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LAS VIRTUDDES TEOLOGALES

Sesión 01- EXPERIENCIA 4


1. CONCEPTO: VALOR Y VIRTUDES

A. LOS VALORES. - Son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas. Son principios fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir
unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de
satisfacción y plenitud.
Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el
comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con
los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive. Constituyen
el sustento que orienta la conducta y el comportamiento individual y grupal de las personas. Es todo
aquello que lleve al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. Los valores se expresan
mediante actitudes, que demuestran en los diferentes actos de una vida.

B. VIRTUD. – Es una disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no solo a realizar
actos buenos, sino dar lo mejor de sí mismo, con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la
persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de las acciones concretas, es
adquirido por la repetición de actos buenos. Hace al hombre capaz de cumplir el bien de un modo
fácil y gratificante. Lo contrario a la virtud es el vicio.

2. CLASIFICACIÓN: LAS VIRTUDES SE CLASIFICAN EN TEOLOGALES, CARDINALES Y MORALES


https://www.youtube.com/watch?v=JW9PDkMksxI( PARA EL DOCENTE)
A. VIRTUDES TEOLOGALES.
Se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad.
Tienen como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino. Fundan, animan y caracterizan el obrar moral del
cristiano. Informan y vivifican todas las virtudes morales. Son infundidos por Dios en el alma de los fieles el
día del bautismo para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna. Son la garantía
de la presencia y acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano y son tres: la Fe, Esperanza y
Caridad.

a. LA FE: Es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado,
que la Iglesia nos propone, porque Él es la verdad misma. Por la fe el hombre se entrega entera y
libremente a Dios. En relación con la fe, el cristiano tiene estas obligaciones:
 Recibirla con humildad.
 Cultivarla intelectualmente.
 Cuidar su propia fe.
 Propagar la fe recibida.
 Evitar los pecados contra la fe.

b. LA ESPERANZA: El Catecismo de la Iglesia Católica sostiene que la esperanza “corresponde al


anhelo de felicidad puesto por Dios en el corazón de todo hombre” (artículo 1818) Es la virtud por la que
el hombre confía alcanzar la vida eterna en razón de las promesas de Jesucristo. Por la esperanza, el
hombre no confía en sus fuerzas, sino en la gracia de Dios.

