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Frederick Winslow Taylor nació en un arrabal de Filandelfia en el año 1856. Sus padres eran
cuáqueros con principios rígidos, con disciplina y con gran devoción al trabajo y al ahorro.
Sus padres no eran ricos ni pobres, sin embargo, eran lo suficientemente ricos para enviar a
Frederick a estudiar a Francia. Pensaban enviarlo después a la universidad de Harvard, para que ahí
se formara como abogado. Era buen estudiante, y lo hizo con tanto esfuerzo que se dañó la vista y
tuvo que suspender completamente sus estudios.
Comenzó a buscar trabajo y consiguió empleo en un taller mecánico cerca de su casa, ahí
permaneció 3 años. Aprendió el oficio de mecánico y también hacer modelos.
Algunos de los trabajos que empleó fueron:
Encargado de torneros
Ayudante de sobre estante del taller
Sobre estante
Maestro mecánico encargado de reparaciones y mantenimiento
Jefe de delineantes
Ingeniero en jefe
Ascendió de jornalero a ingeniero en jefe en el transcurso de seis años, durante ese tiempo su vista
mejoró y siguió el curso de ingeniería en el instituto de Stevens.
A los 23 años, mientras era sobre estante, comenzó por primera vez a aplicar procedimientos
científicos en la fábrica.
Inventó un nuevo arte de cortar metales con acero rápido, gracias al cual las herramientas cortantes
actuales pueden durar tres veces más que las antiguas.
Frederick Winslow Taylor murió en el año 1915, cuatro años después de haber publicado su obra
principal Los principios de la administración científica.
Primera.
La mentira de que desde tiempos inmemorables ha sido casi universal entre todos los trabajadores
es que todo aumento material en el rendimiento del trabajador o de cada maquina de la industria
habrá de tener como resultado final dejar sin trabajo a un gran numero de obreros.
Segunda.
Los defectuosos sistemas de la administración que son de uso corriente y hacen necesario que
todo trabajador rebaje su rendimiento o trabaje poco a poco, para poder proteger así sus
intereses más valiosos.
Tercera.
Los ineficientes métodos establecidos ‘’a ojo de buen cubero’’, que todavía imperan casi
universalmente en casi todos los oficios y en donde malgastan gran parte de sus esfuerzos todos
los trabajadores.
Encontró tres preguntas que se plantean como más importantes en la mente de los hombres
cuando se interesan por la administración científica:
Con estas ideas, Taylor cambió la versión de taller por una forma integral de administración y
propuso lo siguiente.
Cooperar con entusiasmo con los hombres No había principios sistematizados para el
para asegurar que el trabajo se desarrolle de trabajo y la supervisión era rígida.
acuerdo con los principios científicos.
Existe una división casi igual de la Casi todo el trabajo y la mayor parte de la
responsabilidad y el trabajo entre la responsabilidad recaían sobre los
administración y el trabajador: la trabajadores.
administración debe tomar todo el trabajo
para el cual está mejor capacitada.
Bibliografía.
Torres, H. Z. (2014). Teoría general de la administración 2da edición. México. Grupo
editorial patria.