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/o lc¡ ML/5/'cc) 5or}, ch' d /' do/c; occenf/' Yo la Música soy, que con dulces acentos
posso "/;ommcw íg p/d ge/ote mentí puedo inflamar las mentes más heladas'.
' En la traducción al castellano de las letras de los eiemplos musicales del presente libro se
han tenido en cuenta las traducciones al inglés aportadas por la autora, pero se ha recurrido
siempre a las letras en la lengua original (italiana, francesa, inglesa o alemana) íN. c/e/ T7
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abra <<dolci}> heladas>>? Este líbro va a pelearse con este tipo de preguntas, centrándose
i luego caer en la música del siglo xvi i y de la primera mitad del siglo xvi ii, que lo más
To Lfl\lu-si-id sün ch ai dol-cií`c-fen -ti s() rar LTzin-quil-Lo o-giii t\ii-ba-ro co -re
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Ejemplo i.i. Claudio Monteverdi, <<Io la Musica son>>, de ['OJeo (i6o7), Prólogo.
<<Yo la Música soy, que con dulces acentos sé tranquilizar los corazones turbado5>>.
y los hábitos estilístícos de cualquier periodo rara vez son uniformes y que la
Historia se resiste inevitablemente a nuestros intentos de dívidirla en categorías
ni'tídas y bien ordenadas.
En este capítulo analízamos la música de esta época de5de dos puntos de
vista: en primer lugar, en relación con el cc]nc:epto <<barroco>>, término tomado
de las artes visuales y aplicado con cierta Ímprecisión a la Música; en segundo
lugar, como parte de la vida cultural, social y política de Europa en la llamada
Edad Moderna, término adoptado por muchos investigadores para reconocer
ntos (uno o los rasgos que unifican el largo período que va desde el declive de la Edad Media
ir instrumentos hacia i4oo hasta el establecimíento de la sociedad Índustrializada a finales del
uerda pulsada siglo xvH i. Vamos a explorar no sólo lo que significa el término borroco, sino
an en la Fig. también cómo puede entenderse la música que ha venido denominándose
de la familia barroca en relación con otras tendencias intelectuales, sociales y científicas.
iba>> o entre
-) o incluso
por ende, a sus oios superior-de los siglos precedentes. El influyente historiador
suizo del siglo xix |acob Burckhardt equiparaba todo el Barroco a un <<dialecto
corrupto>> del lenguaje renacentista. De hecho, los turistas de habla inglesa
|acques Rousseau de i768 define la música barroca como aquélla <<cuya armonía
es confusa, cargada de modulaciones y disonancias, el canto duro y poco natural,
Ia entonación difícil y el movimiento forzado>>2.
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No fue hasta finales del siglo xix cuando el término empezó a perder parte
de sus connotaciones negativas y a ser utilizado como una denominación
relativamente natural para el estilo y la estética generales del arte y la arquitectura
del siglo xvii. El historiador del arte suizo Heinrich Wolfflin describía el arte
renacentista como racional, controlado y equilibrado de forma armónica,
mientras que el arte barroco era emocional, teatral y estaba caracterizado por el
2 |.-| Rousseau, Dicci+oriario de MÚs/cft trad josé LLm de la Fiiente Charfolé, Madrid, Akal,
2007, P.100.
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17
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que santa Teresa describía en su autobiografi'a como dolc]r dulce y excesivo queda
reflejado en su cuerpo extasiado y en la expresión paralízada. Aunque no exista
una correspondencia exacta entre las artes visuales y la música, la comparación
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entre Miguel Ángel y Bernini subraya algunas de las características que vamos a
encontrar en la música barroca: teatralidad, virtuosismci y pasión.
que abarcase 3ualado o incluso sobrepasado a los antíguos? (Era posible aprender de los
ositores como 2ritiguos -recoger su sabiduría-y a la vez valorar la innovación y ver el mundo
fundadores =c)n optimísmo y esperanza en el futuro?