c. LA CARIDAD: Es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por El mismo y
a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios. La caridad incluye, pues, el amor a Dios y
el amor al prójimo:
 Amor a Dios, el hombre debe amar a Dios como correspondencia al hecho de que Dios “le amó
primero”. El cristiano ama a Dios como un hijo a su padre.
 Amor al prójimo, el cristiano debe amar a los demás hombres para cumplir el “mandamiento
nuevo” y para imitar a Jesús que amó a todos los hombres hasta entregar su vida por nosotros.
Relación entre el amor a Dios y al prójimo, del amor a Dios deriva el amor al prójimo. Pero el amor al
prójimo es señal de que el amor a Dios es verdadero. De aquí que ambos preceptos estén unidos entre sí y
se compenetren mutuamente.
LAS VIRTUDES HUMANAS (CARDINALES Y MORALES)
Sesión 02- EXPERIENCIA 4
https://www.youtube.com/watch?v=WI-6BsfEKI8 (PARA EL DOCENTE)
1.- VIRTUDES HUMANAS.
Las virtudes humanas son actitudes firmes, disposiciones estables, perfecciones habituales del
entendimiento y de la voluntad que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y guían nuestra
conducta según la razón y la fe. Proporcionan facilidad, dominio y gozo para llevar una vida moralmente
buena.
Las virtudes humanas son: virtudes cardinales y virtudes morales
A. VIRTUDES CARDINALES. Se llaman cardinales porque son el centro o quicio (cardo, en latín) sobre el
cual gira toda la vida moral del hombre.
Las virtudes desempeñan un papel fundamental, por eso se les llama “cardinales”, todas las demás se
agrupan en torno a ellas. Estas son la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.
a. LA PRUDENCIA. La prudencia es la virtud, propia de la inteligencia, que nos inclina a escoger
rectamente los medios para obrar bien, dirigiendo nuestras acciones hacia la eterna salvación. Cat. y
Dev. N° 207.
Es la prudencia quien guía directamente el juicio de la conciencia. El hombre prudente decide y
ordena su conducta según este juicio. Gracias a esta virtud aplicamos sin error los principios morales
a los casos particulares y superamos las dudas sobre el bien que debemos hacer y el mal que
debemos evitar. La prudencia abarca las virtudes acerca del conocimiento (memoria, entendimiento,
docilidad, sagacidad, razón, circunspección, providencia y precaución).
b. LA JUSTICIA. La justicia es la virtud, que nos inclina a dar a cada uno lo que le corresponde, tanto
individual como socialmente. Cat. y Dev. N° 208.
Es la virtud moral que consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es
debido. La justicia para con Dios es llamada “la virtud de la religión”. Para con los hombres, la justicia
dispone a respetar los derechos de cada uno y a establecer en las relaciones humanas la armonía
que promueve la equidad, el respecto a las personas y al bien común. La justicia comprende virtudes
como la religión, la piedad, la obediencia, la gratitud, el justo castigo, la fidelidad, la simplicidad, la
afabilidad, la liberalidad y la equidad.
c. LA FORTALEZA. La fortaleza es la virtud, propia de la voluntad, que nos sostiene en el cumplimiento
del deber, y en la práctica de la virtud, por grandes que sean las dificultades. Cat. y Dev. N° 209.
Es la virtud que reafirma la resolución de resistir a las debilidades y de superar los obstáculos en la
vida moral. La fortaleza hace capaz de vencer el temor a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y
a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender
una causa justa. Ligadas a la fortaleza están la magnanimidad, magnificencia, paciencia,
longanimidad, perseverancia y constancia.
d.- LA TEMPLANZA.
La templanza es la virtud que frena nuestras pasiones y el deseo inmoderado de placeres. Cat. y
Dev. N° 210. Procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad
sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad.
Y a la templanza se relacionan la vergüenza, honestidad, abstinencia, sobriedad, castidad, virginidad,
continencia, mansedumbre, clemencia y modestia.
B. VIRTUDES MORALES.
Las virtudes morales se adquieren mediante las fuerzas humanas. Son los frutos y los gérmenes de los actos
moralmente buenos. Disponen todas las potencias del ser humano para armonizarse con el amor divino. Las
virtudes morales crecen mediante la educación, mediante actos deliberados y con el esfuerzo perseverante.
La gracia divina las purifica y las eleva.
a. SINCERIDAD. - Es la virtud que nos lleva a decir siempre la verdad y a mostrarnos al exterior tal y como
somos interiormente, manifestando la verdad en palabras y conformando éstas con el pensamiento y las
obras. La sinceridad es una virtud relacionada íntimamente con la verdad.
“La verdad o la veracidad es la virtud que consiste en mostrarse verdadero en sus actos y en sus palabras,
evitando la duplicidad, la simulación o la hipocresía.” “La mentira consiste en decir algo falso con intención de
engañar al prójimo que tiene derecho a la verdad” (Catecismo de la Iglesia Católica).
b. LABORIOSIDAD. – Es una virtud que consiste en trabajar con esfuerzo, constancia y oración para obtener
frutos abundantes, exige metas y objetivos concretos para no perder tanto tiempo contemplando los
problemas sino en empeñarse en encontrar las soluciones.
La laboriosidad es la virtud del que se empeña en su trabajo bien hecho. Exige constancia, imaginación y
paciencia.
c. SOLIDARIDAD. - La solidaridad es una virtud eminentemente cristiana. Es ejercicio de comunicación de
los bienes espirituales aún más que comunicación de bienes materiales.
La parábola del buen samaritano (Lc.10, 25-37), nos puede ayudar a comprender mejor esta virtud:
 Es ayudar al que lo necesita.
 Es comprometerse con tus hermanos y compañeros, cuidándolos y apoyándolos.
 Es ofrecer tu tiempo, recursos y talentos por el bien del que está en desgracia.
 Es ejercicio de comunicación de los bienes espirituales aún más que comunicación de bienes materiales.
 La sociedad es solidaria cuando asegura la justicia social procurando las condiciones que permiten a las
asociaciones y a los individuos obtener lo que le es debido.
 Es el respeto de la persona humana considerando al prójimo como “otro yo”. Supone el respeto de los
derechos fundamentales que se derivan de la dignidad intrínseca de la persona.
d. RESPONSABILIDAD. – Es la virtud o disposición habitual de asumir las consecuencias de las propias
decisiones, respondiendo de ellas ante alguien. Una persona responsable toma decisiones conscientemente
y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos.

