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2021-2
Estudiante
(s) - Lihuisi Sotelo Eduardo Gonzalo
- Escobar Mendoza Juan
- Quea Jacho Ruben Freddy
- Sanchez Florez Jossue Steeven
- Candia Apaza Diana Gladys
ACTIVIDADES
TEXTO CONTINUO
1. Aplica lo aprendido en el siguiente texto: subraya las ideas principales, identificar el tema y los
subtemas.
Si de repente te hablan de onicofagia, es probable que no sepas qué te están diciendo. Si, en cambio,
escuchas «comerse las uñas», seguro que te suena mucho más. Onicofagia es el nombre que se le ha
dado al hábito compulsivo de comerse las uñas, algo que puede producir en un futuro problemas en
los dientes, deformaciones de la cutícula, infecciones, verrugas y todo tipo de alteraciones
relacionadas con la dermis y, en casos muy extremos, puede incluso suponer la pérdida de la uña.
Cuenta Leticia Doñagueda, psicóloga en El Prados Psicólogos, que se trata de una conducta
frecuente en niños y adolescentes y que tiende a desaparecer en la adultez: “A medida que vamos
creciendo, el hábito de comerse las uñas puede verse modificado por otro tipo de conductas como
morder un bolígrafo, fumar, mover el pelo etc. La mayoría de las personas que realizan esta conducta
informan que no lo pueden controlar y que, incluso a veces, no son conscientes de estar
realizándose”.
Este hábito automático, adictivo e inconsciente tiene un origen psicológico, tal y como informa Lidia
Asensi, experta en psicología: “La Asociación Americana de Psiquiatría calificó la onicofagia dentro
de los trastornos de tipo obsesivo compulsivo. Este tipo de trastornos están relacionado con una
elevada ansiedad, la cual a la persona le resulta difícil de gestionar. Es esta ansiedad la que lleva a la
persona a poner en marcha conductas compulsivas para contrarrestarla”.
Puede haber varios motivos que generan la conducta de comerse las uñas: Por estrés. “Muchas
personas se muerden las uñas ante una situación concreta como puede ser un examen, una reunión o
por acumulación de estrés diario”, cuenta Leticia Doñagueda, de El Prado Psicólogos. Para calmar
situaciones que generan ansiedad. “Cuando se encuentran en situaciones que les provocan nervio o
Comprensión y producción
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2021-2
angustia, favorece la necesidad de morder las uñas”, dice la experta. Por timidez o baja autoestima.
“Frustración, rabia, perfeccionismo o personas con un alto nivel de exigencia son rasgos que pueden
ayudar a la aparición de la onicofagia”, dicen Lidia Asensi y Leticia Doñagueda. En otros casos,
puede ser por miedo. “Aunque no se haya asociado, el miedo es un factor generador de la puesta en
marcha de esta conducta”, dice Lidia Asensi, de Psicología Madrid. “Ante estas emociones, el
morderse las uñas tiene un efecto calmante para las personas que emplean esta conducta. En algún
momento anterior, estas personas aprendieron que morderse las uñas les ayudaba a 'gestionar' la
situación estresante en la que se encontraban, obteniendo una sensación de calma posteriormente”,
explica la psicóloga Lidia Asensi.
Según explica la experta de Psicología Madrid Lidia Asensi, morderse las uñas tiene consecuencias
negativas a diferentes niveles: «A nivel físico porque aparece sangrado, infecciones y
desconfiguración de los dedos y/o dientes, y a nivel emocional puede generar frustración debido a
que es una conducta difícil de controlar», explica la psicóloga, y añade otro nivel: «también está el
nivel social, ya que puede resultar poco atractivo presentar las manos con las uñas mordidas,
afectando así a la imagen de la persona».
Adaptado de
https://www.abc.es/bienestar/psicologia-sexo/psicologia/abci-morderse-unas-esto-pasa-cuerpo-cada-hac
es-202003060128_noticia.html
TEXTO DISCONTINUO
Fuente:https://boyaca7dias.com.co/2021/06/23/infografia-covid-19-la-variante-delta-ahora-amena
za-a-europa/
- Tema principal.
- Subtemas
✔ Mutaciones
✔ Evolución
✔ Cifras de transmisión de la variante Delta.
- Ideas principales.