año Alfonso Tohen Zamudio con la colaboración de
Guillermo Ibarra, publicaron el libro “Medicina física y Rehabilitación”.
Para 1966, los cursos de Terapia Física y Terapia Ocupacional se modificaron por el
incremento del programa a dos años, cambiando los requisitos de ingreso, pues ahora se podía
ingresar con estudios de secundaria o enfermería. Con este programa y hasta 1975, se
graduaron 57 terapeutas físicos y 26 ocupacionales. A partir de 1976, nuevamente se
incrementó la duración de los estudios a tres años, y los requisitos para el ingreso se
incrementaron a estudios de preparatoria o equivalente. Con esta modalidad se mantuvo el
programa hasta 1987, y egresaron 74 terapeutas físicos y 9 ocupacionales.
En 1988 con el cambio de la Jefatura del Departamento de Rehabilitación –ahora a cargo de la
Laura Peñalosa Ochoa-, se reestructura nuevamente el programa académico de terapia física y
se inician trámites ante la Secretaría de Educación Pública, para avalar el surgimiento de la
Escuela Superior de Terapia Física, lo que se consigue el 25 de marzo de 1988, obteniendo el
nivel de licenciatura con registro oficial, a partir de entonces se comenzaron a revalidar los
estudios de los egresados desde 1944. En al actualidad el programa académico consta de 8
semestres, los primeros seis donde se abordan las materias teóricas, y los dos últimos abarcan
la práctica clínica, finalizando con un año de servicio social.
En el año de 1954 se fundó la Escuela de Medicina Física y Rehabilitación “Adele Ann
Iglesias” del centro médico ABC, pero hubo que esperar hasta junio de 1980, para inicia la
formación de sus alumnos en nivel licenciatura. [8]
La escuela del ISSSTE empezó desde el año de 1971, pero en el año de 1985 tuvieron que
cambiar la escuela a las aulas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias de la
UNAM, debido al sismo que sacudió a la ciudad de México. Hasta 1987 habían egresado 114
extranjeros y 396 mexicanos.
A diferencia del Hospital Federico Gómez, que inserta un servicio de rehabilitación, el
Instituto Mexicano de Rehabilitación fue constituido específicamente para este fin y
acreditado legalmente el 20 de octubre de 1985, e inaugurado oficialmente el 7 de julio de
1960. En 1962 se formó el Departamento de Enseñanza y se empezaron a impartir los cursos
técnicos de terapia física, terapia ocupacional, fabricación de órtesis y prótesis. Desde su
inicio y hasta 1983, había egresado 117 extranjeros, 129 del interior de la Republica y 358 del
Distrito Federal. La carrera tenía una duración de tres años, cuatro semestres de teoría y
práctica, un semestre de práctica clínica rotatoria y un año de servicio social, presentando al
final una tesis y examen profesional. Los alumnos de este Instituto, realizaban prácticas en
lugares como el Instituto Nacional de Nutrición, el Hospital General de la SSA, el Hospital 20

