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Sistema nervioso central

SNC

Josefa Cartes | Segundo nivel


Introducción:
El sistema nervioso es un sistema complejo de nervios y neuronas. Transmite señales
eléctricas a diferentes partes del cuerpo y coordina las acciones voluntarias e
involuntarias.

El sistema nervioso central (SNC) es uno de los sistemas más complejos del cuerpo
humano y tiene importancia decisiva en el control de variadas funciones corporales.
Sin embargo, es frecuente encontrar un marcado desconocimiento del tema tanto en
aspectos morfológicos como clínicos.

Objetivo:
Conocer las principales estructuras y características del sistema nervioso central y sus
propiedades funcionales.

Desarrollo:
Organización del sistema nervioso central

El SNC es el centro integrador de respuestas, por lo que recibe y transmite información


desde y hacia el resto del cuerpo mediante la red de nervios del sistema nervioso
periférico (SNP). La complejidad de sus respuestas es mayor a medida que ascendemos
en él; así, la médula espinal es responsable de respuestas más simples (reflejos),
comparadas con aquellas que da el cerebro.

En los órganos del SNC, la sustancia gris forma cortezas, núcleos y la zona central de la
médula espinal. Por su parte, la sustancia blanca forma cordones y otras estructuras
que conectan los componentes del SNC, como el cuerpo calloso, que une los dos
hemisferios cerebrales, y los tractos espinales, que transmiten la información desde y
hacia la médula espinal.

Protección del SNC

En el adulto, las neuronas tienen una capacidad muy limitada de regeneración, por lo
que su pérdida es casi siempre, irreparable. Sin embargo, el SNC está bien protegido
por:

-Estructuras óseas: El cráneo protege el encéfalo y la columna vertebral resguarda la


médula espinal de lesiones.

-Meninges: Son tres membranas de tejido conjuntivo, la piamadre, que reviste la


superficie del SNC, tiene muchos vasos sanguíneos y forma las estructuras que
producen el líquido cefalorraquídeo. Sobre la piamadre está las aracnoides y entre
ellas, se encuentra el espacio subaracnoideo en el cual está el líquido cefalorraquídeo.
Adherida a los huesos se ubica la duramadre, la más fibrosa y resistente de las
meninges; en el cráneo forma tabiques que ayudan a mantener en su posición las

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distintas partes del encéfalo; en la columna vertebral forma el espacio epidural, este
contiene grasa que protege la médula espinal de lesiones.

-Líquido cefalorraquídeo (LCR): La mayor parte de este líquido es producida por una
especialización de la piamadre llamada plexos coroideos, que cubre unas cavidades
encefálicas llamadas ventrículos, desde los cuales fluye hasta el canal vertebral, en esta
flota el SNC y sirve como amortiguador ante eventuales golpes, transporta nutrientes y
desechos a lo largo del SNC y mantiene la presión constante entre cerebro y médula
espinal.

Médula espinal:

Recorre el canal raquídeo de las vértebras, desde la base del cráneo hasta la primera
vértebra lumbar, un poco más arriba de la cintura. Funciona como un centro
elaborador de reflejos y conductor de impulsos nerviosos desde y hacia el encéfalo.

Organización de la médula espinal:

1. Raíces ventrales o anteriores: Vía eferente, contiene axones.


2. Raíces dorsales o posteriores: Vía aferente, contiene axones sensitivos
procedentes de la piel, músculos y las vísceras.
3. Sustancia gris: astas dorsales y dos ventrales.
4. Sustancia blanca: Axones se reúnen formando cordones dorsales, laterales y
ventrales.
5. Ganglios espinales: Contiene somas de neuronas pseudounipolares, se
transmite información sensitiva.
6. Nervios espinales: Contienen axones sensitivos y motores.

Encéfalo:

El encéfalo está constituido por las estructuras superiores del sistema nervioso central,
protegidas por el cráneo. Es el centro elaborador de respuestas reflejas, voluntarias y de
procesos superiores, como el lenguaje, la coordinación motora, el aprendizaje, la
atención y la memoria.

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Tronco encefálico:

Se ubica sobre la médula espinal y lo componen el bulbo raquídeo, la protuberancia o


puente y el mesencéfalo, desde él emergen diez de los doce pares de nervios craneales,
a través de los cuales recibe información sensorial del gusto, oído y equilibrio, además
de la que proviene de las articulaciones y la piel de la cabeza. Algunos nervios
craneales también transmiten información motora a los músculos del cuello y de la
cabeza.

