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“Moradas narrativas” (palabras preliminares al volumen conjunto) En: Moradas narrativas.

Siglo XX en
Latinoamérica. 2012. 7-12. Mar del Plata, Argentina: Editorial Martin-UNMdP. 978-987-544-470-6.

Moradas narrativas
Latinoamérica en el siglo XX

Los ensayos de crítica literaria observan y leen interpretativamente las producciones literarias y para ello
se ubican en distintos paradigmas explicativos; este producto —el de la crítica— favorecerá y enriquecerá la
conformación del campo discursivo de las identidades latinoamericanas; es el caso de los artículos que
conforman el presente volumen, a eso aspiramos. La literatura como parte de las series culturales puede ser
inscripta en diferentes paradigmas interpretativos; algunos ya consolidados, otros armándose o en
construcción. Insistimos en la idea de construcción ya que la crítica aporta conceptualizaciones que los
modifican y contribuyen a instalar nuevas miradas sobre los objetos de estudio. Asimismo, esta idea permite
pensar en series alternativas a un sistema canónico central y único. Para ello es indispensable que el crítico
también pueda aceptar ideológicamente la diversidad y sea consciente de su pertenencia y del grado de
heterogeneidad relativa que su trabajo mantiene con el objeto de estudio. Por lo tanto, sostenemos que la
crítica construye o de-construye un canon con sus lecturas interpretativas y que la exclusión, así como la
inclusión —en términos de manipulación social de los discursos—, dependen de su mirada. En esta línea de
pensamiento hemos armado un e-book con trabajos críticos sobre literatura latinoamericana de la segunda
mitad del siglo XX; también incluimos un estudio sobre Felisberto Hernández, puesto que, si bien su
producción es anterior, presenta rupturas comunes a la obra de los otros autores seleccionados. Los objetos
tratados y las lecturas son disímiles y esto contribuye a reforzar lo dicho en las primeras líneas. Para ello
hemos invitado a críticos cuya trayectoria indica que se dedican a este recorte espacio-temporal. Los
pertenecientes al CELEHIS (Centro de letras Hispanoamericanas) formamos parte del proyecto “Tradición y
ruptura III”, radicado en dicho Centro de investigación, y además está financiado por la UNMdP, nuestro
lugar de trabajo; de manera tal que los artículos son el producto de lo estudiado en dicho proyecto.
Este ámbito latinoamericano caracterizado por la heterogeneidad y que nosotros abordamos desde un
sesgo, el de la literatura, y en un recorte temporal contemporáneo, la segunda mitad del siglo XX, ha sido
objeto de diferentes lecturas en las que el denominador común ha coincidido en encontrar la prevalencia de
rasgos de ambigüedad y contradicción. A partir de nociones que se originan, en su mayor parte, en campos
disciplinares ajenos al literario, como la sociología y la antropología, han surgido conceptos tales como el de
hibridez formulado por García Canclini, el de transculturación de Ángel Rama que reformula el término que
Fernando Ortiz acuñara en Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar, el de literaturas escritas
alternativas desarrollado por Martin Lienhard en La voz y su huella y el de heterogeneidad cultural de
Antonio Cornejo Polar pensado para las literaturas en las que se intersectan conflictivamente dos o más
universos culturales.1 Todos ellos son respuestas contestatarias a las lecturas centradas en los procesos
aculturadores que han sido indiferentes o se han mantenido alejados de las literaturas marginales o en
contacto con otras culturas americanas. Además de lo que hemos incorporado de estos autores citados, ya
clásicos en nuestro ámbito, desde otro ángulo, también Enrique Foffani trabaja sobre esta problemática
visualizada como versiones contradictorias y en transformación, en la “Introducción” a Controversias de lo
moderno. Especifica que se ubica en la Modernidad Cultural, como concepto amplio no sólo como Estética,
sino “conectada con la Modernización y la Modernidad” (12). 2 Para ello, retoma conceptos anteriores
operativos y acuñados por críticos clásicos del pensamiento latinoamericano. Uno de ellos fue pensado por el
ya mencionado Ángel Rama, la “arritmia cultural”, precisamente para pensar estos fenómenos culturales en
los que los desajustes y las disonancias se hacen explícitos con fuerza y que el autor uruguayo desarrollara en
Rubén Darío y el Modernismo. Por otro lado, también retoma lo que Rafael Gutiérrez Girardot denominó la
“asimilación crítica” en Temas y problemas de una historia social de la Literatura Hispanoamericana.
Conceptos que le permiten a Foffani entrar en el estudio de los procesos de secularización, que son el objetivo
de su trabajo y que también contribuyen a que nosotros pensemos en cómo seguir indagando este mundo
heteróclito.
En la segunda mitad del siglo XX se produce una inflexión respecto del pensamiento de y sobre
Latinoamérica que se venía urdiendo desde el siglo XIX. Ensayistas y críticos de la talla de Pedro Henríquez
Ureña, Antonio Benítez Rojo, Martin Lienhard, Ana Pizarro, Antonio Cândido, además de los ya
mencionados antes, fueron pergeñando la historia intelectual del continente y delineando modos de pensar lo

