Está en la página 1de 9

Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD-MAO)

Asignatura:

Realidad social dominicana (grupo G)

Tema:

Historia de Rafael leonada Trujillo

Maestro:

Carlos Derick Rosario

Estudiantes: Matricula:

Maddeline Rosario Ynoa 100340451

Sumeiry Santiago Álvarez DB-7651

Lucy Mercedes Tavarez Peralta 100283069

Neika Natalia Tejeda Zorrilla 100470774

Darbely Ventura Peralta 100476550

Fecha:

30/04/2021
Rafael Leónidas Trujillo

Rafael Leónidas Trujillo Molina (San Cristóbal, 24 de octubre de 1891-Ciudad Trujillo, 30


de mayo de 1961) fue un dictador dominicano que gobernó la República Dominicana desde
1930 hasta su asesinato en 1961.

Sus 30 años de gobierno son conocidos como la Era de Trujillo, y considerados como una
de las tiranías más sangrientas de América Latina. Su gobierno se caracterizó por el
anticomunismo, la represión a toda oposición y el culto a la personalidad. Las libertades
civiles fueron inexistentes y se cometieron constantes violaciones a los derechos humanos.
Sumergió el país en un estado de pánico y «respeto», donde una muerte podía ser
encubierta como un «accidente» y cualquier persona sindicada como desafecta podía ser
encarcelada y torturada en una de las cárceles clandestinas destinadas a esa práctica.

No obstante, los partidarios de Trujillo destacan algunos aspectos positivos del régimen
como el fin del caudillismo como fuente de inestabilidad política, la restauración del orden
público y un cierto desarrollo económico del país.

El Gobierno de Trujillo fue el responsable de la muerte de más de 50 000 personas,


incluyendo los miles de haitianos asesinados en la llamada "Masacre del Perejil". Los
estimados totales sobre el número de muertos en la masacre varían desde 5000 hasta 25
000. También hubo víctimas de otras nacionalidades, como cubanos, colombianos,
venezolanos y españoles.

Paralelamente, Trujillo tuvo en contra varios gobiernos extranjeros opuestos a su dictadura,


entre ellos Rómulo Betancourt de Venezuela, Juan José Arévalo de Guatemala, Ramón
Grau San Martín de Cuba, Elie Lescot de Haití, y José Figueres Ferrer de Costa Rica.

Formación militar

En 1916, tras la intervención estadounidense, el ejército de ocupación pronto creó una


«Guardia Nacional». En 1918 y viendo en ello una oportunidad, Trujillo se integró en la
recién fundada institución militar y pronto fue promovido a segundo teniente. El 11 de
enero de 1919, fue ascendido nuevamente y prestó juramento, convirtiéndose en el teniente
número quince de los dieciséis que existían entonces en la Guardia Nacional.

En 1920, ya con el grado de teniente, fue sometido a un juicio militar por violación y
extorsión a Isabel Guzmán, una menor de 16 años, pero fue exonerado de culpa. En 1921
ingresó en la Academia Militar fundada por el ejército de ocupación en Haina y el 22 de
diciembre de ese mismo año fue designado para ocupar la jefatura de la guarnición de San
Pedro de Macorís.
En 1922 fue trasladado al Cibao y, mientras se encontraba en San Francisco de Macorís,
fue ascendido a capitán sin pasar por el grado de primer teniente, algo irregular en el
escalafón militar, pero explicable debido a los servicios prestados por Trujillo al ocupante
estadounidense. Este ascenso fue acompañado por la reorganización de la Guardia
Nacional, la cual más tarde pasó a ser Policía Nacional Dominicana.

En 1923, antes de su nombramiento como inspector del primer distrito militar, participó
como estudiante en la Escuela de Oficiales del Departamento del Norte. En esta época, a
pesar de su formación militar, comenzaron a manifestarse sus inclinaciones políticas. En su
vertiginosa carrera en la milicia, llegó al grado de mayor y cuando las tropas de EE. UU.
Abandonaron el país en 1924, dejaron a Trujillo a cargo. En 1927 Trujillo se integró en la
Brigada Nacional, institución creada para reemplazar la Guardia Nacional y ascendió al
grado de general.

