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DINÁMICA GRUPAL. IUPA.

CURSADA VIRTUAL 2020

FICHA DE CÁTEDRA.
EL GRUPO. CONCEPTUALIZACIONES DE ROMERO.

INTRODUCCIÓN:
Realizaremos a continuación un texto de aproximación teórica a los desarrollos de
Roberto Romero, psicólogo argentino especialista en grupos, quien a lo largo de su
obra ha desarrollado distintas conceptualizaciones acerca del concepto de Grupos
y su análisis. Recuperaremos de sus textos: “Grupo, objeto y teoria”( Volumen 1,2 y
3. Editorial Lugar, Buenos Aires); los conceptos centrales para esta cursada virtual
2020.
EL GRUPO COMO OBJETO FORMAL ABSTRACTO.

Este gráfico representa un modelo formal de análisis del Grupo como objeto teórico.
Cuando nos referimos al grupo como objeto teórico, estamos haciendo una
abstracción aplicable a cualquier grupo fenomenológico, es decir un grupo real. Por
eso las singularidades que puedan presentarse en cada grupalidad experimentada,
puede ser observada y analizada desde una trama conceptual en distintas
dimensiones. Estos conceptos que pueden verse en el gráfico remiten a ciertas
coordenadas teóricas útiles para reconocer, comprender y anticipar los fenómenos
que se presentan en toda grupalidad.

Observando el gráfico, vemos una circularidad atravesada por dos ejes. El primero
es el eje horizontal que nos plantea que el grupo tiene un nivel de estructura y de
dinámica.

“Comenzaremos retomando un concepto que permanece implícito en toda


perspectiva teórica grupal: se dice que el grupo constituye una unidad que se
manifiesta como una totalidad dinámica. Se concuerda con que el grupo no es la
suma de sus miembros sino algo que va más allá, que constituye una estructura
emergente de la interacción de los mismos, que a su vez, introduce cambios en la
conducta de sus componentes.

Es así que estructura y dinámica del grupo son postulados como aspectos de una
misma totalidad, aspectos que, si bien diferenciados analiticamente, se encuentran
conformando un CONTINUUM. Así una estructura grupal determinada configura
una dinámica particular, pero esta misma dinámica, al cambiar históricamente en la
vida del grupo, originara e introducirá cambios en la estructura”

Por esta razón se concluye, los grupos no son entelequias, entidades fijas, sino
móviles, dinámicos”

Por todo este planteo Romero sostiene que se necesita una teoría de Los Grupos
que sostenga al grupo como objeto teórico y plantea la necesidad de pensar al
Grupo como un Sistema.

¿Qué entendemos por estructura?

En principio Romero plantea que todos los teóricos de grupos han definido la
estructura como una sumatoria de elementos en interacción, otros han dicho que el
“Todo es más que la suma de las partes” (Principal postulado del estructuralismo).
El propone diferenciar en la estructura dos escenas a las que llamará Escena Uno:
lo manifiesto, lo estructurado y Escena dos: lo latente, lo estructurante .En el gráfico
vemos un eje vertical que plantea una instancia manifiesta o consciente y otra
latente o inconsciente.

Lo novedoso de la propuesta de Romero consiste en proponer que un grupo no es


solo una estructura, ni las relaciones entre los elementos, sino fundamentalmente
las RELACIONES. Y que estas relaciones no son solamente lo que vemos. Define
que toda estructura es “latente” es decir, posee una dimensión inconsciente,
invisible y determinante tanto para la estructura como para la dinámica de los
grupos.

Lo que en el gráfico implica cuatro cuadrantes donde se ubican conceptos claves


para el análisis: ESTRUCTURA- DINÁMICA/ MANIFIESTA- LATENTE o
INCONSCIENTE

La dimensión manifiesta hace referencia a la que nos permite ser observado o


percibido de manera directa por los sentidos en un tiempo real, en un aquí y ahora.
Está compuesta por variables como: la comunicación, el liderazgo, los roles, la
interacción grupal, las normas del grupo, la tarea y los grupos superpuesto. La
cohesión y el conflicto también tienen una dimensión visible, es decir, manifiesta.

Ahora bien, si existe una dimensión manifiesta y visible que es posible de


aprehender mediante los sentidos, entonces hay otra dimensión que no puede verse
a simple vista.

