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SOCIEDAD, CULTURA Y POLÍTICA EN EL PERÚ

POR: PhD. OSCAR MURILLO SERNA

"SOCIEDAD CULTURA Y POLÍTICA EN EL PERÚ" es un reciente trabajo de investigación


realizado por el Profesor OSCAR MURILLO SERNA, en el Instituto de Gobierno y Gestión
Pública de la Universidad San Martin de Porras.
La investigación se ocupa del estudio de las recientes elecciones presidenciales y el triunfo
del candidato, ahora presidente, Pedro Castillo. Intenta interpretar este proceso a la luz del
Análisis estructural de la cultura, el Análisis del Discurso Politico y la Teoría de la Lucha por
el Reconocimiento.

El trabajo consta de cinco componentes estrechamente concatenados en una relación de


secuencialidad de causa y efecto; donde uno es consecuencia del otro. Estos son: I. La
pandemia, a modo de introducción, II. La cultura, un cajón de herramientas simbólicas, III.
La lucha por el reconocimiento, IV. La teoría de la lucha por el reconocimiento y V. La
hipótesis. 

El autor desarrolla y sustenta el ensayo en un conjunto de pensadores, intelectuales y


académicos como Hegel, Alexander Kojeve, Bordieu, Linton, Williams, Ariño, Rosaldo,
Geertz y otros, El hilo conductor de la investigación se estructura a partir del análisis de
la Cultura y la Teoría del Reconocimiento que aplica a la realidad peruana reciente,
sintetizada en el proceso electoral y en la sorprendente elección del profesor Pedro
Castillo.

I. LA PANDEMIA A MODO DE INTRODUCCIÓN

La pandemia del coronavirus ha afectado en el plano global y local, en forma determinante


en unos casos, y condicionante en otros, la agenda integral y/o sectorial de personas y
familias, de grupos y colectivos, de instituciones y organizaciones, de países y regiones. Su
impacto ha sido mucho más negativo que positivo en términos económicos, sociales,
políticos; en razón directamente proporcional al grado de avance o atraso de cada nación
en términos de fortalezas o debilidades de cada una.

En este contexto, las consecuencias o efectos en el Perú han sido de los peores del mundo,
al punto que hemos sido considerados como la peor gestión sanitaria del orbe y la peor
gestión económica de la región. Por tanto, nadie puede negar el efecto que ha tenido el
covid 19 en la configuración de la conciencia política y electoral de la población.

Es precisamente en este escenario que el autor realiza una "primera incursión en el


análisis del proceso electoral presidencial último"; en el marco de una  "coyuntura
económica, social y política muy crítica para el país como consecuencia de la pandemia del
covit 19". Además de la crisis económica y social expresada en el incremento inusitado del

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desempleo, la caída abrupta del ingreso y la disminución del consumo; el
larguísimo confinamiento. con los consecuentes efectos sociales y psicológicos que ha
traído consigo.

II. LA CULTURA, UN CAJÓN DE HERRAMIENTAS SIMBÓLICAS

El autor hace un análisis teórico conceptual, metodológico e instrumental que toma como
referente fundamental a la Cultura como generalidad y a la Teoría del Reconocimiento
como especificidad. En esta dinámica establece la dialéctica histórica del Estado colonial
dominante entre República de españoles versus República de indios, en la que la categoría
"indios" sigue siendo vigente a pesar de los tiempos y los cambios bajo otra modalidad,
que no ha logrado superar de manera definitiva la contradicción entre colonización/
independencia, o entre metrópoli/periferia; en un proceso continuo de estructuración y
desestructuración.

Y es que, de alguna forma, se mantienen las relaciones de dominación y subordinación, de


sistemas y subsistemas, campos de fuerza y de luchas, de relaciones e interrelaciones, que
se expresan en el campo político y cultural en términos de diversidad y diferencias entre
indios, cholos, mestizos y blancos, estableciéndose entre sutiles y palpables expresiones
de exclusivismo, marginación y racismo que afirman la desigualdad.   

En consecuencia, aun somos sociedades heterogéneas y diversas, de multiculturalidad,


donde priman las relaciones de dominación, hegemonía y predominancia que es preciso
resolver para establecer relaciones de reciprocidad y redistribución; todo ello implica
poner el énfasis, según Murillo, en el articulado "mundo social, mundo cultural"

Por eso es que, "para el análisis del último proceso electoral presidencial la denominación
simbólica (cultural) que impregna toda la participación de los ciudadanos es fundamental.
Porque frente al desencanto del elector con la política, este elector se refugia en su propia
identidad al momento de tomar las decisiones, puesto que esta elección que moldea las
constricciones o los incentivos que se dan en el marco de las estructuras sociales, tienen
que estar legitimados por la cultura". 

