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Motivación en tiempos de crisis

Desarrollo Personal

Vivimos tiempos difíciles. Hace unos días un joven empresario me comentaba lo difícil que era
seguir adelante, “mi vida se ha convertido en una carrera de obstáculos para pagar mis
compromisos con el banco” –me decía. “A veces se me viene el mundo encima”, “No sé qué
hacer”

La crisis es un asunto que tenemos que afrontar todos, la caída de la demanda es un factor que
nos alcanza a todos, las empresas no disponen de efectivo y los puestos de trabajo disminuyen. Se
vive bajo la amenaza del despido, de la pérdida del hogar o de la empresa en donde habíamos
depositado nuestros sueños. La vida profesional se ha convertido en una especie de montaña rusa
emocional, y a menos que tengamos una clara idea acerca de cómo manejar nuestras emociones
y mantenerse motivado en medio de la crisis, se van a tener dificultades para obtener éxito.

Esto es particularmente cierto en la actualidad, cuando muchas compañías reducen sus plantillas,
cuando hay pocos empleos disponibles y la presión por los resultados es mayor que nunca.
Comprendo la ansiedad de mi amigo. Es fácil perder la motivación y rendirse.

De todos modos, incluso cuando a nuestro alrededor todo parezca venirse abajo, esto no reduce
nuestra obligación personal de hacer las cosas del mejor modo posible. Y eso significa que
tenemos la responsabilidad de mantenernos motivados.

Es sorprendente la diferencia que puede significar en nuestra profesión unos pocos gramos de
actitud. Puedes decirte a ti mismo: "Los negocios andan mal. Mis clientes están desesperados.
Nadie quiere verme, nadie compra y cuando me reciben, es solamente para quejarse." O puedes
decir lo opuesto: "Tengo buenas oportunidades. Mis clientes me necesitan más que

antes. Yo tengo soluciones para sus problemas. Es un buen momento para tener este trabajo."

Lo que quiero decir es que tu energía, tu entusiasmo y ambición son resultado de tus
pensamientos. Y tú puedes controlar tus pensamientos

Tener éxito en tiempos difíciles depende en gran medida de nuestra motivación. Estar motivado
requiere que nos hagamos cargo de nuestros pensamientos. En el centro de la cuestión de la
motivación hay un par de creencias que tienes que aceptar si quiere estar motivado. Si no existe
un compromiso con estas creencias, todas las técnicas y las tácticas para la auto-motivación son
inútiles. Pueden servirte por un tiempo, pero luego se vienen abajo, dejándonos en peor estado
cada día.

El primer principio es el siguiente: Tú tienes que creer que puedes hacer las cosas mejor de lo que
las estás haciendo ahora.

El segundo principio es: Tienes que aceptar que es la responsabilidad por mejorar es tuya. Es tu
responsabilidad..

Suena sencillo. Sin embargo, la mayor parte de las personas que he observado no comparten estas
ideas. Peor, se han forjado el hábito de conseguir cientos de excusas para su situación. Parecen
creer que lo que determina su éxito es la suerte, no sus acciones. O que el éxito es algo que les
concierne a otros, no a ellos.

Otras personas creen que pueden alcanzar mayores niveles de éxito. Aceptan la idea, en el nivel
intelectual. Aceptan el primero de los principios, pero nunca llevan a la práctica el segundo. Se
conforman con su situación, sea cual sea, y permanecen en sus "zonas de confort". O le echan la
culpa a su gerente, a la empresa, a la administración, al gobierno. O es culpa de vayas a saber
quién.

Por lo tanto, lo primero que tienes que hacer es examinar tus creencias básicas. Si aceptas estos
dos principios, tienes la llave para permanecer motivado.

Dicho esto, hay algunas técnicas específicas que puedes usar. Primero: Ten siempre un objetivo
para el cuál trabajar. Puede ser una meta importante y/o urgente. Por ejemplo, llegar a comprar
una casa nueva. Cuando trabajas para lograr algo, tus emociones del momento suelen quedar en
un segundo plano frente al objetivo a alcanzar. Si tú estás tratando de mejorar la calidad de vida
de tu familia, ¿qué importa el cansancio o la depresión?

Segundo: Introduce pensamientos positivos en tu mente. Elije la clase de pensamientos que


desarrollas. Los sabios de todos los tiempos han establecido un principio fundamental: Tus
acciones vienen de tus pensamientos. Y tú puede elegir tus pensamientos. Cambia tus
pensamientos y cambiarán tus sentimientos. Cuando cambien tus sentimientos, cambiarán tus
conductas. Y cuando cambien tus conductas, cambiarán tus resultados.
Tener éxito en épocas difíciles requiere hacerse cargo de la propia motivación. Este es el momento
de dar el paso más importante para transformarse en un verdadero profesional.

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