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EL LIBRO DE LOS MUERTOS El tránsito de la vida a la muerte en el Antiguo


Egipto.

Conference Paper · June 2020

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Mónica González Machorro Inmaculada Delage González


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EL LIBRO DE LOS MUERTOS
El tránsito de la vida a la muerte en el Antiguo Egipto.

Blanca GALLOSTRA ACÍN


Mónica GONZÁLEZ MACHORRO
María Ángeles MUÑOZ RAMOS
Universidad de Navarra

Inmaculada DELAGE GONZÁLEZ


Universidad de Navarra

1
Título: EL LIBRO DE LOS MUERTOS: El tránsito de la vida a la muerte en el
Antiguo Egipto.

Resumen: Esta comunicación pretende abordar el paso de la vida a la muerte en el


antiguo Egipto basándonos en el Papiro de Ani, la versión más conocida del “libro de
los muertos” o “libro de la salida al día” escrito durante la dinastía XVIII en el siglo XII
a.C. El principal objetivo es reflexionar sobre la muerte estudiada como un movimiento,
como una transición en la cual se ven reflejados los miedos e inquietudes de una cultura,
y así acercarnos a su vida y comprender su cosmogonía. A su vez, con este trabajo
queremos subrayar cómo el miedo a la muerte es inherente al ser humano.

Índice:

I. Introducción 3
II. Contextualización 3-5
a. Contexto geográfico 3
b. Contexto histórico 3-4
c. Contexto político y social 4
d. Cosmogonía 4-5
III. El Libro de Los Muertos 6-8
IV. Conclusiones 9-11
V. Bibliografía 12

2
I. INTRODUCCIÓN

El Antiguo Egipto se suele asociar con la fantasía y la magia. Todos hemos


querido ser Carter descubriendo la tumba de Tutankamon; sin embargo, ¿realmente
sabemos cómo vivían?, ¿qué hay más allá de las pirámides?, ¿cómo se enfrentaban los
egipcios a la muerte?, ¿qué hacían para llegar a la vida eterna?, y lo más importante
¿podían llegar todos?

Una de las fuentes fundamentales para conocer la vida eterna egipcia es El Libro
de los Muertos. Este consistía en una especie de manual de instrucciones que ayudaba a
superar las pruebas por las que debía pasar el difunto para asegurarse un tránsito
favorable al Más Allá. En concreto se analizará el conocido como Papiro de Ani, la
versión más extendida del Libro de los Muertos, fechado en la segunda mitad de la
dinastía XVIII (aproximadamente entre el 1500 y el 1400 a.C.). Con este análisis se
pretende, no solo estudiar el viaje de Ani, sino también explorar los miedos e
inquietudes aquí reflejadas de todos los egipcios para así comprender mejor su vida y
costumbres.

II. CONTEXTUALIZACIÓN

a. Contexto geográfico

La civilización egipcia se desarrolló en el extremo noreste del continente


africano, en una región desértica y árida. Gracias al río Nilo, que atraviesa la región de
sur a norte, pudo evolucionar tanto política como culturalmente hasta convertirse en uno
de los pueblos con mayor influencia, extensión y perdurabilidad en la historia de la
humanidad.

En Egipto existe una frontera natural entre el Valle y el Delta que dio a lugar a
dos zonas diferenciadas, el Alto Egipto formado por el Valle; y el Bajo Egipto, por el
Delta. A pesar de la diferencia entre la población de ambas regiones, estas compartieron
una misma lengua y religión.1

b. Contexto histórico

La historia del Antiguo Egipto abarca desde el 3150 a.C., con la unificación del
Alto y Bajo Egipto por parte de Narmer, hasta el 535 d.C., cuando Justiniano prohíbe el
culto egipcio en la llamada época ptolemaica. Se divide en tres periodos: Imperio
Antiguo (de la dinastía III a la VII), Imperio Medio (dinastía XI a la XIII) e Imperio
Nuevo, donde se sitúa el Papiro de Ani, (dinastía XVIII a XX); entre los que se insertan
diferentes periodos intermedios.