IV MANDAMIENTO: “HONRARÁS A TU PADRE Y A TU MADRE”


Sesión 03- EXPERIENCIA 4

1. FUNDAMENTO BÍBLICO.
a) (Ex. 20, 12).- “Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el
Señor, tu Dios, te da.”
b) (Deut. 5, 16).- “ Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor, tu Dios, te lo ha mandado, para que
tengas una larga vida y seas feliz en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.”
c) (Lev. 19, 3).- “ Respetarán a su madre y a su padre, y observarán mis sábados. Yo soy el Señor, su
Dios”
d) (Ef. 6, 4).-“ Padres, no irriten a sus hijos; al contrario, edúquenlos, corrigiéndolos y aconsejándolos,
según el espíritu del Señor.”
e) (Col. 3, 20).- “Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor”
f) (Mc. 7,10).- "Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre, y además: El que maldice a su
padre y a su madre será condenado a muerte."
1. ¿QUÉ NOS MANDA?
Honrar a nuestros Padres, porque después de Dios a ellos debemos la vida y representan a Dios (Ex.
20, 12). Honrar a sus padres quien los ama, obedece, respeta y ayuda. Manda también honrar a los
mayores en edad, dignidad y gobierno.
2. DEBERES DE LOS HIJOS.
Los hijos deben a sus padres respeto, gratitud, justa obediencia y ayuda. El respeto filial favorece la
armonía de toda la vida familiar (CEC. 2251).
 A los padres, obedecerlos, honrarlos y venerarlos (Col. 3, 20; Ef. 6, 1 - 3).
 Amor y cariño: Quererlos de verdad, en justa correspondencia. El amor se fundamenta en las
obras: preocupación y ayuda en todo, especialmente cuando son ancianos y están enfermos.
 Respeto y veneración: Tratarlos bien, sentir aprecio y estima por su persona, hablar siempre bien
de ellos a pesar de los defectos que puedan tener.
 Obediencia: Debe ser pronta y alegre, pues al hacerlo obedecemos al mismo Dios. En algunas
ocasiones podemos y debemos cuestionar sus órdenes, pero con buenas maneras.
 Amistad y confianza: Debe ser mutua para garantizar las buenas relaciones. Los padres deben
ganarse la confianza de sus hijos, y éstos ser sinceros con sus padres. Nadie mejor que ellos para
orientarnos en la vida, pues tienen amor y sabiduría.
3. DEBERES DE LOS PADRES.
Los padres son los primeros responsables de la educación de sus hijos en la fe, en la oración y en todas
las virtudes. Tienen el deber de atender, en la medida de lo posible, las necesidades materiales y
espirituales de sus hijos (CEC. 2252).
Los padres deben respetar y favorecer la vocación de sus hijos. Han de recordar y enseñar que la
vocación primera del cristiano es la de seguir a Jesús (CEC.2253). Los padres son instrumentos de que
se vale Dios para traernos a la vida, y tienen una gran misión que cumplir:
a) Tener los hijos que Dios quiera, dentro de un matrimonio legítimamente constituido. El aborto
voluntario es un crimen y el poner algún obstáculo al nacimiento de los hijos un pecado grave.
b) Son los primeros y principales educadores de sus hijos, y deben comenzar por dar un buen ejemplo.
Ésta educación debe basarse en la mutua amistad y confianza, y orientarse a la libertad y la
responsabilidad de las personas humanas.
c) Además de amarles y educarles, debe corregir y castigar, pero sin “exasperar a sus hijos”, es decir,
sin excederse en las correcciones.

