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500 AÑOS DE LA REFORMA PROTESTANTE

El impacto de la Reforma protestante


El Mundo
27 Nov 2016 - 12:00 PM
Laura Muñoz / El Medio Comunica.
Breve recorrido por la obra de Martín Lutero, su reforma religiosa, sus
seguidores en Europa y la incidencia de su legado en las instituciones y los
valores que hoy rigen en el mundo occidental.

/ iStockPhoto
La Edad Media vivía su ocaso, las ideas del humanismo iluminaban el camino
del Renacimiento, la imprenta revolucionaba al mundo, el descubrimiento de
América había ensanchado sus rutas y la modernidad se anunciaba como el
nuevo norte. Es la transición entre los siglos XV y XVI, pero en el plano
político las guerras y los antagonismos seguían intactos en Europa y la
confrontación entre el Sacro Imperio Germánico y la Iglesia católica, eran
señales inequívocas de que algo iba a suceder. (Puede ver nuestro especial de
los 500 años de la Reforma protestante aquí)
En la ciudad de Wittemberg, capital del ducado de Sajonia (Alemania), el
sacerdote católico agustino y ya profesor universitario Martín Lutero vivía en
estado de crisis. Sus lecturas de autores cristianos y la Biblia, que enseñaba
con mística personal y mucho entusiasmo, estaban en contradicción con lo que
veía en la Iglesia. Un viaje a Roma le había permitido ser testigo de la
corrupción eclesiástica y el boato del poder. Sólo faltaba en su alma la gota
que rebozara la copa y sacara su grito.

El papa florentino León X (Juan Lorenzo de Medicis) había asumido en 1513


y urgido de dinero para reconstruir la catedral de San Pedro, apeló a los
vendedores de indulgencias, investidos de poder para conceder perdón de
pecados o vender la salvación a cambio de monedas. Ese fue el límite para
Martín Lutero. El 31 de octubre de 1517, víspera del día de Todos los Santos,
clavó en la puerta de la iglesia de Wittemberg un documento con las 95 tesis
para oponerse a todo lo que consideró exceso de la Iglesia.

En poco tiempo, gracias a la imprenta, las 95 tesis de Lutero se expandieron


por Alemania y luego por Europa, dando lugar a la Reforma religiosa
protestante que cambió la historia. La exaltación de la fe y el amor a Dios por
encima de las penitencias, la consagración de la Biblia como autoridad
espiritual, la urgencia de terminar con el celibato, la eliminación de las
jerarquías religiosas o el acceso de las mujeres al ministerio sacerdotal, fueron
algunos aspectos que impactaron al mundo.
Aunque inicialmente la Iglesia subestimó las tesis de Lutero, cuando su
alegato empezó a difundirse, la reacción no se hizo esperar. En1520, el papa
León X terminó por excomulgarlo. Entonces, a instancias de Carlos V, que
acababa de asumir como emperador de Alemania, entre 1521 y 1530 se
promovieron tres asambleas en Worms, Spira y Augsburgo para tratar de
resolver el dilema sin que Lutero se retractara. Al final, su legado se impuso y
la Reforma religiosa protestante modificó el destino de Europa.

Como lo anota el catedrático e integrante de la Iglesia presbiteriana de


Colombia, Fernando Alexánder Sanmiguel en su ensayo “Un caminar
histórico, los protestantes y el mundo moderno”, no fue sólo un proceso
eclesial, las divisiones entre el Estado y el clero también determinaron
procesos económicos que permitieron el avance del capitalismo y llevaron a la
modernidad. En adelante, se impuso una perspectiva distinta que aunque
acompañada de guerras religiosas, abrió una nueva era a la comprensión de
Dios.

Los protestantes, así llamados porque no estuvieron de acuerdo en que se


prohibiera la propagación de su ideario, se extendieron por Europa. Lutero
murió en 1546 rodeado de su esposa Catalina y sus hijos, pero los herederos
de su obra le dieron continuidad. Ulrico Zwglio y Juan Calvino en Suiza
enfatizaron sus tesis, que luego se expandieron en Francia y otros países.
Durante 18 años, entre 1547 y 1563, la Iglesia católica se vio forzada a
realizar el Concilio de Trento para enfrentar la expansión del movimiento.

Este concilio promovió una revisión de toda la doctrina de la Iglesia católica y


dio lugar a la Contrarreforma para reafirmar sus enseñanzas. La grieta abierta
por Martín Lutero había removido sus cimientos y tuvo que reconocer errores,
así como fortalecer la predicación. Aunque reiteró la autoridad del Papa como
jefe de la Iglesia e intérprete de su doctrina e insistió en que conservaba el
derecho de promulgar la Biblia, entendió que se había abierto una senda de
resistencia que no se podía contener.
La prueba es que en Inglaterra, desde 1533, se había consolidado la Iglesia
anglicana, por la negativa del papa Clemente VII de anular su matrimonio con
Catalina de Aragón. Cuando ascendió al trono era un católico ferviente y
convencido de la primacía de Roma sobre la cristiandad, pero su interés por
divorciarse de la reina Catalina, hija de los reyes católicos de España,
Fernando e Isabel, para contraer matrimonio con Ana Bolena, provocó la
nueva ruptura de la Iglesia católica en el accidentado siglo XVI.

Como era de esperarse, el antagonismo religioso incentivó la intolerancia, y


vinieron momentos de largas guerras religiosas. No obstante, así como desde
el mundo católico movimientos como la Compañía de Jesús encontraron en la
educación el fortalecimiento misionero, desde la ética cristiana surgida de la
reforma protestante se fue consolidando un paradigma que permitió el avance
hacia la libertad de cultos, principio clave del mundo de la ilustración que se
impuso con el correr de los tiempos.

En su ensayo “San Agustín y Juan Calvino, vicisitudes del pensamiento


contextual”, el teólogo Luis Fernando Sanmiguel admite que así como el siglo
XVI fue una era de cambios dramáticos, hoy la humanidad vive momentos
científicos, técnicos y morales que ameritan reflexiones religiosas desde la
perspectiva de la vida integral de las personas y su desarrollo humano y social.
De alguna manera, el legado de un reformador como Juan Calvino, que
visibilizó una iglesia con justicia y equidad.

Si bien después de las 95 tesis de Lutero en 1517 vinieron acontecimientos


difíciles para la humanidad, en perspectiva histórica la Reforma protestante
tuvo desarrollos que inciden en los tiempos actuales. La afirmación es del
Vicerrector Académico de la Corporación Universitaria Reformada, Milciades
Púa Gómez, quien refiere que cuando se habla de Juan Calvino, por ejemplo,
se habla también de la democracia, porque su obra fue una comprensión del
orden natural establecido por Dios.
“Cabe recordar trabajos del expresidente Alfonso López como el que escribió
sobre la estirpe calvinistas de nuestras instituciones políticas, para reconocer
su influencia en la política occidental en aspectos como el derecho a la
resistencia, el orden civil y sus funciones, la labor de los gobernantes o el
sentido de la justicia”, recalcó el catedrático Púa Gómez, quien puntualizó que
por eso la celebración del quinto centenario de la Reforma protestante es
reconocer que su impacto sigue vigente en esta época.

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