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Leonardo E. Casado
Lic. en Museología
«El leve aleteo de las alas de una mariposa
se puede sentir al otro lado del mundo».
Proverbio chino
En el año 2008 llegué a Berazategui por primera vez, fui convocada para dar clases de
muralismo en el marco de los talleres libres de la Secretaría de Cultura del Municipio,
no conocía la ciudad, menos su proyecto cultural, pero al poco tiempo descubrí que
éste es lo más parecido a un enorme corazón que impulsa sangre hacia todo el tejido
social a través de una red de acciones y políticas cuyo ritmo se sostiene hace más de
veinte años, la presencia de este órgano y la existencia de todo un aparato en
funcionamiento fue vital y móvil para comenzar a batir la alas.
A menos de un año de práctica de taller intuía que el muralismo era parte de un sistema
más amplio, mi paso por la facultad de Arquitectura junto con mi formación en la carrera
de Artes plásticas fueron las bases fundantes para pensar en la tridimensión del Arte no
sólo en términos espaciales, también en procesos sociales, así fue que diseñé un
proyecto de Arte Público sobre la base de conocimientos teóricos obtenidos y otros
acogidos para un Estado específico: Berazategui, la capital del Vidrio.
Gramática del paisaje es la obra testigo de ese proyecto, en ella se enlazan los
fundamentos estéticos y filosóficos al empirismo técnico y artístico que han sido la
columna vertebral de todas las acciones que he creado y desarrollado en el área para
impulsar desde el arte y con la comunidad de Berazategui el despliegue, la recreación e
intervención del paisaje cultural que habitan.
Hoy puedo afirmar que David Siqueiros no se equivocaba cuando decía que el problema
es el maestro, en estos años la práctica se fue entretejiendo con la teoría y en ese
devenir constante donde se fragua la experiencia, continúo experimentando,
aprendiendo y sobre todo aleteando porque la teoría sobre el efecto mariposa sostiene
que existe una conexión, un hilo invisible en el universo que une todas nuestras
decisiones y las convierte en repercusiones.
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“Es difícil enterarse de las noticias por la poesía; sin embargo, los hombres mueren
desdichadamente todos los días, por falta de lo que allí se encuentra.”
Re-sumen.
Este escrito propone trazar el mapa conceptual del relato y ser el complemento
metafísico y empírico de la materialidad de la obra expuesta en el medio audiovisual
que acompaña el texto.
El paisaje como concepto estructura el estudio, el paisaje como objeto corporiza la obra.
Existe una relación paisaje-arte que continuamente va cambiando de rol, dentro de ese
juego de complementos emergen otras duplas que se van vinculando, mirada-
percepción, tiempo-espacio, visible-invisible, tangible-intangible, estas duplas de
opuestos que aparecen en el relato escrito son la corriente subterránea que dinamizan
la imagen y le dan cohesión a la obra en su totalidad.
San Agustín (2011) en sus confesiones afirmó: «Más propiamente debiera decirse que
los tiempos son tres: presente de lo pasado, presente de lo presente, presente de lo
futuro. En efecto estos tres modos son de alguna manera en el alma y no veo otra forma
de comprenderlo: el presente de lo pasado es la memoria, el presente de lo presente es
la atención y el presente de lo futuro es la expectación». (XI, 26). En estos presentes de
lo pasado y lo futuro cada fragmento contiene una madeja de hilos invisibles que
vinculan un conjunto de signos, metáforas y alegorías destinados a aquellos que
contemplen el paisaje y se encuentren tejiendo memorias en el tiempo.
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“Estéticamente, psicológicamente, el espíritu, los hechizos, los demonios
son las formas humanas, en que el ser viviente puede traducir con palabra
la emoción de belleza que le produce el paisaje.”
En el terreno de las artes el paisaje como género fue variando los sistemas de
representación en las diferentes corrientes estéticas a partir del devenir histórico. En la
actualidad la relación del binomio arte-paisaje se ha visto alterada como consecuencia
de profundos cambios ideológicos, filosóficos, técnicos y lingüísticos que viene
experimentando la práctica artística y los paisajes culturales, y aquello que podía
nombrarse como paisaje en el arte se invierte por arte en el paisaje, es decir que de
objeto de representación pasó a ser lugar donde representar.
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“Las escenas, personas o sucesos que por un esfuerzo podemos evocar, no se presentan
metódicamente. No hay orden ni relación o progresión regular; es decir, no son más que
manchas o parches brillantemente iluminados, vívidamente vistos,
en medio de un ancho y velado paisaje mental.”
