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PRÓLOGO

Gramática del paisaje.

El lenguaje - en todas sus formas- y la identidad - en toda su diversidad- son una


construcción social. Constituyen el espacio donde creamos narrativas a partir de
soportes propios, pero esencialmente de los compartidos.
Habitamos el tiempo, transformamos el espacio. Poblamos de palabras, imágenes,
objetos y colores nuestro contexto. Damos forma a un paisaje que se escribe por el
vínculo que nace de nuestros territorios de deseo, de aquellos patrimonios compartidos
y el proyecto de comunidades por venir.
La tensión también es parte del escrito. Despierta nuestra capacidad humana para re-
accionar ante lo que nos rodea. Gramática del paisaje es entonces un texto posible de
nuestro devenir histórico.
Más que un espejo, un reflejo político-poético, de nuestro ser y estar.

Leonardo E. Casado
Lic. en Museología
«El leve aleteo de las alas de una mariposa
se puede sentir al otro lado del mundo».

Proverbio chino

En el año 2008 llegué a Berazategui por primera vez, fui convocada para dar clases de
muralismo en el marco de los talleres libres de la Secretaría de Cultura del Municipio,
no conocía la ciudad, menos su proyecto cultural, pero al poco tiempo descubrí que
éste es lo más parecido a un enorme corazón que impulsa sangre hacia todo el tejido
social a través de una red de acciones y políticas cuyo ritmo se sostiene hace más de
veinte años, la presencia de este órgano y la existencia de todo un aparato en
funcionamiento fue vital y móvil para comenzar a batir la alas.
A menos de un año de práctica de taller intuía que el muralismo era parte de un sistema
más amplio, mi paso por la facultad de Arquitectura junto con mi formación en la carrera
de Artes plásticas fueron las bases fundantes para pensar en la tridimensión del Arte no
sólo en términos espaciales, también en procesos sociales, así fue que diseñé un
proyecto de Arte Público sobre la base de conocimientos teóricos obtenidos y otros
acogidos para un Estado específico: Berazategui, la capital del Vidrio.
Gramática del paisaje es la obra testigo de ese proyecto, en ella se enlazan los
fundamentos estéticos y filosóficos al empirismo técnico y artístico que han sido la
columna vertebral de todas las acciones que he creado y desarrollado en el área para
impulsar desde el arte y con la comunidad de Berazategui el despliegue, la recreación e
intervención del paisaje cultural que habitan.
Hoy puedo afirmar que David Siqueiros no se equivocaba cuando decía que el problema
es el maestro, en estos años la práctica se fue entretejiendo con la teoría y en ese
devenir constante donde se fragua la experiencia, continúo experimentando,
aprendiendo y sobre todo aleteando porque la teoría sobre el efecto mariposa sostiene
que existe una conexión, un hilo invisible en el universo que une todas nuestras
decisiones y las convierte en repercusiones.

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“Es difícil enterarse de las noticias por la poesía; sin embargo, los hombres mueren
desdichadamente todos los días, por falta de lo que allí se encuentra.”

William Carlos Williams (1991)

Re-sumen.

Este escrito propone trazar el mapa conceptual del relato y ser el complemento
metafísico y empírico de la materialidad de la obra expuesta en el medio audiovisual
que acompaña el texto.
El paisaje como concepto estructura el estudio, el paisaje como objeto corporiza la obra.
Existe una relación paisaje-arte que continuamente va cambiando de rol, dentro de ese
juego de complementos emergen otras duplas que se van vinculando, mirada-
percepción, tiempo-espacio, visible-invisible, tangible-intangible, estas duplas de
opuestos que aparecen en el relato escrito son la corriente subterránea que dinamizan
la imagen y le dan cohesión a la obra en su totalidad.
San Agustín (2011) en sus confesiones afirmó: «Más propiamente debiera decirse que
los tiempos son tres: presente de lo pasado, presente de lo presente, presente de lo
futuro. En efecto estos tres modos son de alguna manera en el alma y no veo otra forma
de comprenderlo: el presente de lo pasado es la memoria, el presente de lo presente es
la atención y el presente de lo futuro es la expectación». (XI, 26). En estos presentes de
lo pasado y lo futuro cada fragmento contiene una madeja de hilos invisibles que
vinculan un conjunto de signos, metáforas y alegorías destinados a aquellos que
contemplen el paisaje y se encuentren tejiendo memorias en el tiempo.