Romero propone entonces que al analizar la estructura grupal a la que podemos


llamar; el orden de lo determinado, la misma solo es posible si accedemos
mediante el análisis del orden de lo determinante, o la segunda escena. Explica
además que esta segunda escena que determina lo manifiesto de la estructura
grupal está conformada “ lo inconsciente” que cada sujeto trae al grupo, es decir, su
propia historia e identificaciones. Por eso afirma: “ los integrantes de un grupo son
“sujetos sujetados”, actores y ejecutores de una escena manifiesta de tramas
gestadas en una otra escena latente”.

¿Y qué entendemos por Dinámica?

Al hablar de la dinámica podemos recurrir rápidamente a varias imágenes, dinámico


es aquello que siempre está en movimiento, Romero dice: “el término apunta en
definitiva al hecho de que un fenómeno, situación o estado cambian, oscilan,
fluctúan”; agrega: “ La estructura grupal va a estar constituida por una malla de
posiciones, de relaciones entre sus posiciones y sus aspectos dinámicos referirán a
las relaciones entre las relaciones, implicando el proceso por el cual esta malla no
es estática, es un proceso dialéctico”.

Tratemos de analizar estos conceptos por medio de un ejemplo: el liderazgo de un


grupo tiene una estructura manifiesta. Los integrantes del grupo son conscientes del
tipo de liderazgo, pero a la vez, se presenta lo que aparece en el centro del Gráfico:
El conflicto.

Es la tensión que anuda y des-anuda a los sujetos participantes. ¿Què es el


conflicto desde una perspectiva psicoanalítica? El conflicto es inherente a la
condición humana, en el ser sujeto coexisten tensiones contrarias: deseo y defensa,
realidad y fantasía en lo intrapsíquico, como también en el vínculo, es decir en lo
interpsiquico. Oposiciones y tensiones que generan movimientos y transformaciones
tanto de la estructura como de la dinámica. En este gráfico vemos el conflicto
como motor del movimiento del círculo grupal. Desde un punto de vista
consciente lo que organiza al grupo es la tarea, pero por “detrás” de la tarea se
mueve lo inconsciente del grupo y por ello siempre el realizar la tarea pone de
manifiesto las tensiones y emerge el conflicto. La tarea genera resistencia. El
reconocer esas resistencias potencia y transforma la tarea. Podemos decir que “algo
del grupo” elude la tarea que se propone conscientemente porque el grupo se
vuelve depositario de las fantasías inconscientes de sus integrantes.

La dimensión latente o inconscientes en lo grupal remiten a : los supuestos


básicos, la transferencia, y resonancia fantasmática.Desarrollaremos los conceptos
que se encuentran en el área latente o inconsciente que muestra el esquema.
Aparecen en el cuadrante superior derecho del gráfico la estructura inconsciente, y
allí se refiere a Supuestos Básicos. Este concepto fue elaborado por un
psicoanalista de grupos llamado Bion. En su trabajo clínico de grupos terapéuticos
Bion reconoce que ciertas fantasías forman parte de la estructura del
grupo,fantasías inconsciente que adopta la MENTALIDAD GRUPAL que operan
como estructuras subyacentes que organizan la conducta del grupo, orientandolos
hacia la búsqueda de cierto tipo de liderazgo. Determinan por lo tanto la
comunicación y el liderazgo manifiesto.

Llamaremos Mentalidad Grupal al fenómeno observado por Bion en el cual los


integrantes del grupo poseen una suposición (o fantasia individual inconsciente)
que sostiene que el grupo, los demás en su totalidad, mantienen una determinada
actitud hacia ellos: “el grupo pide algo de mi”, exige algo no explícito, no dicho, pero
implícito en la relación grupal.

Dice Romero: “Todo sujeto singular, cuando interviene en un grupo, tiene objetivos
conscientes y explícitos, vinculados a la realización de tareas, por un lado: pero
además tiende a satisfacer pulsiones y deseos inconscientes, es así que no puede
evitar entrar en la mentalidad grupal; ese sería el dilema en que se encuentra. Estar
en un grupo conduce de una u otra manera a participar del plano de contribuciones
anónimas que configura paulatinamente a la mentalidad grupal, es decir, a la
estructura determinante”.

Romero recupera de Bion los tres supuestos básicos que operan en todos los
grupos; a saber: 1) Supuesto de dependencia, 2) supuesto de ataque-fuga, 3)
supuesto de emparejamiento. Estos supuestos serían expectativas fantaseadas en
el seno grupal. Para Bion el contexto de grupo hace que el sujeto active sus
fantasías más primarias.

