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Artículo de Actualidad

Visiones
que deslumbran.
Eldeclive del liderazgo
transformacional
Julián López-Yáñez
Didáctica y Organización Escolar. Universidad de Sevilla

Explica el autor que la noción


de liderazgo transformacional
no contribuye precisamente a la
mejora de las instituciones edu-
cativas. Llega a esa conclusión a
partir de una investigación reali-
zada en 2010 cuyo propósito era
comprender los mecanismos por
los que ciertos centros consiguen
mantener largas trayectorias de
mejora y experimentación. Uno de
esos casos llamó su atención por
lo contrario, es decir, por el colap-
so de la ambiciosa política de
innovaciones que había empren-
dido su director dos cursos atrás,
cuando recibió el encargo por
parte de la Administración edu-
cativa de pilotar la refundación de
un CEIP como IES en una zona
con importantes carencias socio-
culturales.

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L
o que voy a plantear aquí es que la c) La creación de un clima de confianza y En las características del liderazgo des-
noción de liderazgo transformacio- apoyo entre el profesorado que facilitara plegado en el IES Diego Velázquez (pseudó-
nal no contribuye precisamente a la el diálogo y la negociación que la pues- nimo) pudimos apreciar la mayoría de los
mejora de las instituciones educati- ta en marcha de todo proyecto colectivo atributos que rodean al liderazgo transfor-
vas. Pero antes de exponer mis argumentos requiere. macional: carisma del líder –prestigio, segu-
déjenme contarles un caso que servirá para ridad en sí mismo, capacidad de persuasión
ilustrarlos. No hace mucho tuvimos oca- d) El desarrollo de la capacidad de los do- y de atracción-; un sentido de la misión a
sión de realizar una investigación a partir centes para desarrollar sus propias ini- cumplir que imprimía fuerza e incluso au-
de entrevistas y observación de la práctica ciativas. dacia a sus acciones; una visión apoyada en
de la innovación en diez centros escolares sus conocimientos, experiencia, creencias y
(López-Yáñez, 2010a; López-Yáñez y Lavié, Veamos qué enseñanzas se pueden ex- valores; inspiración para motivar a un sig-
2010; Sánchez-Moreno y López-Yáñez, 2010). traer de este caso respecto al tipo de lideraz- nificativo grupo, aunque no mayoritario, de
El propósito era comprender los mecanis- go que se necesita en los centros escolares. docentes; e incluso tolerancia psicológica. Es
mos por los que ciertos centros consiguen verdad que solo mostró en mucha menor
mantener largas trayectorias de mejora y medida otras características consideradas
experimentación. Uno de esos casos llamó La retórica ‘cool’ del liderazgo relevantes, como la consideración hacia las
nuestra atención por lo contrario, es decir, transformacional personas y la estimulación intelectual de los
por el colapso de la ambiciosa política de in- seguidores (Bass y Avolio, 1997).
novaciones que había emprendido su director El concepto de liderazgo transformacio-
dos cursos atrás, cuando recibió el encargo nal ha estado vigente en la literatura espe- Sin duda la retórica del liderazgo trans-
por parte de la administración educativa cializada desde los 80 hasta hoy día y ha formacional es en cierto modo atractiva.
de pilotar la refundación de un CEIP como presidido el programa de investigación de Promete que los líderes con una visión clara
IES en una zona con importantes carencias autores relevantes en el campo (p.ej. Lei- de hacia dónde ir y con el suficiente carisma
socioculturales. thwood, Tomlison y Genge, 1996; Geijsel y para atraer al grupo y aglutinarlo en torno a
Sleegers, 2003; Leithwood y Yantzi, 2005). En esa misión, conseguirán transformar la or-
El director era un profesional verdade- nuestro país ha dado lugar a investigaciones ganización en el sentido deseado. Y lo harán
ramente comprometido con la enseñanza y y se ha hecho bastante popular en algu- utilizando como principal herramienta los
de reconocido prestigio. Sin duda vio en la nos ámbitos de formación de los directivos valores y las ideas, en lugar de las normas
misión recibida la oportunidad de llevar a escolares (Pascual, Villa y Auzmendi, 1993; y el aparato administrativo. Con razón este
la práctica un proyecto educativo -su pro- Álvarez, 1998; Bernal, 2000; Maureira, 2004). tipo de liderazgo ha sido llamado también
yecto- donde reflejaría sus ideas sobre la “neocarismático” (Nye, 2011: 13), pues abun-
educación inclusiva y compensatoria que La pareja de conceptos transformacional- da en una concepción esencialmente indi-
necesitaban las comunidades golpeadas por transaccional fue acuñada originalmente por vidual del fenómeno, como algo que ‘tiene
la pobreza y la marginalidad. El proyecto era Burns (1979). Mientras que transaccional se lugar’ en la mente, las aspiraciones, la perso-
más que bueno, y se basaba fundamental- refiere a un intercambio de beneficios que nalidad -o todo ello unido- de un individuo
mente en un enfoque no punitivo de los acuerdan líderes y seguidores, sin necesidad que destaca así sobre los demás. Desde este
problemas de disciplina y en la enseñanza de que medie un propósito compartido, punto de vista el líder lo es porque es capaz
en equipo del profesorado. El problema fue transformacional se refiere a un tipo de in- de ver algo que los demás no perciben y
que ante el profesorado nunca pasó de ser teracción o de acción colectiva que va más éstos solo lo harán después de que el líder
considerado “el proyecto del director”. Ob- allá de los intereses de las partes y se orienta -también por eso lo es- comunique efecti-
sesionado con la aplicación de su proyecto, hacia la mejora de la organización. Lo que vamente su visión a los seguidores y a partir
el director –y en buena medida el equipo se espera de los líderes transformacionales de ahí los haga avanzar colectivamente por
directivo- desatendió algunos aspectos es que incidan prioritariamente en la cul- la senda correcta.
que en el resto de los centros estudiados se tura de la organización -que cohesionen
mostraron fundamentales para sostener las ideológicamente a sus miembros en pos de Con ello, la perspectiva transforma-
innovaciones: una meta común- y no tanto sobre las dis- cional insiste en una imagen heroica y
posiciones formales. A lo que supuestamente romántica del líder muy recurrida a lo
a) La búsqueda de consensos en torno al nos llevaría esto es a un grado de motivación largo de todo el siglo XX (Meindl, Erlich y
ideario pedagógico que inspiraba el pro- tal en los seguidores que les impulsaría a ir Dukerich, 1985; Alvesson y Sveningsson,
yecto. más allá del cumplimiento estricto de sus 2003). Dicho de una manera poética es la
funciones, desplazando sus intereses person- imagen de alguien que llega investido de
b) La creación de una base de significados, ales, para trabajar entusiásticamente por los poder y autoridad sobre un brioso corcel
asunciones y valores compartidos. intereses y los objetivos de la organización. blanco y nos transforma a todos, es decir,

