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Tales de Mileto

Nació en el 624 a.C.en Mileto ciudad griega en la Jonia (hoy Turquía), año
primero de la XXXV Olimpiada.

Relacionado con Anaximandro, su discípulo, y con Anaxímenes, discípulo de Anaximandro,


denominándose a los tres como la Escuela Jónica o "de Mileto". Es el primero de los siete sabios
de Grecia, reconocidos por su sabiduría práctica.

Ya en su tiempo se le reconocieron sus conocimientos de astronomía tras predecir el eclipse de sol


que ocurrió el 28 de mayo del 585 a.C. Diógenes Laercio dijo que "fue el primero que averiguo la
carrera de un trópico a otro, y el primero que comparando la magnitud del sol con la de la luna,
manifestó ser ésta setecientas veinte veces menor que aquél, como escriben algunos", que fue el
inventor de las estaciones del año y asignó a este trescientos sesenta y cinco días. Parece ser que
fue el introductor de la geometría en Grecia.

Se cuenta que consiguió medir la altura de las pirámides por medio de su sombra,
proporcionándola con la nuestra cuando esta es igual al cuerpo, esto es, Tales esperó a que la
sombra de una persona tuviera la misma longitud que la altura del cuerpo de la misma persona,
afirmando entonces que la longitud de la sombra de la pirámide habría de ser igual a la altura de
ésta.

Sostenía que el principio de todas las cosas es el agua, de la que todo procede. Creía que la Tierra
era un disco circular plano que flotaba sobre el agua (el mar universal).

Cansado de la burla de sus conciudadanos ya que decían que era raro que siendo tan sabio no
fuese igualmente rico. Se enriqueció especulando con el aceite sabiendo que iba a haber una
buena cosecha de olivas, tomó en arriendo todas las prensas que pudo encontrar, monopolizando
el mercado, y luego las alquiló al precio que él puso y se hizo rico en un solo año. Tras esto vendió
prensas y tierras y volvió a sus estudios eliminando al mismo tiempo las chanzas de que era
objeto.

No dejó escritos; y de lo que de él se sabe, procede de lo que se cuenta en la Metafísica de


Aristóteles.

Tales de Mileto falleció el 543 a.C. mientras contemplaba unos juegos gimnásticos en la LVIII
Olimpiada, según recoge Diogenes Laercio.
Anaxímedes

(?, h. 588 a.C.-?, h. 534 a.C.) Filósofo griego. Discípulo de Anaximandro y de Parménides,
se desconocen la mayor parte de los detalles de la biografía de Anaxímenes y de sus
actividades. Según el historiador Apolodoro, Anaxímenes vivió hacia la época de la toma
de Sardes y murió antes de que la ciudad de Mileto fuera destruida (494 a.C.).

Miembro de la escuela milesia, Anaxímenes afirmó que el principio material y primero, el


origen de todas las cosas (arché) era el aire, sustancia sensible, pero que raya en lo
incorpóreo. Explica el origen de todas las cosas a partir de un doble proceso por el que el
aire se modifica: rarefacción, que da origen al fuego, y condensación, del que se derivan
las nubes, el agua, la tierra y las rocas.

Con estas dos nociones, Anaxímenes explica los cambios de la naturaleza, o lo que es lo
mismo, dos modalidades de movimiento: cuantitativa y cualitativa. El mundo entero está
envuelto en el aire como en su propia alma. La misma alma humana, fundida en el alma
del mundo, es también aire. De esta manera concibió el mundo como un ser vivo,
análogamente a como concebía el alma de los hombres: «De la misma manera que
nuestra alma, que es aire, nos sostiene, igualmente un soplo y el aire envuelven el mundo
entero.» En su concepción, la Tierra es plana y flota, pero no ya sobre el agua, como
quería Tales, sino en el aire; sostuvo también que los astros no se mueven bajo la Tierra
sino en torno a ella.
Heráclito

(Éfeso, hoy desaparecida, actual Turquía, h. 540 a.C.-Éfeso, id., h. 470 a.C.) Filósofo griego.
Muy poco se sabe de la biografía de Heráclito de Éfeso, apodado el Oscuro por el carácter
enigmático que revistió a menudo su estilo, como testimonia un buen número de los
fragmentos conservados de sus enseñanzas.

