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La ABPA es un trastorno episódico recurrente que posee una amplia gama de presentaciones
clínicas que dependen de la gravedad de la afección. Entre las manifestaciones más típicas
se incluyen el asma (tos, opresión torácica, disnea y sibilancias), niveles elevados de IgE,
eosinofilia, infiltrados pulmonares transitorios que cursan con fiebre moderada y la
expectoración con la tos de tapones de esputo marrones. Los casos leves pueden confundirse
con asma extrínseco mientras que los crónicos pueden presentar síntomas más compatibles
con bronquiectasias y afectación pulmonar irreversible. En general se suele diagnosticar en
jóvenes adultos (< 35 años), no infrecuentemente con antecedentes de atopia (rinitis, eccema,
sensibilización a alimentos, inhalantes).
Los pacientes pueden presentar 5 estadios:
• Estadio I (agudo) en el que presenta asma, respuesta cutánea inmediata al Af , precipitinas
contra el Af, aumento de la IgE sérica total, eosinofilia periférica, infiltrados radiológicos y
bronquiectasias proximales.
• Estadio II (remisión) bajo tratamiento con prednisona se consigue aclaramiento de la
radiología y descenso de la IgE durante al menos 6 meses. Ocasionalmente las remisiones
pueden durar varios años.
• Estadio III (exacerbación) el paciente desarrolla de nuevo infiltrados radiológicos,
elevación de la IgE y asma sintomático.
Estadio IV (corticodependencia). En este estadio el paciente ya no puede prescindir de la
prednisona pues si se elimina la medicación recidiva el asma severo y los infiltrados.
Además, a pesar de los corticoides la IgE total permanece elevada, así como las precipitinas
e IgE específica contra Af.
• Estadio V (fibrótico). El paciente ya presenta cambios fibróticos extensos y un grado de
obstrucción irreversible al flujo aéreo en las pruebas de función pulmonar. La muerte
sobreviene por fallo respiratorio y cor pulmonale.
No todos los pacientes evolucionan a estos últimos estadios si son diagnosticados y tratados
antes de que se hayan producido cambios fibróticos. El diagnóstico diferencial debe hacerse
con el asma extrínseco, neumonías, tuberculosis pulmonar, carcinoma y neumonitis por
hipersensibilidad.
La clave del tratamiento son los corticoides (prednisona vía oral). Se comienza con 0,5 mg/kg
de peso, hasta que se aclaren los infiltrados radiográficos (en general unas 2 semanas),
entonces se sigue con la misma dosis pero en días alternos y durante un mínimo de 3 meses
hasta que la IgE (que se debe controlar mensualmente durante el primer año) ha alcanzado el
nivel basal. Entonces se realiza una pauta descendente no más rápida de 5 mg de prednisona
cada mes. Los broncodilatadores, cromoglicato y corticoides inhalados (beclometasona o
budesonida) pueden ser útiles para tratar los síntomas de asma pero en ningún caso deben
sustituir a la prednisona ya que éstos no evitarán la progresión y la aparición de las secuelas
crónicas (fibrosis) de la ABPA . La inmunoterapia y los antimicóticos se han mostrado
ineficaces en esta enfermedad. aunque el itraconazol (canadiol) 200 mg 2 veces al día durante
6 meses mejoró en grupo de 13 pacientes los síntomas de obstrucción de la vía aérea, función
pulmonar, opacidades pulmonares y número de agudizaciones.
Parainfluenza:
Los virus de la Parainfluenza son patógenos virales importantes que causar infecciones
respiratorias altas y bajas en adultos y niños. Son la segunda causa, después del virus
sincitial respiratorio, de enfermedad del tracto respiratorio inferior en niños pequeños.
Clasificación
Familia Paramixoviridae
Miembros genéricos
Virus de la paperas
Estructura
ARN
Estos son virus envueltos con una bicapa lípida derivada de huésped asociada con dos
glicoproteínas virus-específicas:
Hemaglutinina-Neuraminidasa (HN)
Aislamiento
Se utilizan las líneas celulares como las células primarias epiteliales renales del mono
Rhesus (PRMK), LLC-MK-2, y células renales embrionarias humanas. Ocurren efectos
citopáticos tales como redondeamiento, puenteo, lisis celular y formación de sincitios.