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nos salva de las garras de la desidia, la


burocracia, los métodos tradicionales o los
malos resultados.
PODER DISTRIBUIDO Y MEJORA
¿Qué perdemos con el
liderazgo transformacional?
DE LA ORGANIZACIÓN EDUCATIVA
Conscientes del déficit de protagonismo

P
que los llamados ‘seguidores’ tienen bajo es- or tanto, el desarrollo de tales y en red (Fernández-Enguita,
ta perspectiva, algunos autores han sugerido un liderazgo basado en 2008). Las actividades basadas en
‘complementos’ a la formulación inicial. Así el carisma y en la adop- la información y el conocimiento
los líderes transformacionales deberían tam- ción de una visión aglu- requieren, en mayor medida que
bién “desarrollar una amplia participación”, tinadora trabaja en contra de otra las basadas en el trabajo manual, la
o facilitar “el incremento de las capacidades tendencia, esta sí, verdaderamente disposición de personas y equipos a
de los miembros de la organización para re- necesaria en las organizaciones colaborar en el marco de una mayor
solver individual o colectivamente los (…) modernas: el desarrollo de la ca- autonomía. Las jerarquías se hacen
problemas” (Bernal, 2000) o bien “construir pacidad colectiva para emprender más achatadas, los órganos cole-
un liderazgo compartido” o fomentar el tra- mejoras y sostenerlas a lo largo del giados adquieren un protagonismo
bajo en equipo (Álvarez, 1998). tiempo. Como he puesto de mani- mayor en la toma de decisiones, la
fiesto en otro lugar, esta capacidad colaboración y el trabajo en equipo
En definitiva, algunos reconocen que el necesita a su vez de la confianza, –la gestión colectiva del conoci-
principal olvido del liderazgo transforma- entendida como una propiedad de la miento- aparecen como las formas
cional es precisamente el liderazgo de los organización (López-Yáñez, 2010b). más importantes del capital social
docentes (instructional leadership) (Marks y Mi argumento en este punto es que
de cualquier organización.
Printy, 2003: 392-393). Precisamente los do- el desarrollo de la confianza no se
centes de doce escuelas secundarias austra- ve precisamente estimulado por
lianas entrevistados por Barnett, McCormick un planteamiento que procura una No está claro que la cohesión logra-
y Conners (2001: 43) opinaron que la con- entrega implícita de poder a quien da mediante una visión única, aun-
ducta visionaria y basada en la inspiración tiene la visión y el carisma necesa- que sea ampliamente compartida,
de los líderes no les ayudaba en la tarea de rios para emprender los cambios. Un sea buena para todos y para toda
enseñar y, en consecuencia, no contribuía a colectivo confía en sí mismo –y sus la organización, pues como dice
obtener buenos resultados en términos de miembros confían unos en otros- Nye (2011: 138) “¿en qué posición
aprendizaje de los alumnos. cuando siente que otros confían en quedan los que prefieren sus propios
él. Pero desplazar tanta responsabi- objetivos y sus propias visiones?”.
Desde mi punto de vista, el liderazgo lidad hacia el líder envía al resto de Otra posibilidad es aceptar y pro-
efectivo es un problema de equilibrios. No la organización el mensaje de que teger las diferentes visiones que se
podemos tenerlo todo. Es bastante probable no se confía demasiado en su capa- dan cita en la organización y tratar
que los esfuerzos que hagamos en ‘atraer cidad para asumir dicha responsabi- de que convivan en la mayor armo-
a los miembros hacia la visión del líder’ di- lidad. Es por eso que sugiero que el nía posible, estableciendo los acuer-
ficulten ‘fomentar la participación de to- liderazgo transformacional dificulta dos sobre la base de un conjunto de