Las enseñanzas de Heráclito, según Diógenes Laercio, quedaron recogidas en una obra
titulada De la naturaleza, que trataba del universo, la política y la teología –aunque
probablemente esta subdivisión la introdujera una compilación alejandrina de los textos
de Heráclito–, pero lo que ha llegado hasta nosotros de su doctrina se encuentra en forma
fragmentaria y sus fuentes son citas, referencias y comentarios de otros autores.

Algunos de estos fragmentos presentan, sin embargo, la apariencia de aforismos


completos, lo cual apoya la idea de que su estilo de pensamiento fue oracular. Ello ha
dado pie, incluso, a formular la hipótesis de que Heráclito no escribió, en realidad, ningún
texto, sino que sus enseñanzas fueron exclusivamente orales, y que fueron sus discípulos
los encargados de reunir lo esencial de ellas en forma de sentencias.

Sea como fuere, la oscuridad de Heráclito ha quedado caricaturizada en la leyenda acerca


de su muerte: enfermo de hidropesía, preguntaba enigmáticamente a los médicos si
podrían de la lluvia hacer sequía; como ellos no lo entendiesen, se enterró en estiércol en
la suposición de que el calor de éste absorbería las humedades, con el resultado de que
aceleró el fatal desenlace. De creer a Diógenes Laercio, la causa de la afección habría sido
su retiro en el monte, donde se alimentaba de hierbas, movido por su misantropía.

El desprecio de Heráclito por el común de los mortales concordaría con sus orígenes, pues
parece cierto que procedía de una antigua familia aristocrática, así como que sus ideas
políticas fueron contrarias a la democracia de corte ateniense y formó, quizá, parte del
reducido grupo, integrado por nobles principalmente, que simpatizaba con el rey persa
Darío, a cuyos dominios pertenecía Éfeso por entonces, contra la voluntad de la mayoría
de sus ciudadanos. A estos últimos, en cualquier caso, no debió de apreciarlos en demasía,
y Heráclito los colmó de improperios cuando expulsaron de la ciudad a su amigo
Hermodoro. A tenor de lo que se desprende de los diversos fragmentos, Heráclito explicó
la práctica totalidad de los fenómenos naturales, atribuyendo al fuego el papel de
constituyente común a todas las cosas y causa de todos los cambios que se producen en la
naturaleza.
Pitágoras

(isla de Samos, actual Grecia, h. 572 a.C.-Metaponto, hoy desaparecida, actual Italia, h.
497 a.C.) Filósofo y matemático griego. Se tienen pocas noticias de la biografía de
Pitágoras que puedan considerarse fidedignas, ya que su condición de fundador de una
secta religiosa propició la temprana aparición de una tradición legendaria en torno a su
persona.
Parece seguro que Pitágoras fue hijo de Mnesarco y que la primera parte de su vida la
pasó en Samos, la isla que probablemente abandonó unos años antes de la ejecución de
su tirano Polícrates, en el 522 a.C. Es posible que viajara entonces a Mileto, para visitar
luego Fenicia y Egipto; en este último país, cuna del conocimiento esotérico, se le atribuye
haber estudiado los misterios, así como geometría y astronomía.

Algunas fuentes dicen que Pitágoras marchó después a Babilonia con Cambises, para
aprender allí los conocimientos aritméticos y musicales de los sacerdotes. Se habla
también de viajes a Delos, Creta y Grecia antes de establecer, por fin, su famosa escuela
en Crotona, donde gozó de considerable popularidad y poder.

La comunidad liderada por Pitágoras acabó, plausiblemente, por convertirse en una fuerza
política aristocratizante que despertó la hostilidad del partido demócrata, de lo que derivó
una revuelta que obligó a Pitágoras a pasar los últimos años de su vida en Metaponto.

La comunidad pitagórica estuvo seguramente rodeada de misterio; parece que los


discípulos debían esperar varios años antes de ser presentados al maestro y guardar
siempre estricto secreto acerca de las enseñanzas recibidas. Las mujeres podían formar
parte de la cofradía; la más famosa de sus adheridas fue Teano, esposa quizá del propio
Pitágoras y madre de una hija y de dos hijos del filósofo.

