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MÚSCULO ENERGÍA Y TÉCNICA DE JONES: ANÁLISIS CRÍTICO

Barrios, Madelene; Maizo, Luzneibis; Marquéz, Albert.

Universidad Politécnica Territorial de los Altos Mirandinos “Cecilio Acosta”

Intervención II.

Gabriela García.

2 de Julio. 2021.
Introducción

El método de la músculo energía y la técnica de Jones son herramientas utilizadas en el

campo de la fisioterapia para la evaluación, diagnóstico y tratamiento de pacientes con

disfunciones de tipo neuromusculoesqueléticas.

A continuación se procederá a hablar detalladamente de las respuestas fisiológicas del tejido

ante lesiones de tipo muscular y las consecuencias que estas acarrean para las estructuras del

sistema neuromusculoesquelético, para posteriormente exponer brevemente la función de cada

una de las técnicas mencionadas anteriormente, además de sus indicaciones y

contraindicaciones de tratamiento.

Por último, se presentará un análisis de la utilidad de estas técnicas con respecto a los

efectos fisiológicos de cada una y como pueden ser utilizadas para el tratamiento de un

desgarre muscular de cuádriceps.


Los trastornos musculoesqueléticos son bastante comunes y una de las principales causas

de visita a la consulta fisioterapéutica, la misma engloba una gran variedad de patologías

relacionadas a signos y síntomas tales como: dolor, inflamación, restricción de movimiento,

alteraciones posturales, contracturas musculares, debilidad, restricción de la fascia, entre otros.

Así pues, estas mismas son originadas por traumatismos directos, microtraumatismos,

situaciones de estrés muscular repetitivo, factores emocionales (insomnio, ansiedad, estrés,

depresión), posturas viciosas, entre otros. De manera tal que, al momento de producirse una

lesión, inicia un proceso inflamatorio en el cual se liberan células proinflamatorias; otra

respuesta natural a ello es el dolor, el cual provoca como consecuencia tensión, que finaliza con

la aparición de un estado de contractura muscular, la misma conduce al acortamiento de las

fibras musculares y restricción de la fascia. Esta tensión en la unidad funcional del músculo

origina el desarrollo de áreas con cuadros de hipoxia e isquemia, esto, aunado a la incapacidad

de los miofilamentos de actina para deslizarse provoca que sea imposible el desecho de

sustancias metabólicas residuales (tóxicas), generado así una respuesta inflamatoria

proveniente del sistema nervioso central que radicará en la aparición de irritabilidad,

hipersensibilidad del área y aumento del dolor, contribuyendo al ciclo de dolor-espasmo-dolor,

el cual trae como consecuencia la aparición de puntos gatillos, la disminución de las

propiedades elásticas del músculo y la fascia, restricción del movimiento fisiológico articular,

fatiga por la actividad hipertónica muscular y la adquisición de patrones posturales

compensatorios que pueden conllevar a la fijación de malas posturas.

Ahora bien, con respecto a estas disfunciones, en el área de la fisioterapia existen múltiples

técnicas terapéuticas para su tratamiento. Específicamente se hablará de la técnica de energía

muscular (TEM) y la técnica de Jones, haciendo énfasis en sus funciones, indicaciones y

contraindicaciones. Posterior a ello, se realizará un análisis comparativo de ambas técnicas con


respecto al tratamiento fisioterapéutico de diversas patologías y la eficacia de cada uno de

ellos, para así dilucidar cuál de estas ofrece mejores resultados.

Previo a la descripción de ambos métodos, es importante aclarar que para la aplicación de

técnicas de terapia manual e incluso para la práctica de la fisioterapia se debe de tener un

conocimiento acerca de la anatomía, biomecánica y kinesiología, puesto que esto permitirá

identificar las estructuras implicadas en el cuadro sintomático del paciente, como estas pueden

afectar al sistema neuromusculoesquelético, verificar la relación de las deficiencias encontradas

con respecto a los síntomas y garantizar que las técnicas aplicadas se desempeñen de forma

adecuada. En resumen, podemos decir que este conocimiento facilitará el método de

evaluación, diagnóstico y planificación de tratamiento que ofrece la terapia manual.