1
“Narrar la multiculturalidad” de Néstor García Canclini. En RCLL. (1994). XXI, 42: 9-20; Transculturación
narrativa en América Latina de Ángel Rama. México: Siglo XXI, 1982; Contrapunteo cubano del tabaco y el
azúcar de Fernando Ortiz. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1978; La voz y su huella: Escritura y conflicto
étnico-social en América Latina (1492-1988) de Martin Lienhard. La Habana: Casa de las Américas, 1990;
Escribir en el aire de Antonio Cornejo Polar. Lima: Horizonte, 1994.
2
Enrique Foffani es el editor y autor de la Introducción a Controversias de lo moderno. La secularización en
la historia cultural latinoamericana. Buenos Aires: Katatay, 2010.
latinoamericano que luego podrán ser discutidos o continuados. El siglo XX presenta problemáticas a las que
hay que dar respuesta y de ahí que hayan pensado en categorías que tratan de responder a los conflictos
emergentes.
Resultaría reiterativo explicar lo que significó la década del ’60 para la cultura de los países
latinoamericanos. De ella se ha escrito a favor y en contra, pero lo cierto es que fue una época de prolífica
producción y también de intenso consumo cultural: ambas características son complementarias y denotan una
misma valorización de lo intelectual. Hubo un público-lector ávido por incorporar nuevas opiniones y
compartir polémicas entre las nuevas figuraciones del mundo que se le imponían. “Anhelábamos la
transformación profunda del acto de existir en este planeta cultivando en nosotros mismos la promesa de otra
realidad cotidiana”, dice Miguel Grinberg. 3 Latinoamérica era la marca de los imaginarios utópicos
predominantes. No significaba solamente la denominación del subcontinente sino mucho más: era el hito que
re-ubicaba la cultura en un contexto continental, inscribiéndola contestatariamente respecto de las
generaciones culturales y literarias de los fundadores y de posicionamientos ideológicos coetáneos. Traemos a
colación, en especial, esta década porque se observa “un vuelco evidente en la expresión de los imaginarios
sociales (…) ligados a un cambio de sensibilidad, a la emergencia de diferentes estructuras, contenidos y
actores, a nuevas formas de enunciación, a aperturas a nuevas configuraciones de futuro”, diría Ana Pizarro. 4
Todas estas características van a proliferar en derivas de sentidos diferentes de esos años en adelante.
Sabemos que no podemos ser estrictos con los límites temporales y, mientras ya había aparecido un Felisberto
Hernández en el Río de la Plata antes de los cincuenta, hay otras producciones más tardías que, recién hacia la
década del noventa, pueden proponer rupturas o alternativas al sistema hegemónico como es el caso del
narrador peruano Cronwell Jara. De ahí que, considerando estas particularidades, el recorte temporal sea
extenso, más de medio siglo.

