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APROBACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
De conformidad con la Ley Constitucional del 31 de agosto de 1993, el CCD sometió al voto popular la
aprobación de la nueva carta política. El gobierno fijó como fecha para la realización de dicho referéndum
el 31 de octubre del mismo año, en el cual los ciudadanos deberían optar por una de las dos opciones:
por el “SI”, si estaban a favor de aprobar la Constitución; y por el “NO” si eran contrarios a ello.
Los partidos opositores al gobierno, tanto aquellos que habían participado en el CCD como aquellos que
se abstuvieron, sumaron esfuerzos a favor del “NO”. Mientras que el gobierno puso todo su aparato de
publicidad al servicio de la campaña por el “SI”. Los resultados de esta consulta popular fueron los
siguientes: Por el “SI” votaron 3.878.964 ciudadanos (52.24 %), mientras que por el “NO” votaron
3.545.699 ciudadanos (47.76 %).
El gobierno obtuvo así el triunfo, pero este no fue abrumador como lo había esperado. Aprobada así la
Constitución, Fujimori procedió a su promulgación el 29 de diciembre de 1993.
Contenido
Consta de 206 artículos y 16 disposiciones finales y transitorias, ordenados en 6 títulos, así como un
preámbulo y una declaración.
Preámbulo.
Título I: De la persona y la sociedad.
Título II: Del Estado y la nación
Título III: Del régimen económico.
Título IV: De la estructura del Estado.
Título V: De las garantías constitucionales.
Título VI: De la reforma de la constitución.
Disposiciones finales y transitorias.
Declaración.
PRINCIPALES INNOVACIONES
En aspectos generales, esta Constitución no varió mucho comparada con la anterior, la Constitución de
1979. Se conservó incluso textualmente algunos artículos y en otros casos solo se ha variado la forma,
mas no el fondo. Sin embargo, buena parte de sus pocas innovaciones son de importancia fundamental.
Referéndum. Introduce el mecanismo del referéndum o consulta popular para la reforma total o parcial de
la Constitución, la aprobación de normas con rango de ley, las ordenanzas municipales y las materias
relativas al proceso de descentralización.
La pena de muerte. Sanción que antes solo se aplicaba para delitos de traición a la patria en guerra
exterior, se extiende a los delitos de terrorismo. Pero en la práctica no ha sido reglamentada esto último.
La reelección presidencial. El mandato presidencial se mantuvo en cinco años, pero se permitió una
sola reelección inmediata o consecutiva (artículo 112). Al amparo de este artículo constitucional, Fujimori
se reeligió en 1995; al año siguiente, mediante una controvertida “Ley de Interpretación Auténtica”, se le
permitió otra reelección consecutiva (la llamada “re-reelección”). De acuerdo a esta interpretación, el
segundo gobierno de Fujimori (1995-2000) era el primero sujeto a ese artículo constitucional, invocándose
la no retroactividad de las leyes. Luego de la fuga y renuncia de Fujimori desde el Japón en octubre del
2000, se modificó este artículo, quedando prohibida la reelección inmediata: a partir de entonces, quien
culmina su mandato presidencial puede volver a candidatear transcurrido como mínimo un período
constitucional.
Creación de la Defensoría del Pueblo. Se estableció la figura de la Defensoría del Pueblo como un ente
autónomo encargado de defender los derechos del pueblo y supervisar el cumplimiento de los deberes de
la administración estatal. Su titular es el Defensor del Pueblo, elegido y removido por el Congreso con el
voto de los dos tercios del número legal de sus miembros.
Establecimiento del rol subsidiario del Estado en la economía. Se establece que la iniciativa privada
es libre y se ejerce en una economía social de mercado. El Estado asume solo su rol orientador, más no
hace actividad empresarial, sino solo excepcionalmente. La anterior Constitución consagraba el ejercicio
de la actividad empresarial por parte del Estado; ahora el Estado vigila y facilita la libre competencia,
legaliza la libre tenencia de moneda extranjera y el libre cambio y defiende los intereses de los
consumidores y usuarios.
Se dejó de garantizar plenamente la estabilidad laboral, la misma que era estipulada explícitamente
en el artículo 48 de la Constitución anterior. Ahora solo se dice que el Estado otorga al trabajador
adecuada protección contra el despido arbitrario.