5
de Noviembre, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, la Asociación pro-
paralítico cerebral, el Hospital Shriner’s para niños lisiados, la Unidad Norte de Medicina
Física y Rehabilitación del IMSS. En el Centro Nacional de Rehabilitación en 1973, se inicia
-como parte del Programa Nacional en Rehabilitación-, la Escuela para Técnicos en Terapia
Física, Ocupacional, Prótesis y Lenguaje. [1]
En los centros CREE de la republica se han graduado gran parte de los fisioterapeutas que hoy
ejercen en nuestro país. El centro nacional modelo “Gaby Brimmer” ha graduado desde que
abrió sus puertas en 1974 a 476 terapeutas físicos y 155 terapeutas ocupacionales, graduando
la mayor cantidad de terapeutas físicos entre 1984 y 1985. El centro nacional modelo
“Iztapalapa” graduó a su primera generación en 1990 teniendo hasta 2006: 133 egresados de
terapia física y 12 de ortesis y prótesis. Graduando la mayor cantidad en 1997 con un numero
de 17 fisioterapeutas. El CREE Puebla gradúa a su primera generación en 1995 y de esa fecha
hasta 2006 han egresado 128 fisioterapeutas y 31 terapeutas ocupacionales, graduando 19
fisioterapeutas en el 2000 siendo éste el mayor numero. El CREE Toluca ha graduado a 95
terapeutas físicos, 22 ocupacionales y 10 ortesistas, desde 1997 hasta el 2006, siendo el mayor
numero de graduados en el año 2000. El Instituto de Desarrollo Humano de Chiapas desde
1998 hasta 2006 ha egresado a 69 fisioterapeutas.
No debemos olvidar, que también en el ya extinto Centro Nacional de Rehabilitación para el
Trabajo de Metepec, había muy poco personal que lo atendía, y que por ello participaban los
estudiantes de terapia física en servicio social y estudiantes del Centro Mexicano de
Rehabilitación, en la atención de pacientes en este nosocomio, lo que fue de indudable ayuda
para su formación. Fue en este lugar donde también se inició la escuela de Terapeutas Físicos
del IMSS, que luego abrirán sus planteles en Monterrey, en Guadalajara y en el Distrito
Federal. La capacitación en el área en Puebla, finalizó en 1994 y en la actualidad sólo se
realiza en el Distrito Federal. En Puebla al cerrar sus puertas Metepec, se trasladó al Centro
Médico de Especialidades Manuel Ávila Camacho, mejor conocido como San José.2
En 1995 se creó la primera Institución privada de Educación Superior que en México, se diera
a la tarea de formar en una sola sede a profesionales con nivel de licenciatura en las áreas de
Terapia Física, Terapia Ocupacional y Terapia del Lenguaje, esta es la Escuela de Estudios
Superiores en Rehabilitación. que más tarde cambiara su nombre por Centro Mexicano
Universitario de Ciencias y Humanidades (CMUCH). El CMUCH ha graduado a once
generaciones con un total de 387 egresados de terapia física, 34 de terapia ocupacional y 49
de terapia del lenguaje, con un total de 470 egresados.
En octubre de 1999, se decidió crear el Instituto Teletón de Estudios Superiores en
Rehabilitación (ITESUR), en el cual se lleva a cabo la formación de profesionales en el área
de rehabilitación pediátrica, impulsando la alta calidad en su preparación. La carrera de
Terapia física para los centros Teletón se inicio en el 2001 con reconocimiento de la
Universidad Autónoma del Estado de México, han ingresado 6 generaciones. De la primera
generación egresaron 17 alumnos en Agosto de 2006. Se encuentran en formación 96 alumnos
de 5 generaciones. Es una carrera Universitaria que se cursa en 10 semestres de los cuales 2
corresponden al Servicio Social. Consta de 55 asignaturas que abordan los aspectos
biomédicos, clínicos, y de integración del conocimiento. En la formación de estos
2
Idem.

6
profesionales intervienen 92 docentes, algunos imparten la teoría y otros la práctica. Los
alumnos se preparan en las instalaciones del Instituto Teletón de Estudios Superiores en
Rehabilitación, la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México y
en instituciones de salud y rehabilitación del Sector Salud.
El 31 de Julio de 2001 el consejo Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla (BUAP), aprobó la creación de la licenciatura en Fisioterapia en la Facultad de
Medicina, [7] y se inician los estudios de la licenciatura en agosto de 2001; el programa
consta de 9 cuatrimestres teóricos, de los cuales comparte los cuatro primeros del nivel básico
con la licenciatura en medicina, un tronco común universitario (que también comparte con
todas las licenciaturas de la universidad), y el nivel Formativo, donde se imparten las materias
disciplinarias de Fisioterapia. Al finalizar la parte teórica se debe cursar un cuatrimestre de
práctica clínica supervisada y un año de servicio social.
La demanda de esta licenciatura en la universidad ha sido grande, en el año 2001 la solicitaron
197 estudiantes y fueron admitidos 42, para el año 2002 quisieron ingresar 375 pero solo se
acepto a 43. A partir del año 2003 se abrió el mismo programa en el campus Zacapoaxtla, en
este año intentaron ingresar 418 alumnos, pero solo se aceptó a 61 en los dos campus. A partir
de este año, la licenciatura se posiciona como al carrera más difícil para los alumnos de nuevo
ingreso a la BUAP. Para el año 2004 la licenciatura participó en la feria de las profesiones,
donde se orienta a los alumnos que desean ingresar, que deben tener un promedio alto para
poder aprobar el examen de admisión, ya que la relación de ingreso en el año 2003 fue de
6.8:1, y en ese año realizaron trámites 442 alumnos de los que ingresaron solo 67; para el
2005 la demanda fue de 379 alumnos aceptando solo a 68, y en el año 2006 la demanda fue
mayor a 400, quedando matriculados 50 alumnos.3 A partir de este año 2007, se cierra el
campus Zacapoaxtla por problemas políticos y falta de personal calificado, y en el
cuatrimestre de otoño, los alumnos que se encuentran estudiando en este campus, se
concentraran en Puebla.
El programa de la licenciatura en Fisioterapia en la BUAP, se diseño siguiendo los
lineamientos mundiales, como son que la planta docente en el nivel formativo sean
Fisioterapeutas que transmitan hacia los alumnos valores éticos y morales de la profesión con
la finalidad de que el perfil salga bien identificado. Hasta ahora ocho alumnos de la
licenciatura han realizado prácticas clínicas o las prácticas supervisadas, en el extranjero
(España y Alemania), y se han recibido a seis extranjeros, 5 de España y uno de Colombia.
Se ha iniciado el quehacer científico y los alumnos tienen participaciones a partir del II
Congreso de Fisioterapia, y se han desarrollado las Jornadas Universitarias, evento bianual
que inicia el trabajo académico interinstitucional de la fisioterapia.

