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los adolescentes
Si eres papá o mamá en los Estados Unidos, seguramente te preocupa en qué afectan las redes
sociales en los adolescentes y en su desarrollo, así como los efectos de su continua exposición.
Cuando los niños no están en la escuela o no están haciendo su tarea pueden pasar un excesivo
número de horas conectados a sus teléfonos.
Según expertos, es preocupante que las redes sociales y los mensajes de texto, estén
promoviendo la ansiedad y disminuyendo su autoestima, ya que ambos se han vuelto
indispensables para ellos. Los adolescentes están en una etapa de descubrimiento y
conocimiento personal en donde pueden ser fácilmente influenciados por cualquier cosa. La
idea de aceptación o de pertenecer a un grupo es importante para tener éxito social y por
supuesto en las redes sociales.
Antes de que existiera Instagram, Snapchat o TikTok, los planes para pasar el tiempo libre eran
salir con amigos a algún parque o centro comercial, dar un paseo en bicicleta o caminar y jugar.
Al realizar estas actividades, lo que los niños estaban haciendo era vivir situaciones reales en
las que podían desarrollar habilidades de comunicación, experimentar nuevos intereses, y sobre
todo exponerse a conversaciones y momentos en los que podrían tener éxito o fracasar en
tiempo real. Estas experiencias son las que los adolescentes de hoy están perdiendo y son
claves para su desarrollo personal. Ahora ellos están aprendiendo a comunicarse en gran
medida, a través de una pantalla y no mirando a otra persona.
Si los “likes” no llegan, pueden sentir esto como algo personal y además terminar
comparándose con otras personas, ya sean amigos o influencers. Es por esto que los
adolescentes buscan la mejor forma de lucir perfectos en sus fotos o incluso pueden llegar a
imitar a otras personas, perdiendo completamente su identidad. Esta actividad puede llegar a ser
muy desgastante, pero incluso puede ser perjudicial cuando se sienten forzados a mostrarse de
una manera y su perfil en línea no refleja lo que en realidad ellos son. Esta es una de las
consecuencias de las redes sociales en los adolescentes.
Si los niños no se enfrentan a situaciones con otras personas en tiempo real y cara a cara,
muchos de ellos se convertirán en adultos con ansiedad y depresión por no saber comunicarse.
Y por supuesto, las relaciones de amistad, amorosas, las negociaciones sociales, y las relaciones
laborales se vuelven más riesgosas. Ciertamente, hablar de forma indirecta crea una barrera
para una comunicación clara, pero eso no es todo. Aprender cómo hacer amigos es una parte
importante del crecimiento, y la amistad requiere, en cierta medida, asumir riesgos.
Establece zonas y horas libres de tecnología en la casa, en las que nadie use el
teléfono, incluidos mamá y papá. Cuando llegues a tu casa aprovecha ese
momento para pasar tiempo de calidad con tus hijos realizando actividades que
los involucren a todos y les permitan compartir un espacio juntos. Por ejemplo,
pueden involucrar a los niños en el momento de la cena ya sea sirviendo la mesa
o cocinando algunos alimentos sencillos, mientras tanto pueden compartir las
experiencias que tuvieron a lo largo de su día. También pueden jugar un juego de
mesa. Asegúrate de que en este tiempo tú tampoco vas a revisar tu teléfono y te
dispondrás a compartir con toda la familia. Por la mañana, levántate una o media
hora antes que tus hijos para revisar tu correo electrónico y organizar tu día
laboral, lo que le permitirá compartir las tareas rutinarias de la mañana e incluso
el momento del desayuno.
¿Se crearán nuevas redes sociales especializadas para abuelos? Deberían; las
nuevas y lozanas generaciones no admitirían actualizar su feed y encontrar selfies
de arrugas y verrugas; se reirán a carcajadas de ver cómo esos abuelos creen
estar a la moda cuando organizan sistemáticamente sus recuerdos con la
herramienta obsoleta del hashtag y ni hablar de los más seniles, que moverán
eternamente sus dedos índices de abajo hacia arriba para no olvidar los años en
los que le hicieron creer al mundo que eran muy felices.