0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
11 vistas1 página
El documento reflexiona sobre la importancia de combinar el conocimiento de la materia con la eficacia en la transmisión del conocimiento para los docentes. También señala que algunos recursos pueden marcar positiva o negativamente a los estudiantes si se usan de manera inapropiada. Finalmente, propone que los docentes deben practicar la autocrítica, la humildad, dedicar tiempo y esfuerzo, involucrarse con los estudiantes más allá de lo académico, y desplegar un alto sentido ético en su desempeño.
El documento reflexiona sobre la importancia de combinar el conocimiento de la materia con la eficacia en la transmisión del conocimiento para los docentes. También señala que algunos recursos pueden marcar positiva o negativamente a los estudiantes si se usan de manera inapropiada. Finalmente, propone que los docentes deben practicar la autocrítica, la humildad, dedicar tiempo y esfuerzo, involucrarse con los estudiantes más allá de lo académico, y desplegar un alto sentido ético en su desempeño.
El documento reflexiona sobre la importancia de combinar el conocimiento de la materia con la eficacia en la transmisión del conocimiento para los docentes. También señala que algunos recursos pueden marcar positiva o negativamente a los estudiantes si se usan de manera inapropiada. Finalmente, propone que los docentes deben practicar la autocrítica, la humildad, dedicar tiempo y esfuerzo, involucrarse con los estudiantes más allá de lo académico, y desplegar un alto sentido ético en su desempeño.
La combinación del conocimiento específico de la materia con la eficacia de la transmisión de ese saber, probablemente sea considerado la parte más importante del desempeño de quien ejerce la docencia. En ese accionar, hay recursos que utilizados inapropiadamente pueden marcar (para bien o para mal) por siempre a quien está ocupando un pupitre en su condición de “ser sin luz”. Tal expresión corresponde a una especulación etimología de la palabra alumno que considera que es un vocablo compuesto por el prefijo “a” que significa sin, ausencia, carencia y la raíz “lumen”, “luminis” que significa luz. Los diccionarios atribuyen la derivación al término “alumnus” (Persona criada por otra) y a una relación con un antiguo participio latino que corresponde al verbo “alimentar”. Si tomamos las consideraciones contenidas en estas definiciones, las palabras iluminar, criar y alimentar resuenan con grandilocuencia. Como una “guía de responsabilidades”. Es sabido que las carencias de un país con altos índices de empobrecimiento hicieron que la escuela se “ponga al hombro” paliativos donde los verbos citados pierden su carácter metafórico para constituir una función social que incluye comida y contención afectiva. Sin dejar de considerar que, como criaturas humanas, los y las docentes puedan fallar, administrar justicia sin un sentido inmaculado de equidad, establecer empatías no con todo el alumnado, olvidar conceptos, etc., considero que los siguientes componentes, debieran estar contenidos sin excepción en su desempeño: Autocrítica: Constituye una de las herramientas más eficaces para mejorar. Humildad: Aceptar los propios límites, lejos de exponer vulnerabilidad inspira respeto. Dedicación y Esfuerzo: Optimizan los recursos Involucrarse: La relación enseñanza - aprendizaje requiere ir “más allá”. No todas las almas son iguales. En resumen, desplegar un alto sentido ético. MARCELO COSENTINO 2do. Año Profesorado INSTITUTO SUPERIOR DE MÚSICA JOSÉ HERNÁNDEZ Noviembre 2019