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“Estéticamente, psicológicamente, el espíritu, los hechizos, los demonios
son las formas humanas, en que el ser viviente puede traducir con palabra
la emoción de belleza que le produce el paisaje.”

Roberto Arlt (1936)

1. El presente de lo pasado. Memoria.


1.1. Paisaje.
El concepto de paisaje inicialmente perteneció al ámbito de la pintura más tarde ingresó
al campo de la geografía y hoy ya son varios los saberes que lo estudian y lo definen.
Joan Nogué (2007) lo interpreta como un producto social, como resultado de una
transformación colectiva de la naturaleza y como proyección cultural de una sociedad
en un espacio determinado. Así las sociedades humanas fueron transformando los
paisajes naturales en paisajes culturales actuando sobre la materialidad física y al mismo
tiempo creando un sistema simbólico a partir de sus creencias, ideologías, sentimientos,
significados y valores, permitiendo que los paisajes no sólo sean contemplados sino
también leídos e interpretados.

En el terreno de las artes el paisaje como género fue variando los sistemas de
representación en las diferentes corrientes estéticas a partir del devenir histórico. En la
actualidad la relación del binomio arte-paisaje se ha visto alterada como consecuencia
de profundos cambios ideológicos, filosóficos, técnicos y lingüísticos que viene
experimentando la práctica artística y los paisajes culturales, y aquello que podía
nombrarse como paisaje en el arte se invierte por arte en el paisaje, es decir que de
objeto de representación pasó a ser lugar donde representar.

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“Las escenas, personas o sucesos que por un esfuerzo podemos evocar, no se presentan
metódicamente. No hay orden ni relación o progresión regular; es decir, no son más que
manchas o parches brillantemente iluminados, vívidamente vistos,
en medio de un ancho y velado paisaje mental.”

Guillermo Enrique Hudson (2001)

1. El presente de lo pasado. Memoria.


1.2. El paisaje del relato.

Berazategui es uno de los cuarenta Municipios que junto a la Ciudad Autónoma de


Buenos Aires forman el AMBA. Se encuentra en el extremo Sur del área, sobre las
márgenes del Río de la Plata, y en el medio del eje que une La capital de Argentina con
la ciudad de La Plata, capital de la Provincia de Buenos Aires.
Su historia comenzó en el siglo XIX como un pequeño pueblo rural perteneciente al
Partido de Quilmes. En sus inicios la cría de ganado y el tambo eran la principal actividad
económica y se complementaban con la industria sabalera. En 1872 la llegada del
ferrocarril y la construcción de la Estación José Clemente Berazategui da nombre a la
zona e impulsan el crecimiento. Fue a principios del siglo XX, con la expansión ferroviaria
hacia el sur y la llegada de las Cristalerías Rigolleau, que se dio inicio al proceso de
transformación del paisaje rural al paisaje urbano. Más tarde, en la década del 30, la
instalación de la Maltería Hudson y la industria textil Ducilo terminaron de imprimir al
paisaje su perfil industrial.
El 27 de octubre de 1960 una numerosa caravana de vecinos se traslada hasta la
Legislatura Bonaerense con un proyecto de Autonomía. Dicho proyecto fue aprobado el
día 4 de noviembre de ese mismo año, quedando oficialmente separado del Municipio
de Quilmes y dando origen al Municipio de Berazategui.
De esta sinopsis histórica se traza la estructura de la imagen, de ella surgen los
elementos decisivos que conforman la iconografía de la obra. La obra se titula Gramática
del Paisaje y su relato discurre sobre el muro de ingreso al Edificio Municipal de la Ciudad
de Berazategui, por ubicación y tamaño se alza como testigo y escolta del paisaje
circundante.

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“Contra toda opinión
no son los pintores sino los espectadores los que hacen los cuadros”.