Asociación Mexicana de Fisioterapia.

Tiene su origen en la antigua Asociación de Terapia física y Rehabilitación (AMTFR), y


algunos de los Terapeutas Físicos que inicialmente la integraron fueron: Graciela Fuentes,
Daniel Cinta, Graciela López, Helvecia Ramírez y María Eugenia Faril. El acta constitutiva
3
BUAP. Resultados del Examen de Admisión 2001-2006.

7
se firmó el cinco de julio de 1961, y desde esa fecha, ese día quedó oficialmente reconocido
como el día del Fisioterapeuta.
En el año de 1970, la Asociación se incluyó en la World Confederation of Physical Teraphy
(WCPT), en el Séptimo Congreso Mundial y Octava Asamblea General, realizado en
Ámsterdam; en ese evento ingresaron también las Asociaciones de Fisioterapia de Francia,
Jamaica, Japón, Pakistán, Filipinas y Rodhesia. La WCPT instaurada el 8 de septiembre de
1951, contaba en ese año con 29 países miembros.
Por razones que aún no del todo claras, la Asociación Mexicana de Terapia Física y
Rehabilitación dejó de operar en el año de 1979, sin que por ello se disolviera por completo; y
no fue sino hasta el 3 de julio de 1996, con la protocolización de un acta de asamblea que la
Asociación fue rescatada, destacando entre los fisioterapeutas Enrique Mezo, Margarita
Carrara, Carlos Vázquez y María Isabel Herrera, quienes se desempeñaron como mesa
directiva. En el periodo de 1999-2000, quedaron al frente de la Asociación, Enrique Mezo,
Angélica Cortés, Guadalupe Sierra y Lina Balseiro.
En 1996, en la Asamblea General de la WCPT, se estableció el día 8 de septiembre, como el
día Mundial de la Fisioterapia, y en el año 2000, México ingresó a la Confederación
Latinoamericana de Fisioterapia y Kinesiología (CLAFK), gestionando su retorno a la WCPT.
En octubre del año 2000, se realizó en el Instituto Politécnico Nacional, el Congreso de
Fisioterapia, con la participación de países integrantes de la CLAFK e invitados de España.
Cabe destacar que México participó en el Octavo Consejo Consultivo de la CLAFK.4
En todo este periodo y hasta 2004, las oficinas de la AMTFR se ubicaban en la colonia
Nápoles en la ciudad de México, gracias al préstamo del espacio físico facilitado por la
Fisioterapeuta Berena Guerber.
La Asociación fue dirigida en los años de 2001-2002 por Angélica Cortés, Jaime Rebollo,
Juana Ramírez y Leticia García. En junio 2001 se logró un crecimiento nunca antes visto de la
profesión, al abrirse la Licenciatura a nivel Universitario en la Facultad de Medicina de la
BUAP, con un programa elaborado por los Fisioterapeutas Jaime Rebollo y Nelly Cedeño. Es
a partir de la creación de la licenciatura en Fisioterapia en una Universidad Autónoma cuando
se reestructura la Asociación, se actualizan los estatutos, y en una asamblea plenaria el 29 de
septiembre de 2001, se aprueba el acta en la que se cambia el nombre de la AMTFR por el de
Asociación Mexicana de Fisioterapia A.C. (AMEFI). Es en este periodo donde se
descentraliza la Asociación y se crean las vocalías, siendo Puebla y Querétaro las primeras,
permitiendo con esto que las sesiones académicas se realicen en diferentes Estados de la
República. Destaca la primera sesión de la AMEFI que se realizó en la ciudad de Querétaro.
Un segundo Congreso de Fisioterapia se realizó en 2001, esta vez con el apoyo de la
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en el que se logró reunir a más de 600
fisioterapeutas, con participaciones de Estados Unidos, España y México. Este evento marca
el inicio de una nueva era para la Fisioterapia, al encontrar una gran respuesta por parte de los
profesionales y las autoridades.
En los años 2003-2004 la mesa directiva de la AMEFI, la integraron Jaime Rebollo, Josina
López, Juana Ramírez y Obdulio Bello. En febrero de 2003 fallece la vicepresidenta Josy y se
reestructuró la dirección siendo vicepresidente el Fisioterapeuta Enrique Mezo y un año más
4
Entrevista con la Ft. Nelly Cedeño Sucre. Secretaría de la Asociación Mexicana de Fisioterapia.

