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Introducción

Los bailes típicos de la región caribe representan los aires más autóctonos y


folcloristas de dominio popular en la costa norte de Colombia, son la expresión
visual estética de una música auténtica, original, sin empaques, apasionada y
sensible. La danza como la melodía con que ella se ejecuta, es producto de una
síntesis cultural y musical, que se ha dado en el país desde el arribo de los
españoles.
Una de las agrupaciones más importantes en la costa es la Danza del Congo, un
baile que forma parte del Carnaval de Barranquilla, es el Torito Ribeño, fundada
en 1876 y dirigida Alfonso Fontalvo, Cada año, 44 días antes de Semana Santa,
Alfonso Fontalvo desempolva el sombrero blanco de cintas de colores que lo
identifica como líder de la tradición, ese que hace 48 años le cedieron sus
ancestros para llevar las riendas del Torito Ribeño, la danza más antigua del
Carnaval de Barranquilla. 
Entre los brillantes que adornan su traje satinado y sus palabras llenas de
recuerdos e historia, Alfonso Fontalvo es un imán de miradas. Él es un hombre
que nació por y para el Carnaval. Ha desfilado en cada Batalla de Flores y cada
Gran Parada desde que tiene memoria.
Decenas de fotos y recortes de periódico adornan la primera habitación de esta
pequeña casa del barrio El Rebolo de Barranquilla. Alfonso se detiene frente a
un afiche en el que está su foto, con el vestido completo de Congo y una leyenda
en letras rojas que dice: Rey Momo 2005. “Ser Rey Momo es un honor para los
carnavaleros, es el representante de la fiesta y por eso es tan importante ser
nombrado y es una oportunidad para que no muera, para que todo el mundo
conozca el Carnaval y vengan a gozar”.
Que toda una familia haya decidido perpetuar la riqueza cultural del Carnaval a
través del baile es una gran historia y que los Fontalvo terminaran
convirtiéndose en la encarnación misma del Torito Ribeño es una de tantas
tradiciones que nos unen.
Desarrollo

