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CONTENIDO DOCTRINAL:
TIEMPO DE CUARESMA.- Comprende los cuarenta días de preparación para la Pascua de Resurrección. Este
tiempo empieza el miércoles de ceniza y termina con la vigilia pascual. El Miércoles de Ceniza recuerda a cada
cristiano su situación de pecado y la necesidad de convertirse. Están invitados a practicar especialmente a
jornadas espirituales, limosnas, oración y ayuno. El tiempo de Cuaresma es un tiempo de conversión y penitencia.
También recuerda los cuarenta días que Jesús vivió en el desierto y su lucha contra las tentaciones. Se utiliza el
color de ornamento morado, no se dice ni canta el Gloria y tampoco el Aleluya.
SEMANA SANTA.
Es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret o, por ello, es un
período de intensa actividad litúrgica, es decir, tienen lugar numerosas muestras de religiosidad popular a lo largo
de todo el mundo, destacando las procesiones y las representaciones de la Pasión. Se inicia el domingo de Ramos
y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior
(Viernes de Dolores). La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que culmina en la Semana de Pasión
donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la
Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del sábado Santo al Domingo de Resurrección.
Domingo de Ramos. Recordamos la entrada triunfal de Jesucristo a la Ciudad de Jerusalén montado en un burrito.
La gente le acompaña con palmas y ramos aclamándole como rey y echándole ropas por el camino a modo de
alfombra. Jesús sabía que en pocos días esta misma gente le iba llevar a la muerte.
Lunes Santo Jesús. Es tomado prisionero como un bandido y es conducido ante los tribunales para ser juzgado
El martes Santo. Jesús anuncia a sus discípulos la traición de Judas y las negaciones de San Pedro. María
Magdalena le unge con un perfume muy caro sobre la cabeza. La regañaron, pero Jesús la defendió diciendo:
“esto ha sido como una preparación para mi entierro”.
El miércoles Santo. Es el día que Judas se puso de acuerdo con los enemigos de Jesús para entregárselo por el
precio de 30 monedas de plata. ¡por unos miserables centavos Judas traicionó a su mejor amigo!
En la procesión se recuerda las caídas de Jesús y el encuentro con su madre. Con Juan el discípulo amado y
Simón de Cirene, quién le ayuda a cargar la cruz.
- Triduo pascual: Se llama así porque con su celebración se hace presente y se realiza el misterio de la pascua, es
decir, el tránsito del Señor de este mundo al Padre.
- Jueves Santo de la Cena del Señor.- Con la Eucaristía de la cena del Señor en la tarde del jueves santo se da
inicio al Triduo Pascual. Es el primer sacrificio eucarístico, y se recuerda su institución. En la mañana del Jueves
Santo, se celebra la Misa Crismal, que es la Eucaristía en que el obispo consagra el Óleo de los Enfermos, el
Santo Crisma y el Óleo de los Catecúmenos. En la diócesis de Huancavelica, se celebra el martes en la mañana,
(para facilitar que todos los Sacerdotes celebren los ritos Sagrados en su parroquia).
- Viernes Santo de la Pasión y Muerte del Señor El Viernes Santo de la pasión del Señor, se recuerda la muerte
de Jesús en la cruz para salvar a la humanidad. Es el día de la Pasión del Señor y no se celebra la Eucaristía.
Puntos culminantes de la liturgia de viernes Santo son el relato de la Pasión según san Juan, la oración universal y
la adoración de la Cruz. El rito de la Comunión empieza con el Padre Nuestro. La Cruz es la victoria del amor
sobre la muerte y el pecado. Este es un día de ayuno y de abstinencia, es decir: se disminuye la cantidad de
alimento y los cristianos se abstienen de comer carne. Es también un día de silencio y de recogimiento interno.
- Sábado Santo/Vigilia Pascual de la Sepultura del Señor El Sábado Santo es un día de silencio y de oración, sin
música ni adornos. En este día se suelen organizar retiros para profundizar el misterio pascual. Es conveniente
celebrar en común la Liturgia de las Horas, u otras celebraciones en torno al sepulcro del Señor, a su cruz o a los
dolores de la Virgen.
La Vigilia de Pascua es la celebración de la muerte y resurrección de Cristo. Se celebra en la madrugada del
domingo (y no en la noche ni en la tarde del sábado). Ésta es la noche santa, la noche que recuerda la victoria de
Cristo sobre la muerte, la noche en que la Iglesia desde su comienzo espera la segunda venida del Señor.
Primero, los fieles reunidos escuchan las lecturas de la Palabra de Dios que les recuerdan la historia de la
salvación desde la creación hasta la resurrección de Jesús. Se enciende el cirio pascual imagen de Cristo, quien
ilumina el mundo. La noche culmina con la celebración de los sacramentos de la Pascua: el Bautismo, por el cual
el hombre muere con Cristo para luego resucitar con Él a una vida nueva (Rom 6, 8), y la Eucaristía, en la cual los
Apóstoles reconocen al Señor en la fracción del pan.
