Está en la página 1de 3

PLAN ESPIRITUAl

CONSTRUYENDO MI VIDA CRISTIANA

TIEMPO DE ADVIENTO Y NAVIDAD - 2022

¡Hace calor! ¡Hace frío! Por momentos parece contradictorio, pero no lo es. Las dos
afirmaciones van de la mano este 21 de diciembre, donde en el hemisferio sur comenzó
el día con más luz del año (solsticio de verano), mientras que en el hemisferio norte se
vive la noche más larga del año (solsticio de invierno).

La imagen habla por sí sola: en una parte del mundo el principal objetivo es ponerse al
resguardo del frío, en la otra suenan las campanas del agua y la playa. Este año 2020,
además, marcado por la pandemia, una terrible experiencia compartida tanto en el norte
como en el sur del planeta.

Pero más allá de todo, en ambos hemisferios hay algo por demás compartido en esta época
del año: la Navidad. ¡Felicidades en este tiempo tan especial! De qué lado estés ya poco
importa.

LA VIGILILA DE NOCHE BUENA Y ENCENDIDO DEL CIRIO BLANCO

Todos: Nos hacemos la Señal de la Cruz.

En nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:


En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto
amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar.
Gracias por las personas que trabajan con nosotros.

Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo.


Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría
y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro
mundo a llenar nuestras vidas.

Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen


techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les
ayuden a encontrar un cálido hogar.
PLAN ESPIRITUAl
CONSTRUYENDO MI VIDA CRISTIANA

Oración.
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que
podamos regalarle a otros el amor que Tu nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con
nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificándote.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén

Guía: Concede, Señor todopoderoso, que hoy brille para nosotros y todas las familias del
mundo, la luz de tu Palabra.

En este momento alguien de la familia designada enciende


las cuatro velas y una vela blanca.

Guía: “No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para
todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo
el Señor. Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en
un pesebre. Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales,
alabando a Dios y diciendo: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los
hombres en quienes EL se complace…”

Lectura del santo Evangelio según San Mateo 1, 18 – 25.

Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se
empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador
de Siria Quirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José
desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén,
por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que
estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del
alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en
un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento.

Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno
durante la noche su rebaño. Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los
envolvió en su luz; y se llenaron de temor. El Ángel les dijo: «No temáis, pues os anuncio
una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: os ha nacido hoy, en la ciudad de David,
un salvador, que es el Cristo Señor; y esto os servirá de señal: encontraréis un niño
envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y de pronto se juntó con el Ángel una
multitud del ejército celestial, que alababa a Dios, diciendo: «Gloria a Dios en las alturas
y en la tierra paz a los hombres en quienes Él se complace». Palabra del Señor.
Todos: Te alabamos Señor.

Reflexión.
A lo largo de las reflexiones del Adviento, hemos
ido considerando este importante elemento de
reflexión al que nos invita la Navidad.

Navidad nos muestra a este Dios presente en un niño,


en todo igual a los hombres; necesitado de cariño y
afecto, de una madre, de gente a su alrededor... Dios necesita de los hombres. Y los
PLAN ESPIRITUAl
CONSTRUYENDO MI VIDA CRISTIANA

hombres necesitamos de este Dios, interioridad de nuestra vida, plenitud de ser, totalidad
de amor.

Jesús es el hijo de Dios, porque es su don, el fruto de su amor. Pero también es el fruto
de la tierra, el don de la humanidad, la expresión de un profundo amor yacente en una
mujer. Así María, en esta noche, con ese amor delicado, íntimo y total, bien expresa lo
que debe ser la comunidad cristiana: receptora del Espíritu, dadora de vida.

Celebrar Navidad es colocar en el centro de nuestro interés una sola cosa: el amor. El hijo
de este amor es Jesús. Poco importa quiénes son sus padres. Poco importa de dónde viene
ese hombre o aquella mujer... Navidad nos enseña que todo hombre y toda mujer son
expresión de amor y llamada al amor.

Todos: Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la


Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y
protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros
y por nuestras intenciones, gracias Madre.

Querido San José, gracias por ser padre y protector del


Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros
para que seamos una familia unida en el amor y podamos
ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás. Amén.

Padre nuestro, Ave María y Gloria

Oración final – Todos: Hoy la Virgen da a luz al Trascendente. Y la tierra ofrece una
cueva al inaccesible. Los ángeles y los pastores le alaban. Los magos caminan con la
estrella; porque ha nacido por nosotros, niño pequeñito, el Dios de antes de los siglos.
Amén

También podría gustarte