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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO,

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS

SUSTENTANTE
Daybelis Castillo Mariñ ez...100221823

ASIGNATURA
Derecho De Contratos (Der -258)

DOCENTE
Ruddy Correa Domínguez

TEMA
Aná lisis de la Ley 17-88 y el decreto 4807.

SECCIÓN
W01

Santo Domingo, RD /Mar. /2015


LEY 17-88 SOBRE DEPÓSITO DE ALQUILERES EN EL
BANCO AGRICOLA
(Análisis)

La ley 17-88 de fecha 05 de febrero del añ o 1988; surge como


una modificació n a la Ley No. 43-14 de fecha 22 de octubre de
1955, G.O. No.7904.

El nacimiento de esta ley tiene como fundamento el hecho de


que la legislació n anterior ha estado recibiendo muy escaso
cumplimiento por parte de los propietarios y administradores
de inmuebles, por lo cual son necesarias disposiciones
completivas que hagan efectiva su vigencia y la adecú en a las
nuevas condiciones de la economía; y la necesidad de que en la
actualidad, y má s que en otra época, se justifica una utilizació n
social de dichas sumas mientras las mismas sean efectivamente
requeridas, y que el Banco Agrícola ha creado un departamento
de captació n de ahorros del pú blico destinados a incrementar
los volú menes de financiamiento necesarios para la producció n
agropecuaria.

La primera disposició n de la misma obliga a todo aquel que sea


dueñ o o encargado de casas o apartamentos cuya finalidad sea
alquilar en las zonas urbanas y suburbanas o servicios turísticos,
hoteles u otros, sin importar su ubicació n, estará n obligados a
depositar y mantener en el Banco Agrícola las sumas que exijan
a los inquilinos como depó sito, adelanto, anticipo u otra
denominació n, para garantizar el pago de los alquileres o el
cumplimiento de cualquier otra obligació n que pueda acarrear el
contrato. En los pá rrafos siguientes se establece la proporció n
del monto a pagar por los inquilinos, los cuales dependen de la
duració n del contrato, sin embargo, se hace la salvedad de que
en los casos de contratos de alquiler para vivienda, se supondrá
que el adelanto entregado por el inquilino, equivale a una
mensualidad, independientemente de su duració n. El
incumplimiento de esta disposició n se castigará con una multa
igual al doble de la suma a que ascienda el depó sito.

Má s adelante nos explica que las sumas entregadas por los


inquilinos en el concepto que se indica en el pá rrafo anterior de
este documento, deberá n ser depositadas por el propietario, su
representante o encargado, junto con un original del contrato de
alquiler en los quince días de su vigencia, en cualquiera de las
Sucursales u Oficinas del Banco Agrícola, el cual llevará un
registro de los contratos depositados.

De no efectuarse el depó sito en el plazo indicado, el propietario


pagará un recargo de diez por ciento (10%) por cada mes de
demora, sin que el mismo sobrepase en ningú n caso al cincuenta
por ciento (50%) de la suma a depositar. El importe del recargo
se agregará a la suma original, y a favor del inquilino.

También será n depositados en el Banco Agrícola los alquileres


cuyo valor se niegue a recibir el propietario segú n el Artículo 8
del Decreto No.4807 sobre Control de Alquileres, los inquilinos,
al proceder al depó sito, deberá n ofrecer los datos que permitan
identificar el contrato. Este banco los recibirá y los consignara a
favor del propietario, el recibo o constancia de este depó sito se
expedirá de forma gratuita.

En caso de que el inquilino deje de pagar el alquiler del inmueble


o cuando deje de cumplir con alguna obligació n derivada del
contrato, el propietario podrá solicitar por escrito del Banco, la
entrega de la totalidad o parte del depó sito. Este a su vez,
comunicará dicha solicitud al inquilino y si después de diez días
no hay oposició n de este ú ltimo el banco procederá a la entrega
requerida. En caso de oposició n del inquilino, se entregará el
depó sito en la forma que se indique en sentencia definitiva con
autoridad de cosa juzgada, procedente del tribunal competente.

Al termino del inquilinato, le corresponde al inquilino la


devolució n del depó sito a su favor, o de una parte del mismo,
este deberá obtener una certificació n del propietario del
inmueble alquilado, de que le puede ser entregado el depó sito, y
a la vista de dicha certificació n, el Banco le entregará la totalidad
o la parte que le corresponda, quedando la otra parte a
disposició n del propietario o encargado.

Todos los conflictos que puedan surgir por la devolució n del


depó sito, será n resueltos en primera instancia, por los Juzgados
de Paz de la jurisdicció n a la cual corresponda el inmueble.