Patogénesis
El primer paso en el ciclo de la infección implica la fijación del virus a los receptores de
ácido siálico de la célula huésped. Esto es mediado por proteínas virales de fijación, una
función llevada a cabo por la glicoproteína HN.
Para que ocurran la transcripción y la síntesis proteica, primero el ARNm es formado con la
ayuda de la ARN polimerasa dependiente de ARN que debe de ser suplida por el virus. La
función de polimerasa se lleva a cabo por las proteínas P y L, y posiblemente por la NP. El
genoma se replica por la formación de una plantilla completa de ARN de sentido positivo
sobre la cual se transcribe luego un ARN de sentido negativo.
Epidemiología y Transmisión
El virus es ubicuo (presente en todas partes); las infecciones pueden ocurrir tanto como
epidemias como casos esporádicos. Puede haber infecciones recurrentes a lo largo de la
vida.
Los virus de la Parainfluenza son sensibles a detergentes y al calor pero pueden permanecer
viables en las superficies por un periodo de hasta 10 horas.
Diagnóstico clínico
Detección de antígenos
También hay ensayos de coraza con cartuchos útiles en la detección de cultivos en 4-7 días.
Se puede percibir hemadsorción antes de que se den los efectos citopáticos. La
inmunofluorescencia es un ensayo confirmatorio.
Detección de anticuerpo
Tratamiento
Inmunidad
La inmunidad luego de una infección es de corto plazo. El papel del anticuerpo no está
esclarecido puesto que se puede ver una reinfección aún cuando los niveles de anticuerpo
sean altos.
Control de la infección
Influenza:
“La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa aguda causada por los virus
Influenza A,B o C. Se presenta clinicamente con comprimiso respiratorio de grado leve a
severo.Ocurre en brotes epidemicos especialmente durante los meses de invierno y cada
cierto tiempo, se manifiesta como una pandemia afectando mas ampliamente a la poblacion
mundial asociada a una mayor severidad.
Clasificación y estructura
Estos son virus envueltos esféricos o pleomórficos (100-350 nm) con cadena sencilla,
sentido negativo, ARN linear.
F – proteína de fusión, es importante para la fusión de partículas víricas a las células diana
y la fusión de células infectadas a células vecinas para formar sincitios.
G – que es altamente glucosilada, es importante para la fijación viral a las células huésped.
Propiedades
Estos virus sobreviven en las superficies por hasta 6 horas, en guantes por menos de 2
horas. Rápidamente pierden viabilidad con ciclos de congelado/descongelado, en
condiciones acídicas y con desinfectantes. .
Patología y Patogénesis
Las células infectadas sufren necrosis, también formación de sincitios a través de fusión.
Las vías aéreas más pequeñas (bronquiolos) se obstruyen con detritus y mucina; también
puede ocurrir bronco constricción. La respuesta inmune del huésped también induce
cambios patológicos.
Epidemiología
El VSR tiene una distribución a nivel mundial y la mayoría de los niños ha tenido una
infección por el VSR para la edad de 4 años.
Los brotes son estacionales, ocurriendo desde el otoño tardío a la primavera (Noviembre a
Mayo)
El virus se transmite vía gotas grandes, a través de fomitas y vía contacto directo con las
manos.
La descamación viral se da por menos de 1 a 3 semanas pero por más tiempo en huéspedes
inmunocomprometidos.
Características clínicas
Infección del tracto respiratorio superior (‘resfriado malo’) en niños mayores y adultos:
Infección del tracto respiratorio inferior- Bronquiolitis y/o neumonía pueden ocurrir luego
de una infección del tracto respiratorio superior:
Características clínicas: tos, taquipnea, distress respiratorio, hipoxemia, cianosis.
En niños pequeños uno observa apnea, letargo, irritabilidad, apetito y alimentación pobres.