[ra de Gían
i los estilos
La literotura
a nuestro
i armónico La batalla entre los antiguos y los modernos fue especialmente encarnizada
iás perfecto en el dominio de la literatura. Por un lado, los autores de los siglos xvi y xvi i
! menos estaban profundamente comprometido5 con la traducción y el comentario
s que pronto de las obras de los escritores griegos y latínos. Se tradujeron a las lenguas
iento está vernáculas y se publicaron extensamente numerosas obras de Homero, Vírgilio,
Ovidio y Eurípídes Por otro lado, los comentaristas recibían también con los
i la casta ninfa
brazos abiertos las epopeyas cristianas de los escritores renacentistas, como
sformarse en Orlando furioso de Luc]ovic.o Ariosto y Gerusalemme liberata (jerusalén liberada) de
sólo cc)mo Torquato Tasso, que hablaban de caballeros cristianos y de las Cruzadas. Ambas
y mágico- Íban a Ínspirar numerosas óperas y ballets en la época barroca.
iara lo que es Una buena parte de las discusiones sobre el teatro antiguo y el teatro moderno
} de un árbol? tenían que ver con la autoridad de Aristóteles, que había establecido una serie
is? La relación de reglas fundamentales para la poesía y la tragedia antiguas Sin embargo,
os dicen incluso cuando se citaban la5 que se conoci'an como unidades aristotélicas,
según las cuales una obra teatral tenía que consistir en una sola acción, estar
stra cómo ambientada en un solo lugar y desarrollarse dentro de un periodo de tlempo de
niento y una 24 horas, a menudo los poetas contradeci'an estas reglas en sus obras teatrales
!rnini capta la y óperas, pidiendo las disculpas convencionales y explicando sus transgresiones
m el ángel. Lo comc] Íntentos de resultar atractivos para lo5 gustos veleidosos de su público. La
{cesivct queda Ópera barroca iba a verse influida también por las pastorales, en las que ninfas,
e no exista pastores, dioses y diosas amaban, sufrían y retozaban de formas que ignoraban
)mparac:Íón completamente las reglas antiguas. De hecho, la batalla entre los antiguos y los
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iue vamos a modernos iba a tener un papel determinante en toda la histc>ria de la ópera.
Astronomía v astrologío
Biología y sexualidad
Los biólogos también estaban interesados en mirar debai.o de la piei para ver
qué pasaba en el interlor del c:uerpo humano. La mísma era que alimentó el
nacimiento de la ópera vio la apertura de <<teatros>> de anatomía en los que los
médicos, los estudiantes de medicma y -en algunos casos-el público en general
tenían la oportunidad cle observar la disección de un animal o de una persona
A pesar del mayor conocimiento de la anatomía humana, la visión de la
medicina seguía siendo deudora de los antiguos. Muchos médicos practicaban
su profesión conforme a la teoría de los humores, según la cual el cuerpo estaba
gobernado por un equilíbrio entre la bilis amarilla, la bilis negra, la sangre y
la flema, que se correspondían con los cuatro elementos -fuego, tierra, aire y
agua-. Para lograr la salud y la felicidad era necesario un correcto equilibrio de
estos elementos. Asimismo había ideas equivocadas fundamentales sobre la
diferencia entre el cuerpo masculíno y el cuerpo femenino. Las mujeres -que se
pensaba que eran más frías y húmedas que los hombres-estaban c:onsideradas
como débiles, pasivas y faltas de capacidad de pensar o razonar, por naturaleza.