Marcel Duchamp

1. El presente de lo pasado. Memoria.


1.3. Metáfora del Paisaje.

Tiempo histórico y tiempo presente en una relación gestáltica separados por la


materialidad.
Mientras el presente se refleja en las gruesas líneas de espejos que surcan el muro
esbozando una espiga; sobre la piel de venecitas que lo cubre, el pasado se desgrana en
planos habitados por formas y figuras gráficas que lo evocan.
Tiempos gramaticales de un pueblo, que, como un palimpsesto de signos y símbolos,
formas y colores; se enredan sobre el plano y en el tiempo abriendo un juego de
mutaciones y asociaciones que instan al espectador hacer una lectura disruptiva y
subjetiva de la historia y la obra. Es irrelevante una interpretación rígida de los signos,
lo único importante es la apertura a la fantasía, la imaginación y las emociones que la
representación de un paisaje dentro de otro posibilita frente al hecho de ser
contemplado.
La narración visual abre con un silencio rojo monocromo y texturado, anchas franjas de
venecitas pegadas de canto rompen la superficie plana con formas de olas y llenan el
primer plano, ese que está al alcance de la mano, de posibilidades táctiles y visuales para
ser experimentado.
Los siguientes planos se pueblan de formas que van mutando a medida que avanzan
hacia arriba. Gruesas líneas negras ondulantes generan corrientes ascendentes. Las
corrientes devienen en trama de escamas cuando el fondo se llena de considerables
semicírculos. En los centros de los semicírculos nacen ojos que luego cambian a esferas.
Las esferas ruedan sobre una enorme hoja que de sus nervaduras nacen dos rieles. Los rieles
son vías que atraviesan una trama de intertravado simulando las veredas urbanas. La trama
urbana se transfigura en laberinto. El laberinto está amurallado por chimeneas
humeantes. El humo se esfuma hasta la última línea de espejos que refleja el cielo.
Un mosaico de imágenes y duplas que se desarman sobre el muro y en el tiempo: río-
sábalo, vaca-campo, campo-tren, tren-ciudad, ciudad-laberinto, laberinto-chimenea,
chimenea-fábrica, fábrica-humo, humo-cielo, cielo en el espejo de un presente
perpetuo.

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Yo que sentí el horror de los espejos no sólo
ante el cristal impenetrable donde acaba y empieza,
inhabitable, un imposible espacio de reflejos […]

Jorge Luis Borges

2. El presente de lo presente. La atención.


2.1. Paisajes invisibles. Espejo.

Tan cotidiano como antiguo desde que descubrió el primer reflejo en el agua el hombre
le viene dando numerosas funciones al espejo, no sólo le ha servido como herramienta
para observar su vanidad, en las ciencias ocultas ha representado un umbral entre lo
real y el más allá, en la adivinación ha sido un medio de revelación, en la mitología un
símbolo, para la literatura inspiración y metáfora, y en el mundo del arte, un
instrumento para pintar autorretratos o para romper la barrera del marco incorporando
otra dimensión o perspectiva, Bosch en “El jardín de las Delicias”, Jan Van Eyck en “El
matrimonio de Andolfi”, Velázquez en “Las Meninas”; Magritte, Dalí, Bacon, muchos
fueron los pintores que encontraron en los espejos grandes posibilidades espaciales y
una manera de mostrar lo oculto.

En Gramática del Paisaje, la realidad no es sólo lo que se ve. El espejo junto a las
venecitas crea una dualidad de fuerzas complementarias y opuestas, un yin-yang que
dinamiza el muro y entrelaza lo visible con lo invisible, el significado y el significante, el
continente y el contenido, el pasado y el presente. El espejo fragmenta la eternidad de
la imagen y la intercala con el movimiento continuo del cambio de su reflejo. Organiza
el espacio-tiempo del paisaje representado y lo enlaza con el espacio-tiempo del paisaje
reflejado.

Asimismo, el espejo convierte al espectador en sujeto de la obra, su figura es tácita en


el relato visual y aparece implícita en el reflejo. Sólo en el presente fugaz del espejo el
paisaje se completa con el reflejo del observador proyectado sobre él, manifestando la
relación intrínseca que existe entre el observador y el paisaje.

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Decía Aristóteles que no hay nada en el espíritu que no pase por los sentidos.

2. El presente de lo presente. La atención.


2.2. Paisajes sensoriales. Con-tacto.

Las obras murales monumentales como es el caso de Gramática del Paisaje demandan
al espectador una presencia activa y una experiencia cognitiva con todo su cuerpo. La
distancia entre la obra y él es una relación móvil, no le basta con desplazar la vista para
recorrerla, lo insta a buscar diferentes puntos de vista para alcanzarla, le exige moverse
en su espacio. Cuando el espectador entra en su campo magnético aparecen líneas de
fuerza invisibles por donde se mueve y vincula para descubrir lo invisible del lejos y lo
incomprensible del cerca. Según Paul Klee (1920), «El arte no reproduce lo visible. Hace
visible» y en ese hacer el arte interpela la sensibilidad del espectador.