Diagnóstico
El cultivo viral se lleva a cabo en líneas celulares tales como HeLa, Hep-2, células renales
de mono. Los efectos citopáticos son usualmente vistos en 2-5 días. La técnica de coraza es
útil
Tratamiento
El cambio entre estas formas está controlado por una compleja red genética y
depende de factores ambientales diversos. Se piensa que las hifas son las formas
más virulentas, ya que es en esta forma morfológica donde se expresan toxinas,
como la recién caracterizada candidalisina, que daña a las células del epitelio y
permite a C. albicans penetrar los tejidos y establecer infección.
Citomomegalovirus:
La infección por citomegalovirus es una infección frecuente por un virus
herpes que presenta una gran variedad de síntomas: desde una evolución
asintomática hasta la aparición de fiebre y fatiga (similar a la
mononucleosis infecciosa) o síntomas graves con afectación de los ojos, el
encéfalo u otros órganos internos.
Este virus se transmite por contacto sexual y no sexual con secreciones corporales.
La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas, pero algunas enferman
y tienen fiebre, y las que tienen el sistema inmunológico debilitado pueden presentar
síntomas graves, incluida ceguera.
El citomegalovirus puede provocar una enfermedad grave en los bebés que están
infectados antes del nacimiento.
La infección por citomegalovirus (CMV) es muy frecuente. El CMV es un tipo de virus del
herpes (herpesvirus 5). Se ha demostrado, a partir de los resultados de los análisis de
sangre, que entre el 60 y el 90% de los adultos han sufrido una infección por CMV en algún
momento.
El CMV puede causar síntomas poco después de la infección. Además, permanece en
estado latente (inactivo) en varios tejidos durante toda la vida. Diversos estímulos pueden
reactivar el CMV latente, lo que da lugar a un crecimiento del virus que a veces puede
causar la enfermedad. Los pulmones, el tubo digestivo, el encéfalo, la médula espinal o los
ojos pueden verse afectados.
La infección por CMV no suele provocar síntomas. Las infecciones graves por lo general se
desarrollan solo en los lactantes infectados antes de nacer y en las personas con un sistema
inmunitario debilitado, como las que tienen sida y las que han recibido un trasplante de
órgano. En las personas con un sistema inmunitario debilitado, la enfermedad es
consecuencia a menudo de la reactivación del virus latente.
Si se infecta una mujer embarazada, el feto puede adquirir la infección durante el embarazo
o el bebé puede adquirir la infección durante el parto.
Además, la infección por CMV puede aparecer en personas que reciban una transfusión de
sangre infectada o un trasplante de un órgano infectado. De hecho, las personas receptoras
de un trasplante de órgano son particularmente susceptibles a la infección por CMV, ya que
se les administran fármacos que inhiben el sistema inmunitario (inmunosupresores) para
prevenir el rechazo del trasplante.
Síntomas
La mayoría de las personas infectadas por cytomegalovirus no presentan síntomas,
En personas con un sistema inmunológico debilitado, el CMV puede causar una enfermedad
grave o la muerte.
En las personas con sida, la infección por CMV es la complicación viral más frecuente. El
virus puede infectar la retina del ojo. (retinitis por CMV) y puede causar ceguera. También
pueden producirse una infección del encéfalo (encefalitis), neumonía o úlceras dolorosas en
el intestino o el esófago.
Si una mujer embarazada transmite el CMV al feto puede ocurrir lo siguiente:
Aborto espontáneo
Feto muerto
La muerte del recién nacido
En los recién nacidos, la infección por CMV puede causar un daño importante en el hígado o
el cerebro. Los recién nacidos que sobreviven pueden sufrir pérdida de audición y
discapacidad intelectual.
Diagnóstico
En los recién nacidos, cultivo de orina
Análisis de sangre
Los análisis de sangre que detectan anticuerpos contra el citomegalovirus (CMV) pueden
confirmar una nueva infección. (Los anticuerpos son producidos por el sistema inmunitario
para ayudar al organismo a defenderse de un ataque en concreto, como los ataques
realizados por el CMV.) Sin embargo, estas pruebas no pueden confirmar si la enfermedad
está presente. Por ejemplo, la enfermedad puede ser consecuencia de la reactivación del
virus, como ocurre en personas con un sistema inmunológico debilitado. En estos casos
suele ser necesaria una biopsia de los tejidos afectados para confirmar la enfermedad por
CMV.