Aristóteles y el médico griego Galeno habían enseñado que el cuerpo femenino
era una versión <<invertida>> imperfecta del cuerpo masculino; sus genitales
que llegar al orgasmo para poder concebir, entonces las pinturas de desnudos
3 G. di SantUlana, The Cr/'me o/`Gaíí.leo, Chicago, University of chicago Press, ig55, p. 3i2.
nstancia se retractó, e ,ncluso la músíca y la poesía erótica5 podían ayudar a una noble pareja a dar
falsa de que el Sol es = u a un vástago -aunque las expresíones de deseo estuviesen pensadas para
itro del mundo3>>. 2 Euien del mismo sexo-. Como el silencio estaba con5ideradc) como la virtud
Tás aprop,ada Para ,a mujer, muchos Veían a ,as cantantes como presenc¡as
3€ligrosas. Éste era especialmente el ca5o en la5 iglesias en toda Europa, en
2s que fueron los niños y los hombres los encargados de cantar en público. En
este contexto podemo5 comprender mei`or nc) sólc) el uso de falsetistas, sino
! la piel para ver :ambién la popularídad constante de los castratos, cantantes que eran castrados
ue alimentó el :e niños para que mantuvíesen una voz aguda pasada la pubertad. Aunque los
ni'a en los que los :astrato5 se usaron por primera vez en la iglesía a finales del síglo xvi, iban
1 público en general ¿ ser luego muy apreciados en los escenarío5 de ópera hasta bien entrado el
] de una persona. s g1o xix. (El papel de la Música en L'Oúeo de Monteverdi, igual que los demás
a visión de la ]apeles femeninos en la ópera, era cantado pc" un castrato.) Aunque la idea
dicos practicaban =e un castrato o de un cantante masculino falsetista nos pueda parecer algo
ial el cuerpo estaba •eculiar, ver y oír cantar a una mujer en una iglesia hubiese sido igual de extraño,
ra, la sangre y escandaloso incluso, para los oyentes modernos. (Las monjas músicos, como
igo, tierra, aíre y .eremos en el Capítulo 9, cantaban detrás de una reja para que se las pudíese
ecto equílibrio de 3iír pero no ver.) Por último, la percepción de una relación tan estrecha entre el
entales sobre la cuerpo de la mujer y el del hombre proporcionaba a músícos y a oyentes toda
is mujeres iue se .na gama de posíbílidades expresivas que podían explotarse, con gran efecto,
aban consideradas :anto en la escena como fuera de ésta. Para poder aprec:iar bien algunas de
lar, Por naturaieza. as peculiaridades y rarezas del teatro musical barroco -la gran cantidad de
1 cuerpo fémenino =rgumentos en los que figuraban el travestismo y la ambigüedad de génerc>, en
: siis genitales c>s que un personaie masculino podi'a cantar un dúo de amor con otro hombre
:nte. El ¡lamadc) disfrazado de mujer y en los que era frecuente que niños, mui.eres y hombres
los genitales de la cantasen en el mismo registro voc:al-es vital comprender las compleiidades de
Íés-llevó a todo ia sexualídad de los comíenzos de la Edad Moderna.
=rmitir que La volatilidad de las relaciones entre todas estas entídades polític:as fue
:n nubes. Los :.idente en la gran cantidad de guerras y disputas que estallaron en la primera
ite de tantos ~'tad del siglo xvi i. Un gran número de vidas se sacrificaron en el esfuerzo
cionados en =or re5c>lver las diferencias en el seno de la lglesia católica y entre las distintas
sectas protestantes, entre ellas los anglicanos en lnglaterra, los luteranos y
=aMnista5 en Holanda y Alemania, y los puritanos que huyeron a América
jjscando la libertad religiosa y fundaron allí las primeras colonias Muchos
sjfrieron a causa de la intolerancia religiosa. En el Sacro lmperio, la conversión
=e un príncipe del catolicismo al protestantismo (o viceversa) podi'a forzar a
lo el :oda una sociedad a cambiar sus prácticas religiosas o sufrir las consecuencia5.
históric:as `.nque la Paz de Augsburgo (i555) promovió la coexistencía de religiones
mguas y ± stintas al permítir a los príncipes alemanes elegir su afiliación religiosa, no
i agudizado mpidió que la Guerra de los Treinta Años sembrase el caos en gran parte de
minaban en Europa central entre i6is y i648.