¿CÓMO VIVIR LA SEMANA SANTA?: Es tiempo propicio para acudir al sacramento de la Penitencia para recibir el
perdón de Dios, como lo mandan los Preceptos de la Iglesia “Confesar los pecados mortales por lo menos una vez
al año, cuando se ha de comulgar o en peligro de muerte” (Catec. y Devoc. Nº 281.2), así como “comulgar por
Pascua de Resurrección” (Catec. y Devoc. Nº 281.3).
CONTENIDO DOCTRINAL:
1.- LA CONQUISTA DE LA TIERRA PROMETIDA:
Moisés no pudo entrar en la Tierra Prometida, pues murió entes de conseguirlo. Fue su sucesor Josué el que inició
la conquista de Canaán con la toma de Jericó. El dominio total del territorio costó a los israelitas unos dos siglos.
Fue una conquista difícil y lenta.
2.- LAS TRIBUS Y LOS JUECES DE ISRAEL:
Durante su estancia en Egipto, los israelitas habían conservado su organización en tribus. Cada tribu llevaba el
nombre de uno de los hijos de Jacob y de dos de sus nietos, Manasés y Efraín, que eran hijos de José. Una vez
conquistada Canaán, el territorio se dividió entre las Doce tribus. La tribu de Leví no recibió tierra, porque sus
miembros debían dedicarse al Sacerdocio y al culto, y tenían que ser alimentados por las demás tribus.
Cada tribu se gobernaba por sus propias costumbres y por sus propios jefes. Sólo en períodos de crisis se unían
las tribus y elegían a un juez que dirigía la guerra y gobernaba sobre todas ellas. Los Jueces más importantes
fueron: Gedeón, Sansón, Elí y Samuel.
a. GEDEÓN: en hebreo significa "con mano herida" (Jueces 6;7;8)
Fue el quinto de los jueces del pueblo judío y es considerado como uno de los más sobresalientes por la magnitud
de su "obra guerrera" contra uno de los pueblos enemigos de Israel: los madianitas. Hijo de Joás de la tribu de
Manasés. Los datos que conocemos de su historia se encuentran relatados en el libro de los Jueces de los
capítulos 6 al 8.
Los israelitas estuvieron en mucha dificultad porque no obedecieron a Dios. Los madianitas se habían hecho más
poderosos que ellos y les causaban daño. Así que los israelitas pidieron ayuda a Dios.
Dios envió a su ángel a hablar con Gedeón para anunciarle que sería el libertador de su pueblo, y Gedeón juntó a
32.000 guerreros. Pero hubo un ejército de 135.000 hombres en contra de Israel. Dios dijo a Gedeón:”Tienes
demasiados hombres, di a todos los que tengan miedo que vuelvan a su casa”. Cuando Gedeón hizo esto, 22.000
guerreros se fueron. Eso le dejó sólo 10.000 hombres para pelear contra los 135.000 soldados.
Pero Dios dijo: “Todavía tienes demasiados hombres”. Así que dijo a Gedeón que hicieran que los hombres beban
del agua de la corriente de un río y envíe de regreso a sus casas a todos aquellos hombres que bebieran bajando
la cara hasta el agua misma. “Te daré la victoria con los 300 hombres que han seguido vigilando mientras bebían”
Dios dijo esto porque si los israelitas hubieran ganado la guerra pudieron pensar que la habían ganado por sí
mismos, que no necesitaban la ayuda de Dios para ganar.
Llegó el tiempo de la pelea. Gedeón dividió en tres grupos a sus 300 hombres. A cada hombre le dio un cuerno, y
un jarro con una antorcha dentro. Cuando casi a media noche, todos se reunieron alrededor del campamento de
los enemigos. Entonces, al mismo tiempo, hicieron sonar sus cuernos y rompieron los jarros, cuando los soldados
enemigos despertaron, se confundieron y asustaron. Todos huyeron y los israelitas ganaron.
Gedeón gobernó en Israel otros 40 años que fueron de paz y crecimiento.
b.- SANSON, del Hebreo que significa "del Sol" (Jueces 13, 4-16). Un hombre de Sorea, de nombre Manoa, pidió a
Dios le concediera un hijo, porque su esposa era estéril, y el ángel se le apareció y le hizo prometer: “No pasará
por su cabeza la navaja, pues él será quien comenzará a liberar a Israel de la mano de los filisteos”, porque desde
el vientre estará consagrado a Dios.
Sansón fue un varón de fuerza maravillosa, a quien Dios destinó para que liberara al pueblo de Israel, de la
opresión de los Filisteos. En su juventud despedazó un león, que le había asaltado. Otra vez, rompió las cuerdas
con que le habían atado y con una quijada de asno, que encontró en el suelo, mató a mil enemigos.