El pitagorismo fue un estilo de vida, inspirado en un ideal ascético y basado en la


comunidad de bienes, cuyo principal objetivo era la purificación ritual (catarsis) de sus
miembros a través del cultivo de un saber en el que la música y las matemáticas
desempeñaban un papel importante. El camino de ese saber era la filosofía, término que,
según la tradición, Pitágoras fue el primero en emplear en su sentido literal de «amor a la
sabiduría».
Aristóteles

Aristóteles nació en el año 384 a.C. en una pequeña localidad macedonia cercana al monte Athos
llamada Estagira, de donde proviene su sobrenombre, el Estagirita. Su padre, Nicómaco, era
médico de la corte de Amintas III, padre de Filipo y, por tanto, abuelo de Alejandro Magno.
Nicómaco pertenecía a la familia de los Asclepíades, que se reclamaba descendiente del dios
fundador de la medicina y cuyo saber se transmitía de generación en generación. Ello invita a
pensar que Aristóteles fue iniciado de niño en los secretos de la medicina y de ahí le vino su afición
a la investigación experimental y a la ciencia positiva. Huérfano de padre y madre en plena
adolescencia, fue adoptado por Proxeno, al cual pudo mostrar años después su gratitud
adoptando a un hijo suyo llamado Nicanor.

En el año 367, es decir, cuando contaba diecisiete años de edad, fue enviado a Atenas para
estudiar en la Academia de Platón. No se sabe qué clase de relación personal se estableció entre
ambos filósofos, pero, a juzgar por las escasas referencias que hacen el uno del otro en sus
escritos, no cabe hablar de una amistad imperecedera. Lo cual, por otra parte, resulta lógico si se
tiene en cuenta que Aristóteles iba a iniciar su propio sistema filosófico fundándolo en una
profunda critica al platónico. Ambos partían de Sócrates y de su concepto de eidos, pero las
dificultades de Platón para insertar su mundo eidético, el de las ideas, en el mundo real obligaron
a Aristóteles a ir perfilando términos como «sustancia», «esencia» y «forma» que le alejarían
definitivamente de la Academia. En cambio es absolutamente falsa la leyenda según la cual
Aristóteles se marchó de Atenas despechado porque Platón, a su muerte, designase a su sobrino
Espeusipo para hacerse cargo de la Academia.

Alejandro Magno en el horizonte


A la muerte de Platón, ocurrida en el 348, Aristóteles contaba treinta y seis años de edad, habla
pasado veinte de ellos simultaneando la enseñanza con el estudio y se encontraba en Atenas,
como suele decirse, sin oficio ni beneficio. Así que no debió de pensárselo mucho cuando supo
que Hermias de Atarneo, un soldado de fortuna griego (por más detalles, eunuco) que se habla
apoderado del sector noroeste de Asia Menor, estaba reuniendo en la ciudad de Axos a cuantos
discípulos de la Academia quisieran colaborar con él en la helenización de sus dominios.
Aristóteles se instaló en Axos en compañía de Xenócrates de Calcedonia, un colega académico, y
de Teofrasto, discípulo y futuro heredero del legado aristotélico.

La vuelta a casa
Poco después de la muerte de Filipo, Alejandro hizo ejecutar a un sobrino de Aristóteles,
Calístenes de Olinto, a quien acusaba de traidor. Conociendo el carácter vengativo de su discípulo,
Aristóteles se refugió un año en sus propiedades de Estagira, trasladándose en el 334 a Atenas
para fundar, siempre en compañía de Teofrasto, el Liceo, una institución pedagógica que durante
años habría de competir con la Academia platónica, dirigida en ese momento por su viejo
camarada Xenócrates de Calcedonia.
Leucipo

(?, 460 - Abdera, 370 a.J.C.) Filósofo griego. De la biografía de Leucipo se conoce
verdadermante muy poco. Se sabe que probablemente nació en Mileto y luego se trasladó
a Elea, donde habría sido discípulo de Parménides y de Zenón de Elea y maestro de
Demócrito. Se le atribuyen las obras La ordenación del cosmos y Sobre la mente.