El Imperio Nuevo comienza en torno al año 1550 a.C. con la reunificación de


Egipto, bajo el reinado de Ahmosis I, y termina hacia el 1070 a.C. con la llegada de los

1
Martí-Albo, Miguel, Historia de Egipto. Día a día en el antiguo Egipto, Libsa, Madrid, 2008.
3
nuevos monarcas de la dinastía XXI al trono. Fue una etapa de esplendor en la que
destacan faraones tan famosos como Tutankamon, Akenaton, Nefertiti, los Tutmosidas
o Hatsheput, entre otros.

c. Contexto político y social

El poder faraónico se erigió sobre la base teopolítica según la cual el faraón y su


familia descendía directamente de los dioses. El faraón era el encargado por el dios para
asegurar el respeto a la justicia o Maat2. Para describir este régimen, Wittfogel3 asegura
que en la mentalidad egipcia el concepto de subordinación era esencial, ya que se trata
de un régimen teopolítico, como hemos dicho, basado en la necesidad de una autoridad
divina para el mantenimiento del orden.4

Pero no hay que caer en la generalización de ver a la sociedad egipcia como una
sociedad de faraones. La realidad es que formaban una minoría, como sucede en todas
las monarquías absolutas. La sociedad egipcia estaba conformada por diferentes grupos
de ciudadanos dependiendo del poder económico y administrativo de cada uno.

En la más alta esfera, y casi al nivel del faraón se encontraban los más altos
funcionarios, tanto con cargos militares como sacerdotes. También había funcionarios
de menor rango; por ejemplo, los escribas, entre los que se encuentra Ani. Más allá de
este cuerpo aparecen toda clase de ciudadanos, quienes conformaban el grueso de la
sociedad egipcia, y tenían mejor o peor calidad de vida según sus ingresos económicos:
artesanos, decoradores, campesinos, marineros, acusadores privados y comerciantes
entre otros. Por último, había siervos y esclavos, aunque eran muy pocos, al contrario de
lo que se suele pensar.5

Para comprender en su totalidad el sistema político y social del Antiguo Egipto


se debe tener en cuenta que el poder tenía una cariz bastante mítico, en sentido estricto,
como dice Assman6, hablar por separado de religión y estado es tratar los conceptos de
manera anacrónica, ya que en aquella sociedad, no eran más que dos aspectos de una
sola realidad.

d. Cosmogonía

2
Ling, T, Las grandes religiones de Oriente y occidente. Desde la prehistoria hasta el auge del
Islam, Istmo, Madrid, 1968.
3
Wittfogel, Karl A., y Francisco Presedo. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder
totalitario. Guadarrama, 1966.
4
Ídem
5
Blogs: Alonso y Royano, Félix, “La ciudad y el ciudadano en Egipto” en Blog de Félix A. y
Royano - Revistas Uned núm. 10 (1997), URL= http://revistas.uned.es/index.php/ETFII/article/view/4302
6
Blogs: Assman, Jan, ¨State and Religion in the New Kingdom¨, en Blog de Jan Assman -
Propilaeum Dok, publicado el 23 de octubre de 2013, URL = http://archiv.ub.uni-
heidelberg.de/propylaeumdok/volltexte/2013/1950
4
Es difícil definir la religión egipcia por las dificultades al traducir e interpretar
los textos religiosos. Además, no parece que hubiera existido una religión unificada a lo
largo del tiempo y espacio; asimismo había cierta confusión entre los propios egipcios.
Se trataba más bien de un conjunto de creencias comunes, más o menos compartidas,
por el pueblo egipcio y con unos axiomas comunes, como la importancia de Maat, de la
magia, del orden cósmico, etc. “Sin embargo, no cabe duda de que la totalidad de la
población egipcia creía firmemente en que, además del alma, había algún otro elemento
del hombre que volvería a la vida”7 No está claro cuándo surge esta creencia, la cual ya
se encuentra en los textos de las pirámides de la dinastías V y VI.
A lo largo de la historia, esta religión ha sufrido variaciones. En un principio, las
divinidades tenían un carácter autoritario e impersonal, relacionado con el poder del
faraón: ellos eran las leyes que regían el mundo. Sin embargo, ya en el Imperio Nuevo,
la religión había evolucionado hasta adquirir un carácter más democrático y popular,
pasando incluso por un corto período de monoteísmo durante el reinado de Akenatón.
Esta nueva visión más democrática de la religión contemplaba a los dioses desde un
punto de vista más cercano, ya que se consideraba que tenían voluntad, deseos, y una
conducta más humana. Otra manifestación de esta evolución, es un cambio en la técnica
de la momificación cuyo fin era abaratar los costes del enterramiento. De esta manera,
un mayor número de gente accedía a la salvación8, es en este contexto en el que se
encuentra el Papiro de Ani.