Como lo dijimos al comienzo, para el autor del ensayo "la cultura, en este caso, aparece
como una totalidad inclusiva que proporciona creencias, valores y símbolos a una sociedad
dada; hace que el proceso electoral, se presente a la conciencia de los sujetos, como un
elemento culturalmente internalizado, antes que como un proceso ideológico (en crisis);
sobre todo teniendo en cuenta la crisis política que afecta al sistema político peruano"
Plenamente comprobada por las encuestas y la opinión pública, incluso por los resultados
electorales la hipótesis de Murillo, sugiere que una inmensa mayoría de la población no
cree o cree poco o muy poco en los partidos, los políticos y los gobernantes. Cree que son
incapaces e ineptos. Y a partir de ello no tiene confianza ni credibilidad en ellos. De allí la
aseveración del autor que "este último proceso electoral, nos parece que es (un proceso)

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muy diferenciado que los anteriores porque está más anclado en un contexto social que
moldea el comportamiento del elector según un patrón cultural general bien definido".

En consecuencia, "... de todos los campos, la cultura aparece como un elemento disuelto
en todos ellos". El marco cultural "configura la forma como la gente se alimenta, hacen
política, e intercambian en el mercado...". No se puede "...hablar de una realidad "bruta"
con independencia de la cultura".

III. LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO

Por ello, según Murillo, "esta dominación inscrita en el lenguaje político de Pedro Castillo,
busca otra estrategia de racionalización discursiva". Para el autor "la esencia misma que
subyace a todo el discurso de este líder natural es la lucha por el reconocimiento del otro.
El reconocimiento de la dignidad de su ser, de su humanidad y por lo mismo de su
identidad, de su cultura". Un enfoque político cultural que no fuera planteado por ningún
otro candidato presidencial y que marcó sustantivamente la diferencia.

Por eso mismo, Murillo infiere que "Esta estrategia humanista ontológicamente hablando,
está anclado en la realidad histórica de este país. Por ello, este reconocimiento que
anhelan los seres humanos, en las sociedades modernas evolucionan rápidamente hacia la
dimensión política, porque este es el espacio donde los individuos exigen, luchan por su
reconocimiento público".

Extrapolando, el autor resalta en una visión global "De este modo la lucha política por el
reconocimiento abarca al mismo tiempo la lucha por la identidad en casi todas las
sociedades del mundo, desde las luchas de liberación nacional como el nacionalismo, los
movimientos regionalistas, que luchan contra el centralismo del Estado; hasta los nuevos
movimientos modernos de los diferentes grupos sociales".             

Este estudio abordaje político cultural, que deviene en inédito en el plano nacional, se
debe en gran parte a que, en el Perú, "los estudios culturales no tienen la profundidad que
la realidad cultural exige. No contamos con estudios socio-antropológicos de la realidad
cultural del país".

El gran logró del profesor Castillo, en la línea argumental ya referida, ha sido entender que
el modelo de Estado Autoritario no ha desaparecido plenamente con la independencia;
pues la República prácticamente ha devenido en la continuación del modelo de Estado
Colonial Autoritario. Con la contradicción consecuente entre  poderes regionales/poder
nacional,  élites rurales/poderes regionales, identidades colectivas regionales/identidad
colectiva nacional. En síntesis, un nuevo multiculturalismo de un país que busca todavía su
plena identidad nacional. Y también un nuevo Estado, pues "en los distintos modelos de
Estado sea este caudillista, oligárquico, populista o liberal, la estructura cultural colonial
subyace a todos estos modelos de Estado Moderno". 

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IV. LA TEORÍA DE LA LUCHA POR EL RECONOCIMIENTO

Resulta importante y necesario hacer referencia que en este ensayo Murillo tiene una
iniciativa inaugural al abordar el análisis de las elecciones y sus resultados desde la
perspectiva del campo cultural, considerado como el mismo dice, "relativamente de
manera autónoma"; pues aquí, en este proceso, se ha jugado "la lucha por el
reconocimiento"; reconociendo que es una estrategia que "puede parecer (...) poco usual
para comprender y explicar procesos sociales como el que estamos tratando".