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“Contra toda opinión
no son los pintores sino los espectadores los que hacen los cuadros”.
Marcel Duchamp
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Yo que sentí el horror de los espejos no sólo
ante el cristal impenetrable donde acaba y empieza,
inhabitable, un imposible espacio de reflejos […]
Tan cotidiano como antiguo desde que descubrió el primer reflejo en el agua el hombre
le viene dando numerosas funciones al espejo, no sólo le ha servido como herramienta
para observar su vanidad, en las ciencias ocultas ha representado un umbral entre lo
real y el más allá, en la adivinación ha sido un medio de revelación, en la mitología un
símbolo, para la literatura inspiración y metáfora, y en el mundo del arte, un
instrumento para pintar autorretratos o para romper la barrera del marco incorporando
otra dimensión o perspectiva, Bosch en “El jardín de las Delicias”, Jan Van Eyck en “El
matrimonio de Andolfi”, Velázquez en “Las Meninas”; Magritte, Dalí, Bacon, muchos
fueron los pintores que encontraron en los espejos grandes posibilidades espaciales y
una manera de mostrar lo oculto.
En Gramática del Paisaje, la realidad no es sólo lo que se ve. El espejo junto a las
venecitas crea una dualidad de fuerzas complementarias y opuestas, un yin-yang que
dinamiza el muro y entrelaza lo visible con lo invisible, el significado y el significante, el
continente y el contenido, el pasado y el presente. El espejo fragmenta la eternidad de
la imagen y la intercala con el movimiento continuo del cambio de su reflejo. Organiza
el espacio-tiempo del paisaje representado y lo enlaza con el espacio-tiempo del paisaje
reflejado.
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Decía Aristóteles que no hay nada en el espíritu que no pase por los sentidos.
Las obras murales monumentales como es el caso de Gramática del Paisaje demandan
al espectador una presencia activa y una experiencia cognitiva con todo su cuerpo. La
distancia entre la obra y él es una relación móvil, no le basta con desplazar la vista para
recorrerla, lo insta a buscar diferentes puntos de vista para alcanzarla, le exige moverse
en su espacio. Cuando el espectador entra en su campo magnético aparecen líneas de
fuerza invisibles por donde se mueve y vincula para descubrir lo invisible del lejos y lo
incomprensible del cerca. Según Paul Klee (1920), «El arte no reproduce lo visible. Hace
visible» y en ese hacer el arte interpela la sensibilidad del espectador.
Gramática del Paisaje comienza con una elipsis visual, no hay imágenes, no hay signos,
no hay símbolos, sólo un intenso rojo con textura material que invita al espectador a
entrar a la obra de la mano del tacto. Las venecitas colocadas de canto generan una
superficie áspera perceptible para la vista y estimulante para la piel. Friedensreich
Hundertwasser (1953) señala que «la epidermis es la zona membranosa más cercana al
yo interior, la que encarna la desnudez del hombre y del pintor».
Crear este enclave en la obra fue una decisión deliberada, porque en la proximidad y
frente a la inmensidad del muro, la percepción más colmada que el espectador puede
obtener es a través del tacto. A esta altura el vínculo entre él y la obra es íntimo, y la
exploración de la superficie una condición posible, que hace del hecho artístico una
experiencia vivible.
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Where do you want to go today?
Microsoft.
«El etnólogo británico Nigel Barley sostuvo alguna vez que la <verdadera llave del
futuro> radica en que <conceptos fundamentales como cultura dejan de existir>. De
acuerdo con Barley, nosotros somos entonces prácticamente <turistas en camisas
hawaianas>. ¿Se llama <turista> al nuevo hombre después del fin de la cultura? ¿O
vivimos finalmente en una cultura que nos da la libertad de dispersarnos como alegres
turistas a lo ancho del mundo? ¿Cómo se deja describir esta nueva cultura?»
(Byung-Chul Han, 2019, p.II).
Según Byung-Chul Han, la distancia en el espacio cultural se ha eliminado a causa del
proceso de globalización dónde las nuevas tecnologías lo han acelerado. Esa variación
en el espacio, esa cercanía crea un cúmulo, un caudal de prácticas culturales y formas
de expresión. Los múltiples contenidos culturales se amontonan, se apilan y se
atraviesan unos con otros.