7
Budge, Wallis E.,A., El Libro Egipcio De Los Muertos. El Papiro de Ani, Sirio S.A., Málaga.
8
Martí-Albo, Miguel, Historia de Egipto. Día a día en el antiguo Egipto, Libsa, Madrid, 2008.

5
III. EL LIBRO DE LOS MUERTOS

a. Cultos funerarios

Gracias a los monumentos encontrados en Egipto se sabe que los egipcios


ponían especial interés en preservar los cuerpos de los muertos mediante el
embalsamiento y que celebraban ceremonias, en las cuales se incluían oraciones,
letanías cortas, etc. A estas composiciones se les otorgaba especial importancia porque
existía la creencia de que su recitación aseguraba a los muertos un tránsito sin
dificultades hacia el mundo siguiente. Esto permitía al fallecido superar la oposición de
los enemigos y dotaba al cuerpo de poder para resistir las dificultades, asegurándole así
la vida del más allá.

Estos textos recogen gran parte del pensamiento egipcio y reflejan la evolución
lógica de esta civilización. A través de ellos podemos conocer las nociones de la
divinidad, los poderes cósmicos y sus fases, así como las creaciones antropomórficas
que poblaron el otro mundo9.

Muchas dificultades se presentan a la hora de traducir los textos religiosos, por


lo que es difícil definir las ideas y creencias de los egipcios en la vida futura. Sin
embargo, es indudable que la creencia en una vida futura es común a todos los egipcios,
como rasgo determinante de su religión, así como la supervivencia del alma y del
cuerpo.

Ejemplos de estos textos religiosos son el Libro de los dos Caminos y el Libro
de las Puertas, que detallaban la fascinante geografía del inframundo egipcio. También
hay un conjunto de textos llamados "Textos de las Pirámides" que centran más su
atención en los pasos para llegar a la nueva vida. Es un texto que data desde los inicios
de la historia de Egipto: el Imperio Antiguo. Como su propio nombre indica, fue
grabado sobre las paredes de algunas cámaras de las pirámides más antiguas. Entre estos
textos se encuentra el Libro de los Muertos1011.

b. El libro de los Muertos

Historia del Libro de los Muertos

Existen muchas teorías sobre el origen del Libro de los Muertos, entre las que
destaca que el texto no fue escrito por los egipcios, sino que llegó a Egipto por los
emigrantes de Asia. Gracias al sinfín de pruebas arqueológicas que se han realizado

9
Budge, Wallis E.,A., El Libro Egipcio De Los Muertos. El Papiro de Ani, Sirio S.A., Málaga,
2007.
10
Champdor, Albert, El Libro Egipcio De Los Muertos, DEAF, S.A, España, 5ta edición, 2006
11
Gabucci, Ada, Grandes civilizaciones. Egipto, RBA Edipresse S.L, España, 2008
6
Budge afirma: “la mayor parte de los textos comprendidos en el Libro de los Muertos
son muy anteriores al periodo de Mena (Menes), el primer rey histórico de Egipto”12.

Su historia puede dividirse en cuatro períodos: las cuatro versiones del Libro de
los Muertos. La primera versión, editada por los sacerdotes de la Escuela de Annu, se
basa en una serie de textos ahora perdidos. Es conocida por las cincos copias inscritas
en las paredes de las cámaras y pasadizos de las pirámides de los reyes de las dinastías
V y VI en Sakara. En esa época, en el Alto Imperio, solo la familia del faraón tenía la
posibilidad de enterrarse con una copia del libro de los muertos y, por tanto, de llegar al
más allá.13
La segunda es una versión tebana, y fue escrita sobre papiro en lenguaje
jeroglífico y dividida en secciones y capítulos. Esta versión se usó mucho desde la
dinastía XVIII hasta la XIX. En esta época ya se había divulgado el uso del Libro de los
Muertos a otras clases sociales como funcionarios militares y religiosos y escribas. No
siempre se podía disponer de una copia entera, sino de pasajes sueltos. Aquellos que no
podían permitirse ni siquiera esos pasajes, se enterraban cerca de una tumba que sí
contara con el Libro de los Muertos con el fin de que el alma del difunto pudiera
participar de las ventajas de la tumba de su vecino.