8
tarde Andrea Pérez. En el año 2003 se reactiva la membresía de México ante la WCPT, y se
volvió un miembro activo con todos los derechos y obligaciones que esto implica. Se celebran
diferentes congresos en los que la asociación participó, como el XV internacional de
Fisioterapia en Barcelona, la XIV Asamblea General de la WCPT y la XI de la CLARK; y en
Uruguay el Congreso Latinoamericano de Fisioterapia y la X Asamblea de la CLARK.
En este mismo año se abre la licenciatura en fisioterapia en una universidad privada en la
ciudad de Querétaro, gracias al trabajo de Andrea Inclán y al asesoría de Jaime Rebollo,
director de la licenciatura en al BUAP; a finales de ese año inician las Jornadas Universitarias
en al BUAP, un evento académico para fisioterapeutas y estudiantes.
En el año 2004 se realizó el III Congreso de Fisioterapia en Querétaro, donde se contó con
ponentes de México, Colombia, España y Chile, además de un diagnóstico curricular en
donde participaron diferentes escuelas de fisioterapia: DIF, SEDENA, BUAP y UVM. La
AMEFI se integra como miembro de la Comisión Interinstitucional para la Formación de
Recurso Humano en Salud (CIFRHS). A raíz de todos estos acontecimientos la fisioterapia
toma fuerza y se inicia una lucha por la defensa de la profesión, se participa en juntas donde
trabaja la identidad profesional, competencias profesionales y culturales, modelos de atención
y educación en fisioterapia.
México participa en la doceava y treceava asambleas de la CLAFK y la primera y segunda de
la SAR-WCPT. En el año de 2005 se celebran las II Jornadas Universitarias en la BUAP
donde participan fisioterapeutas de México, España, Chile y Uruguay y se integró el Colegio
Mexicano de Fisioterapia, Terapia Física y Kinesiología (COMEFITEK); y en el año 2006
nuevamente en Puebla se realizó el IV Congreso de Fisioterapia con participación de
profesionales de México, USA y España. Se participó también en Colombia en la XIV
Asamblea de la CLAFK y la tercera consultiva de al región de Sudamérica WCPT-SAR en el
marco de XII Congreso Latinoamericano de Fisioterapia y Kinesiología y I Congreso WCPT
SAR. Y en este se nombró a México, en al persona de Jaime Rebollo, garante de la
CLADEFK.
Para 2007, la AMEFI cuenta con una nueva mesa directiva integrada por Andrea Pérez,
Obdulio Bello, Nelly Cedeño y Ma. Lourdes Hernández. México participa en Canadá en la
Asamblea General de la WCPT, la XV Asamblea CLAFK y cuarta reunión SAR-WCPT, en el
XVI Congreso Mundial de Fisioterapia y de la WCPT.

Conclusión.