Gramática del Paisaje comienza con una elipsis visual, no hay imágenes, no hay signos,
no hay símbolos, sólo un intenso rojo con textura material que invita al espectador a
entrar a la obra de la mano del tacto. Las venecitas colocadas de canto generan una
superficie áspera perceptible para la vista y estimulante para la piel. Friedensreich
Hundertwasser (1953) señala que «la epidermis es la zona membranosa más cercana al
yo interior, la que encarna la desnudez del hombre y del pintor».

Crear este enclave en la obra fue una decisión deliberada, porque en la proximidad y
frente a la inmensidad del muro, la percepción más colmada que el espectador puede
obtener es a través del tacto. A esta altura el vínculo entre él y la obra es íntimo, y la
exploración de la superficie una condición posible, que hace del hecho artístico una
experiencia vivible.

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Where do you want to go today?

Microsoft.

3. El presente de lo futuro. La expectación.


3.1. Paisajes global. Variaciones en el tiempo y el espacio.

«El etnólogo británico Nigel Barley sostuvo alguna vez que la <verdadera llave del
futuro> radica en que <conceptos fundamentales como cultura dejan de existir>. De
acuerdo con Barley, nosotros somos entonces prácticamente <turistas en camisas
hawaianas>. ¿Se llama <turista> al nuevo hombre después del fin de la cultura? ¿O
vivimos finalmente en una cultura que nos da la libertad de dispersarnos como alegres
turistas a lo ancho del mundo? ¿Cómo se deja describir esta nueva cultura?»
(Byung-Chul Han, 2019, p.II).
Según Byung-Chul Han, la distancia en el espacio cultural se ha eliminado a causa del
proceso de globalización dónde las nuevas tecnologías lo han acelerado. Esa variación
en el espacio, esa cercanía crea un cúmulo, un caudal de prácticas culturales y formas
de expresión. Los múltiples contenidos culturales se amontonan, se apilan y se
atraviesan unos con otros.
El tiempo asimismo sufre variaciones, pierde sus límites y los períodos de tiempo
también se acercan y se yuxtaponen. Estas nuevas relaciones tiempo-espaciales, dónde
el aquí se conecta con el allí, han dado origen a un universo con identidad de patchwork,
un mosaico de diferentes culturas unidas en una hipercultura.
El mundo está poblado de ventanas por la cuáles el sujeto puede asomarse con la
posibilidad de elegir y moverse de manera autónoma, esta época de reproductibilidad
global acerca los lugares en forma simultánea, rompe la fronteras de la cultura, atraviesa
el espacio real con el espacio global, el aquí y ahora se combina con un estar en todos
lados, con este nuevo modo de habitar, no sólo el tiempo y el espacio sufre alteraciones,
la percepción y la proyección sobre el paisaje circundante transige los vaivenes propios
de la navegación actual.
La profecía, dice Franco Berardi (2020), «no es una predicción abstracta del futuro, sino
que tiene que ver con la inminencia. La inminencia es aquello que el presente deja ver
sobre el futuro, el horizonte desde el cual el presente revela una posibilidad en ciernes»
(p.159). En este mar infinito de información posiblemente el horizonte sea complejo, y
el acto poético «puede ser la experimentación estética de un cambio en la semiotización
del mundo» (p.161).
En un futuro próximo Gramática del Paisaje continuará acompañando el ingreso de los
habitantes de Berazategui al Edificio Municipal y será testigo de los cambios eternizados
en el presente fugaz de sus espejos, en esa representación de la realidad invertida que
sólo ellos pueden devol-vernos.

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El presente lo es todo, puesto que en él está el principio de nuestras acciones, sin embargo,
no tiene medida, ya que entre el futuro y el pasado no cabe nada. La gran tragedia, o quizás el gran
consuelo del hombre es no saber vivir y tener conciencia de este presente sin medida,
en el que fatalmente todo lo hacemos. Extraño problema el nuestro, dotados del poder de imaginar
(siquiera vagamente) el futuro y de recordar el pasado, siendo por tanto capaces de imaginar el presente
antes de serlo y al haber dejado serlo. Y ahora, yo me pregunto:
¿es el hombre capaz del presente? ¿Existen el pasado y el futuro?

Eduardo Chillida (2005)

Aquí y Ahora - Ahora y Allí.