La tercera se encuentra escrita en papiro con caracteres hieráticos y también


jeroglíficos. Fue usada en la dinastía XIX.

La última versión es saïta, en la que, durante algún tiempo, los capítulos se


dispusieron en un orden definido. Fue usada desde la dinastía XXVI hasta el final del
periodo ptolemaico.

c. El papiro de Ani y su análisis

La versión mejor conservada del Libro de los Muertos es el papiro de Ani, que
fue adquirido por los comisarios del Museo Británico en el año 18881; es el mayor, el
más perfecto y mejor preservado de todos los papiros procedentes de la segunda mitad
de la dinastía XVIII. Cuenta con viñetas, himnos, capítulos y rúbricas descriptivas e
introductorias. Tiene un lugar distinguido entre los textos de la versión tebana de la obra
“El Libro de los Muertos”. A pesar de todo, contiene solo la mitad de los capítulos que
habitualmente se asignan. El papiro de Ani era el texto funerario de moda entre los
nobles tebanos de su tiempo.14 La primera edición se publicó en 1890, y venía
acompañada de una introducción por parte de Le Page Renouf.15

12
Budge, Wallis E.,A., El Libro Egipcio De Los Muertos. El Papiro de Ani, Sirio S.A., Málaga,
2007.
13
Ídem
14
Ídem.
15
Champdor, Albert, El Libro Egipcio De Los Muertos, DEAF, S.A, España, 5ta edición, 2006
7
Se conoce poco sobre la vida de Ani, sin embargo, el mismo texto nos dice quién
era: “Escriba real verdadero, escriba y administrador de las ofrendas divinas de todos
los dioses”, “Gobernador y granero del señor de Abidos y escriba de las ofrendas
divinas de los señores de Tebas”, y “Amado del señor de Norte y del Sur”. Es decir, Ani
ostentaba un alto cargo, pero su título no era honorífico, sino un simple escriba y
administrador. Su esposa se llamaba Tutu.

Existe la teoría de que el papiro no había sido hecho especial para él; sin
embargo, se sabe que los dibujos sí lo fueron ya que lo mencionan junto a su esposa;
gracias a estos dibujos también se puede conocer su oficio. Es muy probable que Ani
haya colaborado en la ejecución de su propio papiro.

Teniendo en cuenta que tener una copia del Libro de los Muertos era un lujo que
solo los más privilegiados se podían dar, la mayoría de las personas eran enterradas con
un solo capítulo, muchas veces sin dibujos. El Papiro de Ani, debido a su gran tamaño,
dibujos y decoraciones, da una clara idea del estrato social de su poseedor.