La Teoría del Reconocimiento es muy antiguo como concepto y pertenece más al campo
de la filosofía política. Platón fue el primero que lo emplea, Hegel lo amplía y Alexander
Kojeve lo desarrolla más. Pero es Francis Fukuyama el que lo pone de moda en la
década de los 90 del siglo pasado con su libro, "El fin de la historia y el último hombre",
que alteró el campo del análisis político y las ciencias sociales, erigiéndolo como uno de los
referentes mundiales del análisis político. 

Para Hegel el "Principio del Reconocimiento es el motor de la historia y nos permite


interpretar muchos fenómenos que nos parecen de poca importancia como la cultura, la
religión, o el nacionalismo. Según estos autores, el deseo de reconocimiento por el cual
luchamos los seres humanos es uno de los principios teóricos fundamentales de la historia
humana.Por supuesto, como bien lo dice Murillo, "La lucha por el reconocimiento es una
lucha subjetiva, se lucha por el prestigio; se lucha hasta perder la vida por principios más
altos y abstractos"

Esta lucha por el reconocimiento, es una constante histórica, presente en todos los
acontecimientos humanos. A "diferencia de la teoría marxista que pone por delante la
economía, según Hegel, el reconocimiento es la fuerza del desarrollo humano".

Pues tal como lo ha comprobado la experiencia, "por encima de todo, el hombre desea lo
que otros hombres también desean ; es decir que otros lo reconozcan". El ser humano,
"fue desde el principio un ser social, su sentido del valor y su identidad se halla
intímamente conectado con el valor que le atribuyen otras personas". 
V. LA HIPOTESIS

El profesor Castillo puede que conozca o no la Teoría del Reconocimiento. Pero lo cierto es
que su campaña electoral se ha sustentado en este marco de referencia intelectual. Ël, se
ha hecho la pregunta, que infiere Murillo en su ensayo, "¿Qué pasa cuando el ser humano
es humillado en su mismidad, en su identidad, en su ser o en su identidad cultural?

Suponemos que este hombre desea en cualquiera de las circunstancias personales,


sociales o históricas, se les reconozca como hombre, que los reconozcan los otros
hombres, como hombre, como ser humano. Y lo que constituye su identidad, su cultura.
Igualmente quiere que se le reconozca en tanto individuo perteneciente a una realidad
cultural".

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Como bien lo han expresado los teóricos del reconocimiento, y lo enfatiza el autor del
ensayo "... el hombre no está determinado exclusivamente por su naturaleza económica,
sino que su misma humanidad consiste en su capacidad de superar o negar esta
naturaleza". Precisamente por ello, es que se ha planteado, "a manera de hipótesis,
porque Pedro Castillo triunfa en las últimas elecciones presidenciales"

Dice Murillo que "Este hombre del sombrero poco a poco se fue convirtiendo en un
símbolo fundamental de lo que hemos llamado la lucha por el reconocimiento". "Nuestra
hipótesis es que el triunfo electoral de Pedro Castillo, en estas últimas elecciones
presidenciales, no se da como la mayoría de los especialistas piensan que se dió por una
lucha por los bienes materiales, a pesar que gastamos la mayor cantidad del tiempo a
obtenerlos; sino más bien por el deseo del reconocimiento. El hombre no solo quiere que
se le reconozca, sino que se le reconozca como ser humano que tiene su propia valía, su
propia identidad y su propia cultura".

El autor del ensayo, concreta su planteamiento, "El reconocimiento fue el motor del
discurso de Pedro Castillo durante todo el tiempo que tardó este proceso electoral, porque
pedía en todo momento el reconocimiento de lo que denominaba "su pueblo", el
"pueblo", una realidad abstracta que comenzó a tener poco a poco contenido cultural.
Porque independientemente de la clase social, grupo, pueblo o comunidad a la que
pertenecieron, Castillo se dirigió a todos aquellos portadores de esa cultura cobriza que a
lo largo de la historia de este país fue arrastrada hacia abajo por las estructuras del poder
en un esquema piramidal; en cuya base se encuentran la gran mayoría de cobrizos
desposeídos de los medios de producción".         

No es acaso esta lucha por el reconocimiento, delos pueblos “cobrizos” su única manera
vivible en una sociedad tan desigual como la nuestra? ¿ Y no es acaso el principio de la
responsabilidad democrática la que sigue siendo el principio de la igulización de la
dignidad.

Lima, agosto de 2021

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