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La tetera de Russell, la analogía que origina las

discusiones más acaloradas sobre la existencia de Dios


Por Redacción GM - 30 junio, 2019

Te encuentras tomando un delicioso té, y de repente se acerca un amigo y comenta:


“En este momento hay en el espacio una tetera girando alrededor del Sol“. ¿Cuál
sería tu respuesta?

Seguramente reaccionarás pidiéndole a tu amigo que te enseñe la tetera o las


pruebas que demuestren su existencia.

Pero tu amigo contesta que no es posible observarla porque su tamaño es tan


pequeño que ni el telescopio más potente del mundo podría captarla.

El argumento de tu amigo suena como un disparate, pero admítelo, no tienes forma


de comprobarle que no hay una tetera dándole vueltas al Sol.

Y aunque él tampoco tiene cómo comprobarlo, no duda en absoluto de que sí existe.

En ese contexto, ¿a quién le corresponde demostrar si la tetera existe o no?

Ateos vs. Creyentes


Ese debate que parece algo tonto, se ha convertido en realidad en la raíz de las más
acaloradas discusiones entre ateos y creyentes.

La analogía de la tetera fue concebida en 1952 por el filósofo, matemático, lógico y


escritor británico Bertrand Arthur William Russell, en uno de sus escritos titulado ‘Is
there God?’ (‘Dios existe?’), y que hoy es conocida como la tetera de Russell.
Bertrand Russell en 1936.

Incluso ha sido mencionada por el biólogo evolutivo Richard Dawkins, uno de los
personajes más destacados del ateísmo moderno, quien la ha sacado a colación en
múltiples entrevistas y debates a los que asiste por todo el mundo.

Ahora la cuestión es, ¿qué pretendía Russell con la idea de la tetera y por qué este
objeto se involucra en los temas que debaten la existencia de Dios?

Dios no existe
Russell, que era ateo, admitía que el cuento de una tetera en el espacio era
definitivamente absurdo, pero enseguida planteó un escenario con el que recrea lo
que en realidad quería transmitir:

Si en libros antiguos se afirmara la existencia de la tetera, se enseñara como


la verdad sagrada cada domingo y se inculcara en las mentes de los niños en las
escuelas, dudar de su existencia sería visto como una excentricidad y el
escéptico merecería la atención de un psiquiatra…o un inquisidor…

Con esto, Russell buscaba demostrar que el hecho de que multitudes crean en Dios,
no significa que realmente exista. O, en otras palabras, que pese a ser imposible
demostrar que algo no existe, no puede tomarse como evidencia de que sí existe.

En línea con la analogía de Russell, los ateos concluyen su planteamiento señalando


que quienes están obligados a presentar las pruebas son aquellos que aseguran que
Dios existe.
Y como hasta el momento, según ellos, no hay evidencia de la existencia de Dios,
pues tampoco hay razones para creer en él.

Algo similar a la tetera de Russell propuso el reconocido cosmólogo Carl Sagan en su


obra ‘El mundo y sus demonios’. En este caso, debatía con la idea de que un dragón
invisible vivía en su garage:

Las afirmaciones que no pueden ser probadas, las aseveraciones inmunes a la


refutación, son verídicamente inútiles, sin importar el valor que puedan tener
para inspirarnos…

Dios sí existe
Los creyentes, por su parte, no consideran que el argumento de la tetera les exija la
búsqueda de más evidencia de la existencia de Dios.

Creyentes. Imagen ilustrativa.

Esto dijo el humanista, doctor en filosofía y teólogo de la Universidad Gregoriana de


Roma Gerardo Remolina, en medio de un debate realizado en 2017 con Richard
Dawkins:

La tetera de Russell sí es una pura fantasía. La comparación de la realidad de


Dios es completamente distinta, de Dios estamos viendo la naturaleza, nuestra
vida.

También hay quienes aseguran que el argumento de la tetera no funciona porque se


origina a partir de una premisa errada, como el filósofo norteamericano Alvin
Plantinga, profesor en la University of Notre Dame. Así lo explicó en 2014 en una
entrevista con el diario The New York Times:
Russell plantea que no hay manera de probar que la tetera no existe, pero
tenemos mucha evidencia en contra del teterismo, es decir, pruebas que indican
que la tetera no está en el espacio.

Plantinga dijo además que si alguna persona hubiera conseguido colocar una tetera
en el espacio, esto se habría convertido en una noticia de la que el mundo entero se
enteraría,  por lo que es algo que también puede tomarse en cuenta sobre la
existencia de Dios:

Si, como plantea Russell, el teísmo es como el teterismo, el ateo para justificarse
tendría que tener una poderosa evidencia contra el teísmo.

Es decir, es Russell el que debería tener las pruebas que lo avalen, pues son los ateos
quienes están obligados a demostrar que Dios no existe.

Como puedes ver, este es un debate que parece no tener limites, y quizás perdure
mucho más adquiriendo nuevos matices existenciales con el paso del tiempo.
¿Quién tiene la razón?

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