Todos los procedimientos que se relacionen con las


disposiciones de la presente ley, estará n exceptuados del pago
de toda clase de impuestos o derechos.

No se dará curso a ninguna solicitud, instancia o demanda


dirigida al Control de Alquileres y Desahucios, a sus delegados
provinciales o a la Comisió n de Apelaciones, ni al Juzgado de Paz
y tribunales ordinarios, con fines de modificació n de contratos
de inquilinato, desalojo, o para el cumplimiento de obligació n
derivada del contrato, hasta que el demandante, propietario o
inquilino, presente el recibo original, o certificació n del Banco
Agrícola, demostrando que ha realizado el depó sito nombrado
en la primera disposició n de esta ley. Igualmente será necesario
el recibo, o la certificació n para el caso de demandas
relacionadas con el depó sito que hemos mencionado en los
pá rrafos anteriores.
Esta ley obliga al Banco Agrícola a pagar a los inquilinos un
interés o rédito por las sumas recibidas en depó sitos, a una tasa
similar a la establecida para las cuentas de ahorro, este interés
se acumulará anualmente al depó sito, de no ser retirado.

No quedan exentos de esta ley los inquilinos que subalquilen


legalmente parte o todo el inmueble recibido en alquiler.

La ley 17-88, que nos ha sido objeto de aná lisis en esta


oportunidad, deroga y sustituye cualquier otra ley o disposició n
reglamentaria en lo que le sea contraria.
DECRETO 4807 SOBRE CONTROL DE ALQUILERES Y
DESAUCIO, DE 16 DE MAYO DEL 1959.
(Análisis)
El Decreto que tenemos como objeto de aná lisis en esta
oportunidad fue pronunciado durante el gobierno de Rafael
Leó nidas Trujillo de Molina, el 16 de mayo del añ o 1959.
El mismo pone a cargo del Consultor Jurídico de los Bancos del
Estado, el control de alquileres de casas y desahucios,
establecidos por el Decreto No. 5541, del 18 de diciembre de
1948, y sus modificaciones.
En otro orden, establece que los Gobernadores Provinciales
actuará n dentro de su jurisdicció n, como delegados del Control
de Alquileres de Casas y Desahucios, en todo cuanto se refiera a
los asuntos de su competencia, estos decidirá n originalmente los
casos que le fueren sometido. En todos los casos en que los
funcionarios que ejercen el Control de Alquileres de Casas y
Desahucios figuren como partes interesadas o se encuentren en
los casos de recusació n señ alados por el Art. 378, del Có digo de
Procedimiento Civil la resolució n de los mismos corresponderá ,
en ú nica instancia, a la Comisió n de Apelaciones.
Sera necesario consentimiento escrito del inquilino en los casos
en que el propietario quiera aumentar el precio del alquiler de
los mismos por encima del tipo que actualmente se está
pagando por ellos, a menos que sea debidamente autorizado por
una resolució n del Control de Alquileres de Casas y Desahucios.
El Control será el que autorizara el precio del alquiler, a partir
de la fecha de la resolució n que al efecto se dictare.
No se permitirá el desahucio del inquilino de un inmueble por
persecució n del propietario, salvo en el caso de que se haya
ordenado la resiliació n del contrato de alquiler por falta de pago,
por utilizar el inmueble alquilado con un fin diferente para el
cual fue alquilado o por alterar la naturaleza del inmueble. El
Control de Alquileres de Casas y Desahucios autorizará el
desalojo, cuando el inmueble vaya a ser objeto de reparació n,
reedificació n o nueva construcció n, esta acció n constara de una
solicitud de autorizació n donde se indicará claramente la clase
de trabajo a realizar, el costo aproximado del mismo y será
acompañ ada de los planos y permisos correspondientes que se
devolverá n al solicitante al cerrarse el expediente. El Control de
Alquileres de Casas y Desahucios no dictará la resolució n sobre
el particular, mientras no haya obtenido los informes técnicos
que juzgue convenientes para poder determinar si la obra hace o
no indispensable el desalojo de los inquilinos.
Si el inmueble estuviera ocupado por algú n establecimiento
comercial, amparado por una patente desde cinco añ os o má s
con anterioridad al desalojo, el inquilino tendrá la preferencia de
volver a ocupar dicho inmueble si dentro del plazo de 30 días, a
contar de la fecha en que el propietario le notifique por acto de
alguacil que va a proceder a la nueva construcció n,
reconstrucció n o reparació n, le manifiesta en la misma forma al
propietario su propó sito de volver a ocupar el inmueble por un
alquiler que no excederá del uno por ciento del valor adquirido
por el inmueble por efecto de la nueva construcció n,
reconstrucció n o reparació n.