El Papiro de Ani comienza con la salida de la casa del difunto para comenzar su
viaje a través de las distintas puertas. Durante todo su viaje los difuntos están expuestos
a amenazas como la de ser devorados por un espíritu con cabeza de cocodrilo o morir
por segunda vez, entre otras.
Los primeros capítulos narran las oraciones necesarias para tener la protección
de los dioses, evitar ser devorados por los enemigos y estar preparados para la vida en el
Más Allá, también muestra a los difuntos cómo recuperar el habla y los movimientos.
Después de haber recuperado sus facultades humanas, los capítulos narran el
origen de los dioses, y acercan al individuo con las divinidades. Ra es el gran protector
del difunto, y Osiris es el Señor de la Vida Eterna.
De igual forma, el difunto tiene que pasar por una serie de puertas que lo
transforman en alma viva, garza real, golondrina, serpiente y una especie de Dios.
También el Libro cuenta con capítulos en los cuales el muerto tiene que utilizar joyas
para sus protecciones; por ejemplo: un talismán de esmeraldas (Capítulo CXXXVII).
Después de haber superado a los enemigos, el difunto recorre el inframundo en
una barca y se presenta ante Osiris. Una de las últimas tareas que tiene que cumplir el
difunto es que, ante Osiris, debe prestar declaración de inocencia y después su corazón
es pesado frente a Maat: el corazón se coloca en una balanza, donde su contraparte es
una pluma de avestruz —símbolo de Maat—. El corazón si es justo y merecedor debe
pesar menos que la pluma. Thot registra el resultado; si este es negativo, un monstruo,
Ammit, aniquilará al difunto (Capítulo CXXV). Este es uno de los mayores miedos del
fallecido, porque durante su viaje estaba expuesto a todo tipo de Males, y su corazón
podía dejar de ser justo; sin embargo, para evitar esto, al inicio del viaje el difunto tiene
la oportunidad de proteger su corazón del Mal (Capítulo XXX).
Al final del viaje, si el difunto ha cumplido con todas las letanías, puede construir una
morada en el Más Allá y mostrarse con rasgos de ser humano para disfrutar de la vida
eterna.

8
IV. CONCLUSIONES

a. El viaje y la obtención de la inmortalidad

Existen varias religiones o cosmogonías en las que la inmortalidad es un premio


que se alcanza tras superar una serie de pruebas, o terminar un viaje y llegar a otro
mundo. Es adecuado comparar el papiro de Ani con algunos héroes de la mitología
griega, ya que es base de la cultura occidental y, por ello, nos es más cercana. Vamos a
tomar como ejemplos a los héroes Ulises y Heracles. A pesar de que Ulises y Heracles
sean hijos de dioses (no es el caso de Ani, quien es un escriba), no hay tanta diferencia
entre estos personajes, ya que, en su origen, el Libro de los Muertos estaba dirigido a
faraones, quienes eran considerados descendientes de los dioses.

Heracles es una figura compleja, asociada al tránsito entre el mundo mortal e


inmortal. En el mito de Heracles, este sufre un castigo por matar, en un ataque de
locura, a su mujer Megara y sus tres hijos. El castigo que le impone el rey Euristeo es
cumplir con doce trabajos, en los cuales obtiene un premio, como por ejemplo la piel
del león de Nemea o el empapar sus flechas en la sangre de la hidra, lo que las volvió
venenosas. Los dioses del Olimpo, después de que completara dichas labores, le
concedieron la inmortalidad. 16

Así pues, la inmortalidad se contempla en este caso como una meta y un premio,
después de una serie de pruebas a las que solo unos pocos pueden sobrevivir.
Principalmente, estas pruebas, tanto en el Libro de los Muertos como en el caso del mito
de Heracles, consisten en superar diferentes monstruos. Dichas pruebas no serían
posibles de superar sin contar con elementos sobrehumanos, como lo es la magia del
Libro de los Muertos o el ser héroe, como lo es Heracles.

Para contrastar la experiencia de un viaje como prueba para alcanzar un premio,


podemos tomar como ejemplo a La Odisea, la obra homérica que marca la concepción
de viaje en la mentalidad occidental. Aquí, de nuevo, cabe destacar la diferencia entre
los dos textos en cuanto que en La Odisea el destino final no es la inmortalidad, sino el
retorno al hogar. Sin embargo, en ambos casos se trata de un viaje para alcanzar el
destino más deseado, ya sea el Más Allá o el hogar.

De las etapas que describe Campbell del viaje de un héroe, podemos hallar
similitudes entre las de Ulises y Ani: 17
1. Mundo Ordinario (la isla de Calipso y la vida ordinaria de Ani)
2. Llamada al viaje (Hermes avisa a Ulises de que es libre y la muerte de Ani)
3. Mentor (Atenea en La Odisea, el Libro de los Muertos en el caso de Ani)
4. Primer paso (Partir de la isla de Calipso y las instrucciones del capítulo uno para
poder salir de su Mansión)

