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En el nombre del Padre, y del Hijo y del espíritu Santo.


2. BIENVENIDA
Hoy nos hemos reunido aquí para manifestar alegremente que Jesús, nuestro Dios y Salvador, va
a nacer. Alegría porque con la llegada de Jesús nuestros pecados serán perdonados y la muerte
vencida. Que el amor del Padre, el nacimiento del Hijo y la gracia del Espíritu Santo estén con
nosotros. Hermanos, que la luz de Cristo brille por siempre en nuestras vidas. ¡Feliz Navidad!
PERDÓN
Al profundizar en el nacimiento del Niño Jesús. Este milagro de amor debe llevarnos a mirar
nuestro interior y preguntarnos: ¿cómo respondemos a Dios frente a todo lo que ha hecho por
nosotros?; ¿ocupa el Señor un lugar importante en nuestras vidas?; ¿hemos vivido la caridad con
las personas que nos rodean?; ¿hemos vivido la caridad con los más necesitados? Con verdadera
esperanza pidamos perdón a Dios
Evangelio de San Lucas 2, 1-14
"Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un
censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos,
pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que
estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén,
porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada.
Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito.
Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala
principal de la casa. En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se
turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los
rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo
vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo.
Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor.
Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en
un pesebre.». De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a
Dios con estas palabras: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres:
ésta es la hora de su gracia.» .Después de que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se
dijeron unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor
nos ha dado a conocer.» Palabra de Dios
Reflexión
Estas son las primeras palabras que hemos de escuchar: «No teman. Les anuncio una gran
alegría, que lo será para todo el pueblo». Es algo muy grande lo que ha sucedido. Todos tenemos
motivo para alegrarnos. Ese niño no es de María y José. Nos ha nacido a todos.
La única razón para celebrar la navidad es ésta: «Les ha nacido hoy el Salvador». Ese niño no les
ha nacido a María y José. No es suyo. Es de todos. Es «el Salvador» del mundo. El único en el que
podemos poner nuestra última esperanza. Este mundo que conocemos no es la verdad absoluta.
Jesucristo es la esperanza de que la injusticia que hoy lo envuelve todo no prevalecerá para
siempre.
¡La Navidad es un encuentro! Y caminamos para encontrarlo: encontrarlo con el corazón, con la
vida; encontrarlo vivo, como Él está; encontrarlo con fe. Y más que ser nosotros los que
encontremos al Señor es importante «dejarnos encontrar por Él». (Papa Francisco).
Recordemos que la Navidad es el nacimiento de amor y esperanza en un mundo de tinieblas, no
es la época en que hacemos notoria nuestra prosperidad o carencia económica, sino es el tiempo
en donde recordamos qué por el más grande héroe hemos sido rescatados; y juntos celebramos su
llegada a la humanidad que tanto le anhelaba a Él.
Este es el verdadero significado de la Navidad, de recordar a ese héroe que se tiñó de rojo al
derramar toda su sangre por rescatar su más preciado tesoro; a ti.
Peticiones
Por la Iglesia, para que con tu llegada renueve su misión de llevar esta Buena Nueva a todos
aquellos que aún no te conocen. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Por aquellos que sufren, aquellos que hoy no tienen un techo, un pan, están enfermos, o viven en
medio de la guerra, socórrelos y dales consuelo. Haznos más generosos para atender las
necesidades de los que nos rodean. ROGUEMOS AL SEÑOR

Por la familia, para que esta Iglesia doméstica unida en torno a Ti, se mantenga firme en tu amor.
Haz que crezca y se multiplique. Concédele reunirse de nuevo para recordar tu llegada a éste
mundo. ROGUEMOS AL SEÑOR

Para que seamos siempre agradecidos por este misterio de amor y reconciliación y que nuestro
agradecimiento se manifieste en la alegría y el amor a Dios y los demás. ROGUEMOS AL SEÑOR

ORACION FINAL
En este día queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestras familias. Gracias
por las personas que trabajan con nosotros. Bendícenos en este día tan especial en el
que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para
recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para
adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.

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