Habiendo entrado un día Sansón en una ciudad de los filisteos, éstos queriendo prenderle, cerraron las puertas de
la ciudad. Pero Sansón en la noche, para evadirse, arrancó las puertas de sus quicios, y cargando con ellas las
llevó a la cima de un monte muy cercano.
Mientras Sansón se mantuvo en la ley de Dios fue invencible; pero habiéndose apartado del camino de la virtud,
cayó en las manos de sus enemigos.
Había revelado Sansón a una mujer que, si le cortaba el cabello, perdería las fuerzas. La mujer, seducida por los
dones de los filisteos, aguardó a que Sansón se durmiera, le cortó los cabellos, y lo entregó sin fuerzas a sus
enemigos.
Entonces los filisteos le sacaron los ojos, lo ataron con cadenas encerrándole en una prisión. Pero con el tiempo
habiéndole crecido el cabello y con él las fuerzas, hizo pagar caro a sus enemigos el mal que le habían hecho.
Un día que los filisteos celebraban una gran fiesta a uno de sus dioses, quisieron divertirse con Sansón
escarneciéndole y le llevaron al templo. Mas Sansón dijo al niño que le guiaba, que le acercase a las dos columnas
que sostenían el templo para apoyarse en ellas.
Cuando hubo llegado Sansón a las dos columnas, las agarró con sus brazos, y habiendo invocado al señor,
exclamó ¡muera Sansón y mueran los filisteos con él!. Y sacudiendo fuertemente las columnas las desplomó.
Cayéndose el templo. Y Sansón entonces mató al mayor número de filisteos, que los que habían muerto en toda
su vida
c.- ELÍ.– (ISamuel 2, 11-36). Elí, juez de Israel y sumo sacerdote, tenía dos hijos, ocupados en el ministerio del
tabernáculo: Ofni y Fineés. No contentos éstos con la parte que les correspondía en los sacrificios, se apropiaban
lo mejor de las víctimas que ofrecía el pueblo; por eso los hombres se abstenían de sacrificar al Señor. Elí era
anciano, y conociendo la mala conducta de sus hijos no les reprendía como era debido; por cuya razón los jóvenes
seguían causando grave escándalo. El Señor, entonces, airado contra Elí, le hizo anunciar por un profeta los
grandes castigos que estaban por mandar a él y a sus hijos.
Habiendo, pues, entrado en guerra los israelitas y los filisteos, al primer encuentro el ejército de Israel quedó
derrotado. Se llevó al campamento el Arca de la Alianza, y se dio otra batalla. Mas Israel, no teniendo la protección
de Dios, fue derrotado por segunda vez, y el Arca de Dios fue tomada por los enemigos, y más de treinta mil
hombres, Ofni y Finees, quedaron muertos en el campo.
A la infausta noticia de la derrota de su pueblo, de la muerte de sus hijos y de la pérdida del Arca, Elí que estaba a
la puerta del tabernáculo, cayó de espaldas, y quebrándose la cabeza expiró, dejando unos ejemplos terribles a los
padres demasiado indulgentes para con sus hijos.
d.- SAMUEL, en hebreo, significa "Aquel que escucha a Dios" Samuel (I Samuel 1; 3; )
En el tiempo que Elí era sumo sacerdote, nació Samuel. Desde sus más tiernos años fue consagrado por su madre
a Dios, y puesto al servicio en el tabernáculo. Vivía con Elí y dormía junto al Tabernáculo, en donde estaba el Arca.
Una noche, mientras Samuel dormía, el Señor le llamó. Pero él, no conociendo todavía la voz del Señor, corrió a
Elí y le dijo: “Heme aquí: ¿qué quieres? - “No te he llamado, respondió el sacerdote; vuélvete a dormir, hijo”.
Sucedió eso tres veces. Mas entonces, reconociendo Elí, que era el Señor quien llamaba al niño, dijo a Samuel: “Si
fueres llamado otra vez, responde: ¡Habla, Señor, que tu siervo escucha!”.
Llamado Samuel por cuarta vez, respondió como Elí le había aconsejado. Y el Señor le reveló los terribles castigos
con que debía herir al sumo sacerdote y a su familia. A la mañana, preguntando por Elí sobre lo sucedido, le refirió
el aviso que había tenido, lo que se verificó poco tiempo después.
Muerto Elí, y conociendo el pueblo que el Señor estaba con Samuel, y que era un profeta, lo eligió como su juez.
Fue el último juez de Israel; por él los hebreos recobraron el Arca y las ciudades perdidas, gozaron de larga paz y
de tranquilidad.
Como Samuel había envejecido y los hijos que había elegido para sucederle habían degenerado la virtud del
padre, el pueblo amante de novedades, le pidió un rey.
Samuel trató de disuadir y apartar a los hebreos de aquel designio; mas ellos insistieron en su petición, y el
profeta, avisado por Dios, consagró por rey a Saúl.