Según Aristóteles y Teofrasto, Leucipo formuló las primeras doctrinas atomistas, que
serían desarrolladas por Demócrito, Epicuro y Lucrecio: la consideración racional y no
puramente empírica de la naturaleza; la consideración del ser como múltiple, material,
compuesto de partículas indivisibles (átomos); la afirmación de la existencia del no-ser
(vacío), y del movimiento de los átomos en el vacío; la concepción determinista y
mecanicista de la realidad; y la formación de los mundos mediante un movimiento de los
átomos en forma de torbellino, por el cual los más pesados se separan de los más ligeros y
se reúnen en el centro formando la Tierra.

Según Diógenes Laercio, Leucipo consideraba que la Luna era el astro más cercano a la
Tierra, y el Sol el más alejado, reservando para el resto una posición intermedia entre
aquéllos.
Demócrito de Abdera

(Abdera?, hoy desaparecida, actual Grecia, h. 460 a.C.-id.?, h. 370 a.C.) Filósofo griego.
Demócrito fue tan famoso en su época como otros filósofos de la importancia de Platón o
de Aristóteles y debió de ser uno de los autores más prolíficos de la Antigüedad, aunque
sólo se conservan fragmentos de algunas de sus obras, en su mayoría de las dedicadas a la
ética, pese a que se le atribuyen diversos tratados de física, matemáticas, música y
cuestiones técnicas.

Demócrito fundó la doctrina atomista, que concebía el universo constituido por


innumerables corpúsculos o átomos sustancialmente idénticos, indivisibles («átomo»
significa, en griego, inseparable), eternos e indestructibles, que se encuentran en
movimiento en el vacío infinito y difieren entre sí únicamente en cuanto a sus
dimensiones, su forma y su posición. La inmutabilidad de los átomos se explica por su
solidez interior, sin vacío alguno, ya que todo proceso de separación se entiende
producido por la posibilidad de penetrar, como con un cuchillo, en los espacios vacíos de
un cuerpo; cualquier cosa sería infinitamente dura sin el vacío, el cual es condición de
posibilidad del movimiento de las cosas existentes.

Para Demócrito, todo cuanto hay en la naturaleza es combinación de átomos y vacío: los
átomos se mueven de una forma natural e inherente a ellos y, en su movimiento, chocan
entre sí y se combinan cuando sus formas y demás características lo permiten; las
disposiciones que los átomos adoptan y los cambios que experimentan están regidos por
un orden causal necesario. En el universo, las colisiones entre átomos dan lugar a la
formación de torbellinos a partir de los que se generan los diferentes mundos, entre los
cuales algunos se encuentran en proceso de formación, mientras que otros están en vías
de desaparecer. Los seres vivos se desarrollan a partir del cieno primitivo por la acción del
calor, relacionado con la vida como también lo está el fuego; de hecho, los átomos del
fuego y los del alma son de naturaleza similar, más pequeños y redondeados que los
demás.

La ética de Demócrito se basa en el equilibrio interno, conseguido mediante el control de


las pasiones por el saber y la prudencia, sin el recurso a ninguna idea de justicia o de
naturaleza que se sustraiga a la interacción de los átomos en el vacío. Según Demócrito, la
aspiración natural de todo individuo no es tanto el placer como la tranquilidad de espíritu
(eutimia); el placer debe elegirse y el dolor, evitarse, pero en la correcta discriminación de
los placeres radica la verdadera felicidad.
De Epicuro

Epicuro, hijo de Neocles y Cherestrata, fue natural de Gargetto, pueblo del territorio de Atenas,
y descendiente de la familia de los Filaidas, como dice Metrodoro en el libro De la nobleza.
Otros, con Heráclito en el Epítome de Soción, dicen que como los atenienses sorteasen los
colonos que debían ir a Samos, fue educado allí, y a los dieciocho años de edad pasó a Atenas en
tiempo que Jenócrates enseñaba en la Academia y Aristóteles en Calcide. Que muerto Alejandro
Macedón, y decaídos los atenienses reinando Perdicas, se fue a Colofón, donde vivía su padre.
Que habiendo estado allí tiempo y juntado discípulos, regresó a Atenas bajo de Anaxicrates,
donde filosofó algún tiempo juntamente con otros; pero luego estableció secta propia llamada de
su nombre. Según él mismo dice, se dedicó a la filosofía a los catorce años de edad. Apolodoro
Epicúreo, en el libro primero de la Vida de Epicuro, dice se dio a la filosofía en persecución de los
sofistas y gramáticos, por no haber sabido explicar a uno de ellos lo que significa en Hesíodo la
voz χάους (chaous). Y Hermipo asegura que fue primero maestro de escuela; pero después,
habiendo visto por acaso dos libros de Demócrito, se entregó a la filosofía, y que por esto dijo
Timón de él:
De Samos ha salido
el físico postrero, el impudente,
el maestro de niños,
el más duro y brutal de los mortales.

