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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

UNIDAD EDUCATIVA AUTONOMA SIMÓN BOLÍVAR.

JUDIBANA ESTADO, FALCÓN

EJERCICIO DE REFUTACIÓN O CONTRAARGUMENTO DE UN

FRAGMENTO “SOBRE IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN EL LENGUAJE”

DE PAULO FREIRE.

2 DO AÑO SECCION “D”


ÁREA CASTELLANO
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: RAYNEL SÁNCHEZ
C.I: 32.885.657
PROFESOR: HUMBERTO ZAVALA.
12 de marzo de 2021.
Introducción.

Discutir es una actividad necesaria para el desarrollo de nuestra civilización, a lo largo de nuestras
vidas pasamos buena parte de nuestro tiempo discutiendo sobre diversos temas a distintos niveles
de complejidad, siendo preciso plantearnos determinada posición, en donde muchas veces
podemos estar de acuerdo con alguien o por el contrario debemos exponer nuestras ideas para
refutar o argumentar, nuestra posición sobre el tema.

Susan Sontag nos presenta tres técnicas para refutar cualquier argumento, las cuales trataremos de
aplicar a un fragmento de Paulo Freire “Sobre la ideología del género en el lenguaje”.
Fragmento de Paulo Freire sobre "Ideología del género en el lenguaje":

“mujeres. Siempre digo hombres y mujeres porque aprendí hace ya muchos años,
trabajando con mujeres, que decir solamente hombre es inmoral. ¡Lo que es la ideología!
De niño, en la escuela, aprendí otra cosa: aprendí que cuando se dice hombre se incluye
también a la mujer. Aprendí que en gramática el masculino prevalece. Es decir que, si
todas las personas aquí reunidas fueran mujeres, pero apareciera un solo hombre, yo
debería decir “todos” ustedes y no “todas” ustedes. Esto, que parece una cuestión de
gramática, obviamente no lo es. Es ideología y a mí me llevo un tiempo comprenderlo. Ya
había escrito pedagogía del oprimido, lean ustedes las ediciones en español de esa obra y
verán que están en lenguaje machista. Las mujeres estadounidenses me hicieron
comprender que yo había sido deformado por la ideología machista.”

En este fragmento el autor considera que la gramática posee ideología Machista, ya que en la misma
prevalece el género masculino, este planteamiento actualmente no es del todo cierto, ya que cada
vez se estimula más el uso de una comunicación inclusiva en cuanto al género, lo cual en cierto
modo ha llegado a ser excesivo, tal es el caso de uso del desdoblamiento gramatical en los sectores
del gobierno Bolivariano de Venezuela, que abusan de la duplicación de cada palabra como ocurre
con “camaradas y camarados”., “todos y todas”. Como buen ejemplo de esto tenemos el artículo 41
de la Constitución de 1999, que contiene 17 desdoblamientos.

Artículo 41. Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad
podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente
Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o
Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo
de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o
Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal
General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los
despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación;
Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados y Municipios
fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional.
Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional, Ministros o
Ministras; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de Estados y Municipios
no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por naturalización deben tener domicilio con
residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años y cumplir los requisitos de
aptitud previstos en la ley.

¿Será necesario utilizar el desdoblamiento gramatical en todo momento?, o ¿será que este
desdoblamiento gramatical que consiste en poner el género femenino a sustantivos no marcados,
atenta contra el principio de economía del lenguaje y produce un circunloquio que nada añade?

El género es una propiedad gramatical mediante la cual los sustantivos se clasifican en masculinos
y femeninos; en cambio, el sexo es una condición orgánica, masculina o femenina, de los animales
y las plantas. Nuestro idioma cuenta con distintos procedimientos para marcar el género de los
sustantivos: las terminaciones a, e, o; los artículos la y él; la heteronimia (padre, madre, etc.), entre
otros.
Cuando los sustantivos designan a seres animados, el género gramatical aporta información
semántica, ya que suele diferenciar el sexo que les corresponde. Por ejemplo: la terminación
(o) de ingeniero marca el género masculino del sustantivo y el sexo masculino de su referente;
la (a) de doctora marca el género femenino y el sexo femenino.

La cada vez más anhelada igualdad entre hombres y mujeres ha ido modificando la forma de hablar,
lo cual ha logrado feminizar muchos términos, entre los cuales tenemos los referidos a artes y oficios
que hasta no hace mucho eran “machistas”.

Si bien es cierto que la tendencia es hacia la igualdad y respeto de géneros, en algunos casos, el mal
uso de los desdoblamientos gramaticales, es excesivo e incluso raya en lo soez, por lo tanto aunque
sea necesario el leguaje de inclusión, debemos de usar este adecuadamente, respetando las reglas
y normas gramaticales.

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