El Torito Ribeño fue un acto de rebeldía. Elías Fontalvo Jiménez –abuelo de


Alfonso–a los 12 años, fue rechazado por los directores de la desaparecida danza
Toro Grande, en Barrio Abajo, que por su edad le impidió bailar con ellos.
En esa época no se aceptaban ni mujeres ni niños en las danzas, por cuestiones de la
violencia. Esas danzas tenían enfrentamientos muy crueles entre ellas; había piedras,
palos, patas, muchos lesionados. Contracorriente, Elías Fontalvo creó su propia
danza en 1878, llamaba Torito Ribeño. Torito porque la conformaban menores de
edad. Pero de la violencia no escaparían años más tarde.
Hablemos de los videos, el señor Alfonso nos dio a conocer la cultura y tradición que
tiene esta danza a fondo el lugar donde se guardan cada uno de los recuerdos, y desde
donde empezó esto, estos videos en común nos transmiten alegría y nos sentimos
muy orgullosos de que esta tradición aun persista. Lo que mas nos llama la atención
fue como confiaron y se motivaron a seguir adelante con esta extraordinaria danza.
Los fundadores, el sable usado en la guerra de los mil días y además de hablar solo
de su baile, la máscara, se tiene en cuenta de que hablaron sobre las otras danzas
folclóricas que caracterizan a la costa caribe.
Algo que nos llamó la atención fue que La danza se enfrentó a la primera prueba para
no desaparecer, cuando Elías Fontalvo fue enviado a combatir en la Guerra de los
Mil Días. Un enfrentamiento bipartidista entre el ejército de guerrillas liberales y el
Estado, a manos de conservadores. Considerado uno de los episodios más definitivos
en la historia moderna de Colombia, con la redacción de la Constitución de 1886.
Gracias a este combate bélico, el Carnaval fue suspendido desde 1900. 
“Pero el torito ribeño nunca dejo de salir, Como antes era una fiesta en la calle, y
la ciudad no era muy grande… Eso contó siempre mi abuelo. Y también contaba que
cuando la guerra acabó en 1902, el general Heriberto Vengoechea, máxima
autoridad en el Caribe, en aquellos tiempos, dijo: Si por allá hay una batalla de
sangre, muerte y fuego, aquí también vamos a tener una batalla, pero de flores. Y así
nace el desfile de la batalla de flores.” Estas fueron unas de las palabras de Alfonso.
La primera y más importante de las cuatro jornadas de celebración del Carnaval de
Barranquilla. Es, además, el desfile más antiguo de la festividad, aunque no tanto
como la danza del Torito Ribeño. La primera Batalla de Flores, en 1903, fue símbolo
del fin de la Guerra de los Mil Días, un desfile de carrozas –proveniente de las
costumbres europeas- organizado por la élite de la sociedad barranquillera de la
época.
De ese momento decisivo quedó como insignia de la danza del Torito Ribeño el
sable que usó Elías Fontalvo para defenderse de sus adversarios. Y que por varios
años hizo parte de la indumentaria con la que bailaba en las calles destapadas de la
vieja Barranquilla. Pero se dejó de usar, porque los hombres de antes no son como
los de ahora. 
“Eso nada más los usaban ellos, yo ni sé cómo lo manejaban. Imagínate tú,
uno en plena Vía 40, cinco horas bajo el sol y con esa espada tan pesada. Los
hombres de antes eran tipos ordinarios, como venían del campo eran rudos y tenían
mucha fuerza; ellos podían dominar eso, uno no.” Palabras de Alfonso.
Después de esos acontecimientos nacionales, las cosas también evolucionaron para la
danza, que hasta 1964 estuvo conformada solo por hombres y travestistas. Desde
entonces los acompañan mujeres de faldas con volantes, blusa tipo campesina y
flores en la cabeza. 
"Fue una etapa de transición para incluir a toda la población en una fiesta que es
del pueblo, y el pueblo somos todos: hombres, mujeres, niños, ancianos". El Torito
Ribeño vio su continuidad en la herencia generacional de la familia Fontalvo. En
1930, el señor Elías Fontalvo cedió el mando a su hijo Campo Elías Fontalvo de las
Aguas –tío de Alfonso–, quien revistió la danza de una fuerza social y política propia
de su temperamento. 
Esta danza, fue una excusa de lo más altos encuentros políticos de la ciudad. Alfonso
todavía tiene una carta que el caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, candidato
presidencial en 1946, envió a su abuelo para aceptar la presidencia de la danza.
Lastimosamente Campo Elías falleció en 1962, el turno de tomar las riendas del
torito fue de marcos Fontalvo (papá de Alfonso). Hasta que, en 1970, por
agotamiento de su salud, falleció, este le entrego los documentos a su hijo Alfonso
Fontalvo.

A continuación, uno de los símbolos de la danza del torito que le heredo campo Elías
a su hijo: el primer tambor que usaron sus fundadores y la máscara de torito, la
máscara de madera más antigua que aún se conserva de la tradición artesanal
barranquillera, y que mantiene las características auténticas de esta artesanía, una
forma alargada, decoración geométrica y cachos de res verdadera. Todos estos
símbolos los pudimos observar en el primer video que usted nos anexo.
Sin duda unos de los mensajes que nos deja Alfonso es que para mantener esta
bella tradición hay que transmitirla de generación en generación.

Conclusión

Después de hablar de esta danza, cabe destacar que hay que saber mantener estas
tradiciones que son unas de las que caracterizan a la costa caribe. Estas danzas son
muy importantes ya que en ellas podemos descubrir un poco más sobre tradiciones,
costumbres y estilo de vida de otras culturas. Además, es una bonita disciplina que
hoy en día es muy fácil practicarla.

Fuentes
https://semanarural.com/web/articulo/la-historia-de-la-danza-del-torito-ribeno-del-
carnaval-de-barranquilla/411

Integrantes grupo #3
 Yesneidys Oyola
 Valeria Ochoa
 Adriana Gutiérrez
 Glendy Vilaro
 Laura Villalobos
 Yaidis Misat
 Mileidys De Alba
 Valentina Osorio
 Valentina Altamar
 Angely Pertuz (incapacitada)

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