El tiempo asimismo sufre variaciones, pierde sus límites y los períodos de tiempo
también se acercan y se yuxtaponen. Estas nuevas relaciones tiempo-espaciales, dónde
el aquí se conecta con el allí, han dado origen a un universo con identidad de patchwork,
un mosaico de diferentes culturas unidas en una hipercultura.
El mundo está poblado de ventanas por la cuáles el sujeto puede asomarse con la
posibilidad de elegir y moverse de manera autónoma, esta época de reproductibilidad
global acerca los lugares en forma simultánea, rompe la fronteras de la cultura, atraviesa
el espacio real con el espacio global, el aquí y ahora se combina con un estar en todos
lados, con este nuevo modo de habitar, no sólo el tiempo y el espacio sufre alteraciones,
la percepción y la proyección sobre el paisaje circundante transige los vaivenes propios
de la navegación actual.
La profecía, dice Franco Berardi (2020), «no es una predicción abstracta del futuro, sino
que tiene que ver con la inminencia. La inminencia es aquello que el presente deja ver
sobre el futuro, el horizonte desde el cual el presente revela una posibilidad en ciernes»
(p.159). En este mar infinito de información posiblemente el horizonte sea complejo, y
el acto poético «puede ser la experimentación estética de un cambio en la semiotización
del mundo» (p.161).
En un futuro próximo Gramática del Paisaje continuará acompañando el ingreso de los
habitantes de Berazategui al Edificio Municipal y será testigo de los cambios eternizados
en el presente fugaz de sus espejos, en esa representación de la realidad invertida que
sólo ellos pueden devol-vernos.
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El presente lo es todo, puesto que en él está el principio de nuestras acciones, sin embargo,
no tiene medida, ya que entre el futuro y el pasado no cabe nada. La gran tragedia, o quizás el gran
consuelo del hombre es no saber vivir y tener conciencia de este presente sin medida,
en el que fatalmente todo lo hacemos. Extraño problema el nuestro, dotados del poder de imaginar
(siquiera vagamente) el futuro y de recordar el pasado, siendo por tanto capaces de imaginar el presente
antes de serlo y al haber dejado serlo. Y ahora, yo me pregunto:
¿es el hombre capaz del presente? ¿Existen el pasado y el futuro?
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Bibliografía.
David Alfaro Siqueiros (1979). Cómo se pinta un mural. Cuernavaca. México. Ediciones
Taller Siqueiros.
Stephen Nachmanovitch (1991). Free Play. Buenos Aires. Argentina. Editorial Planeta.
Agustín de Hipona (2011). Confesiones. Alianza Editorial. Madrid, España. Corti, Agustín.
(2011).
Agustín de Hipona. Qué es el tiempo. Madrid, España. Editorial Trotta.
Joan Nogué (2007). La construcción social del paisaje. Madrid. España. Biblioteca nueva.
Joan Nogué (2008). Yi-Fu Tuan. El arte de la geografía. Colección Espacios Críticos,
núm.11). Barcelona. España. Icaria Editorial.
Yi-Fu Tuan (2015). Geografía Romántica en busca del paisaje sublime. Madrid. España.
Editorial Biblioteca Nueva.
Eduardo Chillida (2005). Escritos. Madrid. España. La Fábrica.
Martin Heidegger (2012). El arte y el espacio. Barcelona. España. Herder Editorial.
Guillermo Enrique Hudson (2001). Allá lejos y hace tiempo. Berazategui. Argentina.
Ediber.
George Didi-Huberman (1992). Lo que vemos, lo que nos mira. Buenos Aires. Argentina.
Ediciones Manantial.
Byung-Chul Han (2019). Hiperculturalidad. Lanús. Argentina. Herder editorial.
Félix Duque (2001). Arte público y espacio político. Madrid. España. Ediciones Akal S.A.
Franco “Bifo” Berardi (2020). Fenomenología del fin. Buenos Aires. Argentina. Caja
Negra.
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Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019
Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019
Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019
Ficha técnica
Dimensiones: 25,9 x 6,76 mts.
Superficie 175 m2
Técnica: Mosaico Veneciano. Método indirecto.
Materiales: Venecitas de vidrio y espejos.
Ubicación Palacio Municipal de Berazategui. Partido
de Berazategui. Provincia de Buenos Aires.
Argentina.
https://goo.gl/maps/URNvx2JQ1hy
Gramática del Paisaje | Idea en proceso
Construcción visual del relato a partir de hechos históricos concretos. Búsqueda de compositiva de formas y signos.
Gramática del Paisaje | Imágen en proceso