Sin perderme en tiempos gramaticales, en devenires históricos, en profecías futuras…y
haciendo igualmente un poco de cada una de esas cosas, intentaré sintetizar (siquiera
vagamente) como llegué hasta aquí para hablar de Arte en el Paisaje.
Como ya he mencionado, desde hace doce años mi práctica artística ha estado
relacionada con el Espacio Público de la ciudad de Berazategui dónde pude aplicar,
enriquecer y ampliar mis conocimientos fruto de mi formación artística con los saberes
académicos de otras disciplinas, con las cuáles comparto el hacer, y también con los
saberes no académicos que el hacer me brinda. La suma de ellos en el tiempo, presumo,
se llama experiencia. […] «La experiencia no es sólo lo que le sucede a un hombre; es lo
que un hombre hace con lo que le sucede» Aldous Huxley (1932) (p.12).
Definir Espacio Público y precisar las dimensiones que se entrelazan en su concepto para
atravesarlas con acciones artísticas, es un desafío y una interrogación constante, dado
que las implicancias no son sólo espaciales o estéticas. Proyectar una obra en el espacio
público es pensar para dónde, para qué, cómo y con quién. Félix Luque (2001) se refiere
a él: «la noción de arte público es paralela a las manifestaciones actuales de este tipo de
arte, e incluso parece proyectarse hacia el futuro, indicando conceptualmente a los
poderes públicos, a los artistas, al vecindario y a los espectadores» (p.109)
La planificación y organización urbana de dichos espacios es una tarea de los urbanistas,
una obligación de los estados, una necesidad de los habitantes que comparten mucho
más que sus calles. Entre medio de esas relaciones hallé la oportunidad de aportar desde
la esfera artística y la mirada estética, un hacer conjunto para transformar el espacio en
lugar con personalidad, o un «espíritu del lugar» como lo nombra Yi-Fu Tuan (2018).
Hoy aquí y ahora estoy sigo proyectando acciones artísticas en el espacio público de
Berazategui, compartiendo el lienzo con sus habitantes, consciente que el paisaje y el
arte se relacionan en una dinámica constante de cambio en el tiempo y el espacio y las
personas pasan cada vez más tiempo en la esfera digital rodeados de escenografías
virtuales. Pero siempre queda una ventana abierta para irrumpir en la imaginación social
trazando líneas de escape sobre el espacio real a través de un acto poético.
Hoy el ahora y allí es una expectación. Las redes están congestionadas y los aeropuertos
vacíos, los turistas más que nunca andan en camisas hawaianas. Y ahora yo también me
pregunto ¿Cómo será el nuevo paisaje? ¿Quién lo sabe? ¿Es el hombre capaz del
presente?...

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Bibliografía.
David Alfaro Siqueiros (1979). Cómo se pinta un mural. Cuernavaca. México. Ediciones
Taller Siqueiros.
Stephen Nachmanovitch (1991). Free Play. Buenos Aires. Argentina. Editorial Planeta.
Agustín de Hipona (2011). Confesiones. Alianza Editorial. Madrid, España. Corti, Agustín.
(2011).
Agustín de Hipona. Qué es el tiempo. Madrid, España. Editorial Trotta.
Joan Nogué (2007). La construcción social del paisaje. Madrid. España. Biblioteca nueva.
Joan Nogué (2008). Yi-Fu Tuan. El arte de la geografía. Colección Espacios Críticos,
núm.11). Barcelona. España. Icaria Editorial.
Yi-Fu Tuan (2015). Geografía Romántica en busca del paisaje sublime. Madrid. España.
Editorial Biblioteca Nueva.
Eduardo Chillida (2005). Escritos. Madrid. España. La Fábrica.
Martin Heidegger (2012). El arte y el espacio. Barcelona. España. Herder Editorial.
Guillermo Enrique Hudson (2001). Allá lejos y hace tiempo. Berazategui. Argentina.
Ediber.
George Didi-Huberman (1992). Lo que vemos, lo que nos mira. Buenos Aires. Argentina.
Ediciones Manantial.
Byung-Chul Han (2019). Hiperculturalidad. Lanús. Argentina. Herder editorial.
Félix Duque (2001). Arte público y espacio político. Madrid. España. Ediciones Akal S.A.
Franco “Bifo” Berardi (2020). Fenomenología del fin. Buenos Aires. Argentina. Caja
Negra.

