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TECNOLÓGICO NACIONAL DE
MÉXICO CAMPUS CONKAL

Color del suelo

Segovia Arana Tayra Safiro

Programa educativo: LICENCIATURA EN BIOLOGÍA

Modalidad: INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL

Semestre y Grupo:
Primer Semestre
Grupo D

Conkal, Yucatán, 28 de octubre del 2021

ÍNDICE

Pág.
ÍNDICE DE FIGURAS

Figura 1. Escala de Munsell en la clasificación de suelos 4

Figura 2. Ejemplo de horizonte subsuperficial blanco por la presencia de carbonato

cálcico 7

Figura 3. Suelo con manchas semejantes a la matriz

Introducción 3

DESARROLLO DEL TEMA

Color del suelo 3

Color uniforme 4

Manchado 6

Tamaño 6

Contraste 7

Abundancia 7

Determinación 8

Importancia 9

Referencias bibliográficas 10

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Introducción

Ya se han definido algunas de las características que comprende la estructura del

suelo, como su composición química, composición física, su temperatura, los fenómenos

que se producen en y gracias a este, al igual que su consistencia. Pero existe otra

característica importante, se trata de aquel causante que le da color al suelo, a continuación,

se explicarán algunos conceptos básicos sobre esta interesante característica, por la cuál

existen diferentes tonos de colores de suelos y a qué factores se debe el color de suelos de

distintos lugares del mundo.

Color del suelo

El color del suelo es indicativo de muchas propiedades de éste. Si el color del suelo

varía de un lugar a otro, seguramente, los minerales que componen uno y otro no son los

mismos o el contenido en agua de ambos es diferente. Muchas veces vemos que en un

campo de cultivo los montículos tienen un color más claro que las partes bajas. Puede ser

que en lo alto de los montículos la humedad sea más baja, pero también puede ser que por

el efecto de la erosión en las partes altas las capas que antes estaban debajo hayan aflorado

a la superficie.

El color puede tener influencia en el crecimiento de las plantas, porque influye en la

temperatura del suelo. Los suelos oscuros absorben más energía del sol que los claros. En

primavera los suelos oscuros serán los primeros en los que desaparecerá la nieve y

permitirán a las plantas tener una temperatura adecuada para crecer. Los suelos oscuros nos

indican de ordinario que tienen mucha materia orgánica, mientras que, si vemos en los

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alrededores de un terreno pantanoso o en los bordes de una tierra de regadío una tierra

pulverulenta blanquecina, seguramente se trata de un suelo salino.

Las diferencias de color que se observan en función de la profundidad son muy

interesantes para clasificar los suelos. Si se practica un corte en un suelo que sufre

inundaciones periódicamente se observan unas capas de color gris claro. Son capas que han

sufrido una reducción. Por el contrario, otras veces vemos franjas o manchas de color rojo

que nos indican que ha habido alternancia de períodos de inundación y otros de sequía.

Esas manchas rojizas están compuestas de óxidos de hierro. Los científicos utilizan la

escala de colores de Munsell para clasificar los suelos.

Figura 1. Escala de Munsell en la clasificación de suelos.

El color del suelo se compara con unos colores estándar. Cada estándar viene

caracterizado por tres categorías: la gama de color, es decir el color dominante del arco iris

(rojo, amarillo, azul o verde), el valor, o sea, la luz que refleja y la pureza de color.

Color uniforme

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El color uniforme tiene por definición general como una tonalidad del espectro de

luz visible sin ningún tipo de variación, es decir, se mantiene el mismo color a lo largo de la

delimitación, con esto podemos saber que un color uniforme viene a ser sinónimo de color

plano.

Podemos usar este concepto para referirnos, en edafología, al color del suelo en un

área delimitado por ciertas zonas geológicas; por ejemplo, podemos ver que en Jalisco y

Morelos el suelo es de color rojizo, característico de suelos mediterráneos de zonas cálidas

gracias a la alta concentración de hematita (un mineral de la familia V, específicamente de

los carbonatos). De igual manera podemos ver el color negruzco puede indicar un origen

volcánico del suelo o bien una elevada presencia de materia orgánica que, al irse

descomponiendo, proporciona esa tonalidad. El color pardo-amarillento puede deberse a la

presencia de goethita, más abundante en zonas templadas, donde también influye el tamaño

del mineral (de tonalidades amarillentas a marrones según sea el cristal de menor o mayor

tamaño).

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Figura 2. Ejemplo de horizonte subsuperficial blanco por la presencia de carbonato cálcico.

El color uniforme, entonces, sucede cuando un mineral con color característico

predomina por encima de los otros minerales adyacentes en el lugar, pues a mayor

concentración de un solo mineral, la tierra adopta con mayor precisión su tonalidad como

en las playas de arena blanca, pues en alguna de ellas el principal factor de su coloración es

la alta concentración de sílice, un silicato del grupo o familia VIII.

Manchado

Las manchas de color son un índice, entre otras situaciones, de procesos de

movilización de sustancias localizados o de fenómenos de oxido-reducción puntuales. Las

manchas deben definirse perfectamente para que se pueda obtener de ellas la máxima

información posible, por ello es necesario seguir un procedimiento riguroso y

preestablecido que atiende a una serie de circunstancias consideradas como las más

esenciales.

Abundancia, contraste y tamaño de suelos manchados.


