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Tito siempre ha sido un lobezno muy travieso 

y alocado. Siempre está


ladrando, aullando, y se pasa todo el tiempo corriendo y dando vueltas de un
lado a otro.

Pedro, el granjero, le pide a Tito que sea como los demás animales domésticos
de la granja. Pero, aunque el pequeño lobo lo intenta, algo dentro de él hace
que no siempre pueda controlarse. Y esto le trae muchos problemas en la
granja.

En la granja todos deben esforzarse y trabajar en equipo, pero Tito la mayoría


de las veces deja sin hacer sus tareas. Prefiere gastar bromas a los caballos y
a los cerdos. Dar sustos a las vacas y jugar a pilla pilla con las gallinas. Se
pasa el día distrayendo a todos y no les deja realizar sus tareas tranquilos.
¡Están hartos!

La granja anda revolucionada con Tito. El granjero está un poco


enfadado. Se ha encontrado el establo desordenado, todo sucio alrededor de
las porqueras, las vacas cada día dan menos leche a causa de tanto susto y
las plantas del huerto no crecen porque Tito lo pisa cuando corre tras sus
amigas las gallinas.

Ha llegado el verano. A Tito le encanta quedarse despierto por la noche en esta


época del año. Se pasa las horas 'cantando' a la luna, y le encanta dar paseos
por la granja. Hace tanto ruido que no deja dormir a nadie. Esto hace que por la
mañana ninguno de sus amigos tenga la energía suficiente para poder realizar
sus tareas.

Una de esas noches Pedro, el granjero le llamó la atención. Tito nunca le


había visto tan enfadado y triste. El lobo comprendió que lo que hacía estaba
mal.

- No puedes seguir montando estos líos por las noches Tito. Por el bien de la
granja todos tenemos que descansar por la noche y, así, poder realizar bien
nuestras tareas durante el día - dijo el granjero.
Después el granjero le dio un consejo a Tito para que aprendiera a controlarse
y saber cuáles eran los momentos adecuados para hacer bromas, cantar y
jugar con sus amigos:

- Tito, antes de ACTUAR, debes ESCUCHAR y PENSAR.

Además, el granjero le ha propuesto al lobezno una tarea que le gusta mucho


más: Ahora Tito, es el encargado de vigilar la granja y ayudar a otros animales
para que puedan realizar sus tareas mejor. En verano puede vigilar también por
la noche pero con una condición: solo podrá 'cantar' si ve que pasa algo raro.

Tito está dispuesto a esforzarse cada día hasta que aprenda a hacer bien
todo lo que le ha mandado el granjero. Recorrerá toda la granja durante el día
para ayudar a sus compañeros, aunque es difícil contenerse las ganas de jugar
con ellos.

El lobo, cada día hace mejor sus tareas y se siente muy útil. Una noche de
verano, gracias a que él estaba vigilando y comenzó a aullar, pudo evitar que
a sus amigas las gallinas les robaran los huevos un zorro ladrón que
merodeaba por los alrededores de la granja.

El granjero y sus amigos están muy contentos y están orgullosos de él. Tito
está muy contento por ello y ha visto que el esfuerzo ha merecido la pena.

Actividades para hacer tras leer el cuento

Para que los niños comprendan bien el mensaje de este cuento, y entiendan un
poco mejor qué es el TDAH, te proponemos algunas preguntas a continuación
que le harán reflexionar. Y, al mismo tiempo, podrás comprobar su nivel
de comprensión lectora.

1. ¿Cómo era el comportamiento de Tito?

2. ¿Los animales de la granja estaban molestos con su conducta?

3. ¿Qué decide hacer el granjero?

4. ¿En qué crees que se parece el comportamiento de Tito al de tu


compañero?

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