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Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019
Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019
Gramática del Paisaje | Jaquelina Abraham | 2018-2019

Gramática del Paisaje


Autor: Jaquelina Abraham
Año: 2018-2019

Coordinación general: Jaquelina Abraham.


Coordinación de realización: Javier Albornoz -
Leandro Cepeda.
Realización: Equipo de Arte Público de la Secretaría
de Cultura de la Municipalidad de Berazategui.

Ficha técnica
Dimensiones: 25,9 x 6,76 mts.
Superficie 175 m2
Técnica: Mosaico Veneciano. Método indirecto.
Materiales: Venecitas de vidrio y espejos.
Ubicación Palacio Municipal de Berazategui. Partido
de Berazategui. Provincia de Buenos Aires.
Argentina.

https://goo.gl/maps/URNvx2JQ1hy
Gramática del Paisaje | Idea en proceso

Construcción visual del relato a partir de hechos históricos concretos. Búsqueda de compositiva de formas y signos.
Gramática del Paisaje | Imágen en proceso

Variantes de composición a partir del mismo relato.


Gramática del Paisaje | Imágen y variantes en proceso digital
Gramática del Paisaje | Diseño final

Presentación del diseño aprobado – Fotomontaje sobre el edificio.


Gramática del Paisaje | Mosaico | Proceso de trabajo

Para la realización del mosaico se trabajó sobre la


imagen digital a escala.

1- Se cuadriculó la imagen en baldosas de 45cm x 45


cm. Se numeraron las cuadrículas.
2- Se imprimió la imagen digital color a escala 1:1 en
tramos de 0,90m de ancho por 2,70mts de largo.
Cada paño numerado.
3- Se trabajó simultáneamente sobre seis paños
distribuidos en seis mesas de trabajo para no perder
la continuad de líneas de pegado.
4- Sobre el paño de papel se colocó un nylon, sobre
el nylon malla de fibra de vidrio de 120grs. Sobre la
malla se pegó con cola vinílica las venecitas de
vidrio.
5- Cada paño estaba formado por 6 baldosas. Al
completar los paños, se retiraban las venecitas que
quedaban sobre las líneas de contorno de las baldo-
sas. Se pegaba un papel transfer sobre las venecitas,
se numeraban las baldosas con indicación de senti-
do de pegado, se cortaban las baldosas y se almace-
naban en bandejas de maderas preparadas para el
traslado.
6- A medida que se desocupaban las mesas, se
continuaba con el mismo procedimiento teniendo
sumo cuidado en la numeración y el guardado para
no perder la continuidad del puzle.
7- El mural completo se hizo a partir de 928 baldosas
de 45cm x 45cm.
8- La realización del mosaico se hizo con un prome-
dio de 15 personas trabajando durante seis meses en
los talleres de Arte Público de la Secretaria de Cultu-
ra de Berazategui.
Gramática del Paisaje | Mosaico en proceso de realización
Gramática del Paisaje | Mosaico | Procedimiento de pegado

El trabajo se pautó en tres etapas de pegado, de


acuerdo al medio de elevación.
Primera etapa con andamios hasta la altura de dos
cuerpos.
Segunda etapa con plataforma tipo tijera.
Tercera etapa. Estructura de andamios completo
con pisos cada dos metros, escaleras internas,
vallado de tela. Desde el piso hasta los 26 metros de
altura y con un desarrollo de 7 metros de ancho.
En cada etapa se siguió esta modalidad:

1. Trazar la cuadrícula en la pared de 45cm x 45cm.


2. Plantear las coordenadas para la ubicación de las
curvas.
3. Mediante plantilla de madera trazar las curvas de
los espejos.
4. Comenzar con el pegado de baldosas de izquierda
a derecha, desde abajo hacia arriba.
5. Al terminar cada etapa empastinar la superficie
del sector.
6. El tiempo total de pegado duró 6 meses, en las
primeras dos etapas trabajaron 5 personas, en la
última etapa se sumaron al equipo 5 personas más.
Gramática del Paisaje | Mosaico | Proceso de pegado
Gramática del Paisaje | Día de la inauguración
Gramática del Paisaje | Dentro del paisaje
Mapa de Arte Público Berazategui

Para ver más obras ingresar al siguiente link > https://www.google.com/maps/search/arte+publico+berazategui/@-34.7675077,-58.2022779,13.79z

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