4. DEBERES ENTRE LOS ESPOSOS.

Los deberes de los esposos entre si son: amarse, ayudarse y guardarse mutua fidelidad. Cat. y Dev. N°
188.
La comunidad conyugal está establecida sobre la alianza y el consentimiento de los esposos. El
matrimonio y la familia están ordenados al bien de los cónyuges, a la procreación y a la educación de los
hijos (CEC. 2251).
La relación marido – mujer deben desarrollarse en un plano de amor mutuo. Por ello el matrimonio es el
estado por excelencia para vivir el amor de los esposos entre sí, en igualdad de derechos y en
desigualdad de funciones. En este clima de amor deben nacer y crecer los hijos, y éstos han de
contribuir a ese clima de amor en la convivencia familiar. San Pablo, en (Ef. 5, 22 - 23), enseña cómo
deben darse las relaciones de sumisión de la esposa al marido, así como de la Iglesia a Cristo y el
cuidado del marido hacia la esposa.

5. DEBERES DE LAS AUTORIDADES.


La autoridad pública está obligada a respetar los derechos fundamentales de la persona humana y las
condiciones del ejercicio de su libertad (CEC. 2254).
Entendemos por autoridad a toda persona que tiene cierto mando o ascendencia sobre los demás:
gobernantes, jerarquía eclesiástica, autoridades educativas, jefes laborales y personas mayores. Su
misión fundamental es velar por el bien de la comunidad y sus ciudadanos. Todo cargo público es para
servir a los demás y no para enriquecerse o abusar según sus propios intereses o caprichos personales.
Para ser autoridad se deben tener cualidades necesarias: competencia, honradez, sentido de justicia,
deseo de servir, responsabilidad y sentido común.
 Obligaciones de los súbditos con los gobernantes, de modo especial con la autoridad civil. El súbdito
debe cumplir las leyes justas.
 Deberes de los gobernantes con los súbditos, la autoridad debe ejercer su oficio en orden al bien
común de la sociedad.
6. LA OBEDIENCIA DE LOS CIUDADANOS.
Los deberes del ciudadano es cooperar con las autoridades civiles en la construcción de la sociedad en
un espíritu de verdad, justicia, solidaridad y libertad (CEC. 2255). El ciudadano está obligado en
conciencia a no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando son contrarias a las
exigencias del orden moral (CEC. 2256).
Los deberes del ciudadano son: Respetar a las autoridades, obedecer las leyes justas y contribuir al bien
común. Todos los miembros de una comunidad tienen la obligación de colaborar al bien común en la
medida de sus posibilidades; para ello, deben atenerse a las leyes y disposiciones vigentes, y colaborar
eficazmente en el progreso y adelanto de su pueblo y de su país.
No debemos obedecer a la autoridad cuando manda algo que va contra la Ley de Dios o el Magisterio
de la Iglesia, porque antes hay que obedecer a Dios que a los hombres (Hech.5, 29); (Cat. Y Dev.
N°248-249).
7. Pecados contra el Cuarto Mandamiento:
 El abandono de los padres a los hijos.
 El abandono de los hijos a los padres, en enfermedad, vejez o situaciones difíciles.
 Que un hijo desprecie sin razón a sus padres y no les atienda en sus necesidades.
 Aliarse a autoridades arbitrarias y tiranas.
 Servirse del poder para oprimir a los débiles e indefensos.
 Que la autoridad no promueva ni busque el bien común.

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