dos’. Y viceversa: puede que una verdadera en la mayoría de las ocasiones el reglas, derechos y responsabilidades
participación no encamine a la organización desarrollo de una comunidad pro- lo más equidistantes posible de los
necesariamente hacia la visión del líder. En fesional de práctica (López-Yáñez, intereses de todas las partes. Entre
términos de equilibrio, los presupuestos del Sánchez-Moreno y Altopiedi, 2011). las organizaciones sin visión y las
liderazgo transformacional desplazan la me- organizaciones donde sus miembros
jora hacia uno de los polos: las capacidades La dinámica de la sociedad de la se agrupan bajo la visión del líder,
y la visión de los líderes. Y eso a veces no es información empuja cada vez más hay una alternativa intermedia: las
del todo compatible con una participación a las organizaciones al abandono organizaciones con una rica varie-
profunda. de las estructuras piramidales y a dad de visiones esperando a ser con-
la adopción de diseños más horizon- certadas y complementadas.
En realidad, lo que opera el liderazgo
transformacional es una vuelta de tuer-

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ca más en las teorías que han tratado de Cabe entonces la pregunta: ¿qué per- informada y de altas miras- que impulsa
encontrar las cualidades personales y las demos cuando sobredimensionamos el a los líderes.
disposiciones o patrones de conducta que carisma y la visión? Para mí lo que per-
hacen al líder. En esa búsqueda se adivina demos es la consideración del elemento Volviendo al IES Diego Velázquez, el lide-
claramente la intención de los promotores potencialmente más transformador que razgo claramente transformacional desple-
de hacer que el contexto de la organización posee una organización: el empodera- gado en él impidió que el conjunto del pro-
se vuelva más propicio al líder. Lo que ha- miento de la comunidad. Estoy de acuer- fesorado desarrollara algo esencial en una
cemos entonces es seguir emplazando a los do con Gunter (2005: 175) en que la idea organización tan compleja como un centro
líderes a la misión más elevada -imaginar el de liderazgo transformacional opera una escolar: el sentido de afiliación, la conciencia
futuro- y en consecuencia, el problema que división profunda entre los líderes y los de pertenecer al lugar donde se trabaja y de
resta es qué cualidades hemos de reunir para seguidores, para concentrarse en las cua- sentirse comprometido con él. El problema,
que el resto de la organización lo acompañe lidades que permiten al líder influir deci- como afirma Nye (2011: 18), es que “si nos
en su camino. La retórica de la participa- sivamente sobre el pensamiento de estos fijamos demasiado en los líderes, el culto
ción que a veces acompaña el discurso del y obtener su compromiso. El resultado es resultante a la personalidad resta valor a las
liderazgo transformacional parece forzada que la elevación del papel de los líderes comunidades y al liderazgo distribuido que
por los nuevos tiempos. Sin embargo por las provoca una minoración del papel de los las hace funcionar”. Y sigue: “Las sociedades
costuras de una mal hilada fusión se pueden seguidores, cuya tarea pasa a ser así una basadas en líderes heroicos no podrán de-
entrever aún los resabios de tantas décadas de índole técnica: deben hacer bien el sarrollar la sociedad civil y el capital social
de búsqueda teórica del gran-hombre, sal- trabajo que les corresponde dentro de necesarios en el mundo interconectado de
vador de pobres comunidades desorientadas. la visión –se supone que más profunda, hoy” (ibid. p.31).

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