16
Blogs: Lunt, David J., “Athletes, Heroes, and the Quest for Immortality in Ancient Greece” en
Blog de David J. Lunt - The Pennsylvania State University publicado en Mayo 2010, URL =
https://etda.libraries.psu.edu/catalog/10489
17
Blogs: Taheri, Mohammad y Jalaly, Roonak, “The arqhetype of the hero’s journey in Odyssey”
en Blog de M. Taheri y R. Jalaly - International Journal of Language Learning and Applied Linguistics
World, publicado en Octubre 2013, URL = http://www.ijllalw.org/finalversion4220.pdf
9
5. Pruebas, Aliados, Enemigos (en ambos casos, el viaje en sí, repleto de aventuras,
monstruos, trampas…)
6. Acercamiento a lo más íntimo (para Ulises es pisar Ítaca de nuevo, para Ani
sería el recuperar su cuerpo, que ha sido desmembrado)
7. Experiencia más dura (para Ulises, comprobar el estado de su villa, para Ani, el
peso de su corazón con Maat, que determinará si ha sido justo y puede entrar al
otro mundo)
8. Recompensa (para Ulises, recuperar a su familia y su hacienda, para Ani, pasar a
la vida del más allá)

Claramente, estas etapas del héroe se repiten en la mayoría de mitos cuyo argumento
gira alrededor de un viaje, puesto que todas las tradiciones se influyen entre ellas. El ser
humano siempre ha visto el cambio, el viaje, como un reto difícil de superar pero con
recompensa al final.

c. El miedo a la muerte, inherente en el ser humano

“Vivir es el ser de los vivientes”. Esta sentencia aristotélica expresa cómo la


vida es el único bien que posee genuinamente el ser humano. Al contrario de lo que se
suele afirmar, que la muerte es lo único seguro, de hecho, todo el ser de los hombres (así
como de los animales y otros seres vivos), depende del vivir: un hombre muerto no es
un hombre, es un cadáver.

En el estudio realizado sobre el Libro de los Muertos se analiza la preocupación


del pueblo egipcio sobre la muerte. Puede decirse que es una de las civilizaciones que
más se dedicó al culto a la muerte: sus trabajos, su arte, su literatura adoptaban de
manera casi exclusiva la temática relacionada con la muerte y con la divinidad.

Esta preocupación por la muerte no es, sin embargo, exclusiva del pueblo
egipcio, sino que se puede observar en todas las culturas del mundo. Al igual que el
Libro de los Muertos, encontramos otra serie de escritos que relatan su creencia de la
pervivencia tras la muerte como puede ser el Libro Tibetano de los Muertos, la Biblia o
el Corán. Esta preocupación por la ausencia de vida obedece también en gran medida a
ese miedo al cambio, al movimiento, de un estado conocido a otro completamente
desconocido, fuera de la experiencia humana, e irreversible18.

Las posturas ante la muerte han ido cambiando a lo largo de la historia, como es
de suponer. En las primeras sociedades, la muerte formaba parte natural de la vida. La
muerte, muchas veces, se veía como un reflejo de la vida, siendo castigados o
premiados según la vida terrena. Estas visiones de la muerte quedan reflejadas en
doctrinas del paraíso y del castigo eterno, o en doctrinas de reencarnación19.

En la Edad Moderna, se produjo un cambio con la entrada de los avances


tecnológicos, que consistía en la preocupación por la separación física del difunto más
que el hecho mismo de la muerte. Eso llevó al rechazo de la idea castigo por los actos

18
Kastenbaum, Robert. Death, society, and human experience. Routledge, 2015
19
Ídem
10
en vida, en la civilización cristiana, se esquivó la idea de purgatorio, infierno, o de una
eternidad de sufrimientos20.

En cambio, en nuestros tiempos se procura evitar pensar en ella, hablar de ella;


se intenta ocultar, distorsionar, e incluso negar. Se nos ha vacunado contra el miedo a la
muerte, porque se nos ha vacunado contra la misma idea de muerte21. Sin embargo, ese
temor nunca desaparece, como ilustra la cita del famoso cineasta Woody Allen “No es
que tenga miedo a morir, simplemente no quiero estar ahí cuando ocurra”.

A pesar de que la concepción de la muerte haya cambiado a lo largo de la


historia hay un elemento estático e inherente al ser humano, que es ese miedo a lo
desconocido, esa preocupación por la muerte y lo que nos vamos a encontrar tras ella.

