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Tarea para FA02.

Enunciado.
1. Clasifica los dos suelos siguientes, usando el triángulo textural del USDA,
conociendo sus porcentajes de limo, arena y arcilla:
o Suelo A: 40 % limo, 30 % arena y 30 % arcilla.
o Suelo B: 20 % limo, 20 % arena y 60 % arcilla
2. De los suelos anteriores:

¿Qué suelo retendrá más humedad? ¿Qué suelo será más suelto, más fácil de
trabajar?

3. Cita al menos cuatro prácticas agrícolas para obtener o mantener una buena
estructura del suelo.

Criterios de puntuación. Total 10 puntos.


 Ejercicio 1: 2 puntos cada apartado (total 4 puntos).
 Ejercicio 2: 1 punto por cada pregunta correcta (total 2 puntos)
 Ejercicio 3: un punto por cada práctica correcta (máximo 4 puntos). Se puntuarán
negativamente las incorrectas.

1. Clasifica los dos suelos siguientes, usando el triángulo textural del USDA,
conociendo sus porcentajes de limo, arena y arcilla:

o Suelo A: 40 % limo, 30 % arena y 30 % arcilla.


o Suelo B: 20 % limo, 20 % arena y 60 % arcilla

Todos los suelos están compuestos por fracciones y partículas minerales de diferentes
tamaños. Las más gruesas se denominan arenas, las medianas son los limos y las más
pequeñas son las arcillas.

El conjunto de arenas, limos y arcillas del suelo es el componente sólido y es lo que se


denomina

"TEXTURA DEL SUELO" En función de su composición los suelos poseen diferente


capacidad de retención de humedad, que depende también del contenido de materia orgánica
presente, aspectos fundamentales que son básicos para la técnica y buenas prácticas del
riego.

En la realidad los suelos agrícolas son mezclas de distinto tamaño de partículas estratificadas
en capas, es decir arcillas con limo, con arenas finas o gruesas e inclusive con gravas. En la
práctica se presentan todas las combinaciones posibles. y la influencia de la presencia de
cada uno de los tamaños de las mismas, define el tipo de textura y el comportamiento del
suelo frente al agua (Capacidad de almacenamiento). Influye además en la capacidad de
retención el contenido de materia orgánica, la cual, para las zonas áridas, su bajo contenido
(Menos del 2 %), tiene una baja incidencia.
Existen dos escalas de clasificación de texturas: la internacional y la americana, de las cuales
esta última es la más utilizada. Son conocidas como triángulo de texturas. Las líneas
trazadas en el triángulo (paralelas a los lados), fijan los límites porcentuales de cada
componente (Arcilla, limo y arena).

Siguiendo el triangulo de texturas, el suelo A sería un suelo Franco Arcilloso. El suelo B


sería un suelo Arcilloso.

2. De los suelos anteriores:

¿Qué suelo retendrá más humedad? ¿Qué suelo será más suelto, más fácil de
trabajar?

El suelo que va a retener más humedad será el Arcilloso, pero es un suelo que tiene nula
permeabilidad y nula aireación, posee gran cantidad de nutrientes, pero es un suelo muy
difícil de trabajar, es un suelo pesado de textura fina A menudo este tipo de suelos arcillosos
se encharca produciendo asfixia radicular por lo que las plantas morirían.

Por otro lado, son suelos que tardan más en calentarse después del invierno. No es un suelo
bien estructurado, al tacto un suelo arcilloso es adherente y plástico.

Un suelo Franco Arcilloso va a ser un “poco” más fácil de trabajar, aún siendo también un
suelo fino, pero será un “poco” más suelto debido a la % de arena que lo compone.

Va a tener una textura más equilibrada con una mejor permeabilidad, una retención de agua
alta y buena cantidad de nutrientes y materia orgánica.
3. Cita al menos cuatro prácticas agrícolas para obtener o mantener una buena
estructura del suelo.