Golpe de Estado a Vásquez y ascenso al poder

Con el triunfo de Horacio Vásquez en las elecciones que siguieron a la desocupación de las
tropas estadounidenses en 1924, Trujillo permaneció al frente de la Policía Nacional. El 6
de diciembre de ese mismo año, el Presidente Vásquez lo nombró teniente coronel y jefe
del Estado Mayor.

En 1930, estalló en Santiago una insurrección contra el presidente Horacio Vásquez y los
rebeldes marcharon hacia Santo Domingo. Trujillo recibió la orden de someter la rebelión,
pero cuando los amotinados llegaron a la capital el 26 de febrero, no encontraron
resistencia alguna. Enterado el presidente Vásquez de que uno de los ideólogos de la
insurrección era el propio Trujillo decidió renunciar como una salida negociada a la crisis a
fin de evitar derramamiento de sangre. Vásquez fue enviado al exilio y el líder rebelde
Rafael Estrella fue proclamado presidente interino.

Trujillo se convirtió en el candidato en las elecciones presidenciales de 1930 llevando a


Estrella Ureña como vicepresidente. La candidatura opositora, representada por Federico
Velásquez Hernández y Ángel Morales a la presidencia y vicepresidencia respectivamente,
se retiró quedando la de Trujillo-Ureña como única opción.

La campaña electoral se realizó bajo un clima de terror provocado por Trujillo y su banda
paramilitar La 42, dirigida por el mayor del ejército Miguel Ángel Paulin. Hasta los
miembros de la Junta Central Electoral se vieron forzados a renunciar el 7 de mayo, siendo
sustituidos por personas que respondían a la voluntad de Trujillo. El binomio Trujillo-
Ureña ganó las elecciones el 16 de mayo, oficialmente con el 45 % de los votos. Más tarde
se supo que solo el 25 % de los votantes acudieron a las urnas, lo que hizo pensar que
fueron elecciones fraudulentas. El 24 de mayo de 1930 fueron proclamados oficialmente
Trujillo y Ureña, presidente y vicepresidente del país, respectivamente. El 16 de agosto a la
edad de 38 años, Trujillo asumió la presidencia de la República.
Primer mandato 1930-1938

El 3 de septiembre de 1930, a tres semanas de que Trujillo asumiera el poder, el destructivo


huracán San Zenón golpeó Santo Domingo y dejó más de 3000 muertos. Con el dinero
aportado por la Cruz Roja Americana, se reconstruyó la ciudad. En junio de ese mismo
año, la oposición se organizó para derrocar a Trujillo, pero todo fue en vano y los
promotores terminaron en el exilio. Entre los exiliados se encontraban Martín de Moya,
Horacio Vásquez, Ángel Morales, Federico Velásquez, Alfredo Ricart, Cucho Álvarez
Pina, Ángel María Soler, José Dolores Alfonseca, Luis F. Mejía, Leovigildo Cuello y
Ramón de Lara.

En marzo de 1931 el general Desiderio Arias renunció al gabinete de Trujillo, quien al


quedar sin oposición alguna, fortaleció su dictadura. En octubre Trujillo promulgó la ley de
emergencias, mediante la cual el estado dominicano suspendió el pago por concepto de
amortización de la deuda externa con los Estados Unidos. También redujo el gasto público
con despidos masivos y reducción de sueldos. Además, disminuyó las importaciones y
equilibró la balanza comercial.

El 26 de mayo de 1933 fue nombrado «generalísimo de los Ejércitos Nacionales» por el


Congreso Nacional.

En febrero de 1934 se celebró una convención para elegir a Trujillo nuevamente candidato
a presidente por el partido dominicano. El 16 de mayo de ese año y sin ninguna oposición
política se celebraron las elecciones nacionales con Trujillo como único candidato. El 16
de agosto asumió el poder por segunda ocasión consecutiva, esta vez llevando a Jacinto
Bienvenido Peinado como vicepresidente.

Segundo mandato 1942-1952

En febrero de 1942 Trujillo fue nuevamente postulado a las elecciones de ese año por el
Partido Dominicano y por el recién creado «Partido Trujillista». El 16 de mayo fueron
celebradas las elecciones donde votaron casi 600 000 ciudadanos, saliendo electo Trujillo
nueva vez como presidente.