Para finalizar, nos gustaría destacar lo positivo que ha sido para este estudio las
tres perspectivas diferentes desde las que se logró analizar la visión de la muerte en el
mundo egipcio. Esta visión caleidoscópica que une Historia, Filología y Filosofía, ha
permitido un examen más completo del tema al que nos enfrentábamos. Es cierto que ha
comportado también dificultades, desde decidir qué temas tratar y cuáles dejar fuera,
qué interpretación hacer del texto, hasta la combinación de horarios. Sin embargo, ha
merecido a pena el esfuerzo, ya que nuestro trabajo, y nosotras mismas, ha salido
enriquecido.

La contextualización histórica, cosmogónica, era esencial a la hora de traer al


presente un texto más de 3000 años de antigüedad sin llevar a cabo malinterpretaciones
o interpretaciones anacrónicas. El análisis del texto es la parte central del trabajo, y
también ha sido de ayuda el prisma filosófico para que el trabajo no quedara en un
análisis del pasado, y atestiguar la presencia constante de la muerte en la historia y sus
porqués.

20
Kastenbaum, Robert. Death, society, and human experience. Routledge, 2015
21
Blog: Bermejo Higuera, José Carlos “El miedo del ser humano a la muerte” en Blog de José
Carlos Bermejo Higuera, URL=http://josecarlosbermejo.es/articulos/el-miedo-del-ser-humano-la-muerte

11
V. BIBLIOGRAFÍA
Libros:
- Budge, Wallis E.,A., El Libro Egipcio De Los Muertos. El Papiro de Ani, Sirio S.A., Málaga.
- Champdor, Albert, El Libro Egipcio De Los Muertos, DEAF, S.A, España, 5ta edición, 2006.
- Erik Hornung, Introducción a la egiptología. Estado, métodos y tareas, Trotta, 2000.
- Gabucci, Ada, Grandes civilizaciones. Egipto, RBA Edipresse S.L, España, 2008.
- Guidotti, Maria Cristina. Antiguo Egipto. Tikal, 2009.
- Kastenbaum, Robert. Death, society, and human experience. Routledge, 2015.
- Ling, T, Las grandes religiones de Oriente y occidente. Desde la prehistoria hasta el auge del Islam,
Istmo, Madrid, 1968.
- Martí-Albo, Miguel, Historia de Egipto. Día a día en el antiguo Egipto, Libsa, Madrid, 2008.
- Wittfogel, Karl A., y Francisco Presedo. Despotismo oriental: estudio comparativo del poder totalitario.
Guadarrama, 1966.

Artículos en web:
- Blogs: Assman, Jan, ¨State and Religion in the New Kingdom¨, en Blog de Jan Assman - Propilaeum
Dok, publicado el 23 de octubre de 2013, URL = http://archiv.ub.uni-
heidelberg.de/propylaeumdok/volltexte/2013/1950http://archiv.ub.uni-
heidelberg.de/propylaeumdok/volltexte/2013/1950
- Blog: Bermejo Higuera, José Carlos “El miedo del ser humano a la muerte” en Blog de José Carlos
Bermejo Higuera, URL=http://josecarlosbermejo.es/articulos/el-miedo-del-ser-humano-la-muerte
- Lunt, David J., “Athletes, Heroes, and the Quest for Immortality in Ancient Greece” en Blog de
Lunt, David J. - The Pennsylvania State University publicado en Mayo 2010, URL =
https://etda.libraries.psu.edu/catalog/10489https://etda.libraries.psu.edu/catalog/10489
- Jose Miguel Parra Ortiz, El Antiguo Egipto: sociedad, economía, política, Marcial Pons Ediciones de
Historia, 201http://archiv.ub.uni-heidelberg.de/propylaeumdok/volltexte/2013/1950
- Blogs: Blogs: Taheri, Mohammad y Jalaly, Roonak, “The arqhetype of the hero’s journey in Odyssey” en
Blog de M. Taheri y R. Jalaly - International Journal of Language Learning and Applied Linguistics
World, publicado en Octubre 2013, URL = http://www.ijllalw.org/finalversion4220.pdf.

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