Qué difícil es iniciar un recorrido cuando no hay camino, el que se va haciendo poco a poco y
cuando se vuelve atrás, se le puede observar. Valga ésta expresión para simplificar lo que está
ocurriendo en nuestra Universidad, pues como estudiantes, no percibimos al inicio, las
dificultades y obstáculos que se presentan en todos los ámbitos, para que se reconozca a la
Fisioterapia, como una disciplina científica, capaz de proveer los conocimientos para ayudar a
los discapacitados, acción meramente humanista y de sentido social. Espero que este pequeño
ensayo, pueda colaborar al entendimiento y comprensión de nuestra pasión.

9
Agradecimientos.

A los Fisioterapeutas Jaime Rebollo Vázquez y Nelly Cedeño Sucre, por su invaluable apoyo
para la obtención de la información.
A la Asociación Mexicana de Fisioterapia por la valiosa información proporcionada para este
trabajo.

Bibliografía.

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2. CHAVEZ, Nicandro: Terapia física. México, 1948.
3. CORTES RIVEROLL, José Gaspar Rodolfo, et al.: Facultad de medicina. Filosofía, tradición y
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4. FAJARDO, Guillermo; SANCHEZ, Jorge Manuel. La medicina mexicana de 1901 a 2003. Revista
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5. QUIJANO, Manuel. TICIOTL- La medicina prehispánica.Revista de la facultad de medicina UNAM
Vol 63 No. 6 Nov-dic 2000
6. SCHOLT, Heinz: Crónica de la medicina. México, tercera edición, Editorial Intersistemas, 2003.
7. TOHEN ZAMUDIO, Alfonso: Medicina Física y rehabilitación. México, Librería Acuario, 1957.
8. Secretaría del Consejo Universitario, BUAP: Acta de la cuarta reunión el Consejo Universitario (IV
sesión extraordinaria) de fecha treinta y uno de mayo del año dos mil uno.
9. Tríptico promocional de la Escuela de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital ABC
10. http://www.wcpt.org/
11. http://www.amefi.org.mx/
12. http://www.buap.mx/aspirantes/pdf/fisioterapia.pdf
13. http://cmuch.edu.mx
14. http://www.who.int/en/
15. http://www.teleton.org.mx/

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La palabra fisioterapia se deriva de la unión del griego physis, que significa naturaleza y therapeia,
que quiere decir tratamiento. Desde un punto de vista etimológico, fisioterapia significa “tratamiento
por la naturaleza”, por lo que, durante mucho tiempo se le dio el significado de “tratamiento mediante
agentes físicos.” Históricamente, el hombre ha recurrido en la mayoría de las civilizaciones al uso de
medios naturales y físicos para aliviar o curar sus males, por lo que podríamos considerar que la
fisioterapia ha existido siempre.
Como profesión, es una disciplina relativamente nueva. Su desarrollo en cada uno de los diferentes
países ha sido diferente de acuerdo con sus circunstancias, políticas de salud, de educación,
organizaciones gremiales, académicas y sociales. Son estas circunstancias, entre otras, las que han
retrasado o acelerado el proceso de aceptación de la fisioterapia como profesión.
La institucionalización de la fisioterapia comienza con la creación de cátedras, departamentos,
escuelas, institutos y consultas de fisioterapia. Con base en este planteamiento, esta
institucionalización presenta diferentes fechas, diferentes momentos y circunstancias en cada país.
(Gallego, T. 2007).
El concepto de fisioterapia aparece por primera vez en 1909, en la Biblioteca de
Terapéutica de Gilbert y Carnot. En ella la definen como los múltiples métodos de
tratamiento en los que se utilizan los agentes físicos, y la reconoce como uno de los
pilares básicos de la terapéutica, de los que dispone la medicina para curar, prevenir y
readaptar a los pacientes; estos pilares están constituidos por la farmacología, la
cirugía, la psicoterapia y la fisioterapia.
En 1967 la Confederación Mundial de Terapia Física (WCPT por sus siglas en inglés),
organismo representativo de la fisioterapia a nivel mundial, con más de 300,000
fisioterapeutas afiliados de todo el mundo a través de sus 101 organizaciones
miembros, acepta que la fisioterapia “es el arte y ciencia del tratamiento físico, es
decir, el conjunto de técnicas que mediante la aplicación de medios físicos, curan,
previenen, recuperan y readaptan a los pacientes susceptibles de recibir tratamiento
físico.”
4En 1968, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “El arte y la ciencia del
tratamiento por medio del ejercicio terapéutico, calor, frío, agua, masaje y electricidad...” y menciona
objetivos específicos del tratamiento con fisioterapia. En 1989, la American Physical Therapy
Association (APTA) se refiere a la fisioterapia como la profesión cuyo principal propósito es la
promoción de la salud y la función óptima mediante la aplicación de principios científicos para
prevenir, identificar, evaluar, corregir o aliviar disfunciones del movimiento.
Actualmente, se tienen tantas definiciones de fisioterapia como países en donde se practica y
asociaciones existen. Por ello, la WCPT, en 1995, la define como “profesión del área de la salud cuyo
propósito principal es la promoción óptima de la salud y la función, incluyendo la generación y
aplicación de principios científicos en el proceso de evaluación, diagnóstico y pronóstico funcional e
intervención fisioterapéutica, para prevenir o remediar limitaciones funcionales y discapacidades
relacionadas al movimiento”. Cabe hacer mención que ésta es la definición que acepta la Asociación
Mexicana de Fisioterapia (AMEFI; WCPT, 1999).
La WCPT acepta como sinónimo los términos fisioterapia y terapia física.

