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Pautas de Convivencia en

Tiempos Inciertos de Pandemia


Muy Buenos (Días, Tarde o Noche). Estás escuchando El Movimiento de
Espiritualidad Matrimonial de la Parroquia San Ramón Nonato. En el día de
hoy estamos continuando nuestras festividades de San Ramón Nonato y
estaremos conversando el tema “Pautas de Convivencia en Tiempos Inciertos
de Pandemia”.

En la actualidad estamos viviendo diferentes tipos de temores. ¿Quién más


se morirá por el COVID 19? ¿Me dará a mí? ¿Moriré asfixiada? ¿Entrará
esta enfermedad a mi casa? ¿Cuánto más durará este peligro en las calles?
¿Cómo cuido a mi familia de este mal?

Cuando estas preguntas, inquietudes y miedos se convierten en los


pensamientos y acciones que dominan nuestra vida, entonces se vuelven
enemigos internos. Vemos el peligro en todo lugar.

Somos cristianos, pero eso no significa que estamos exentos de atravesar


momentos de mucho dolor. Sin embargo, qué privilegio tan grande el que
tenemos de llorar delante de la presencia de nuestro Señor. Mientras tanto,
de este lado del sol, nos toca seguir batallando hasta que seamos llamados a
su presencia a través de los medios que Él escoja y en el tiempo que Él tiene
determinado.

Ahora bien, cuando estamos viviendo una situación extraordinaria como la


pandemia en la que estamos siendo probados: ¿Es la Biblia la verdadera y viva
Palabra de Dios en nuestras vidas? ¿Está siendo esta Palabra viva y eficaz
en tiempos de necesidad?

El apóstol Pablo le dice a Timoteo en su segunda carta que toda la Escritura


es inspirada por Dios con el propósito de enseñarnos e instruirnos, a fin de que
podamos seguir creciendo y perfeccionándonos para andar en toda buena obra.
Esas obras el Señor las preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Las temporadas de adversidad económica o de cualquier otro tipo como la


(Pandemia) no toman a Dios por sorpresa. Él sabe todo lo que está sucediendo
en nuestro mundo y también sabe lo que se avecina. Él está orquestando todas
las cosas para cumplir sus propósitos eternos y redentores y glorificarse a sí
mismo.

A Dios le importa cómo las circunstancias adversas afectan la vida de sus


hijos. Esas circunstancias a veces pueden ser intensas y dolorosas, pero no
tienen por qué abrumarnos, ni robarnos la paz. De hecho, en última instancia,
¡cualquier cosa que nos haga necesitar a Dios es una bendición!

Ahora bien, muchas estrategias y herramientas prácticas están disponibles


para ayudar a familias a superar las crisis por la cual estamos pasando. Aquí
hay algunos consejos bíblicos para ayudarte a fortalecer tu corazón en medio
de estos tiempos inciertos de pandemia.

 Mira hacia arriba, no hacia afuera o hacia adentro: Nuestra


perspectiva y dónde colocamos nuestro enfoque determina nuestra
respuesta a tiempos turbulentos como la pandemia. Las personas
deberían poder mirar a los cristianos y ver una respuesta a la presión
que es claramente diferente: ¡inexplicable!
 Cuéntale a Dios tus necesidades: Pídele provisión, sabiduría, dirección y
gracia para perseverar. Pídele a Dios que use esta temporada de
confusión e incertidumbre para lograr el avivamiento y el despertar
espiritual en nuestras familias, iglesias y en nuestro país.
 Aprende el secreto del contentamiento: El contentamiento surge de
creer que Dios ha provisto todo lo que necesitamos para el momento
presente, y que Él proveerá todo lo que necesitamos en el futuro.
 Pídele a Dios que cumpla sus propósitos: Dios usa la adversidad para
mostrarnos lo que hay en nuestros corazones, para purificarnos y para
que dependamos más de Él. Las temporadas de escasez pueden ser
tiempos de gran bendición, ya que las personas son despojadas de la
autosuficiencia y sus corazones se vuelven hacia el Señor.
 Permite que Dios purifique tu corazón: Los tiempos de escasez pueden
ser un medio de la disciplina de Dios, tanto a nivel personal como colectivo.
Pregúntale a Dios que está tratando de decir en estas circunstancias,
deja que examine tu corazón y luego responde con humildad y obediencia.
 Permite que Dios reordene tus prioridades: Los tiempos de dificultades
o pérdidas económicas exponen lo que más nos importa y lo que realmente
amamos. También, brindan la oportunidad de identificar cualquier
tendencia a acumular “cosas” que no necesitamos y nos permiten dar
pasos hacia un estilo de vida más moderado.
 Pon tu confianza en el Señor: Puedes confiar en el Señor. Él te ama, sabe
lo que estás enfrentando y se preocupa por ti. Estas circunstancias no
lo han tomado por sorpresa. Él todavía está en su trono y está
cumpliendo sus propósitos en tu vida y en el mundo. Confía en Él para
satisfacer tus necesidades: Él proveerá. Ahora es el momento de ver lo
que Dios puede hacer.

 Recuerda lo que Dios ha hecho en el pasado.


 Confía en su carácter.
 Repasa sus promesas.
 Detente cuando quieras tomar el asunto en tus propias manos.
 No dejes que el miedo te lleve a lugares donde Dios no quiere
que vayas.

 Tiende la mano a otros: Sé sensible a las personas que te rodean y que


pueden tener necesidades más grandes que las tuyas, especialmente a
aquellos que hacen parte del Cuerpo de Cristo. No solo pienses en tus
propios problemas, pon las necesidades de los demás por encima de las
tuyas.

 Ora por las necesidades de los otros.


 Busca maneras de alentar a aquellos que tienen luchas.
 Comparte con otros. Ayuda a satisfacer las necesidades
materiales, así como el Señor te ha bendecido.
 Esta es una oportunidad para que los cristianos demuestren el
evangelio y la compasión de Cristo, para que el mundo diga:
¡Miren cómo se aman!

 Practica dar como Cristo: La tendencia natural en tiempos de


incertidumbre en este caso de pandemia es aferrarse a lo que tenemos
y dar menos. ¡Pero qué oportunidad para demostrar la grandeza y el
poder de Dios a la hora de dar! Pregúntale a Dios cómo puedes ejercitar
la fe y reflejar su corazón generoso dando en este momento.
 Regocíjate en el Señor: Independientemente de lo que esté sucediendo
en el mundo o de tu situación financiera por causa de la pandemia, ¡no
dejes que el enemigo robe tu gozo! ¡Si lo tenemos a Él, somos ricos,
tenemos todo lo que necesitamos y tenemos razones para regocijarnos!

Testimonio de Vida en estos tiempos de Pandemia. (La Pareja).

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