Abundancia Tamaño Contraste
· Pocas: < 2 %. · Pequeñas: < 5 mm. Indistintas: Color parecido a

· Frecuentes: entre 2 y 20 · Medianas: de 5 a 15 mm. la matriz.

%. · Grandes: > 15 mm. Definidas: Color parecido

· Muchas: >20 %. pero distinguible.

Destacadas: Color muy

diferente a la matriz.

Tamaño

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Su tamaño está relacionado con la intensidad y duración del proceso responsable de

su presencia. Cuando se trata de una movilización de sustancias, la aparición de la mancha

se debe a que en ese lugar se ha detenido la sustancia en cuestión, generalmente por un

proceso de insolubilización, seguido o no de cristalización.

Cuando así sucede, la primera sustancia cristalizada, actúa como núcleo de

condensación del siguiente material que llega y tiene lugar una acreción que aumenta el

tamaño de la mancha, incluso induce la condensación de la misma, al igual que sucede con

las diminutas motas de polvo existentes en la atmósfera que condensan la humedad y

provocan la lluvia, lo que se aprovecha en las tormentas, para lanzando microcristales de

alguna sustancia inocua se provoca una condensación que evita que las gotas alcancen un

gran tamaño o se hielen y caigan en forma de granizo.

Contraste

El contraste es la facilidad con que se distingue una mancha. La consecuencia es

que cuando hay una dificultad para distinguir la mancha hemos podido cometer errores al

decir el tamaño, etc. Las manchas pueden ser muy difíciles de distinguir, como en este

caso, por presentar un matiz y un brillo muy semejantes a los de la matriz.

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Figura 3. Suelo con manchas semejantes a la matriz.

En otros casos, resultan extraordinariamente conspicuas por su color diferente o su

brillo muy distante del correspondiente a la matriz.

Abundancia

La abundancia nos marca un índice de la distribución y de la actividad del proceso

que las ha generado.

Determinación

Para evitar confusiones, se recurre a un sistema de determinación del color que

todos interpreten igual. El color es una sensación fisiológica, es como nuestro cerebro

responde al estímulo provocado por una radiación luminosa, por eso, hay distintas

apreciaciones del color. Esta sensación está asociada a la longitud de onda de la radiación,

que se traduce en el matiz del color y a la amplitud que es la responsable del brillo o

intensidad del color.

Cuando coexisten todas las radiaciones del espectro visible sentimos la sensación

del color blanco, más si aparecen por separado distinguimos en el espectro seis grupos de

radiaciones y cada uno nos produce la sensación correspondiente a los seis colores

fundamentales, los que se distinguen en el arco iris. Por ello no existe una separación

tajante entre unos y otros. Cuando una radiación pura, una sola longitud de onda, aparece

en solitario percibimos la sensación de un color nítido y puro, más o menos luminoso según

sea la intensidad de la radiación. La amplitud nos produce la sensación de claro u oscuro.

Por el contrario, cuando la luz que recibimos consta de una serie de longitudes de

onda diferentes, el resultado es la percepción de un color turbio o sucio, que va tendiendo al


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gris, podríamos decir que nos vamos quedando sin color a medida que aumenta el número

de colores presentes; el final de esa paradoja, es el blanco. A la vista de esto, en la

definición de un color se utilizan tres parámetros diferentes:

Matiz: Representa al color espectral puro correspondiente a una determinada

longitud de onda. Se representa por las iniciales de su nombre en inglés, excepto el naranja

que, para evitar confusiones, se le representa por YR (yellow-red). Como existe toda una

gama de colores de la misma denominación, como corresponde a la banda del arco iris, se

le antepone un número, de 0 a 10, a su designación; de modo que el 5 identifica al punto

central de la banda. Al bajar nos aproximamos al color de longitud de onda más baja y al

subir lo hacemos al que la tiene inmediatamente más alta. Así el 0YR coincide con el 10R y

el 10YR lo hace con el 0Y. Dada la coincidencia no se utilizan los "ceros".

Pureza: Marca la ausencia de radiaciones espurias que acompañan a la principal,

cuando estas aumentan la pureza disminuye. La pureza 0 correspondería al color gris. De

este modo, si la pureza se anula el matiz carece de importancia porque no existe. En este

caso se utiliza la letra N de neutro sin asignar valor de pureza.

Intensidad o brillo: Representa la amplitud de la radiación y se traduce en un color

claro si es alta u oscuro si es baja. Para un matiz N, la pureza 0 representa al negro y la 10

al blanco. Un color se representa por el indicativo de su matiz seguido de los valores de la

intensidad y de la pureza, separados por una barra. Así, 5YR 3/4 corresponde a un color

naranja de intensidad 3 y de pureza 4.

Importancia

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El color del suelo es una propiedad que permite identificarlo y evaluarlo y deducir

la naturaleza de sus posibles componentes. Es muy importante para su clasificación y, en la

actualidad, los sistemas de teledetección para realizar mapas de suelos se basan en la

diferente radiación reflejada por la superficie, según sea su color.

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Referencias bibliográficas

Departamento de Educación, Universidades e Investigación del Gobierno Vasco. (s. f.).

Edafología - hiru. hiru.eus. Recuperado 28 de octubre de 2021, de

https://www.hiru.eus/es/geologia/edafologia/-/journal_content/56/21564/4437240

Reyes, C. P. D. L. (2021, 29 abril). ¿Qué nos dice el color del suelo? The Conversation.

Recuperado 29 de octubre de 2021, de https://theconversation.com/que-nos-dice-el-

color-del-suelo-158575

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