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 A través de la historia de la humanidad el concepto de salud y

enfermedad siempre ha estado presente concediéndole distintos

niveles de importancia por las sociedades orientales y occidentales.

Para hacer más claros éstos dos conceptos y entenderlos mejor

Gallego,(2007) los clasifica en tres visiones:

 la capacidad para funcionar y para dominar el entorno,

 la percepción de la salud como instrumento

 la percepción de salud como placer

La fisioterapia no existía como tal en los albores de la historia del hombre,

sin embargo es claro el uso de los agentes físicos con fines terapéuticos

por todos aquellos que se encargaban de atender a personas con alguna

enfermedad o lesión, desde la época primitiva hasta la medicina griega

las distintas formas de curación se pueden enmarcar en tres teorías, o

conceptualizaciones:

 la ayuda espontanea

 la curación mágica

 el empirismo

y es posible ver como hasta nuestros días estas tres ópticas persisten y

coexisten con lo que se conoce bajo el termino de “medicina científica”. El

masaje, el calor, el agua, la luz, etc., siempre han sido utilizados desde los

tiempos primitivos alcanzando su mayor apogeo en la Roma Imperial del siglo

1 d.C.

Las culturas mas representativas y que mostraron mayor desarrollo político

social y técnico; como en el antiguo Egipto se describen en el papiro de

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Edwin Smith las primeras referencias a cerca de la utilización del frío en la

etapa inicial de una inflamación y calor en las mas tardías, conceptos que

siguen siendo actuales y pertinentes, en China el emperador Amarillo Huang-

Ti, escribió el Nei-Ching, que es el primer texto médico conocido que se

remonta probablemente al siglo IV a.C., (Gallego,2007,p 5),considerando a la

enfermedad y la salud como un equilibrio entre el ying y el yang y en donde

proponen como terapia el masaje.

Un período importante en la historia que ha dado fundamento a la medicina

científica moderna y en general a todas las ciencias de la salud, es el que

corresponde a la Grecia clásica que se desarrolla de los siglos VI a V a.C.,

gracias a la aparición de los grandes filósofos y pensadores presocráticos que

promovieron la aparición del pensamiento racional, Tales de Mileto (470 a 399

a.C.); en este período no existía una diferenciación entre Ciencia y Filosofía,

fue hasta la segunda mitad del siglo V con Hipócrates de Cos, médico más

importante de la antigüedad, que dió inició la Ciencia en su sentido más

estricto y separó la medicina de la Filosofía, contribuyó al desarrollo de las

técnicas fisioterapéuticas al reconocer el valor del ejercicio físico para

fortalecer los músculos débiles y acelerar la recuperación del estado de salud

y mejorar la actitud mental, como lo describe en su libro ” Acerca de las

articulaciones”; y a partir de este momento el conocimiento médico

experimenta un gran desarrollo alcanzando al imperio Romano gracias a sus

conquistas y extensión de dominio que adoptará fervientemente el uso de los

agentes físicos pero sobre todo el del agua que constituía una aplicación casi

ritual, marcando un hito importante en la historia de la hidroterapia. Plinio el

viejo desarrolla la Helioterapia es decir los baños de sol que hasta las casas

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tenían un solárium y estos baños de sol completaban las curas que se hacían

en las famosas termas que eran lugares públicos donde los romanos

tonificaban sus cuerpos por medio de baños y ejercicio físico, y se consideran

el primer antecedente de lo que hoy día son los “SPA” (Salute per aqua ).