ida, Suecia y En lnglaterra, los católicos <<recusantes>> practicaban su religión en secreto
i algunos de • eran vigilados de cerca por la Corona por cualquier señal de actividad que
io Germánico, ridicase traición. Los conflictos religiosos y políticos que acosaron el reinado
iorte de Europa de jacobo 1 de lnglaterra se intensificaron cuando Carlos 1 llegó al poder en i625,
]erteneciente a culminando en una guerra civil y en la eiecución del rey en i649. Lcts conflictos
religiosos entre Gran Bretaña, anglicana, e lrlanda, católica, tan intensos durante
a CC)mo este periodo, iban a contmuar hasta finales del siglo xx. Durante el periodo
a y las conocido comc> lnterregno (i649-i66o), 0liver Cromwell (y luego su hijo) dirígió
No obstante, el gobierno de la Commonwealth hasta que se restituyó la monarquía con Carlos 11
las ciudades- en i66o, coronado rey el 23 c]e abril de i66i. En Francia, pc>r el contrario, fueron
de poder entre los hugc>notes no católicos ios perseguidos y exiliados. Francia estaba también
acc>sada por las tensiones con España y los episodios de agitación polítíca
]o de una interna. (Cuando Luis XIV alcanzó la mayoría de edad en i66i, inició un periodo
or las iargo de estabilidad.) lncluso la ciudad de Nápoles tuvo su propia revolución
/ los intereses en i647, cuando un pescador llamado Masanieilo dirigió una vigorosa protesta
ó L'Ofeo bajo cctntra el dominio español, episodio que fue luego nevado a la ópera y al teatro en
23
ilidad de la los Si8105 XVH y Xvl 11.
•". España
idos Pontificios
:erdeña, La rriúsica en la política
;lo xv ,,,. La
do por la La música tuvo un papel decisivc> a la hora de definir la identidad tanto nacional
Florencia por como religiosa durante el Barroco Como la música era un elemento esencial
ntro importante del culto, los cambios en las creencias y la liturgia religiosas afectaban a la
preferencia por una polífonía sencilla que no oscureciese el texto (véanse SR 6i:
374-376; 4/24: 90-94). No obstante, a principios del siglo xvu muchos eran de la
opinión de que se podía acercar a los creyentes a Dios dejando que se deleitasen
con la estimulación sensorial proporcionada por la música vocal e instrumental
tan expresiva que se había puesto de moda en el ámbito profano Así pues, como
veremos en el Capítulo 5, puede que los católicos y los protestantes estuviesen en
desacuerdo sobre temas tecilógicos y poli'ticos, pero compartían una rica cultura
musical.
Como expresión de la identidad política y nacioml, la música era utilizada
frecuentemente por las familias que estaban en el poder o por los monarcas
de la época para moldear la vida cultural y política de la nación Algunas de
las representaciones más esplendorosas y opulentas de e5te periodo fueron
encargadas por monarcas, nobles y dirigentes religiosos para celebrar bodas,
nacimientos. coronaciones y victorias militares. En la corte de Luis XIV, las artes
no sólo aportaban placer al rey y a sus cortesanos, sino que también se usaban
para ensalzar la superioridad del gusto francés en toda Europa istrategia
emulada por otros mc>narcas europeos (véase el Capi'tulo 7)-.
En Venecia, tanto la ópera como la opulenta música religiosa expresaban el
orgullo de la ciudad por su forma de gobierno republicana (véase el Capítulo 6).
En la corte vienesa de los Habsburgo, Fernando 11 y sus suc:esores, Fernando 111
periodo que los compositores podían aprender a <<hablar>> otro estilo musical
de forma muy parecida a la forma en que se podi`a aprender otra lengua (véase
24 el Capítulo 4). El compositor francés Fran€ois Couperin escribió un coniunto
de obras titulado Les riof/ons (Lci5 nac/.ones, i726), en el que demostraba con
cierta timidez su capacidad para componer tanto en el estilo italiano como en el
francés, publicando en un principio las obras en el atrevido estilo italiano bajo
seudónimo. En i735 Bach publicó su Conc/.erio /faí;c]ffo y su C)beriwro/mncesa
ifano. Asi' pues, como en expansión estimulaban los viaies a las Américas, África y Asia, mientras en
istantes estuvíesen en Europa muchos teni'an la oportunidad de codearse con extrani.eros exóticos. En
Venecia, los egipcios, griegos, turcos y moros que era posíble ver a menudo en
ti'an una rica cultura
ia calle de aquella ciudad co5mopolita eran representados también en la Ópera.