En enero de 1946, la Federación Local del Trabajo, un grupo de manifestantes obreros


fundado por el líder sindical Mauricio Báez hizo una huelga que duró más de una semana.
Aunque la dictadura terminó cediendo a las peticiones de los demandantes, posteriormente
algunos de sus dirigentes y participantes fueron perseguidos y asesinados, mientras que
otros se vieron obligados a tomar el camino del exilio. Tiempo después Trujillo desintegró
todos los sindicatos del país, obligándolos a pertenecer a una federación afín a él. En 1950
Mauricio Báez fue secuestrado en Cuba donde estaba exiliado y nunca más se supo su
paradero.
En mayo de 1947 se celebraron nuevas elecciones, matizadas esta vez con fuertes críticas
internacionales sobre el carácter dictatorial del gobierno, lo que obligó a Trujillo a montar
una ficción democrática. En dichas elecciones participaron tres partidos políticos, el
Partido Nacional Laborista, el Partido Nacional democrático y el Partido Dominicano,
quienes llevaban de candidatos a Rafael A. Espaillat, Francisco Prats Ramírez y Rafael
Trujillo, respectivamente. Trujillo terminó ganando el certamen con el 90 % de los votos.

Política económica

Bajo los gobiernos de Trujillo se verificó un cierto bienestar económico. Su política


económica se fundamentó en la eliminación del endeudamiento externo, la promoción de
importaciones y el fomento a la producción nacional.

El 15 de agosto de 1938 se inauguró el Puerto de Santo Domingo, lo que impulsó de


manera significativa las actividades comerciales con el exterior.

En 1941 Trujillo compró la sucursal del National City Bank of New York en Santo
Domingo y el 24 de octubre de ese mismo año fundó el Banco de Reservas. En 1947, fundó
el Banco Central de la República Dominicana y el 10 de enero de ese mismo año quedó
establecido el peso dominicano como moneda oficial, terminando de esa manera el uso del
dólar estadounidense como moneda de curso legal en el país.

Intento de asesinato de Rómulo Betancourt

Artículo principal: Intento de asesinato de Rómulo Betancourt

A partir de 1959, Trujillo comenzó a interferir cada vez más en los asuntos internos de
otros países vecinos. Trujillo expresó un gran desprecio por el presidente de Venezuela
Rómulo Betancourt, quien era un abierto oponente del dictador que había estado asociado
con los conspiradores dominicanos.

Trujillo desarrolló un odio obsesivo y personal hacia Betancourt y apoyó numerosos planes
de los exiliados venezolanos para derrocarlo. Debido a esto, el gobierno venezolano llevó
el caso en contra de Trujillo a la Organización de Estados Americanos (OEA). Esta
situación enfureció a Trujillo, quien ordenó a sus agentes extranjeros colocar una bomba en
el coche de Betancourt. El intento de asesinato, llevado a cabo el 24 de junio de 1960, hirió
pero no mató al presidente venezolano cuando se dirigía a un desfile militar en el paseo
Los Próceres de Caracas.

El atentado contra Betancourt puso a la opinión mundial contra Trujillo. Indignados, los
miembros de la OEA aprobaron por unanimidad romper relaciones diplomáticas con el
gobierno de Trujillo e imponer sanciones económicas a la República Dominicana. La
relación con el dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos y las
relaciones diplomáticas se rompieron de manera irreconciliables después del incidente de
Betancourt.

Intentos de derrocamiento

Artículos principales: Expedición de Cayo Confites y Movimiento Revolucionario 14 de


junio.

Los exiliados dominicanos celebraron un congreso en la Universidad de La Habana y


conformaron el llamado «Frente Unido de la Liberación Dominicana» con Ángel Morales
como presidente. Su principal móvil fue gestionar ayuda militar ante los gobiernos
democráticos de América Latina y el Caribe para utilizarla contra la dictadura de Trujillo.
Entre los miembros figuraba el cuentista y político dominicano Juan Bosch, quien asumió
las gestiones internacionales y viajó a varios países para reunirse con sus respectivos
presidentes.

El 21 de septiembre de 1947 el grupo de dominicanos en el exilio, junto a un batallón


voluntario de militares armados procedentes de Cuba y otros países de América Latina,
partieron hacia Santo Domingo en un movimiento militar llamado Expedición de Cayo
Confites. La expedición fracasó; los expedicionarios fueron obligados a desembarcar, para
luego ser apresados y llevados al recinto militar de Columbia, ubicado en La Habana.

