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Casilla : 334.
Esp. Legal : Vargas Trujillo.
Escrito : 2.
1. Se declaró improcedente in límine, la demanda, por considerar que, de los hechos i de los medios
de prueba aportados a la demanda, no se acredita la vulneración de un derecho
constitucionalmente protegido del derecho que se ha invocado; por tanto, la demanda, se hallaría
incursa en la causal de improcedencia prevista en el inciso 1) del artículo 5º del Código Procesal
Constitucional.
2§ Los hechos están referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido del
derecho de petición y del derecho de igualdad ante la ley y de no discriminación
2. En el presente caso se cuestiona la vulneración del derecho de petición y del derecho de igualdad
y de no ser discriminado por razón de cualquier otra índole, por los hechos siguientes:
La demandada
3. El primer hecho constituye violación del derecho de petición, por cuanto este derecho implica,
entre otros, la obligación de la autoridad de dar respuesta al peticionante por escrito y en un plazo
razonable. Entonces la no respuesta por escrito y en un plazo no razonable por la autoridad
constituye violación del derecho de petición del recurrente, por lo que, el hecho denunciado está
referido al contenido constitucionalmente protegido del DERECHO DE PETICIÓN.
1
Los Bachilleres en Derecho que “no suspendieron sus exámenes de grado” son aquellos que, por
primera vez hacen la petición de someterse al examen de grado o que la suspensión es imputable a
la entidad demandada.
expuesto vulnera el DERECHO DE IGUALDAD Y DE NO DISCRIMINACIÓN, ya que está
referido a su contenido constitucionalmente protegido.
5. A juicio del Tribunal Constitucional cuando la demanda ha sido indebidamente rechazada, por
“(…) la aplicación de las causales de improcedencia previstas en los incisos 1) y 2), del artículo 5º
del Código Procesal Constitucional, al igual que cuando se expide una sentencia de mérito, debe
estar adecuadamente motivada. El grado de exigencia de la motivación que impone la
Constitución a los jueces constitucionales alcanza también, como es obvio, a la aplicación de las
causales de improcedencia de los procesos constitucionales, de ahí que en el presente caso se
aprecia que en las resoluciones judiciales de primer y segundo grado no se motiva adecuadamente
la decisión de declarar la improcedencia liminar de la demanda” (RTC Nº 02147-2008-PA/TC. FJ
3).
No es correcto afirmar que “los hechos i de los medios de prueba aportados a la demanda, no se
acredita la vulneración de un derecho constitucionalmente protegido del derecho que se ha
invocado”, cuando no se tomó en cuenta los hechos sino el petitorio.
En todo caso, era obligación del Juez adoptar otras medidas adecuadas para la protección de los
derechos vulnerados en aplicación de la suplencia de queja deficiente y del principio de iura novit
curia3, tal como dispone el artículo VIII del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional
2
“Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se viola el derecho
a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo
aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o de
que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo intenta dar un
cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico” (STC
Nº 00728-2008-PHC).
3
“… la suplencia de la queja deficiente… se trata de la facultad que tienen los jueces constitucionales
para adecuar las pretensiones de los quejosos, a fin de otorgarles la protección que sus derechos
fundamentales requieran en el supuesto que se advierta un error o una omisión en el petitorio de su
demanda…” (STC Nº 0569-2003-AC. FJ 5).
9. Que en el presente caso, no cabía rechazar in limine la demanda, toda vez que de la revisión de
autos y por los argumentos expuestos aquí, se desprende que ésta debió admitirse a trámite con el
objeto de examinar si se han vulnerado el derecho fundamental de petición y el derecho de
igualdad ante la ley y de no discriminación del recurrente. Más aun en virtud del principio pro
actione debió admitirse la demanda, tal como se ordena en el artículo III del Título Preliminar del
Código Procesal Constitucional; “[c]uando en un proceso constitucional se presente una duda
razonable respecto de si el proceso debe declararse concluido, el Juez y el Tribunal Constitucional
declararán su continuación.”
En consecuencia, por los argumentos expuestos, procede revocar la resolución impugnada y ordenar
que se admita a trámite la demanda.
POR LO EXPUESTO:
Sírvase, señor Juez, admitir a trámite la apelación y elevarlo al superior jerárquico para su revocatoria.
Jwllq/…