Por exhortación suya filosofaban también con él sus tres hermanos, Neocles, Queredemo y
Aristóbolo: así lo dice Filodemo Epicúreo en el libro X de su Catálogo de los filósofos. Hasta un
esclavo suyo llamado Mus filosofó con él, como lo dice Mironiano en sus Capítulos históricos.
Siendo enemigo suyo Diotimo Estoico, lo vulneró amarguísimamente, publicando con nombre
de Epicuro 50 cartas impúdicas y escandalosas; como también las referidas a Crisipo,
ordenándolas como si fuesen del mismo Epicuro. Aun Posidonio Estoico, Nicolao, Soción en la
duodécima de las tituladas Demostraciones diócleas, la cual versa sobre la carta 24, y Dionisio
Halicarnaseo, son sus perseguidores.

Dicen que andaba con su madre girando por las casucas y habitaciones populares recitando versos
lustratorios, y que enseñó las primeras letras con su padre, por un estipendio bajísimo. Que
prostituyó a uno de sus hermanos, y que él se servía de la meretriz Leontio. Que se arrogó los
escritos de Demócrito acerca de los átomos y los de Aristipo acerca del deleite. Que no fue
ingenuo ni legítimo ciudadano, como lo dicen Timócrates y Herodoto en el libro De la pubertad
de Epicuro. Que en sus cartas aludió indignamente a Mitres, mayordomo de Lisímaco, llamándolo
Apolo y rey. Que ensalzó y aduló a Idomeneo, a Herodoto y a Timócrates, que habían explicado
sus dogmas hasta entonces oscuros; y lo mismo hace en las cartas a dicho Leontio, por estas
palabras: «¡Oh Apolo rey, amado Leontillo, cuán grande alegría y conmoción llenó mi ánimo leída
tu pequeña carta!» Y a Temista, mujer de Leonteo, le dice: «Estoy resuelto a ir corriendo a
cualquiera parte que me llaméis vosotros y Temista, caso que vosotros no vengáis a verme.» Que
a Pitocles, que era muy hermoso, le dice: «Aquí estaré sentado esperando tu ingreso divino y
amable.» Que en otra carta a Temista cree persuadirla, como dice Teodoto en el libro IV  Contra
Epicuro. Que escribía a otras muchas amigas, singularmente a Leontio, a la cual amaba
Metrodoro.
Arquímedes

(Siracusa, actual Italia, h. 287 a.C.-id., 212 a.C.) Matemático griego. Hijo de un astrónomo,
quien probablemente le introdujo en las matemáticas, Arquímedes estudió en Alejandría,
donde tuvo como maestro a Conón de Samos y entró en contacto con Eratóstenes; a este
último dedicó Arquímedes su Método, en el que expuso su genial aplicación de la
mecánica a la geometría, en la que «pesaba» imaginariamente áreas y volúmenes
desconocidos para determinar su valor. Regresó luego a Siracusa, donde se dedicó de
lleno al trabajo científico.

De la biografía de Arquímedes, gran matemático e ingeniero, a quien Plutarco atribuyó


una «inteligencia sobrehumana», sólo se conocen una serie de anécdotas. La más
divulgada la relata Vitruvio y se refiere al método que utilizó para comprobar si existió
fraude en la confección de una corona de oro encargada por Hierón II, tirano de Siracusa y
protector de Arquímedes, quizás incluso pariente suyo. Hallándose en un establecimiento
de baños, advirtió que el agua desbordaba de la bañera a medida que se iba
introduciendo en ella; esta observación le inspiró la idea que le permitió resolver la
cuestión que le planteó el tirano. Se cuenta que, impulsado por la alegría, corrió desnudo
por las calles de Siracusa hacia su casa gritando «Eureka! Eureka!», es decir, «¡Lo
encontré! ¡Lo encontré!».