Una vez aclarado esto, procedemos a la descripción de la técnica de energía muscular,

como bien se ha mencionado anteriormente, pertenece al grupo de terapia manual, su principal

función es la de restablecer el rango óptimo de movimiento articular, aumentar la flexibilidad

muscular y fascial, disminuir el dolor y relajar la musculatura. Esta consiste en la aplicación de

resistencia en sentido opuesto ante un movimiento activo ejecutado por el paciente hacia una

dirección específica, relacionada con el músculo que se busca tratar, la resistencia se mantiene

durante 7-10 segundos para posteriormente retirar el mismo lentamente, pedir al paciente que

se relaje y proceder a completar el movimiento, estirando el músculo de forma pasiva para

ganar mayor rango de movimiento, esto puede repetirse al menos 3 veces. Esta contracción

resistida produce la activación del órgano tedioso de Golgi el cual inhibe directamente a los

músculos agonistas y de forma reflexiva a los antagonistas, de manera tal que al momento de

relajar la musculatura estos permitan mayor rango de movimiento articular.

Se debe de tener en cuenta que el paciente debe estar posicionado cómodamente y la

maniobra debe ser ejecutada a nivel de la barrera de restricción. Cabe destacar que, esta
puede ser realizada por medio de tres mecanismos de contracción, siendo estos el isométrico-

estático, el isotónico-concéntrico y por último el isotónica-dinámico excéntrico.

En cuanto a sus indicaciones tenemos que, esta puede ser empleada en caso de pacientes

con fibrosis muscular por desgarre del mismo, esguinces, disfunción somática, dolor miofascial,

cefaleas, acortamiento del músculo, limitación del movimiento, desequilibrio pélvico, entre otros.

Sus contraindicaciones radican en aspectos tales como fracturas, osteoporosis, heridas

abiertas, enfermedades metastásica, avulsiones y pacientes que no posean la capacidad para

ejecutar las órdenes especificadas por el fisioterapeuta.

Por otra parte, se encuentra la técnica de Jones, creada por el médico osteópata Lawrence

Jones, también denominada técnica de tensión y contratensión. Esta consiste en la búsqueda

por medio de la palpación de puntos gatillos, una vez localizados se moviliza la articulación, sin

disminuir o retirar la presión aplicada en el punto gatillo, con la intención de encontrar una

posición cómoda en la cual el dolor disminuya y el músculo se relaje para así evitar espasmos

musculares. Siendo así, esta posición se mantiene durante un plazo de 90 segundos o hasta

liberar el punto gatillo por completo, posterior a ello se lleva lentamente la articulación a su

posición neutra sin provocar el reflejo de contracción por el estiramiento.

Con respecto a sus indicaciones, esta será aplicada para el tratamiento de contracturas,

puntos dolorosos, puntos sensibles de la musculatura, dolor en la columna vertebral y en

articulaciones periféricas, de igual forma puede ser una herramienta muy útil a implementar en

el caso de pacientes con un umbral de dolor especialmente bajo que no toleren otro tipo de

intervenciones. Mientras que, otra de sus ventajas recae en la inexistencia de

contraindicaciones.

Ahora bien, ambas técnicas ofrecen buenos resultados en cuanto al tratamiento de

deficiencias y disfunciones de origen muscular, sin embargo, poseen puntos fuertes diferentes
con respecto a sus efectos que pueden hacerlas más ventajosas para el tratamiento de

diversas patologías, dependiendo de lo que se busque obtener con su aplicación.

Por ejemplo, en el caso de la energía muscular, enfocándonos en sus bases teóricas,

podemos afirmar que posee mayor eficacia al momento de restaurar y aumentar el rango de

movimiento articular y la flexibilidad de los tejidos viscoelásticos y esto se debe a la

estimulación a la cual se ven sometidos los husos neuromusculares y los aparatos tendinosos

de Golgi durante la contracción isométrica, puesto que esto aumenta la longitud de las fibras

musculares y los receptores anuloespirales cesan de descargar. Es decir, que cuantas más

repeticiones y sesiones se realicen, mayor será la modificación de la plasticidad del tejido hasta

su retorno a sus propiedades normales.

