Liceo Ecológico del Norte

David Felipe Silva Chacón

Once

Desarrollo de la guía de español del primer periodo, Actividad de producción textual

(2.2)

4. Nietzsche toma de manera errona las tres transformaciones por las que debe pasar
el espíritu del lector, pues plantea que son fases separadas e independientes unas de
otras y esto implicaría que la lectura de un texto por parte de un lector inexperto sería
necesaria realizarla al menos tres veces, es decir, desde cada una de las perspectivas
planteadas. En mi opinión esta lectura repetida es prescindible y las características de
las etapas del camello y el león se pueden integrar en una sola fase en la que el texto
sea analizado y a partir de ahí se toman los elementos con los que se está de acuerdo
y se ponen en duda los que no, relacionando ambos conjuntos entre sí para sacar
conclusiones propias. Por otra parte la etapa del niño, de la inocencia y la creación
debe ser el resultado de los aspectos que se han tenido en cuenta previamente,
enzarzados en una sola cadena de pensamientos.

Me parece que esto debe realizarse de esta manera porque tomando las tres etapas
como procesos independientes se generan gran cantidad de contradicciones que
muchas veces desembocan en la confusión del sujeto, y sin embargo esta confusión
pocas veces se manifiesta de manera inmediata sino que aparece cuando el lector está
generando procesos de síntesis entre las conclusiones a las que ha llegado y acciones
o situaciones que se le presenten en algún momento a la realidad.

En cuanto a lo que Nietzsche propone acerca de sentir un texto como propio a mi

parecer es también erróneo pues debe amoldarse a las ideas propias y a su vez
modificar estas, pero teniendo en cuenta que el conocimiento proviene de un texto
externo a la consciencia propia de manera que no puede (o no debe) tomarse como
parte de sí mismo, sino como un fenómeno que aunque es ajeno a la opinión propia
tiene una determinada influencia en el sentir del lector.

En lo referente a la implicación del pensamiento de Nietzsche en mis procesos de

lectura puede decirse que me identifico fácilmente con las características expuestas en
la fase del león porque es en la que se pone en duda el texto y se realiza una
confrontación, pero no llego a discutirlo de manera infundada. Así mismo puedo decir
que poseo algunas de las cualidades del camello y del niño, como el respeto al texto
del primero y la actitud de permitirle “hibernar en la consciencia” en su forma pura, es
decir, sin cuestionarlo ni modificarlo para poder recuperarlo en el momento en el que lo
considere necesario; y como el niño tengo la capacidad de generar nuevos procesos de
creación a partir de las ideas que ya haya concebido.

Por último he de decir que estas fases para la lectura adecuada no solo se deben
realizar con los medios escritos sino con obras de todo tipo, haciendo procesos de
interdiscursividad entre la obra original y el resultado posterior.