Supuesto básico de dependencia: el grupo se reúne en torno a un líder como si


este fuera una deidad, espera que todo provenga de él. Bajo esta dependencia se
organiza una demanda por la que los integrantes del grupo “ sienten o piensan” que
el líder solo existe para mantenerlos y alimentarlos. En consecuencia, se niegan a
realizar esfuerzos por resolver sus necesidades, ya que todo depende del líder. La
cercanía con el líder determinará situaciones de rivalidad, avidez y hostilidad
interna. Cuando mencionamos el líder, no necesariamente nos referimos a una
persona, también puede ser una idea.

Supuesto básico de ataque y fuga: en este supuesto el líder conduce al grupo al


ataque o a defenderse a través de conductas de huida. Si el líder o coordinador no
conduce al grupo hacia la lucha o la huida sus aportes no son aceptados y el grupo
comienza a buscar otro líder que responda a estos mandatos. “Si no hay un
enemigo visible, hay que buscar un líder que lo fabrique”

Supuesto básico de emparejamiento: dos integrantes del grupo comienzan a


hablar y a la relación pasa a tener, supuestamente para la mentalidad grupal,
contenido erotico, como de pareja. Los restantes integrantes del grupos aceptan
esta relación “ de a dos” en un clima de esperanza. A través del supuesto básico de
emparejamiento el grupo estaría unido para conservarse a sí mismo a través de la
reproducción, por eso su líder sería el genio no nacido, el mesías por venir.
Recordemos que estos supuestos se encuentran tanto en la estructura como en la
dinámica latente de los grupos, es decir que es posible analizarlos en la trama
inconsciente de la vida grupal. Operan organizando la conducta del grupo,
orientandolos hacia la búsqueda de cierto tipo de liderazgo, de una manera no
consciente. Romero aclara que en el grupo cuando aparece este funcionamiento de
los supuestos básicos, los individuos que componen el grupo se encuentran
determinados de manera inconsciente e involuntaria, la participación es de tipo
emocional y no racional. Dado que el grupo generaría una despersonalización de los
individuos, como un proceso de alienación. Los supuestos básicos son una forma de
defensa grupal frente a las ansiedades arcaicas y las fantasías de origen.

La transferencia y resonancias fantasmáticas. A los fines pedagógico de esta ficha,


describiremos solamente la transferencia como un concepto proveniente del
psicoanálisis, proceso por el cual el sujeto transfiere a la figura del analista deseos
reprimidos, vivencias infantiles y sobre todo la relación con sus objetos primarios,
es decir las relaciones primarias con el padre y la madre, la cual es el residuo del
atravesamiento Complejo de Edipo. En el análisis y mediante la transferencia se
reactualizan dichas vivencias reprimidas.

En la experiencia grupal el fenómeno transferencial no se realiza sobre una sola


figura como podría ser el líder sino que existen múltiples transferencias entre los
miembros, podríamos relacionar este concepto tanto con la asunción y atribución de
roles que refiere Picho Riviere como con la mutua representación interna. A tal fin
recuperaremos una frase “ todo encuentro es un reencuentro”, es decir, que cuando
conformamos un grupo, la internalización de los integrantes del grupo se produce
por asociación inconsciente con aquellas figuras que fueron primarias en mi proceso
de constitución psíquica. Por eso hablamos en sentido figurado de “ reencuentro”.

Para finalizar y retomando el sentido de este texto, resaltamos la importancia de


pensar a los grupos como sistemas, con dos ejes que llamamos Estructura y
Dinámica las cuales funcionan en una circularidad. Ambas atravesadas por dos
órdenes diferenciados: lo manifiesto y lo latente, lo estructurado y lo estructurante.

Resulta imprescindible comprender estos elementos de la dimensión estructurante


de los grupos (lo latente) para entender el porqué la vida grupal ni es lineal ni
inteligible sólo desde la esfera de lo visible, sino que representa complejidad y
desencuentro, anudamientos y desanudamientos, propios de los procesos
humanos.

Como cierre comparto dos frases de otra importante autora argentina


especializada en grupos, la Lic. Ana Maria Fernandez:

“Todo está ahí, latiendo. En el acontecer grupal el inconsciente se hace presente


continuamente. Ejemplo del anillo de Moebius, donde la superficie externa es
prolongación de la interna; envuelve el mundo entero y hace que lo que está
adentro esté afuera, y lo de afuera, adentro.”

Pensar lo latente como lo que late –ahí– todo el tiempo, insistiendo en la escena
grupal, una latencia en los pliegues de la superficie más que en las profundidades”,
parte de la figura de grupo como nudo, de esta forma se problematiza la lectura de
los procesos colectivos.
Autoras: Lic. Anahi Tejerina- Lic. Marisa Larrarte

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