La idea de Arquímedes está reflejada en una de las proposiciones iniciales de su obra


Sobre los cuerpos flotantes, pionera de la hidrostática; corresponde al famoso principio
que lleva su nombre y, como allí se explica, haciendo uso de él es posible calcular la ley de
una aleación, lo cual le permitió descubrir que el orfebre había cometido fraude.

Según otra anécdota famosa, recogida por Plutarco, entre otros, Arquímedes aseguró al
tirano que, si le daban un punto de apoyo, conseguiría mover la Tierra; se cree que,
exhortado por el rey a que pusiera en práctica su aseveración, logró sin esfuerzo aparente,
mediante un complicado sistema de poleas, poner en movimiento un navío de tres
mástiles con su carga. Son célebres los ingenios bélicos cuya paternidad le atribuye la
tradición y que, según se dice, permitieron a Siracusa resistir tres años el asedio romano,
antes de caer en manos de las tropas de Marcelo; también se cuenta que, contraviniendo
órdenes expresas del general romano, un soldado mató a Arquímedes por resistirse éste a
abandonar la resolución de un problema matemático en el que estaba inmerso, escena
perpetuada en un mosaico hallado en Herculano.
Sócrates

(Atenas, 470 a.C.-id., 399 a.C) Filósofo griego. Fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de
un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con
certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en
las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de
Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.

La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el


historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató
a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud,
pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares.
Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le
identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.

Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos,
en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones
excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.

Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le
dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva
ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez.

En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho,


con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le
atribuye también un aspecto desaliñado. Sócrates se habría dedicado a deambular por las
plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes,
campesinos o artesanos) como interlocutores para someterlas a largos interrogatorios.

Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza,


la mayéutica, que él comparaba al arte que ejerció su madre: se trataba de llevar a un
interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma,
por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía
sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las
opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero
conocimiento.
Claudio Tolomeo

(O Ptolomeo; Siglo II) Astrónomo, matemático y geógrafo griego. Es muy poca la


información sobre la vida de Tolomeo que ha llegado hasta nuestro tiempo. No se sabe
con exactitud dónde nació, aunque se supone que fue en Egipto, ni tampoco dónde
falleció.

Su actividad se enmarca entre las fechas de su primera observación, cuya realización


asignó al undécimo año del reinado de Adriano (127 d.C.), y de la última, fechada en el
141 d.C. En su catálogo de estrellas, adoptó el primer año del reinado de Antonino Pío
(138 a.C.) como fecha de referencia para las coordenadas.

Tolomeo fue el último gran representante de la astronomía griega y, según la tradición,


desarrolló su actividad de observador en el templo de Serapis en Canopus, cerca de
Alejandría. Su obra principal y más famosa, que influyó en la astronomía árabe y europea
hasta el Renacimiento, es la Sintaxis matemática, en trece volúmenes, que en griego fue
calificada de grande o extensa (megalé) para distinguirla de otra colección de textos
astronómicos debidos a diversos autores.

La admiración inspirada por la obra de Tolomeo introdujo la costumbre de referirse a ella


utilizando el término griego megisté (la grandísima, la máxima); el califa al-Mamun la hizo
traducir al árabe en el año 827, y del nombre de al-Magisti que tomó dicha traducción
procede el título de Almagesto adoptado generalmente en el Occidente medieval a partir
de la primera traducción de la versión árabe, realizada en Toledo en 1175.

Utilizando los datos recogidos por sus predecesores, especialmente por Hiparco, Tolomeo
construyó un sistema del mundo que representaba con un grado de precisión satisfactoria
los movimientos aparentes del Sol, la Luna y los cinco planetas entonces conocidos,
mediante recursos geométricos y calculísticos de considerable complejidad; se trata de un
sistema geocéntrico según el cual la Tierra se encuentra inmóvil en el centro del universo,
mientras que en torno a ella giran, en orden creciente de distancia, la Luna, Mercurio,
Venus, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno. Con todo, la Tierra ocupa una posición ligeramente
excéntrica respecto del centro de las circunferencias sobre las que se mueven los demás
cuerpos celestes, llamadas círculos deferentes. Además, únicamente el Sol recorre su
deferente con movimiento uniforme, mientras que la Luna y los planetas se mueven sobre
otro círculo, llamado epiciclo, cuyo centro gira sobre el deferente y permite explicar las
irregularidades observadas en el movimiento de dichos cuerpos.

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