Aulo Cornelio Celso también romano y autor de la obra De Re Medica cuyo

contenido destaca los beneficios del ejercicio físico y el masaje así como las

movilizaciones pasivas y activas. Continuando con el famoso Galeno en cuya

terapéutica menciona el uso de muchos agentes físicos, y con el se inicia el

camino hacia la Edad Media cuyo periodo fue restrictivo y el culto al cuerpo

fue abandonado, la prevención y atención de enfermedades pasó a manos de

curanderos y adivinadores, la atención de enfermos era tarea de monjes,

cuyos tratamientos oscilaban entre la aplicación de plantas y sangrías así

como de la espera del milagro sanador de Dios, ya que en esta época la

enfermedad era entendida como castigo a consecuencia de pecados

cometidos. (Gallego, 2007 p11).

La palabra Fisioterapia se deriva de la unión del griego physis, que significa

naturaleza y therapeia que significa tratamiento, desde un punto de vista

etimológico, significa tratamiento por la naturaleza por lo que durante mucho

tiempo se le dio el significado de “tratamiento mediante agentes físicos”.

Como profesión es una disciplina relativamente nueva. Lo antecedentes en

Europa a mediados del siglo XIX la Fisioterapia se reconoció como una

profesión paramédica, apegada al modelo biomédico imperante, lo que le

permitió un rápido desarrollo y fue en los albores del Siglo XX que en

Norteamérica y Argentina encontró un posicionamiento real como profesión

Institucionalizada para su enseñanza desde 1922 en la Universidad de

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Buenos Aires, con bases teóricas cada vez más sólidas y fundamentada en el

conocimiento científico , teórico- práctico; en otros países de América latina

esto se dio hasta la década de 1950,como en Colombia (1952) y en México.

Fue durante la década de los años 50 en que Maitland, comenzó su práctica,

y a través de sus numerosas publicaciones y conferencias, contribuyó al

desarrollo de la identidad de la profesión de la fisioterapia, en particular

algunos aspectos del “concepto” que pudieron haber influido en el proceso

de profesionalización. En su “analogía de la pared de ladrillos” este autor

sugiere que los fisioterapeutas siguen un proceso de toma de decisiones

diferente al de otros profesionales, entre ellos los médicos, respecto a la

configuración del tratamiento, ya que durante el proceso los fisioterapeutas

emplean diversos paradigmas simultáneamente.

Mientras en otros países del orbe ya se hablaba de profesionalización ,

en México, se inicia un proceso de transformación de una formación

netamente técnica para entrenar a médicos y enfermeras en servicio cuya

duración era de seis meses a un año en los años 50’s para resolver

problemas de manejo inmediato de tantos infantes afectados por la

poliomielitis y estos programas o cursos estaban asentados en los hospitales

como el Infantil de México. Hacia los años 60-70’s los programas de

formación existentes evolucionaron impartiéndose en un par de instituciones

de renombre; el Instituto Mexicano de Rehabilitación y la escuela de

Fisioterapia y Rehabilitación “Adele Ann Yglesias” del hospital ABC, pioneros

en la formación académica de la fisioterapeutas, el enfoque solía ser

meramente clínico- asistencial, es decir de atención a pacientes en

instituciones tanto públicas como privadas a través del uso de agentes físicos

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y técnicas de mejora del movimiento corporal humano enfocados a fortalecer,

reeducar y rehabilitar la condición de desventaja del individuo con alguna

patología o lesión de nacimiento o adquirida, a fin de ayudarle a recuperar su

autonomía e independencia funcional con todo y su discapacidad y en

algunos casos a pesar de las secuelas invalidantes, lo que aún mantenía a

México en su práctica clínica dentro del paradigma biomédico. A partir de los

años 70 éstos aspectos fueron tomados en cuenta por la Organización

Mundial de la Salud (OMS) y en 1980 hace publica La Clasificación

Internacional de deficiencias discapacidades y minusvalía (CIDDM),

documento de carácter experimental cuyo objetivo era traspasar el limite de la

enfermedad y conocer sus consecuencias.

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