En la agricultura ecológica, la salud del suelo es uno de los pilares más importantes, un suelo
sano, con buena materia orgánica, con buena estructura y textura, con buena aireación y
retención de agua, asegurará un crecimiento óptimo de las plantas y por ende, buenas
cosechas.

Entre las prácticas agrícolas para obtener y mantener una buena estructura del suelo están:

Uso de cubiertas vegetales: Las cubiertas vegetales tienen la finalidad de mejorar la


estructura del suelo, el contenido en materia orgánica y la fertilidad del terreno, controlar la
vegetación espontánea, mejorar la capacidad de retención de agua, evitar la formación de
costra superficial y facilitar el manejo del cultivo. Pero un factor fundamental a tener en
cuenta en el papel de la cubierta vegetal es su capacidad para favorecer la biodiversidad
tanto de los suelos, contribuyendo a potenciar los procesos biológicos, como potenciar un
incremento de la fauna auxiliar al ofrecer estas cubiertas recursos alimenticios en forma de
néctar, polen y otros insectos; además de refugio, lo que favorece el control biológico por
conservación de las plagas.

Las cubiertas vegetales cuando son de carácter temporal se utilizan como plantas biocidas
y como abonos verdes. Si tienen carácter permanente se emplean como cubiertas en
plantaciones de frutales, cítricos y viñas, o también como infraestructuras ecológicas
funcionales en actuaciones paisajísticas medioambientales, o en los perímetros de
plantaciones hortícolas intensivas, como por ejemplo en los alrededores de invernaderos

En las cubiertas vegetales temporales solo permanecen activas en otoño e invierno, de


manera que en primavera se incorporaran al terreno para enriquecerlo en materia orgánica lo
que aumenta la fertilidad de la tierra y su capacidad de infiltración y retención de agua.

Ventajas del uso de las cubiertas vegetales

– Evita las pérdidas de suelo por erosión.

– Mejora la estructura e infiltración del suelo, la cubierta vegetal airea y cuando llueve
reconduce las gotas de agua hacia el suelo a través de sus hojas. La cubierta permite
almacenar y conserva más agua que en un suelo desnudo.

– Las raíces de las cubiertas vegetales actúan en el suelo incrementando la macroporosidad y


evitando la formación de la costra superficial.

– Mejora gradual del % de materia orgánica por descomposición de la biomasa que produce
lo que fomenta la actividad enzimática y microbiana.

– Aporte de nutrientes al suelo, las plantas a través de sus raíces toman cationes de las capas
profundas del suelo (Ca, K, Mg,…) liberándolos posteriormente a la superficie en la
descomposición de sus hojas y tallos.

– Fijación de nitrógeno atmosférico al suelo en el caso de las leguminosas, contribuyendo a


la economía de abonos nitrogenados.
– Disminuye la presencia de adventicias dominantes.

– Favorece el paso de la maquinaria con lluvia o después, facilitando tareas de poda,


cosecha, tratamientos.

– En ocasiones permiten su aprovechamiento ganadero, como en el caso de las dehesas.

– Proporciona hábitats que incrementan la biodiversidad, lo que facilita la producción


integrada y ecológica de los cultivos.

NO laboreo o mínimo Laboreo: Haciendo esto evitaremos la compactación del suelo por el
paso de la maquinaria pesada, se evita voltear las capas de suelo, enterrando los
microorganismos aeróbicos y exponiendo los microorganismos anaeróbicos al oxigeno. En
el caso de hacer un laboreo mínimo, se debe de hacer en condiciones de tempero, es decir
con cierta humedad en el suelo.

Rotación y alternancia de cultivos: La rotación es la sucesión de cultivos dentro de una


misma parcela. La alternancia es la división de la tierra cultivada en parcelas consagradas
cada una a un cultivo diferente de la rotación.

El principio fundamental es muy simple: alternaremos los cultivos que tengan tipos de
vegetación, sistemas radiculares y necesidades nutritivas diferentes. Las raíces de las
diversas plantas que se sucederán podrán explorar todas las capas de la tierra y usar en
proporciones equilibradas todos los elementos que contienen.

