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Yama Uba

Yama Uba es un espíritu de la mitología Japonesa, su nombre significa abuela de las


montañas, también se le llama Yamanba y Habita en la región de Tohoku. Sobre su
aspecto se dice que es una mujer anciana muy horrible, con el pelo bkanco o dorado,
su kimono está sucio, roto y es rojo. Su rasgo más aterrador es una gran boca que
cubre toda la anchura de su cara; además posee unas fauces en su nuca, ocultas por su
cabello. Vive en una choza en medio del bosque y al igual que las brujas maneja
magia, pociones y conjuros. Gracias a esto, puede cambiar de aspecto para hacer de
viajeros incautos sus próximas víctimas. Las apariencias que usa varían desde una
mujer hermosa bañandose en el agua hasta una anciana agradable que ofrece ayuda e
incluso incita a las personas a ir a su casa. Independiente de lo que use, su finalidad va
a ser siempre devorada por ese demonio.

Yama Uba puede mostrar con hospitalidad hacia los viajeros, al principio les dará de
comer y se mostrará cálida frente a estos para finalmente revelar ante ellos su
verdadera identidad.

Otra posibilidad es que Yama Uba no mate a su víctima directamente si no que se


limite a darle indicaciones erróneas que conducen a los incautos a una muerte segura,
así limitándose a recoger ella el cuerpo.

Si la víctima se da cuenta que se encuentra con Yama Uba, se puede eludir a punta de
mentiras o engaños, ya que a menudo se le describe como una anciana crédula.
También se dice que su espíritu está ligado a una rara flor y que por lo tanto si esta
flor es cortada, Yama Uba se desvanecería.

Su origen se relata a la época medieval durante una hambruna que azotó la región y
así pues llevando a las familias a hacer una práctica habitual en ese momento que
consistía en llevar a las personas más ancianas de la familia al bosque y allí
abandonarlas para guardar alimento a los más jóvenes; siendo así Yama Uba otra
víctima más de ese terrible destino pero con la suerte de anteponerse a la muerte
debido a su conocimiento en las artes oscuras.

Su gran conocimiento sobre pociones y venenos hace que algunos humanos quieran
ganarse su favor para aprender este arte. Pero a cambio de conocer uno solo de sus
secretos hay que entregarle una víctima que le sirva de alimento.
LA CAJA DE PANDORA

El mito griego de la ‘Caja de Pandora’ es una advertencia y una historia de la


creación, así como una teodicea , un mito que intenta explicar por qué hay maldad
en el mundo.

La versión más antigua del mito se escribió alrededor del 700 a. C. y nos la
transmite el poeta Hesíodo, contemporáneo de Homero. Su historia básica ha sido
bordada a lo largo de los años. Hoy en día, Pandora simboliza tanto la curiosidad
como el mal, el ideal femenino y la zorra viciosa.

Al principio de los tiempos, los dioses mantuvieron el conocimiento fuera de los


mortales. “Porque los dioses ocultan a los hombres los medios de vida”, escribe
Hesíodo. Prometeo enfureció a los dioses cuando robó el conocimiento del fuego.
Prometeo era un titán y, a los ojos de Zeus, era astuto y engañoso. En represalia,
Zeus, rey de los dioses, planea destruir a Prometeo y a su hermano, Epimeteo.

Zeus se dirige a Prometeo: Hijo de Jápeto, superando a todos en astucia, te alegras


de haberme burlado y robado el fuego, una gran plaga para ti y para los hombres
que lo serán. Pero daré a los hombres como precio del fuego una cosa maligna en
la que todos se alegrarán de corazón mientras abrazan su propia destrucción.

Hefesto, el herrero del Olimpo, moldea a la mujer con arcilla. A petición de Zeus,
Atenea viste a la mujer con ricos vestidos y guirnaldas. Afrodita otorga a la mujer
los dones de belleza, anhelo y gracia. Zeus le pide a Hermes “que ponga en ella
una mente desvergonzada y una naturaleza engañosa”. Ella se llama Pandora, que
en griego se traduce como “todos los dones”.

Mientras tanto, Zeus invoca todos los males del mundo y los atrapa en un frasco.
En el frasco, Zeus también deposita un poco de esperanza. Los dioses griegos eran
ciertamente volubles e impredecibles. Hesíodo llama a la vasija “la trampa pura y
desesperada”, para vengarse de los hombres por su codicioso robo del
conocimiento de los dioses.

Hermes, siendo el mensajero, lleva a la mujer y la jarra a la Tierra. El plan de Zeus


funciona sin problemas. Pandora conoce a Epimeteo. Olvidando la advertencia de
su hermano de no aceptar regalos de los dioses, Epimeteo toma el frasco.
Antes de todo esto fue una época dorada del hombre. Hesíodo escribe, “las tribus
de los hombres vivían en la tierra remota y libre de males, trabajos duros y pesadas
enfermedades”. Pero entonces Pandora abre el frasco, desatando el mal en el
mundo. Pandora vuelve a poner la tapa antes de que la esperanza pueda salir: “Sólo
Hope permaneció allí en un hogar irrompible dentro del borde del gran frasco …”.

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