En caso de haya dos inquilinos en vez de uno, el que tenga má s
tiempo en el inmueble será la ú nica persona que goce de la
prerrogativa indicada en el pá rrafo anterior.
Las controversias que se susciten con relació n a las
disposiciones antes mencionadas será n de la competencia de los
Tribunales de Primera Instancia, pero antes de iniciarse
cualquier acció n, la parte interesada deberá promover una
tentativa de conciliació n ante el Control de Alquileres de Casas y
Desahucios.
Habrá desahucio, también cuando vaya a ser ocupado
personalmente por el propietario, su có nyuge, o por parientes
de uno de ellos. La solicitud de autorizació n para iniciar una
acció n de desalojo basada en que el inmueble será ocupado por
una de las personas antes indicadas, estará acompañ ada de una
declaració n jurada del propietario que ateste que el inmueble
será ocupado por él personalmente o por uno de los
beneficiarios indicados anteriormente, durante dos añ os, por lo
menos y que no lo alquilará ni entregará en ninguna forma
durante ese plazo.
La resolució n del Control de Alquileres de Casas y Desahucios
que autorice la iniciació n de un procedimiento de desalojo,
especificará la fecha desde la cual y hasta la cual será efectiva y
mencionará el plazo para recurrir en apelació n contra la misma.
La sentencia que ordene el desalojo del inquilino no podrá ser
ejecutada, aunque haya sido dictada ejecutoria no obstante
oposició n o apelació n, sino después de 15 días de notificada,
bajo pena de nulidad del procedimiento y de la consiguiente
responsabilidad civil respecto del persiguiente y de destitució n
del Alguacil.
El Alguacil que ejecutare un desahucio tendrá la obligació n de
depositar, por cuenta del inquilino, en uno de los almacenes de
Monte Piedad los efectos muebles que encontrare en el
inmueble desalojado (el Alguacil que violare esta disposició n
estará sujeto a la pena disciplinaria de destitució n y a prisió n de
15 días hasta 6 meses), sin perjuicio de lo dispuesto por el
artículo 2102, del Có digo Civil y de los Arts. 819 y siguientes del
Có digo de Procedimiento Civil (El Decreto 4900 del 13 de junio
de 1959 regula esta materia).
Es importante señ alar que este decreto, al igual que la Ley 17-88
se hace constar que en los casos de que los propietarios de
casas se nieguen a recibir de sus inquilinos el precio de los
alquileres de las mismas, estos podrá n depositar en el Banco
Agrícola el valor correspondiente a dichos alquileres, indicando
al hacer el depó sito, el nombre y direcció n del propietario, la
calle y el nú mero de la casa alquilada y el mes a que corresponda
la suma depositada.
Toda notificació n de demanda de desalojo, intentada contra
cualquier inquilino, por falta de pago de alquileres, deberá ser
encabezada por un certificado expedido por la Oficina del Banco
Agrícola de la Jurisdicció n segú n el caso, en el cual conste que el
inquilino deudor no ha depositado, la suma total de los
alquileres adeudados. El original de dicho certificado será
depositado por el demandante en el Juzgado de Paz, que conozca
de la demanda el cual no podrá dictar ninguna sentencia de
desalojo si dicho depó sito no es realizado.
El inquilino que se encontrare disconforme con el tipo de
alquiler que esté pagando, podrá dirigir al Control de Alquileres
de Casas y Desahucios, una solicitud de rebaja del mismo, a la
cual deberá anexar el recibo que compruebe que no tiene
ninguna mensualidad pendiente de pago, y deberá expresar lo
que actualmente paga, la disminució n a que aspira y los motivos
que aduzca. El Control podrá reducir el alquiler si fuere excesivo
y excediere del 1% del valor de inmueble incluyendo el solar.
Esta solicitud podrá ser hecha por el inquilino aú n cuando el
alquiler que pague haya sido estipulado por escrito y aunque
haya realizado pagos conforme lo convenido. No podrá
autorizarse la rebaja o aumento del precio del alquiler antes de
cumplirse 5 meses de haberse iniciado el alquiler.
En todos los casos en que el Control esté facultado por el
presente Decreto a aumentar o disminuir el precio de los
alquileres tomará en cuenta el avalú o del inmueble hecho por la
Direcció n General del Catastro Nacional.
En todos los casos de solicitud de rebajas de alquiler de las casas
que reciban los funcionarios encargados del control de
Alquileres de Casas y Desahucios que sean relativos a casas o
parte de casas situadas en Santo Domingo y sus ensanches o
urbanizaciones, se hará una rebaja del 50% del alquiler si la casa
o parte de casa de que se trate, tiene su servicio de disposiciones
de excretas humanas a base de letrina o letrinas. Si ha habido