La infección por citomegalovirus es una infección frecuente por un virus
herpes que presenta una gran variedad de síntomas: desde una evolución
asintomática hasta la aparición de fiebre y fatiga (similar a la
mononucleosis infecciosa) o síntomas graves con afectación de los ojos, el
encéfalo u otros órganos internos.
Este virus se transmite por contacto sexual y no sexual con secreciones corporales.
La mayoría de las personas afectadas no presentan síntomas, pero algunas enferman
y tienen fiebre, y las que tienen el sistema inmunológico debilitado pueden presentar
síntomas graves, incluida ceguera.
El citomegalovirus puede provocar una enfermedad grave en los bebés que están
infectados antes del nacimiento.
La infección por citomegalovirus (CMV) es muy frecuente. El CMV es un tipo de virus del
herpes (herpesvirus 5). Se ha demostrado, a partir de los resultados de los análisis de
sangre, que entre el 60 y el 90% de los adultos han sufrido una infección por CMV en algún
momento.
El CMV puede causar síntomas poco después de la infección. Además, permanece en
estado latente (inactivo) en varios tejidos durante toda la vida. Diversos estímulos pueden
reactivar el CMV latente, lo que da lugar a un crecimiento del virus que a veces puede
causar la enfermedad. Los pulmones, el tubo digestivo, el encéfalo, la médula espinal o los
ojos pueden verse afectados.
La infección por CMV no suele provocar síntomas. Las infecciones graves por lo general se
desarrollan solo en los lactantes infectados antes de nacer y en las personas con un sistema
inmunitario debilitado, como las que tienen sida y las que han recibido un trasplante de
órgano. En las personas con un sistema inmunitario debilitado, la enfermedad es
consecuencia a menudo de la reactivación del virus latente.
Si se infecta una mujer embarazada, el feto puede adquirir la infección durante el embarazo
o el bebé puede adquirir la infección durante el parto.
Además, la infección por CMV puede aparecer en personas que reciban una transfusión de
sangre infectada o un trasplante de un órgano infectado. De hecho, las personas receptoras
de un trasplante de órgano son particularmente susceptibles a la infección por CMV, ya que
se les administran fármacos que inhiben el sistema inmunitario (inmunosupresores) para
prevenir el rechazo del trasplante.
Síntomas
La mayoría de las personas infectadas por cytomegalovirus no presentan síntomas,
En personas con un sistema inmunológico debilitado, el CMV puede causar una enfermedad
grave o la muerte.
En las personas con sida, la infección por CMV es la complicación viral más frecuente. El
virus puede infectar la retina del ojo. (retinitis por CMV) y puede causar ceguera. También
pueden producirse una infección del encéfalo (encefalitis), neumonía o úlceras dolorosas en
el intestino o el esófago.
Si una mujer embarazada transmite el CMV al feto puede ocurrir lo siguiente:
Aborto espontáneo
Feto muerto
La muerte del recién nacido
En los recién nacidos, la infección por CMV puede causar un daño importante en el hígado o
el cerebro. Los recién nacidos que sobreviven pueden sufrir pérdida de audición y
discapacidad intelectual.
Diagnóstico
En los recién nacidos, cultivo de orina
Análisis de sangre
Al sospechar la infección por CMV, el médico realiza pruebas para detectar el virus en los
líquidos o tejidos corporales.
Los análisis de sangre que detectan anticuerpos contra el citomegalovirus (CMV) pueden
confirmar una nueva infección. (Los anticuerpos son producidos por el sistema inmunitario
para ayudar al organismo a defenderse de un ataque en concreto, como los ataques
realizados por el CMV.) Sin embargo, estas pruebas no pueden confirmar si la enfermedad
está presente. Por ejemplo, la enfermedad puede ser consecuencia de la reactivación del
virus, como ocurre en personas con un sistema inmunológico debilitado. En estos casos
suele ser necesaria una biopsia de los tejidos afectados para confirmar la enfermedad por
CMV.