Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PRESENTADO POR:
EDIER DELGADO MONTAÑO
CÓDIGO:
10694677
PRESENTADO A:
JULIANA MORALES
GRUPO: 201711-11
CURSO:
FISIOLOGIA VEGETAL
PROGRAMA:
AGRONOMIA
A. Cuestionario
RTAS/:
Estrés hídrico por falta de agua
1. Cavitación Se dice que una planta cavita, cuando se rompen las fuerzas de
cohesión del líquido xilemático, formándose burbujas en su interior, que se
extienden rápidamente hasta producir una embolia. Esta embolia evitaría el
movimiento del agua a través del vaso; sin embargo, el xilema minimiza este
posible efecto porque posee unas punteaduras a través de las cuales puede
moverse el agua y así evita que el conducto quede bloqueado. La cavitación
es más frecuente en conductos anchos con punteaduras más grandes3.
El fenómeno de cavitación puede producirse por tres factores: patógenos
(hongos), congelación (en la descongelación se forman burbujas de aire) y
déficit hídrico. La causa principal es el déficit hídrico ya que el aumento de la
transpiración aumenta la tensión en el vaso, creándose burbujas de aire que
darán lugar a núcleos de cavitación. Para evitar o revertir las posibles
embolias que se generan a lo largo del día, las plantas siguen distintas
estrategias3:
Plantas herbáceas: tratan de igualar la presión atmosférica con la presión
del xilema mediante el aumento de la presión radical durante la noche. La
presión radical se debe a la presión que ejerce el aumento de solutos en el
xilema de las raíces, que favorece la absorción de agua y su ascenso a
través del tubo xilemático. Esta presión radical será máxima en la noche por
el cierre de estomas y disminuye en verano (por el aumento de la
transpiración).
Grandes árboles: en ellos la presión radical suele ser insuficiente, de
manera que, para evitar la embolia, reducen la apertura estomática,
disminuyendo así la transpiración, aunque ello conlleve una disminución en la
absorción de CO2. 2. Alteración de procesos metabólicos.
Generación de radicales. La disminución en la asimilación de CO2 por parte
del cloroplasto, como consecuencia del cierre estomático, ralentizará las
reacciones del ciclo de Calvin y con ello el consumo de NADPH y ATP,
agotándose los niveles de NADP+ y ADP. La falta de regeneración de
aceptores de electrones (NADP+ , NAD+ ), convierte al oxígeno en el aceptor
último de electrones de la cadena de transporte electrónico, aumentando la
formación de especies reactivas de oxígeno (ROS) en el cloroplasto, como
radicales superóxido (O2 ·-) y H2O2. La acumulación de ROS puede
provocar daños oxidativos a nivel celular
Las alteraciones inducidas por las altas temperaturas en las plantas pueden ser
directas, sobre algún proceso fisiológico como la respiración, la estabilidad de
las membranas y la aceleración del desarrollo; o indirectas, a través de sus
efectos sobre la demanda evaporativa del aire y el balance de energía de las
hojas, y sus consecuencias sobre los estomas, el intercambio gaseoso y las
relaciones planta-ambiente (Wahid et al., 2007). Estos procesos están enlazados
por la continuidad del agua a lo largo del sistema suelo-planta-atmósfera.
La temperatura de las plantas está física y funcionalmente conectada con el
ambiente a través del balance de energía de las hojas y los doseles (Figura 1).
Según la morfología de las especies de plantas (altura, tamaño, orientación y
color de las hojas) y su disposición en el campo (setos, hileras, doseles
continuos), la temperatura de estas puede desacoplarse considerablemente de
la temperatura del aire circundante (hasta 10 °C), debido principalmente al
dinamismo de la capa límite (“boundary-layer”). Este acoplamiento está regulado
en gran medida por el control relativo de la transpiración ejercido a través de
respuestas fisiológicas, como el cierre estomático, y efectos ambientales, como
la capa límite, cuyo grosor es modificado constantemente por el viento y el
movimiento de las hojas y los doseles.
El daño directo por helada ocurre cuando se forman cristales de hielo dentro del
protoplasma de las células (congelación o helada intracelular), mientras que el
daño indirecto puede ocurrir cuando se forma hielo dentro de las plantas pero
fuera de las células (i.e. congelación o helada extracelular). Lo que realmente
daña las plantas no son las temperaturas frías sino la formación de hielo
(Westwood, 1978). Se cree que la formación de hielo intracelular causa una
“ruptura mecánica de la estructura protoplásmica” (Levitt, 1980). La extensión
del daño debido a la congelación intracelular depende principalmente de la
rapidez del enfriamiento y la intensidad del enfriamiento antes de congelarse.
Hay poca o ninguna evidencia de que la duración de la congelación afecte al
daño. De hecho, Levitt (1980) establece que el daño por congelación parece ser
independiente del tiempo para periodos cortos (e.g. 2–24 horas). El daño directo
por congelación intracelular se asocia con un enfriamiento rápido. Por ejemplo,
Siminovitch, Singh y de la Roche (1978) observaron congelamiento intracelular y
muerte de las células cuando se enfriaron plantas de centeno a un ritmo de 8 °C
por minuto hasta -12 °C, congelándose el agua superenfriada dentro de las
células. Cuando las plantas se enfriaron hasta -12 °C durante 23 minutos, la
formación de hielo fue extracelular y las plantas se recuperaron completamente
después del deshielo. En estudios realizados en cámaras climáticas para
determinar temperaturas críticas, los cortes de plantas se enfrían normalmente a
un ritmo entre 1,0 y 2,0 °C h-1. Éste es un ritmo más lento que en el experimento
con plantas de centeno y más lento que alguno de los ritmos que se dan
normalmente en la naturaleza. De hecho, Levitt (1980) indica que, en la
naturaleza, el daño por congelación resulta de la formación de cristales de hielo
extracelular y de que no hay evidencia de congelación intracelular. Aunque la
evidencia no es muy grande, parece que el ritmo de deshielo después de una
congelación está parcialmente relacionado con la intensidad del daño
Plantas CAM: Estomas abiertos por la noche. Las pérdidas de agua por
transpiración se reducen enormemente. También poseen reservorio de CO2,
con lo cual también pueden cerrar estomas sin que ello conlleve una
disminución fotosintética.
Las propiedades de las plantas C-4 y CAM les permiten una supervivencia
en entornos con déficit hídrico.
3. En una matriz, describir ejemplos (mínimo cinco) de cada una de
ellas y sus características.
Bibliografía
agriculturers.com. (20 de Agosto de 2018). C3, C4, CAM ¿ Qué las diferencia? Obtenido de
https://agriculturers.com/c3-c4-cam-que-las-diferencia/
Chaves-Barrantes2, N. F. (2017). Respuestas al estrés por calor en los cultivos.II. Tolerancia y tratamiento
agronómico. Obtenido de https://www.scielo.sa.cr/pdf/am/v28n1/43748637021.pdf
FAO. (s.f.). EL DAÑO PRODUCIDO POR LAS HELADAS: FISIOLOGÍA Y TEMPERATURAS CRÍTICAS. Obtenido
de http://www.fao.org/3/y7223s/y7223s05.pdf
Juan de la Cruz Jiménez S. 1, 3. L. (2012). Respuesta de las plantas a estrés por inundación. Obtenido de
http://www.scielo.org.co/pdf/rcch/v6n1/v6n1a10.pdf
THOMAS DAVID GEYDAN, L. M. (10 de Octubre de 2005.). METABOLISMO ÁCIDO DE LAS CRASULÁCEAS.
Obtenido de https://www.redalyc.org/pdf/3190/319028577010.pdf