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Yama Uba puede mostrar con hospitalidad hacia los viajeros, al principio les dará de
comer y se mostrará cálida frente a estos para finalmente revelar ante ellos su
verdadera identidad.
Si la víctima se da cuenta que se encuentra con Yama Uba, se puede eludir a punta de
mentiras o engaños, ya que a menudo se le describe como una anciana crédula.
También se dice que su espíritu está ligado a una rara flor y que por lo tanto si esta
flor es cortada, Yama Uba se desvanecería.
Su origen se relata a la época medieval durante una hambruna que azotó la región y
así pues llevando a las familias a hacer una práctica habitual en ese momento que
consistía en llevar a las personas más ancianas de la familia al bosque y allí
abandonarlas para guardar alimento a los más jóvenes; siendo así Yama Uba otra
víctima más de ese terrible destino pero con la suerte de anteponerse a la muerte
debido a su conocimiento en las artes oscuras.
Su gran conocimiento sobre pociones y venenos hace que algunos humanos quieran
ganarse su favor para aprender este arte. Pero a cambio de conocer uno solo de sus
secretos hay que entregarle una víctima que le sirva de alimento.
LA CAJA DE PANDORA
La versión más antigua del mito se escribió alrededor del 700 a. C. y nos la
transmite el poeta Hesíodo, contemporáneo de Homero. Su historia básica ha sido
bordada a lo largo de los años. Hoy en día, Pandora simboliza tanto la curiosidad
como el mal, el ideal femenino y la zorra viciosa.
Hefesto, el herrero del Olimpo, moldea a la mujer con arcilla. A petición de Zeus,
Atenea viste a la mujer con ricos vestidos y guirnaldas. Afrodita otorga a la mujer
los dones de belleza, anhelo y gracia. Zeus le pide a Hermes “que ponga en ella
una mente desvergonzada y una naturaleza engañosa”. Ella se llama Pandora, que
en griego se traduce como “todos los dones”.
Mientras tanto, Zeus invoca todos los males del mundo y los atrapa en un frasco.
En el frasco, Zeus también deposita un poco de esperanza. Los dioses griegos eran
ciertamente volubles e impredecibles. Hesíodo llama a la vasija “la trampa pura y
desesperada”, para vengarse de los hombres por su codicioso robo del
conocimiento de los dioses.