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El trabajo con fuentes y la enseñanza de la Historia1

Las fuentes en la ciencia histórica y en la enseñanza de la historia

¿Qué son las fuentes? Una definición general y a la vez pragmática dice: "Llamamos
fuentes a todos aquellos textos, aquellas cosas y aquellos hechos de los que pueden
extraerse conocimientos del pasado". Las fuentes son entonces muy diversas y los
historiadores han intentado ordenar esta actividad. (…) Lo importante es que no todas las
fuentes o géneros de fuentes son igualmente relevantes para la enseñanza de la historia.
(…) Las fuentes en la ciencia histórica y las fuentes en la enseñanza de la historia
entonces nos son lo mismo. Este hecho se refiere primero a la problemática de la
selección. Para el historiador todas las fuentes son en principio importantes, mientras que
el maestro considera como relevantes solo aquellas que piensa poder usar
adecuadamente según sus criterios, es decir considerando aspectos científicos,
pedagógicos, psicológicos del aprendizaje y motivación, etc. Se tiene que añadir una
diferencia más: los historiadores por una parte y los maestros y los alumnos por la otra
trabajan de manera diferente con las fuentes. El trabajo con fuentes por parte del
historiador transcurre en lo general en tres fases: la de la búsqueda de fuentes, la de la
crítica externa e interna de la fuente y finalmente la de la interpretación y de la inserción en
un contexto narrativo sobre acontecimientos pasados. En la escuela, en cambio, se acude
a fuentes recopiladas y explotadas, trabajadas: su presentación lingüística muchas veces
ha sido modernizada y asimilada al vocabulario actual de los alumnos. Algunos pasos del
trabajo, como por ejemplo la prueba de la autenticidad de la fuente, regularmente no tienen
que seguirse en la escuela. Finalmente los alumnos realizan su trabajo con las fuentes
según las instrucciones preestructuradas del maestro que formula por ejemplo preguntas
para el análisis del documento. Todo ello lleva a la pregunta: ¿a qué grado es posible un
trabajo "serio" con fuentes en la clase y que tan "transparente" hace este trabajo realmente
al proceso de aprendizaje para los alumnos? Los documentos se trabajan en la escuela en
una secuencia de fases diferente a la de la investigación histórica, debido a que el trabajo
con fuentes forma parte de un proceso de aprendizaje organizado. Por lo general abarca -
la secuencia puede variar- mínimamente los siguientes pasos del trabajo: primero las
cuestiones inmanentes a la fuente, como el análisis de sus características formales (autor,
destinatario, lugar, fecha), el análisis del contenido (construcción, ideas principales,
conceptos), la evaluación en el contexto de la época (forma de argumentar,
intereses/ubicación del autor) y finalmente el análisis de su contexto histórico (descripción
de la situación histórica, comparación con otras fuentes y representaciones). (…)

Posibilidades metódicas del trabajo con fuentes

(…) En lo que se refiere al concepto didáctico, el trabajo con las fuentes es de gran
importancia sobre todo en la realización de la así llamada enseñanza orientada hacia
problemas. Los objetivos de este procedimiento consisten en aumentar la actividad de los
alumnos en el proceso de aprendizaje y en llevarlos hacia una comprensión de los
problemas históricos, así como hacia una búsqueda de caminos de solución
1
Elaborado en base a: Riekenberg, Michael: "El trabajo con fuentes y la enseñanza de la Historia" en Propuesta
Educativa nº 8, marzo de 1993.
independientes; de esta manera se pretende fomentar la adquisición de determinadas
operaciones cognitivas, como por ejemplo las de abstracción y síntesis. Dentro de este
enfoque, el proceso de aprendizaje se concibe generalmente en tres pasos. La primera
fase de la enseñanza la constituye la así llamada formulación de hipótesis. En esta fase,
los alumnos reciben fuentes muy cortas, de preferencia controvertidas, para poder elaborar
preguntas acerca de un contexto histórico. En la fase de la solución, se les dan a los
alumnos fuentes extensas que les ofrecen posibilidades de comprobar sus preguntas o
suposiciones e hipótesis iniciales, es decir de reconocer determinadas circunstancias y sus
interrelaciones. En la fase final de la comprobación de hipótesis, se trata de que los
alumnos discutan sus resultados. En esta fase se pueden usar las fuentes de dos
maneras: por un lado, es posible analizar la valoración del acontecer histórico por parte de
los contemporáneos; por el otro, se pueden discutir las apreciaciones y descripciones
actuales de los acontecimientos analizados, tal como se encuentran también por ejemplo
en la historiografía. En ambos casos se pretende que los alumnos contrasten sus
interpretaciones y juicios con aquellos de la gente de la época o con los de la investigación
actual.

Controversia y perspectiva múltiple

En este breve esbozo de una enseñanza orientada hacia problemas surgen ya dos
premisas didácticas que son de central importancia (…) se trata aquí de los principios de la
visión histórica controvertida o multiperspectiva. (…). Son dos las consecuencias concretas
para el trabajo con las fuentes. Primero es necesario familiarizar a los alumnos mediante la
presentación de diferentes fuentes con la diversidad de la mirada histórica. La perspectiva
múltiple en el uso de las fuentes quiere decir aquí que los alumnos tengan claridad acerca
de los diferentes puntos de vista de los respectivos contemporáneos. Si se trabaja por
ejemplo con el proceso de industrialización de las sociedades europeas, se debe conceder
la palabra no únicamente a los empresarios, sino también a los sindicatos. Tampoco se
puede ilustrar unilateralmente el crecimiento económico que arroja por ejemplo la
estadística, sin mencionar las consecuencias, a menudo catastróficas, para las condiciones
de vida de los estratos bajos de la población en la fase temprana de la industrialización. De
manera similar se concibe el trabajo controvertido con las fuentes. Aquí, sin embargo, no
se trata de contrastar perspectivas contemporáneas, sino de ver las diferencias en la
descripción y la valoración dentro de las percepciones históricas actuales y también las
diferentes opiniones al interior de la ciencia histórica. Parece claro que ambos principios
están íntimamente relacionados con las exigencias de una sociedad democrática hacia los
procesos educativos de los ciudadanos jóvenes. En segundo lugar, el afán de fomentar en
el alumno el aprendizaje de las condiciones de producción de nuestro saber histórico,
puede convertir el proceso del trabajo con fuentes en algo más importante que los
contenidos mismos. Desde este punto de vista, la enseñanza debe "transmitir no sobre
todo resultados, sino hacer transparente (…) el proceso de construcción del conocimiento".
El trabajo con fuentes es definido de esta manera también como un método pedagógico
para fomentar las capacidades instrumentales de los alumnos respecto de la elaboración
de conocimientos, reconocimientos y juicios históricos y para aclarar el surgimiento y la
estructura de la comprensión e identidad históricas.

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