Los Medios de Comunicación en la Adolescencia

En la adolescencia los jóvenes buscan placer para ellos mismos, esto se ve reflejado en el gran
antojo de querer salir con sus amigos, querer ir a fiestas, empezar a tomar, etc. Esto afecta en
el tiempo invertido en sus responsabilidades, ya sean de colegio, universidad, tareas del hogar,
etc. En esta búsqueda del placer, de todas maneras, se ve involucrado el grupo de amigos,
cuando él o la joven está con sus amigos puede desenvolverse de la manera que quiera, y esto
ayuda a formar su personalidad, que puede ser propia o quiera imitar a alguien, siendo la
segunda un tanto preocupante, porque si la otra persona tiene malos hábitos puede ser
perjudicial para el adolescente.

Al mismo tiempo que se mide el grado de responsabilidad, todos sabemos que algunos
adolescentes no suelen ser responsables con sus deberes, y esto se debe a la generación
excesiva de dopamina que dan otras actividades de distracción, no solo estar con los amigos,
sino otras actividades como las redes sociales o los videojuegos. Aunque esto depende
bastante de las costumbres y gustos del adolescente, la dopamina generada por esas
actividades no es la misma que generan las tareas u otras actividades como leer, incluso llega
un punto en el cual las responsabilidades se vuelven tan obsoletas y aburridas para el
adolescente, que simplemente las ignora o las deja. Si bien hay otro grupo de adolescentes los
cuales se centran bastante en los estudios y, sobre todo, les gusta, ya sea aprender nuevas
cosas, o leer, o los temas tratados en clase, pero les gusta.

Entonces la dopamina generada por estos hábitos puede ser equilibrada o mayor que la vida
social. Lo ideal es tener un balance entre estos 2 hábitos (las distracciones y las
responsabilidades) porque ambas son importantes en cualquier ámbito de la vida. Otro tipo de
distracción que mencioné y no se deben pasar por alto, son los medios de comunicación o más
conocidos como, las redes sociales.

Actualmente, quienes más usan estos medios de comunicación, son precisamente los
adolescentes. Es muy común ver fotos en Instagram o publicaciones en Facebook de jóvenes,
sin contar Youtube, esta es la más vista por ellos, y la cantidad de jóvenes incluso niños
subiendo videos es incontable. Estas redes ayudan de cierta manera a comunicarte con los
demás, compartir contenido, promocionarte, etc. Pero también, por ejemplo, traen un sinfín
de información y noticias falsas, las grandes empresas se han encargado de generar algoritmos
para sus plataformas, las cuales analizan el contenido que tu revisas diariamente, y luego de
que has revisado alguna página o visto algún video, te siguen ofreciendo contenido similar,
esto provoca que “sin querer” te quedes horas y horas viendo contenido. Esto es solo por
publicaciones y anuncios, con chats es otra forma, estos fueron creados con la función de
poder comunicarte de una manera rápida y sencilla, pero esto ha ido evolucionando
muchísimo con el pasar del tiempo, ahora se puede grabar historias o estados, que permiten
ver a tus contactos lo que haces durante 24 horas. Esto en los adolescentes puede resultar
beneficioso, como dije antes, generalmente los jóvenes que estudian bastante o que
simplemente les gusta estudiar, no tienen mucha vida social, y les cuesta abrirse con gente que
no conocen, por lo que las redes sociales pueden servirles de práctica para ello, pero esto a la
vez puede ser perjudicial, debido a que si se acostumbran demasiado a esto les costará aún
más hablar con las demás personas.

Existen muchos medios de comunicación, los adolescentes pueden usarlo para informarse de
varios temas, siendo las redes sociales el medio más popular. Este acto para lograr diferenciar
entre lo falso y lo verdadero, así como para no caer en los hábitos de adicción u otros, forman
madurez en el joven, y permite que este forme su propia personalidad y desarrolle ciertas
habilidades y formas de hablar. En conclusión, ambas pueden afectar en el desarrollo personal
del joven y esto puede darse de manera positiva o negativa, pero es importante mantener un
equilibrio de vida, y no exceder tanto en una actividad, para que así nos formemos de la mejor
manera en ambos ámbitos.