Con esta técnica aseguraremos un incremento de microorganismos, mejora de la textura


estructura del suelo, la retención de agua…

Asociación de cultivos: Asociar entre sí las plantas presenta múltiples ventajas:

La tierra, el espacio y el agua siempre son mejor utilizados en cultivos asociados que en
monocultivos, pues algunas plantas crecen en altura, mientras que otras cubren el suelo,
algunas tienen raíces que se hunden profundamente, mientras que otras envían sus raíces
horizontalmente, las plantas a las que les afecta el sol aprovechan la sombra de las que lo
buscan, resumiendo, no se desaprovecha nada, ni la energía solar, ni la tierra, ni el agua.

Los riesgos de malas cosechas son reducidos al mínimo, ya que, si una de las especies de la
asociación crece mal por serle desfavorable el año, las otras se desarrollarán mejor y siempre
se obtendrá la mejor cosecha posible teniendo en cuenta el clima del año.

Los ataques de parásitos son casi siempre más débiles en cultivos asociados que en
monocultivos.

Hay menor invasión de hierbas adventicias al quedar el suelo muy rápidamente ocupado en
tu totalidad

En ciertas asociaciones las plantas ejercen una acción benéfica mutua.


El rendimiento es siempre más elevado en un cultivo asociado: los incrementos del
rendimiento son a menudo del orden del 50% y pueden llegar al 100% o incluso superarlo.

Acolchado o Mulching, aumento de materia orgánica: El acolchado o mulching es una


técnica usada en agricultura ecológica en la que mediante una barrera física se proporciona
protección al suelo. Esta barrera consiste en poner sobre la superficie del suelo una capa de
distintos materiales, tanto orgánicos como inorgánicos, que evita el paso de la luz y le da
protección frente a los fuertes cambios de temperatura y frente a la erosión.

Los beneficios del mulching son diversos, entre ellos:

 Dificulta el crecimiento de malas hierbas en la huerta.


 Proporciona protección al sustrato y a los microorganismos que en él habitan frente a
cambios bruscos de temperatura, vientos o precipitaciones abundantes.
 Ayuda a mantener el calor de las raíces en invierno y el frescor durante el verano.
 Ayuda a disminuir las pérdidas de agua por evaporación y le da sombra al suelo, lo
que permite mantener la humedad en el sustrato. Por tanto, el mulching ayuda a
ahorrar agua en los cultivos.
 El mulching con materiales orgánicos ayuda a la fertilidad del suelo, ya que sus
elementos se descomponen e incorporan al suelo en forma de humus.
 Ayuda a aumentar la biodiversidad y la actividad biológica presente en el suelo.

Tipos de acolchado para plantas o mulching: orgánico e inorgánico

Existen dos tipos básicos de acolchados o mulching para plantas y estos son los orgánicos
y los inorgánicos:

Acolchados orgánicos, este tipo de mulching utiliza materiales exclusivamente orgánicos,


como turba, mantillo de hojas, estiércol descompuesto, paja, compost, serrín, cortezas,
astillas de madera o recortes secos de césped. La ventaja de estos tipos de acolchados es que
además proporcionan mejoras al suelo en fertilidad.

Por ejemplo, un acolchado de cortezas de pino, no solo protege los suelos, sino que también
los acidifica. También se puede usar un acolchado de ramas trituradas de plantas que estén
sanas y libres de enfermedades. Otra forma de realizar el acolchado es aplicar una fina capa
de recortes secos de césped o usar las hojas que caen de los árboles caducifolios.

El mulching orgánico es siempre el más recomendable, ya que se descomponen y aportan


mejoras adicionales al suelo, como el aporte de nutrientes.

Acolchados inorgánicos, este tipo de mulching utiliza materiales inorgánicos, como


gravilla, grava, marmolina, cerámica triturada, arcilla expandida, roca volcánica o piedras en
general. Sin embargo, estos tipos de materiales no aportan las mejoras de los orgánicos. Los
acolchados o mulching hechos con piedras resultan adecuados en terrenos con pendientes
y alrededor de bajadas de agua.

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