rebaja anterior, la nueva rebaja se hará de modo que unida a la
primera, represente el 50% del alquiler primeramente rebajado.
Queda prohibido al propietario realizar en las casas,
apartamentos o habitaciones alquiladas, cualesquiera maniobras
o estratagema, que tiendan a disminuir las condiciones de
habitabilidad de las mismas debido a que por petició n de los
inquilinos, se ordenará el restablecimiento de las condiciones de
habitabilidad de los lugares alquilados, a cargo del propietario,
independientemente de las sanciones a que hubiere lugar contra
el propietario en falta.
Todas las disposiciones de este Decreto son aplicables a las
relaciones entre inquilinos y subinquilinos en cuanto fuere de
lugar.
Cualquier caso que no esté contemplado en este Decreto y que
no haya asumido cará cter judicial, será resuelto por el Control
de Alquileres de Casas y Desahucios en la forma en que aconseje
el interés pú blico.
Habrá una Comisió n de Apelació n sobre Alquileres de Casas y
Desahucios, que estará integrada por el Secretario de Estado de
Justicia, el Secretario de Estado de interior y Cultos y el Síndico
del Distrito Nacional, o por funcionarios que éstos designen en
su representació n, dentro de sus respectivas dependencias, a la
que podrá n recurrir en apelació n los propietarios e inquilinos,
contra cualquier decisió n del Control de Alquileres de Casas y
Desahucios, con la cual no estuvieren conformes, esta comisió n
podrá dictar al Control de Alquileres de Casas y Desahucios
cualquier pauta que considere conveniente para su mejor
desenvolvimiento. Los miembros de esta también está n sujetos a
lo que establece el artículo 378 del Có digo de procedimiento
civil.
Esta apelació n deberá ser hecha por escrito dentro de los veinte
días posteriores a la fecha de la remisió n de la resolució n
recurrida. Para su mejor edificació n, la Comisió n de Apelació n
podrá solicitar las informaciones que crea pertinentes, así como
ordenar cuantas medidas estime ú tiles.
Las resoluciones, tanto del Control de Alquileres de Casas y
Desahucios como de la Comisió n de Apelació n estará n exentas
de pago de impuestos de sellos de Rentas Internas sobre
documentos. Asimismo, estará n exentos de pago de este
impuesto los documentos que las partes sometan en apoyo de
sus instancias.
Cualquier violació n a las disposiciones de este Decreto o a las
resoluciones que se dicten en virtud del mismo, será n castigada
de conformidad con las leyes sobre Medidas de Emergencia, No.
2700 del 28 de enero de 1951 y No. 5112 del 24 de abril de
1959. En caso de que el Control de Alquileres de Casas y
Desahucios tenga denuncia, de parte interesada, de la violació n
de cualquiera de las disposiciones del presente Decreto, o de
cualquier resolució n basada en el mismo, comunicará el caso al
Procurador Fiscal del Distrito Judicial correspondiente, para los
fines legales.
Es entendido que todas lo cuestiones que puedan surgir en
relació n con los desahucios con posteridad a las resoluciones
definitivas que se dicten en virtud de este Decreto, será n de la
exclusiva competencia de la jurisdicciones judiciales.
El presente Decreto deroga y sustituye los Decretos No. 5541,
del 18 de diciembre de 1948, No. 6823, del 19 de septiembre de
1950; No. 1803, del 5 de junio de 1956; No. 3400, del 20 de
diciembre de 1957 y No. 4767, del 1ro. de mayo de 1959, y todas
las modificaciones de dichos Decretos, así como cualquier otra
disposició n que le sea contraria.

Opinión Personal
Después de estudiar y analizar este decreto, sale a relucir la
protecció n que el Estado Dominicano brinda, a través de las
instituciones antes mencionadas, a los ciudadanos que figuran
como inquilinos.
Es de vital importancia que las personas que viven alquilados
tengan conocimiento de este decreto y de la Ley 17-88 ya que
ambas disposiciones contemplan una serie de prerrogativas que
les garantizaran la protecció n de sus derechos.
Todos los días se presentan conflictos entre inquilinos y
propietarios, en la mayoría de los casos los inquilinos no tienen
la menor idea de que existe un ordenamiento jurídico que posee
de forma clara y precisa, tanto los casos que pueden presentarse,
como los derechos que estos poseen.
Siempre y cuando los inquilinos realicen sus pagos, respeten la
naturaleza del contrato y mantengan la esencia del inmueble
que le ha sido alquilado, estos podrá n gozar de las disposiciones
que la ley ha designado en los ordenamientos jurídicos antes
mencionados, los cuales tienen como ú nica finalidad proteger
sus derechos.

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