Por otro lado, la técnica de Jones posee mayor utilidad para disminuir el dolor miofascial ya

que la liberación de los puntos gatillo disminuye la actividad gamma y en consecuencia el

músculo se relaja, lo cual ayuda a permitir mayor movimiento.

De esta forma, se puede plantear el utilizar ambas técnicas para el tratamiento de diversas

patologías, como puede ser una tendinitis, un desgarre muscular, una contractura muscular,

entre otros.

De igual forma su uso podría complementarse con el uso de medios físicos, como puede ser

el caso de compresas húmedas calientes. Un ejemplo de ello podría ser el tratamiento de un

desgarre muscular de cuádriceps, inicialmente se iniciaría con la utilización de:

A corto plazo

 TENS para el dolor y CHC (15 minutos) para relajar la musculatura contracturada,

disminuir el dolor y mejorar la circulación sanguínea.

 Cyriax para destruir la fibrosis del músculo y US de modalidad pulsátil para favorecer la

respuesta celular de reparación (5 minutos).


 Cinesiterapia pasiva.

 Técnica de Jones para liberar puntos gatillo en cuádriceps, isquiotibiales y glúteos, lo

cual ayudará a disminuir el dolor muscular.

 Estiramientos pasivos para aumentar la flexibilidad muscular.

 Liberación miofascial para ayudar a la fascia que se encuentra alterada.

 Crioterapia (10 minutos) a nivel de las fibras fibróticas para disminuir el dolor por la

aplicación de Cyriax.

A mediano plazo puede iniciarse con la implementación de la energía muscular, si embargo

esto dependerá de la mejora del paciente. Así pues, en esta etapa se puede aplicar al

paciente:

 CHC (15 minutos) para relajar la musculatura, reducir el dolor y preparar al tejido para;

 Cyriax, para continuar con el proceso de destrucción de las fibras.

 Utilización de la Flossband para aumentar la proliferación de sangre a la zona y de

células proinflamatorias para acelerar el proceso de reparación.

 Técnica de Jones para continuar eliminando puntos gatillo.

 Liberación miofascial en cuádriceps.

 Crioterapia por 10 para reducir el dolor por la intervención con Cyriax.

 Electroestimulación muscular para fortalecer la musculatura del cuádriceps.

 Técnica de energía muscular para evitar contracturas musculares, discutir el dolor

muscular tardío y ganar más rango de movimiento articular.

Finalmente en una etapa a largo plazo el tratamiento puede ir enfocado a:

 Técnica de Jones en el caso de que el paciente haya desarrollado puntos gatillo por el

ejercicio.

 Electroestimulación muscular para fortalecer la musculatura del cuádriceps.


 CHC para relajar la musculatura y evitar la aparición de dolor.

 Aplicar plan de ejercicios para aumentar la fuerza muscular del cuádriceps, isquiotibiales

y glúteos.

 Energía muscular para estirar la musculatura, evitar contracturas y aumentar el rango de

movimiento.

 Cyriax para terminar de eliminar el tejido fibrótico y criomasaje para el dolor y reducir la

inflamación.
Conclusión

La TEM y la técnica de Jones son medios que pueden utilizarse en conjunto o por separado

para obtener resultados satisfactorios durante el tratamiento de patologías que cursen con

dolor, restricción de movimiento y alteraciones posturales. Poseen una técnica sencilla de

ejecutar, contraindicaciones mínimas, por no decir ninguna en el caso de la técnica de Jones y

proporciona al paciente comodidad y el dolor provocado por la ejecución de estos es poca.

Es por ello que, se puede concluir que ambas técnicas son necesarias y apropiadas para

ejecutar gracias a la semejanza de sus efectos y el resultado de estas en los tejidos.

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