El 19 de junio de 1949 se realizó un segundo intento fallido para derrocar al régimen


trujillista, terminando los expedicionarios apresados o carbonizados en un contraataque del
ejército dominicano.

El 14 de junio de 1959, varios hombres armados comandados por Enrique Jiménez Moya
aterrizaron en Constanza con la finalidad de derrocar a Trujillo. Días más tarde, el 20 de
junio, desembarcaron en Maimón unos 144 hombres dirigidos por José Horacio Rodríguez
en la provincia de Puerto Plata, quienes llegaron en una lancha llamada «Carmen Elsa».
Luego de varios días de combate en contra del régimen, los expedicionarios fueron
derrotados y trasladados a la Base Aérea de San Isidro, donde fueron torturados. Algunos
sobrevivieron, pero luego la mayoría fue fusilada.

Ese mismo año se formó en el país un grupo político de izquierda llamado Movimiento 14
de junio, compuesto por jóvenes que procuraban un cambio hacia la democratización del
país. El movimiento contó con Manolo Tavares Justo y su esposa Minerva Mirabal como
líderes. El régimen de Trujillo se ensañó contra la mayoría de los miembros del grupo y el
SIM se encargó de perseguir, encarcelar y torturar a sus miembros.

Cuando John F. Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos el 20 de
enero de 1961, ya los planes de la CIA para derrocar a Trujillo estaban en marcha. A pesar
de eso, el presidente Kennedy envió al diplomático Robert D. Murphy para que se
entrevistara con Trujillo y lo persuadiera de que se retirase del poder. Murphy llegó a Santo
Domingo el 15 de abril de 1961, siendo el cuarto y último emisario del gobierno
estadounidense que trató de convencer a Trujillo para que se retirara del poder,
planteamiento que fue ignorado por el dictador.

Declive de la dictadura

El dictador se había convertido en una vergüenza para los Estados Unidos, situación que se
fue haciendo cada vez más tensa a raíz del atentado contra Rómulo Betancourt.

El viernes 25 de noviembre de 1960, el brutal asesinato de las tres Hermanas Mirabal —


Patria, Minerva y María Teresa— opositoras a la dictadura, aumentó aún más el
descontento hacia esta.

El martes 30 de mayo de 1961, a las 9:45 de la noche, en el kilómetro 9 de la carretera de


Santo Domingo a San Cristóbal, el auto en el que viajaba Trujillo fue ametrallado en una
emboscada urdida por Modesto Díaz, Salvador Estrella Sadhalá, Antonio de la Maza,
Amado García Guerrero, Manuel «Tunti» Cáceres Michel, Juan Tomás Díaz, Roberto
Pastoriza, Luis Amiama Tío, Antonio Imbert Barrera, Pedro Livio Cedeño y Huáscar
Tejeda. El vehículo recibió más de 60 impactos de bala de diversos calibres, de los cuales
siete impactaron el cuerpo del dictador causándole la muerte. Su chófer, Zacarías de la
Cruz, recibió varios impactos, pero no perdió la vida, aunque fue dado por muerto por los
ajusticiadores.

Las armas proporcionadas por la CIA habían sido ocultadas por el estadounidense Simón
Thomas Stocker «Wimpy», como también se le conocía, propietario del único
supermercado del país y residente en la República desde 1942, fue contactado por la CIA
bajo el nombre en clave de «Héctor». Stocker rehusó la remuneración de la CIA por sus
esfuerzos, aduciendo su convicción moral. Las armas fueron ocultadas por más de dos
meses, a riesgo personal y de su familia, dentro de un armario pequeño en su estudio, en su
residencia privada, hoy ya demolida y que estuvo ubicada en un solar en el lado sur de la
avenida Independencia, próximo a la avenida Máximo Gómez.

Algunos afirmaron que dichas armas nunca llegaron a las manos de los organizadores del
ajusticiamiento, debido a la supuesta falta de una autorización explícita de la CIA para su
entrega. Esta opinión fue contradicha por testimonios de viva voz, comunicados por
Stocker a familiares y personas de confianza, afirmando que las armas fueron entregadas
por él a un dominicano, después de haberlas ocultado en su propiedad, según su relato. No
obstante, esa versión fue negada por el único sobreviviente del ajusticiamiento, el general
Imbert Barrera.

