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Cómo discutir con un terraplanista (y ganar)

Argumentos incontestables contra la teoría pseudocientífica de la Tierra plana, para dejar a tu interlocutor fuera
de juego.

Las modas son cíclicas y fluctúan, al parecer, durante siglos. Poco podía sospechar Galileo que la razón de la condena que le
enclaustró en su casa unos años antes de morir volvería a estar en boca de muchas personas, aparentemente documentadas e
ilustradas, muchos siglos después.

La mayoría de los argumentos de los terraplanistas son fácilmente rebatibles, y provienen de una concepción
de universo profundamente antropocentrista y simplista. En cambio, la visión que propone la ciencia requiere cierto nivel de
abstracción; es decir, no podemos observar a simple vista, ni experimentar a través de la propia experiencia los
fenómenos que rigen el universo. De hecho, esto es precisamente lo que nos hace humanos: las limitaciones físicas que
presentamos, que prueban precisamente que no somos el centro del universo y, probablemente, tampoco los únicos seres
que habitan en él.

Las impresiones que tienen los terraplanistas suelen responder a una falacia concurrente: proceden de una falsa percepción
de que las cosas están perfectamente diseñadas, al detalle, adaptadas al ser humano. Pero de lo que no se dan cuenta es
de que el punto de vista desde el que parten está errado: no es la naturaleza la que está adaptada al ser humano, sino que es el
propio humano el que se ha desarrollado perfectamente adaptado a todos los fenómenos naturales. Por ejemplo, los ritmos
circadianos concuerdan con el día y la noche, pero no porque la Luna y el Sol estén ‘ideados’ para gobernarlos
respectivamente; y como este, otros ejemplos dan cuenta de la equivocada visión antropocentrista en la que se sitúan los
terraplanistas.

Los delicados procesos que rigen la vida (no podríamos vivir sin Luna, sin capa de ozono, sin campo magnético) no son
producto de un diseño inteligente adaptado a la vida; sino que la vida surge y se adapta a los fenómenos que dicta
la naturaleza, y no al contrario. Fácil, ¿verdad? Aunque es natural que primitivamente tengamos esa impresión, hace siglos
que la ciencia nos ha permitido acercarnos a la verdad y dejar de lado el pensamiento mágico.

Otro pilar fundamental en el que se asienta el terraplanismo es la necesidad de encontrar un punto de origen, una explicación
a la ‘creación’. El diseño inteligente (un Dios creador) es la explicación más sencilla del origen del universo. Por
ello, muchos terraplanistas suelen ser con frecuencia creyentes.

La concepción de la Tierra plana no afecta solo al diseño del planeta Tierra; conlleva también desterrar todo descubrimiento
relacionado con la astrofísica (por ejemplo, la reciente fotografía de un agujero negro, todo un hito de la ciencia), implica
negar y condenar sistemáticamente todo progreso de la civilización. Y si bien el ser humano no es todopoderoso, y hay
muchas cosas que siguen sin tener explicación (un ejemplo es la materia oscura), la tecnología nos permite conocer poco a
poco más detalles sobre las reglas que rigen el cosmos.

Por último, el tercer pilar fundamental es la conspiración, aparentemente orquestada por instituciones, empresas e incluso
trabajadores y ciudadanos a título personal para hacernos creer que no somos un hipotético centro universal. ¿Cómo y para
qué? Ni ellos mismos le dan una explicación a esto. Teóricamente, para minusvalorar la importancia de la mujer y el
hombre en el cosmos.

Las opiniones fundamentadas en la ciencia más pesimistas creen que el ser humano se extinguirá sin comprender por
completo el universo. Otras visiones opinan en cambio que seremos capaces de trascender a nivel planetario, y
que podremos sobrevivir mucho después de que nuestro planeta deje de ser habitable (un ejemplo de tal opinión
fue Stephen Hawking), para continuar explorando nuestro vecindario cósmico. Pero, en cualquier caso, lo único que
tenemos de base para explicar nuestro mundo es lo que el progreso de la ciencia lleva años recopilando en datos, esfuerzo
humano, tecnología y cooperación internacional. El resto, sintiéndolo mucho, son elucubraciones más o menos
elaboradas.

Los terraplanistas suenan muy convincentes, pero basta invocar a la ciencia para desmontarlos. Muchos divulgadores
científicos (Quantum Fracture, Date Un Vlog, El Robot de Platón…) tratan de luchar contra la desinformación que
plantean algunos portavoces de la Tierra plana aportando datos objetivos que, bien comprendidos, resultan indiscutibles, y
que convierten al debate del terraplanismo en un absurdo acientífico; pero que no deja de ser, como mínimo, interesante
de analizar.

En esta galería recopilamos los argumentos más importantes y definitivos en contra de la Tierra plana, que te
permitirán dejar fuera de juego a tu interlocutor.

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Laura Marcos

08/04/2020
¿Qué dice el modelo de la Tierra Plana?

En primer lugar, vamos a conocer con detalle cuál es el modelo que proponen los defensores de la Tierra Plana.

Según ellos, el mundo en el que vivimos es un disco (redondo, sí, pero plano) sobre el cual se sitúa una bóveda celeste
donde están ‘incrustadas las luminarias’ (lo que vemos como estrellas) y gobernada por dos principales: el Sol y la Luna,
cuyos movimientos explican perfectamente lo que vemos en el cielo (cabe destacar que su propuesta es un tanto enrevesada
para que concuerde con los datos experimentales). Además, estaría rodeado de un muro gigante de hielo, que sería
la Antártida.

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