que Bernini y sus compañeros artistas, sus ob)etivos expresivo5 -drama, pasión
y virtuosismo-eran, en muchos aspectos, los mismos El siglo xvu podri'a
denominarse <<era del solista>>, tal como ciueda representada por la figura
alegórica de la Música de la que hablamos al comienzo de este capítulo. Fue
elperiodoenelquealcanzósuplenitudelinteréscrecmdelsigloxwporel
virtuosismo individual. Se esperaba que los cantantes asombrasen y conmovieran
al público con lamentos queiumbrosos o despliegues de exaltación en óperas,
oratorios (obras dramáticas religiosas) y cantatas (obras de cámara vocales). El
énfasis creciente en los instrumentos no sólo llevó a la invención de una plétora
de gérieros nuevos, sino que motivó también a los compositores a explorar
colores y estilos derivados de combinar voces e instrumentos de nuevas formas.
Un rasgo importante de la música barroca es el uso del 5t;/e concerfcito (est.ilo
26 concertado), en el que dos o más grupos de instrurnentos o voces interactúan
y compiten entre sí. Es una característica del concierto instrurTiental barrcico
(véaseelCapítubio),enelqueseponederelieveaunsolistaoaungrupode
instrumentos con respecto a la orquesta al completo
Es también la época en la que se alteró para siempre el contrapLinto -el
arte de combinar voces musicales independientes de forma coherente y
estéticamente agradable-. Para los compositores del siglo xvi, Ias reglas
del contrapunto eran de suma importaricü mientras que sus homólogos
del siglo xvn se vei'an alentado5 a romper las reglas y a experimentar con
disonancias no convencionales en favor de la expresión dramática. Al final de
este periodo, muchos compositores -especialmente Bach-Ilevaron ya la música
contrapuntística a nuevos niveles de compleiidad y expresividad.
La armonía -los acordes o sonoridades verticales que apuntalan la música-
también empezó a cambiar, aunque de forma nada sistemática Los compositores
cornenzaron a emplear lo que suele denominarse <<tonalidad de la práctica
común>> (<<common practice tonality>>, en inglés, según el término acuñado por
ncesa. Walter Piston), es decir, música basada principalmente en las escalas mayor
res a que v menor y los acordes derivados de ellas. Uno de los temas controvertidos de
;que este periodo para los investigadores actuales tiene que ver precisamente con
/undo os métodos de describir y analízar una música que no se ajusta ni al sistema de
)s músicos de os modos eclesiásticos (que se había utilízado para organízar la mú5ica según
:Ípos melódicos y tonales en la Edad Media y en el Renacimiento) ni a la práctíca
:onal moderna. ésiguen siendo los modos eclesiá5tícos parte de las herramienta5
del compositor barroco o simplemente reflejan una reverencia heredada hacia
a lglesia y el legado de los antiguos.> Las prácticas antiguas y nuevas cohabitan,
especialmente en la primera mitad del siglo xvii: algunas de las composiciones
s históricas más expresivas del periodo son aquéllas en las que los compositores usan un
1 mitad enguaje tonal que podri'a parecer excéntrico según la norma <<moderna>>.
leta La música barroca también suena diferente a los oídos actuale5 debido al uso
'ién una de sístemas de afinación distintos. Es un peric)do en el que variaban mucho los
ropias reglas métodos empleados para afinar instrumentos con longitudes de cuerda o de
ixtc] social, :ubo fii.as (como en el clavicémbalo y el órgano) o con trastes fijos (como en el
explica aúd, la viola y la guitarra). En la actualidad, los oyentes están acostumbrados al
en lugar de :emperamento igual o escala temperada, el sistema en el que los doce semítonos
:ienen exac:tamente el mismo tamaño. Sin embargo, este método era sólo uno
s compositores Drincipío. En el siglo xvH y a cc]mienzos del siglo xvH i muchas obras vocales e
instrumentales empezaron a estar formadas por movimientos breves enlazados
práctica
acuñado por y a usarse con rrecuencía área5 tonales contrastantes para cerrar secciones de los
movimientos A medida que los compositores iban aprendiendo a alargar ideas
musicales mediante melismas (grupos de notas cantadas dentro de una misma
sílaba) elaborados o un contrapunto intrincado, gravitando hacia un área tonal u
otra, ampliaban el viaie musical del oyente y su placer
Bibliografia complementaria
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