La sustancia blanca del tronco encefálico conduce información sensorial y motora


hacia y desde los centros superiores del encéfalo.

Bulbo: Interviene el control de la presión sanguínea, la frecuencia del ritmo


respiratorio, la deglución, el vómito, estornudo, la tos y el hipo.

Puente: Controla los movimientos respiratorios, reciben información sensorial del


gusto y táctil, la cara y el cuello, controla la expresión facial, conduce información
sensitiva y motora

Mesencéfalo: Controla los movimientos de los globos oculares, participa en la visión y


audición, reflejos de los ojos, cabeza y cuello.

Cerebelo:

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Es la segunda estructura en cuanto a tamaño, después del cerebro. Su sustancia gris
forma una corteza muy plegada y también núcleos cerebolosos centrales, desde donde
salen axones, que llevan información fuera del cerebelo. La sustancia blanca es central,
el cerebelo recibe información sensorial, desde músculos, tendones y articulaciones,
información motora desde la corteza e información del equilibrio desde el oído
interno.

- Coordina la actividad de músculos esqueléticos durante el movimiento.


- Participa en el control de los movimientos oculares y en la mantención de la
postura corporal.

Cerebro:

El cerebro es la principal estructura del encéfalo, tanto por su tamaño, como


por la complejidad de sus funciones. Lo integran el diencéfalo o cerebro medio
y los hemisferios cerebrales izquierdo y derecho.

- Diencéfalo:
Hipotálamo: Controla la secreción hormonal de la hipófisis, regula el sistema
nervioso autónomo, controlando la temperatura corporal la sed y el hambre,
participa en emociones y en los patrones del sueño.
Tálamo: Recibe casi todos los impulsos sensitivos y motores provenientes de
otras estructuras del SNC y los distribuye a zonas específicas de la corteza
cerebral.
Epitálamo: Tiene relación con los instintos y las emociones y contiene a la
glándula pineal.

- Hemisferios cerebrales:
Sustancia gris: Participa en el lenguaje, la memoria y la resolución de
problemas.
Sustancia blanca: Conecta a los distintos elementos del SNC, conecta a ambos
hemisferios.
- Funciones de la corteza:
Del hemisferio izquierdo dependen los movimientos y sensacionales del lado
derecho del cuerpo, la habilidad numérica, el razonamiento lógico y los
lenguajes escrito y hablado. Del hemisferio derecho dependen los movimientos
y las sensaciones de lado izquierdo del cuerpo, la percepción tridimensional, el
sentido artístico y la imaginación.

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En la corteza de cada hemisferio de identifican cuatro lóbulos, se encuentran
las áreas sensitivas, las áreas motoras y las áreas de asociación.
Lóbulo frontal: Incluye el área motora primaria, que controla los movimientos
voluntarios, además, se relaciona con la capacidad de planificar, con la
inteligencia y la personalidad.
Lóbulo parietal: Incluye el área sensitiva primaria, la cual recibe información
táctil de todo el cuerpo, y otras que intervienen en la sensación de equilibrio.
Lóbulo occipital: Integra la información visual.
Área de Broca: Área motora en el lóbulo frontal izquierdo que controla los
movimientos relacionados con el habla.
Lóbulo temporal: Integra sensaciones auditivas, memoria y emociones, gracias
a este se puede, por ejemplo, reconocer el rostro de un ser querido.
Área de Wernicke: Área de asociación en el hemisferio izquierdo, relacionada
con la comprensión del lenguaje. Un grupo de axones la conecta con el área de
Broca.

Sistema nervioso autónomo:

Es independiente del control de la corteza cerebral, regulándose a sí mismo. Es


responsable del movimiento de las vísceras y de la musculatura lisa, así como de la
actividad de las glándulas exocrinas. Su centro de control es el hipotálamo, que integra
información proveniente de otros elementos del SNC, especialmente del tronco
encefálico. De su actividad depende la manifestación física de las emociones y la
mantención del homeostasis frente a variaciones ambientes y del medio interno. Esta
última función depende de sus divisiones simpática y parasimpática, y también de las
neuronas motoras de la división somática.

Conclusión:
El sistema nervioso central controla la mayor parte de las funciones del cuerpo
transmitiendo los mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo de forma
bidireccional.

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