3
La generación “V”. La insurrección contracultural de los años 60 de Miguel Grinberg. Buenos Aires:
Emecé Editores, 2004.
4
El sur y los trópicos. Ensayos de literatura latinoamericana de Ana Pizarro. Madrid: Cuadernos de América
sin nombre, 2004.
Reunimos en el presente volumen trabajos sobre autores y modos literarios muy diferentes ya que
responden a las diversas regiones geo-culturales de América Latina: Sergio Pitol (México), Roberto Bolaño y
Pedro Lemebel (Chile), Augusto Monterroso (Guatemala), Felisberto Hernández (Uruguay), Miguel
Malpartida Besada, Macedonio Villafán Broncano y Nilo Tomaylla, Antonio Gálvez Ronceros y Cronwell
Jara Jiménez (Perú) y Dany Laferrière (Haití). Conscientes de que algunos autores y literaturas son más
conocidos en nuestro país que otros, es ésta también una propuesta para difundir lo que menos circula en
nuestro medio y comenzar a abrir el espectro, ya que se insiste en lecturas canónicas, a veces, por voluntad
propia y otras, por falta de circulación del material. Los autores también recorren diferentes momentos de su
carrera de investigación; algunos están en sus inicios y pertenecen al Proyecto de investigación que dirijo
actualmente en la Universidad Nacional de Mar del Plata: “Tradición y ruptura III. Latinoamérica siglo XX”
(Aiello, Pasetti, Presenza). Otros han alcanzado sus posgrados y transitan una carrera que comienza a ser
independiente (Sánchez, Urrutibehety) y, finalmente, los que ya hemos recorrido un tramo considerable y
estamos tratando de ofrecer a jóvenes investigadores nuestra experiencia: estoy especialmente agradecida a
María del Pilar Vila y a Gonzalo Espino Relucé por haber aceptado esta invitación.
Francisco Aiello (becario y tesista de doctorado/Conicet) aborda una zona poco frecuentada por la
crítica latinoamericana como es el Caribe francófono, deteniéndose en la obra del escritor haitiano Dany
Laferrière (1953). El trabajo se ocupa de dos textos que permiten indagar la construcción identitaria a partir
de la consideración de los desvíos respecto de la autobiografía entendida en términos canónicos. Trabaja
sobre el relato de infancia L’odeur du café (1991) y la novela Pays sans chapeau (1996).
En el artículo sobre “Narrativa de matriz afro en Perú” hago un recorrido breve sobre la inclusión de
la figura del negro en la narrativa peruana del siglo XX para luego referirme a dos antologías de cuentos de
autores peruanos, Gálvez Ronceros y Cronwell Jara, que se han dedicado a reelaborar la matriz africana en
sus narraciones, aunque no con exclusividad. En dichos autores se hacen evidentes las diversas formas de
trabajar la oralidad como un modo de traducir en la materia escrita la cultura otra a la que pertenecen y desde
donde se expresan.
Gonzalo Espino Relucé (poeta y escritor peruano) trabaja sobre tres proyectos narrativos que no
“coquetean con el sistema hegemónico”. Se trata de Miguel Malpartida Besada, Macedonio Villafán
Broncano y Nilo Tomaylla Las tres narrativas establecen diálogo con la mejor tradición contemporánea
sosteniendo un sustrato poético y una decisión de inventariar lo que otras narrativas desechan.
María Pía Pasetti (becaria de la UNMdP) en “Felisberto Hernández: una poética de la
indeterminación y el fragmentarismo” presenta las particularidades de Explicación falsa de mis cuentos,
único metatexto explicativo del autor, y estudia el modo en que opera como clave de lectura de su cuentística.
De manera tal que trabaja sobre las categorías de autor, texto, lector y, además, sobre las prácticas de la
escritura y lectura.
Martín Presenza (becario de la UNMdP) analiza el discurso de Roberto Bolaño en una de sus
novelas, Los detectives salvajes. Indaga los planteos sobre las ideas acerca de la literatura y las estrategias
discursivas que permiten la construcción de un nivel metatextual paralelo al relato. También estudia el
diálogo con la tradición literaria, así como la figura de poeta construida en el texto.
María Teresa Sánchez (docente e investigadora del CURZA, UNCo) aborda la escritura de Augusto
Monterroso como una apuesta de escribir para leer-se. Estudia los mecanismos con los que opera el autor en
su escritura fragmentaria y contestataria. Destaca las estrategias de inclusión de experiencias personales y el
modo en que éstas se revierten en la escritura ensayística. Sánchez transita por los textos más conocidos del
autor y también por los publicados en los últimos años y que no circulan en nuestro país.
“Puesta en escena y novela plebeya: realidad y ficción en Tengo miedo torero” de Gabriela
Urrutibehety (docente del ISFD Nº 168, Dolores, Pcia. de Bs. As.) revisa la cuestión genérica en Lemebel, el
tránsito por la novela y de qué modo ese proyecto declarado se manifiesta en Tengo miedo torero. Para ello
estudia las relaciones con la telenovela latinoamericana, el melodrama decimonónico y la noción de puesta en
escena como operaciones de la construcción narrativa.
Pilar Vila (docente e investigadora del CURZA, UNCo) en “Sergio Pitol, constructor de ciudades
literarias” trabaja con las ideas acerca de la escritura y la lectura desde la ficción, el ensayo y las traducciones
“como un modo de construir su canon”. Llega a demarcar las filiaciones y afiliaciones que le permiten
rearmar los recorridos del escritor mexicano. Se destaca la participación en grupos con quienes compartió el
interés por todas las artes.

Aymará de Llano
Mar del Plata, agosto de 2012

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