Algunos analistas mencionan que el interés de Estados Unidos en acabar con Trujillo se
debió a que la represión de su gobierno podría desembocar en una revolución filocomunista
en República Dominicana, similar a la Revolución cubana, que fue una consecuencia del
rechazo del pueblo cubano al dictador Fulgencio Batista.

La familia de Trujillo trató de huir con el cuerpo del dictador en su yate «Angelita», pero
no fue posible. Su funeral, realizado el 2 de junio del mismo año, fue el de todo un
estadista y una larga procesión lo acompañó desde el Palacio Nacional hasta la localidad de
San Cristóbal, donde fue enterrado. Miles de personas de todos los estratos sociales
desfilaron ante el féretro con los restos de Trujillo. El entonces presidente Joaquín
Balaguer dio el discurso laudatorio, diciendo, entre otras cosas:

... El momento es pues propicio para que juremos sobre estas reliquias amadas que
defenderemos su memoria y que seremos fieles a sus consignas manteniendo la unidad.
Querido jefe, hasta luego. Tus hijos espirituales, veteranos de las campañas que libraste
durante más de 30 años, miraremos hacia tu sepulcro como un símbolo enhiesto y no
omitiremos medios para impedir que se extinga la llama que tú encendiste en los altares de
la República y en el alma de todos los dominicanos.

Después de esto, ante la presión popular, la familia Trujillo salió del país y Ramfis Trujillo
tuvo que sacar el cuerpo de su padre. Trujillo fue enterrado en París, en el Cementerio del
Père-Lachaise, a petición de sus familiares.

En 2009 se generó una controversia en la República Dominicana. En ocasión del 48º


aniversario de su muerte, se planteó el traslado de los restos de Trujillo a la República
Dominicana, para ser enterrados junto a los héroes nacionales. Esta idea generó rechazo de
algunos escritores.

Actualmente los restos de Trujillo se encuentran en el Cementerio de Mingorrubio de la


pequeña comunidad de El Pardo, a 25 minutos de Madrid en España, enterrado en un
panteón junto a su familia.

Represalias

Horas después de la muerte de Trujillo, su hijo Ramfis, quien se encontraba en París,


alquiló un avión y regresó a Santo Domingo en las primeras horas del miércoles 31 de
mayo, poniéndose de inmediato al frente de la situación y convirtiéndose en el hombre
fuerte del país, no obstante el hecho de que Joaquín Balaguer seguía formalmente al frente
de la presidencia.

El Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y todos los servicios de seguridad del Estado
realizaron amplias redadas en todos los sectores de la ciudad, buscando a los victimarios.
El 2 de junio de 1961, agentes del SIM irrumpieron en la casa del teniente Amado García
Guerrero, quien fue asesinado de varios disparos de ametralladora. El 4 de junio de ese
mismo año fueron asesinados otros dos implicados, Juan Tomás Díaz y Antonio de la
Maza. El 10 de junio fue apresado y torturado el general José René Román Fernández
(«Pupo») quien fungía como secretario de las Fuerzas Armadas de la dictadura, al
conocerse su vinculación al complot. El 18 de noviembre fueron capturados Roberto Rafael
Pastoriza Neret, Pedro Livio Cedeño Herrera, Luis Salvador Estrella Sadhalá, Modesto
Díaz Quezada, Huáscar Antonio Tejeda Pimentel y Luis Manuel «Tunti» Cáceres Michel.
Todos fueron llevados a la «Hacienda María» en San Cristóbal, siendo fusilados por
órdenes de Ramfis Trujillo.

El 19 de noviembre se produjo el levantamiento militar conocido como "La Rebelión de los


Pilotos". Esto, junto a las presiones internacionales, obligó a Ramfis y a su familia a
abandonar el país.

Transición pos dictadura

Después de varios intentos de los familiares de Trujillo por mantener el poder y del golpe
de Estado que derrocó al presidente Joaquín Balaguer, protagonizado por el comandante de
la fuerza aérea, general Pedro Rodríguez Echavarría, un consejo de Estado puso en marcha
una apertura política que culminó con la celebración de elecciones libres el 20 de
diciembre de 1962. Estas elecciones fueron las primeras con características de pluralidad
democrática y donde los partidos políticos pasaron a representar un papel significativo.

Los comicios dieron la victoria a Juan Bosch, candidato presidencial por el Partido
Revolucionario Dominicano con el 59,5 % de los votos escrutados.

También podría gustarte